"Los golpistas dicen que son legítimas porque fueron convocadas desde antes del golpe de Estado, pero con el golpe no es posible realizarlas en ausencia de normalidad institucional sin que sean sujeto de cualquier impugnación. Por ejemplo, el presupuesto con que se financian estas elecciones fue aprobado por un Congreso Nacional presidido por un diputado que no tiene atribuciones para presidirlo ya que ese era el puesto de Roberto Micheletti, pero lo ostenta el Secretario, José Alfredo Saavedra. Luego quien sanciona los Decreto-Ley emitidos por el Congreso es el titular del Poder Ejecutivo, que debería ser Manuel Zelaya, pero los sanciona Roberto Micheletti que legalmente es el Presidente del Congreso. También todas las disposiciones administrativas tomadas por el Poder Ejecutivo para apoyarlas, como la movilización del ejército, se han hecho por parte de un usurpador. El Presidente saliente que debería entregar el poder el 27 de enero próximo no es el que en la realidad está ejerciendo el cargo, y así por el estilo. Lo que en realidad debería hacerse son elecciones a una Constituyente para restaurar el orden institucional violentado, previo haber restituido al Presidente Zelaya en su cargo.
sábado, noviembre 28, 2009
Cobos presidente
En su auto hagiografía, Julio Cobos se escribe:
En 1980 eligió como esposa a una buena compañera de ingeniería, Cristina Cerutti, con quien tiene tres hijos, Agustín Cleto, Virginia y María Eugenia. Muchos señalan que el espacio que le ha brindado a las mujeres en su gestión política responde a la figura de aquellas que marcaron su vida: su madre, sus hermanas, su esposa y sus hijas. Puede ser, ésta una de las claves para entender su permanente trabajo en equipo con el género femenino.
Es interesante que no mencione ningún cargo partidario en la UCR. ¿Es que no lo tuvo? ¿O no quiso mencionarlo? Porque el blog que se armó para promocionarse, aún cuando esté redactado para chicos de 12 años, hay una foto gigante del escudo radical como portada.
Y títulos que ya revelan el afán internista del autohomenajeado:
Morales quiere condicionar a Cobos para ocultar su responsabilidad en la borocotización de Colombi
NOTICIAS URBANAS: Cobos le apunta a la Ciudad
Interna radical: Fuertes cuestionamientos a la conducción de Gerardo Morales
Me estoy haciendo viejo 2
Tenía doce años yo. Mi vieja escuchaba, en un cassette, a Silvio Rodríguez. En el patio. Atardecía. De ahí que el atardecer, ojalá, no me agarre fuera de un techo, en el inmenso patio donde mi vieja consumía lo que le quedaba, la soledad. Me agarra en bares. En mi casa. En ningún lado.Ojalá no me agarre mirando un cuadro, me entristecen los cuadros, todos los cuadros, detesto la pintura: tengo una rara habilidad para comprenderla. Tenía una novia imaginaria. La rescataba de los malos, en el continente africano. Tenía una contradicción: ella era una nena, de once años, muy pendeja para mí. Yo era un jubilado, un hombre fuerte y maduro, de doce años. Conocía, yo, la luna, el centro de la tierra, un mundo submarino, la vuelta al mundo en ochenta días, no me rompan las pelotas: yo era un hombre, hecho y sobretodo, derecho. Trabajaba. Por el barrio. Vendiendo plantas. Y robando. Robábamos mucho. También trabajábamos. No necesitábamos plata, sino pulsión existencial. Mi vieja, cuando nos agarraron en un supermercado robando, ¿9 o 10 años tenía yo?, nos hizo ir, vergonzozamente, a devolver las cosas. Mi viejo, en Rosario, cuando nos agarraron, ¿teníamos 5 o 6 años ahí?, hizo lo mismo. No me sentí traicionado. Sentí que traicionaba.
No he dejado, en cierto modo, de ser el muchacho soberbiamente herido, que está en cama, con respirador, del asma y del miedo al castigo de dios. He dejado de salvarte de los malos, en plena selva africana. He dejado de escribir cosas con placer, he escrito tonteras, cosas pasatistas: como el PBI deflactado o la sensación de inseguridad, como la interna peronista o la ecología sentimental, todas boludeces. Me he vuelto bastante tonto, acumulando triunfos, escondiendo fracasos, lo que hacen todos: tonteras. Es una boludez, después de todo. He pasado acá el día, mirando el pasado, tomando cerveza, leyendo novelas negras. Hoy mi pequeña me preguntó si estaba depre. Dije que no. Ni sé qué es depre. No interesa. El mejor de los nuestros, el más alegre, pelea por su vida. Yo que siempre fui un bajón, tengo cierto margen, menos culpa. Hoy un amigo me decía que la muerte no es para tanto, el problema es el instante anterior, el misterio, esa cosa: porqué. La inmensidad de eso, de éso: cómo. Y hablábamos de vos, Viejo, porqué.
Ya estoy fumando dos atados y medio. Me angustia saber que no son esas las cosas que te matan, que nos matan, nos demuelen. Nos morimos, también, nosotros, un poquito.
Otro amigo me llamó para preguntarme porque llevo dos meses sin salir de casa. No es cierto, le aclaré. Ni sé cuánto hace. Pero es menos. Me siento en mi escritorio, al mediodía, cuando me levanto, a inventar una comida. Y una bebida. Y miro el balcón. Las hojas del árbol, los bichos que trae, los mails que me llegan, las noches que pasan. Los días que ni torpes, así, iguales, tranquilos, con, no sé, mansos. Con nada. Me quedo acá. Nada de viajes, de colectivos, de terminales. Que secretamente, siempre, detesté. Poner la valija en una pista de avión me rompe las bolas. También me rompe las bolas Mi Pequeña cada vez que me voy. Y adonde vaya tengo que llevarme las penas, los dolores en la espalda, la carga pasatista de ser yo. Y que apague el celular, que señor esa botella acá no, fumar es imposible, vayansé a la puta que los parió. Generalmente a fin de mes me recluyo, porque no tengo plata, y soy un militante también, y hay que poner. No me averguenza. Para nada. Me da bronca por los que esta noche no tengan para una botella. Me da bronca, de verdad. Por los que duermen en la calle, en los centros de inundados: por ellos, salud. Está lloviendo y puse la calefacción, pasa que al whisky también le puse mucho hielo, se calienta, como un adolescente, y bajé el aire acondicionado. Tengo un sofá y una novela negra. Un manojo de llaves y otro manojo de culpas. Unas abren, otras cierran. Cuando estás en la calle, ahí recién entendés que todo, pero todo eh, tiene dueño, tiene llave, tiene custodios, tiene derechos. Todo, menos vos. El que no me leerá. Sería imposible. Tanto como, aquella chica, a los doce años, que no quiso bailar conmigo en la escuela Sarmiento. Y al otro día, a la tarde, ya roja la tarde, quise contarle a mi vieja. Pero mi vieja lloraba, antes de ir a trabajar a una escuela nocturna. Y todo siguió igual, fuimos todos arrugando la cara, los nervios, endureciendo tristezas, haciendo callos, pero iguales, de vulnerables, de tontos, de extremadamente frágiles. Nada fue en vano. Muchas cosas, tampoco, fueron necesarias. Pero a quién le importa, a esta altura, de las cosas.
viernes, noviembre 27, 2009
Inseguridad en los taxis
La inseguridad es real, lo que es una sensación es la seguridad.
Y ya que estamos con las gaitas de la Gran Coquivacoa y su tema La Inseguridad, va acá otro tema, y la letra: se llama Aló Presidente
Aló, Presidente, Aló
Que quiere hacer con nosotros respóndanos Presidente
Todos estamos calientes, nos está volviendo locos
Hay Dios que calamidad, el país no vale medio
Peor ha sido el remedio que la misma enfermedad
Alo, Alo, Alo Presidente Alo.
Es la gaita quien reclama en nombre de Venezuela
Por los daños la secuela y errores a gran escala
El pueblo quiere comer, el pueblo quiere trabajado
No nos importa un carajo, rusos, chinos ni Fidel.
(Coro)
Alo por los estudiantes, Alo por los ganaderos
Alo por los comerciantes, Alo y por los obreros
Alo, Alo por mi gente pobre, Alo Alo por los buhoneros
Alo, Alo, por la economía, la clase media y el desespero
Alo, Alo, Alo Presidente Alo (Mijo para la Oreja)
Con estos todos consejos más que una ofensa, protesta
Nuestra unidad manifiesta que mi respeto está lejos
Pero el pueblo tiene hambre, pobreza y necesidad
Hable menos y haga más, eso es amor y mas grande.
(Coro)
Alo, por los periodistas, Alo mi gente en la radio
Alo Y por las iglesias que atacan a diario,
Alo, Alo por mi gente de Vargas que aun andan rodando
Alo, Alo y por los delitos que están amparando
Alo, Alo, Alo Presidente Alo.
Huelgas, paros y alborotos, invasiones que se amparan,
Y cada fin de semana se matan unos con otros
Está perdiendo el timón ya cayo en el mismo hueco
De copeyanos y adecos después tanta aflicción
(Coro, dale Charlieeeee)
Alo, Por mi gente en los cerros, Alo los niños de la calle
Alo la miseria y el hambre, Alo por tanto desacierto
Alo, Alo médicos y maestros, Alo, Alo el cierre de hospitales
Alo, Alo y de universidades, Alo, Alo y de tantos colegios
Alo, Alo, Alo Presidente Alo.
Nuestros errores humanos debemos reconocerlos
Mas allá de ir a creernos ser Dios y ser soberanos
No existe revolución con un pueblo escarnecido, humillado
Y mal herido de mentira y corrupción.
(Coro)
Alo, Por la viajadera, Alo y por el descaro
Alo, de darle la espalda, Alo a quienes confiaron
Alo, Alo porque mi Venezuela
Alo, Alo es pueblo soberano
Alo, Alo, y no queremos ser
Alo, Alo ningún pueblo cubano (Nunca, Tomáaaaaaaaas)
Alo, Alo, Alo Presidente Alo.
Romances y extorsión en los Macri
El hijo adptivo de la nena Nuria Quintela, Mauricio Macri, se encuentra en problemas. Su papá, Franco, el hombre que supo hacer fortuna al amparo de la dictadura y el menemismo, está encandilado por una pendeja de 19 años. Por ella, echó a la intelectual Flavia Palmiero de su mansión de Punta del Este.
De modo que, el cuñado impresentable, el parapsicólogo Néstor Daniel Leonardo, es quizás lo de menos en esa familia. Leonardo fue tiroteado en la mano después de denunciar las escuchas ilegales del Gobierno porteño. Leonardo está enfrentado a los herederos de Franco, sus hijos, que a su vez están enfrentados a Nurita, la pendejita, quizás también heredera. Leonardo ya venía enfrentado desde la misteriosa desaparición de "un maletín lleno de plata" con el cual pretendía pagar en efectivo a los empleados de un country. No existían, en el 2004, los bancos y las tarjetas de crédito, ni siquiera los guardaespaldas existían un año después de que secuestraran a su cuñada Florencia Macri.
El "mentalista sanador" denunció que Franco lo quiso extorsionar para que abandone a Sandra, su hija, con quien está casado en segundas nupcias y aspiran a heredar a Franco y Nurita. Como en esa familia la extorsión es un clásico, nadie le dio mucha pelota.
Ya Mariano Macri, otro aspirante a heredero, había echado a Marie France Luque, una tilinga que, ahora avejentada, salió a extorsionarlo por la revista Caras y la Revista Noticias. La nueva zaga es que Marie denuncia -a los gritos- que tiene los teléfonos pinchados. Y que se los pinchó la familia Macri.
El Gran Cuñado, Leonardo, se casó en Luján. Uno de sus padrinos, fue Giorgio Nocella, viejito también amante de las púberes como la, ahora más grandecita, Sol Bunge. Que supo coquetear con Aíto De La Rúa y ahora con el ex de Susana Giménez, el Corcho Rodríguez. Al casamiento de Leonardo no fue la madre de la novia, Sandra Macri. Sí, en cambio, fue la entonces esposa de Mauricio, hoy novia de Guillermo Cóppola.
Esposa posterior a Ivonne Bordeu, con quien tuvieron a Agustina, novia de Ignacio, nieto de Mirta Legrand.
Sí, sí: dura y compleja la vida de los garcas. Ni Menem pudo terminar con la tristeza de los niños ricos.
Ojo, eh: que todos estos se llevan bien con Bergoglio, que como sabemos, no le preocupan las escuchas ilegales, ni los divorcios y escándalos de la tilinguería (menos todavía las enormes diferencias de edad entre las parejas: mírenlo a Grassi, que no fue denunciado por 700 chicos sino sólo por treso cuatro), lo que sí le preocupa, le obsesiona, lo saca a Bergoglio es que no sean putitos. Y en esta historia, no hay ningún puto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)