jueves, octubre 28, 2010

Hasta la Victoria









From: rodrigo.vicente.reparaz@gmail.com
To: lucas-carrasco@hotmail.com


Estimado Lucas:
    Seguramente estarás recibiendo cien, miles, millones de mensajes y correos electrónicos como éste. Quizá nunca lo leas, pero el dolor que siento por dentro me inciste a que de igual manera te escriba.
Soy correntino, de Corrientes Capital, una ciudad bellísima, una provincia que amo.... pero siguiendo a los griegos en su sentido trágico de la vida, no toda alegría es plena. No se si estarás al tanto, calculo que si, ya que sos del interior. Mi querida provincia y mi ciudad son pueblos históricamente conservadores (y muy de derecha) y el círculo de personas que frecuento también, como ser, parte de mi familia, amigos, en el deporte que practico, hoy por hoy, todos muy anti- Kirchneristas.
    Una de las tantas razones por las que te escribo es para hacer un poco de catarsis, imagina con este cuadro que te describí, siempre pensé y pienso distinto a todos, mejor dicho, a la gran mayoría, al menos de los que frecuento, y cuando se hablaba de política, era siempre yo la oveja negra, el único que pensaba distinto, me sentí mucho tiempo solo. Pero mi viejo, siempre me enseñó a defender mis ideales, a que nadie me tiene que decir como pensar, y que si hay algo que creo justo, lo tengo que defender, anque quede antipático. El lo vivió en carne propia, militó en los movimientos estudiantiles de los 60 y estuvo preso en la dictadura del 76. Pero siempre tuvo la virtud de jamás obligarme a pensar de tal o cual manera, ni jamás me dijo a quien votar. En eso le agradezco. No como la mayotía de la gente que conozco, que en sus casas se baja línea, pero claro, es gente bien.
    Tengo 27 años, soy abogado, ayer aproveché el feriado para estudiar un poco, me levanté temprano, leí los diarios, todo normal.... pero cuando fuí a cambiar la yerba para el mate, tipo 10.30... ya la noticia estaba confirmada, no solo cambié la yerba, también mi humor. Senti angustia, asfixia, vacío, y nuevamente soledad. Cometí la típica pregunta egoísta, Porque te fuiste Néstor?, Porque nos venís a abandonar ahora?
    En 2003 yo tan solo 20 años tenía, voté por primera vez a Presidente, voté a Néstor. Jamás pensé que me iba a identificar tanto con un político, jamás creí que me iba a dar tanta confianza, en veinte años, nunca habia tenido un presidente, con los pantalones, la decisión, la voluntad y las convicciones de él.
    Lo voy a extrañar. Mucho.
    Te mando un abrazo grande, disfruto mucho leyendo tu blog. Me emocionó leer lo que escribiste ayer, más al ver 6 7 8.
    Ojalá algun día leas este correo.
    HASTA LA VICTORIA, SIEMPRE!
    Rodrigo Vicente Reparaz
     Corrientes - Argentina

miércoles, octubre 27, 2010

Hay Néstor para rato






















 Entré a Clarín y decía: "murió Néstor Kirchner". Podía ser mentira. Podía ser verdad. Era verdad. Diarios serios también tenían la noticia.
Entonces, en ese momento, hubo un vacío.
Pensé, un rato, en Máximo, que hace, también, política. Y es el hijo.
Lo llamé a Patucho.  Estaba hecho mierda. No hablé nada. Florencia me mandó un mensaje, temblaba, decía.
En Twitter varios conocidos no decían nada, y si decían, decían tristeza. Y amigos míos, tristes, llorando.
Entonces me fue cayendo la ficha.
El dolor de los otros.
Los más pendejos, a Kirchner, lo querían. Como a un padre, alguien cercano. Ningún protocolo. Un ídolo de rock. Un revolucionario. Un loco. Un rebelde.
A Néstor Kirchner los pibes lo querían, con alegría.
No sé de otro dirigente político, fuera del kirchnerismo, que genere esta emoción, esta expectativa, estas esperanzas, esta tristeza, en adolescentes y veinteañeros. No sé de otro.
Así que en Vicente López festejan? Así que, como me cuenta Romina, en Recoleta hubo amagues de cacerolazos? Así que esta lleno de hijos de puta que en twitter festejan? Así que se me llena la casilla de mails con los trolls -que no publico- injuriando? Así que todo eso transcurre al calor, al costado del calor, del dolor popular?
Mendieta dice que en Caballito los porteros están tristes.
Rosendo Fraga destila su odio a minutos de la muerte.
Hay censo. No vino todavía ningún censista. Una nube gris tapa, un rato, el sol. Tengo las persianas abiertas. La avenida Alem allá abajo se desliza silenciosa. El aire está espeso. Es de mañana.
Algún día mi nieto me va a preguntar adonde estaba cuando murió Néstor.
Tengo que guardarme este pedazo de cielo, la calle vacía, la nube gris. La cara de los pibes que hablan de Néstor. De Cristina.
Los odios que mencionan seco el apellido, ese desprecio, lo que hemos vivido. La historia que se abre.
Cuando esto empezó yo tenía 25 años.
Dentro de otros 25 habrá la justicia poética que trae la historia que hoy empieza.
Ha muerto Néstor.
El mismo día que nace un chico en un hospital público.
El mes que viene ese chico va a cobrar la asignación universal.
Que festejen en los penales de Marcos Paz los represores la muerte de Néstor.
Nosotros llevamos la alegría y el futuro de cada chico que nace


Néstor







Por Raúl Degrossi




Nos decían todo el tiempo que era un hijo de puta, hasta nosotros mismos a veces lo decíamos en tono de admiración, "qué hijo de puta, mirá lo que hizo".
 
Pero ¿saben qué? a los hijos de puta nunca les pasan estas cosas, nunca se mueren con toda una parte importante de sus vidas por delante, ni tampoco se mueren por vivir como quieren y por hacer eso en lo que creyeron siempre.
 
Ahí anda Videla con una parva más de años, con sangre en sus manos -pero seguramente no en su conciencia-, estirando su paso por este mundo, pero gracias a Néstor para desfilar por los juzgados.
 
No creo que haya habido al lado suyo un Nelson Castro que le dijera "afloje, general, tantos asesinatos le van a hacer mal a la salud".
 
Ahí anda Menem, con veinte años más que los que vivió Néstor, con el doble de años que él gobernando la Argentina, insensible a la exclusión y la miseria que dejó a su paso, cargando en su haber con la voladura de un pueblo para encubrir un afano y con otras miserias que no lo mellaron.
 
Ahí anda De La Rúa, que se olvidó por donde se salía del estudio de Tinelli, pero también de lo muertos que dejó en la plaza cuando se fue en helicóptero, y no se sabe que el recuerdo lo atormente al punto de joderle la salud y la vida.
 
Estas cosas, repito, de morirse cuando uno tiene mucho para dar, no suelen pasarle a los hijos de puta.
 
Tampoco les suelen pasar a los que se dedican a la política como un pasatiempo, algo que hacen entre aburrirse en las reuniones de directorio de las empresas de papá y de la comisión directiva de algún club de fútbol, o entre una y otra internación en un spa para bajar de peso.
 
No les pasan a los que le dedican a la militancia -o a lo que entienden por eso- apenas un par de horas al día, justo las que coinciden con los noticieros y los programas políticos de la tele, en horario central.
 
Mucho menos les pasan a los que entienden por política tener el oído atento a los deseos del poder real, la hoja en blanco y el lápiz presto para tomar nota de las prioridades de Magnetto, de Biolcatti, de Techint.
 
Les pasan, generalmente, a los que no se resignan a que eso sea la política, a los que piensan que la política nació justamente para cuestionar esa realidad, y le ponen el cuerpo y el alma a esa idea.
 
Como Néstor.
 
Que nos causa hoy un dolor y una pena inmensos por lo mismo que nos enamoró a partir del 2003 (a algunos desde antes, cuando era casi un desconocido en la escena política nacional): por poner sus ideas, su lucha, su vocación política, por encima de todo, hasta de su propia salud, de su tranquilidad.
 
Seguramente habrá muchos (incluso cercanos en el afecto) que le habrán dicho en estos tiempos que tenía que aflojar un poco, que bajar un cambio, y que a lo mejor ahora ensayarán un reproche.
 
"Si se hubiera cuidado un poco, si no se hubiera hecho tanta mala sangre".
 
Pero ¿saben qué?
 
Sin caer en providencialismos, sin poner un mesías en el lugar donde debe haber una construcción política colectiva, si Néstor les hubiese hecho caso probablemente hubiera estado entre nosotros, muchos años más, pero con toda seguridad muchísimas cosas que cambiaron en la Argentina del 2003 para acá, probablemente nunca hubieran cambiado, porque nuestra historia demuestra que, sin ocasionales hinchapelotas, las cosas no tienden naturalmente a cambiar, o si lo hacen, es para peor.
 
Néstor murió como vivió, y por lo que vivió, la peor moraleja que se puede sacar de su partida es que no se puede hacer política como la hizo él.
 
Seguramente Cristina hoy, en el inmenso dolor de haber perdido al compañero de su vida, sea quien mejor entienda esto, y es responsabilidad colectiva nuestra, la de los que acompañamos este proceso político que ellos abrieron en la Argentina, hacerle saber y sentir que no está sola, que vamos a aportar entre todos para ayudarla a llenar ese vacío, y sobre todo para hacer lo que nos toque para que el sacrificio de Néstor no haya sido en vano.
 
Vendrán seguramente las falsas y compungidas condolencias de los que hasta ayer deseaban vivamente que pasara lo que pasó, los que redujeron el periodismo y la política a una cloaca con análisis sicológicos berretas, no importa, no les creo ni me importa lo que digan.
 
La historia guarda para los miserables un lugar pequeño, pasajero y efímero, y con el tiempo se ocupa de poner cada cosa en su lugar, aunque tarde mucho tiempo la construcción de un lugar en la memoria colectiva de los pueblos.
 
Donde seguramente Néstor Kirchner tendrá (tiene ya) ganado un lugar de privilegio     

Censo

1. ¿Qué es el censo?
Es una maniobra dirigida desde el Gobierno Nacional para que todos sus ciudadanos permanezcan dentro de sus hogares por 24 hs. O sea, es una forma de secuestro extorsivo generalizado. 

2. ¿Puedo morir si realizo el censo de forma correcta?


Sí. De hecho, “realización de censo de manera correcta” no es una variable que determine la muerte de nadie tanto como, por ejemplo, no sé, fumar dos atados de puchos por día. O sea que, entre nosotros, usted puede morir o no y el censo no importa, pero si lo que quiere es un buen titular, señor CEO de algún diario, titule que sí, que es posible morir durante el censo. Como es posible morir jugando al pool, aunque el nexo causal sea inexistente, el título “muere jugando al pool” arroja un manto de sospecha sobre el deporte de ebrios por excelencia.


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martes, octubre 26, 2010

Obama



Las (nuevas) noticias sobre torturas propias en Irak, ocultamiento de abusos cometidos por las fuerzas de ese país, asesinatos a sangre fría de civiles y subestimación de muertes en 15.000 sobre un total de 109.000 previamente admitidas generó incluso una mueca de burla en China siempre cuestionada (y con razón) por Occidente. Que aproveche el régimen de Pekín su momento de satisfacción, que acaso no le dure mucho.
Pero eso no es todo. Si alguna credibilidad debe darse al ranking anual de percepción de la corrupción que elabora Transparencia Internacional (confeccionado en base a la visión de quienes muchas veces son los mismos que pagan las coimas a funcionarios venales), hay que mencionar que por primera vez Estados Unidos cayó por debajo del puesto 20 (a mayor número, mayor corrupción). De hecho, el país pasó este año del puesto 19 al 22, la peor calificación en los quince años de existencia del índice.
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