martes, abril 23, 2013

qué leeeeendo



1) Soja y dólares, Alejandro Bercovich

2) Enrique Zuleta Puceiro y el control de la agenda en El Estatista

3) La situación de los principales actores políticos, por Carlos Fara

4) Una crónica, muy bien escrita y con volúmen político, sobre Venezuela. Diego Fernando González

5) Si Sergio Massa no se presenta, por Omar Bojos

6) Pajarito Zaguri

7) Una posición sobre Lanata-Lázaro Báez a tener en cuenta

8) ¿Qué pasaba a la tarde, en la TV, cuando Manzano no hacía por el canal América su show ultraK y Mauro Viale hacía lo mismo que ahora? Un divertido recuerdo de las telenovelas. ACÁ. 

9) Otra posición sobre Lanata-Báez.

10) Y otra más, de Martín

El despojo




Por primera vez, ves, en décadas, los que mayormente -no todos, pero sí mayormente- protestan, se sienten (sólo se sienten; ojalá fuera real) despojados, son las clases acomodadas. Con algún ingrediente, por ahora menor, de quienes ascendieron en este proceso de tímida movilidad social ascendente. Producto de las políticas acertadas de gobierno. De este gobierno.
El despojo es un proceso, más que económico, del área intangible de lo simbólico. Del imaginario social. El fastidio, para graficarlo, de que haya que hacer colas para el cajero automático cuando años atrás no era así en el barrio.
La configuración simbólica de ese escenario es insoslayable. Para cualquier análisis explicativo de lo que sucede microsocialmente.
Es un marco general lo que también disuelve la dramaticidad de estas protestas, con sus pro y sus contras, pero en resultados concretos, favorables para los trabajadores. Y en menor medida, para los desposeídos. Que cambia el eje al que hemos estado acostumbrados a transitar, culturalmente, este país.
No alcanza.
Sí es imprescindible que suceda.
Para cualquier avance de ti´po progresista.
Y se han dado varios.
Es, reitero, un marco general, de orden conceptual, para organizar las categorías de abordaje del análisis político. Su eficacia para el análisis económico es menor. Y la eficacia para el análisis cultural, es mayor.
Siguiendo el trípode situacional -perdón por el lenguaje técnico, pero estoy cansado, de mal humor y sin ganas de escribir y explayarme- de temporalidad, espacialidad y sociabilidad (legado de la disciplina poco estudiada en universidades de ciencias sociales argentinas, denominada Geografía Radical, de raigambre, fundamentalmente, brasilera y a partir de Milton Santos) más productivos que la falsa conciencia, creada por la disyuntiva del capitalismo de separar economía de política, de manera de fundar un liberalismo autoritario en el plano económico que no necesariamente se acompaña con un liberalismo político, como en el caso de China, Estados Unidos, la Argentina de los 90 o el actual Uruguay.
Buenas noches.

lunes, abril 22, 2013

Lecturas no tan coyunturales




1) Sobre el amor, desde una perspectiva sociológica, acá. 
Una entrevista de Sonia Santoro a EVA ILLOUZ

2) La investigación reuniendo los papeles sueltos de Juan José Saer, marcha bien.  Una muy buena nota de Claudio Zeiger

3) Roberto Caballero, sobre la AEA, en Tiempo Argelino

4) Mariano Fraschini analiza la estrategia de Capriles en Venezuela para aplicarlas en Argentina. En Artepolítica
"No somos la oposición, somos la solución" es el inteligentísimo slogan.

5) Reportaje a Juan José Sebrelli, siempre provocador. 

6) Una investigación de Javier Auyero en la Revista Anfibia

7) el libro de Silvia Mercado, la biografía de Raúl Apold

8) El mejor de los nuestros, el más querido y estudioso, el gran Manolo

Avisos parroquiales




1) Para mearse de risa, éste blog, genial. 

2) El Don Pirulero de la militancia y el ejército

3) Agenden, el blog de Hugo Presman

4) El de Santiago O¨Donell, donde están todas sus columnas -con comentarios

5) La historia de los blogs, el 3 de mayo en la feria de la sociedad rural con libros

Corrupción y alcahuetería.




Estoy viendo el programa de Lanata (está entero, en el post anterior, para quienes, como yo, no tengan televisor). Y sí, era previsible que demostrara que los testimonios de la runfla financiera eran reales. Y lo logró.
Además, por mi formación -supongo que compartida por quienes leen mayoritariamente este blog- prefiero razonar con periodistas serios que con los noventistas de la farándula. Socios de Lanata en otras épocas, por caso. Pero qué tiene que ver.
La frivolización, absurda, popularizó una denuncia grave quitándole, a la vez, densidad. Cambio de pantalla, la situación política se modificó y no comprenderlo es quedar atrapado en secuencias viejas y empezar a marginarse de la captación del humor popular.
Sobredimensionarlo, también.
Situar las denuncias de corrupción en una preocupación creciente, tiene que ver, también, con el deterioro de las altas tasas de crecimiento, la imposición tosca de medidas sin ton ni son (así percibidas, para mí son de carácter progresista y tienen razón de ser) para las clases altas, cierta demora en actualizar las políticas sociales y la falta de gente que haga política, en serio, no propaganda o autoindulgencia.
Ciertos rasgos del aburguesamiento se notan: negación, cerrazón, aislamiento, escondites. En fin, así están las cosas, no estoy descubriendo nada.
Habrá quienes no vean un lento, incipiente pero creciente y corrosivo deterioro de las relaciones de fuerza y habrá quienes hagan del optimismo panfletario su manera de no comprender el cambio de pantalla. Habrá que ver qué visión, finalmente, se impone. 
Por ahora, ganan los conservadores. 

Queda la postal durante las inundaciones, que el Partido Clarín difundió con entusiasmo equivocado, de Cristina durante las inundaciones demostrando otros reflejos, incluso hasta entonces, desconocidos. Un salto de calidad en el microclima asfixiante de alcahuetería y puerilidad.
Quedan los derechos sociales conquistados y la espera, paciente, de alguna reacción. Que no vengan del costado menemista de lo peor de la sociedad, los nuevos amigos comunicacionales que están hundiendo, sin piedad, cualquier ilusión de carácter nacional y popular con sentido verdadero.
Esperemos.
Algo tiene que suceder.
Pero hay que ser realistas, mentirse encima, hacer operaciones burdas y autoconvencerse que el pobrerío va a salir a defender de manera heroica lo que han obtenido, casi de manera paternalistas, en los años anteriores, es una boludez inmensa.


El programa de Lanata


cosas

Las cosas que pienso mientras cocino, pico verduras, miro distintas ollas. Bah, dos. No tengo más. Ni preciso. A veces, cuando muelo de la nuez moscada con el cuchillo y cierta habilidad de soltero, me acuerdo que en casa, mi abuela tenía o tiene, ya ni sé, un rayador exclusivo para la nuez moscada dentro de un frasco donde está la nuez moscada; es un rayador pequeño y el frasco se distingue por una inscripción, a mano, de mi vieja, pegada con cinta transparente arriba. Como nos hacían a los lápices, para identificarles el dueño.
¿Se seguirá haciendo eso?
Era como un complemento de las rodilleras.
Las cosas que pienso mientras cocino no tienen destino. Ni evolución. Son para calmarme. De algo que nunca sucede. La soledad, por ejemplo. Que es una condición de la existencia. Después de todo, somos solamente uno. Y esto no contradice el principio, necesario y urgente, de que somos con los otros. Que el hombre, creo que así era la formulación apropiada, es un ser social.
No sé dónde andarán las fotocopias y apuntes de la facultad.
¿Se debilita el ciclo, la década para ser aproximados, del nacionalismo popular en sudamérica?
La cosa no es fácil de pensar, al contrario.
Y los esquemas metodológicos no son del todo estables, por su carga de ruptura y las discusiones en torno a cuánto de continuidad existe. Siempre hay algo de continuidad. Y siempre hay algo de ruptura.
Y la diáfana sombre del neoliberalismo tampoco se cansa: Europa parece aguantar, parece, reiteramos, sin precipitarse a su historia de masacres, por ahora, sublimando, por acción las más de las veces, por omisión con certificado de pobreza socialdemócrata en otras, subiéndose al eje atlántico que masacra Medio Oriente y África.
¿Hasta cuándo?
 No lo sé.
Hay indicios para decir cualquier cosa, la verdad. Pero también lineamientos sólidos de continuidad. Quién sabe. El futuro es algo que, de todos modos, no está en ninguna parte. 

domingo, abril 21, 2013

Me verás leer, en la ciudad de la lluvia

1) Inusualmente duro, Dante Caputo, llamando a la Unidad Supositora

2) La vez pasada le mandamos 4.500 visitas, desde acá, al fotolog de Guillermo Raffo y ni nos agradeció. Igualmente, sigue siendo nuestro columnista de las galaxias lejanas, favorito. No se le pida realidad, porque no la tiene, pero para rencoroso veneno, es un genio. Acá se firma su fotolog
Cuenta del cacerolazo en Londres. Imperdible bananismo de países serios.

3) La catarsis de la Argentina blanca, por Jorge Asís

4) Zaiat y la devaluación venezolana
Aborda con inteligencia las materias pendientes de la sintonía fina, que quedó en casi nada. Es un planteo demasiado economista y simple, pero atendible.

5) Uno de los más lúcidos analistas opositores, Manuel Mora y Araujo, hace un análisis al que conviene prestarle atención, principalmente, desde el campo del oficialismo (qué fea palabra, fonéticamente, esa: oficialismo). Acá el asunto. 

6) Yo, en Crónica y una crónica, de Gabriel Buttazzoni, también en Crónica, desde Paraguay. 

Desde Formosa, en la compra directa de aves, me mandan saludos.