lunes, junio 03, 2013

quieren leeerrrrrr puuuuutoooooooooos eh? Bueno, lean entonces. Carajo.




1) Manolo toma un enfoque realista de la corrupción, dando por descontada la inmoralidad del mundo pero minimizando un efecto: a qué clase social pertenecer y aspiran a pertenecer los corruptos. 
Igual, la suerte de ellos es un dato menor, lo principal es que la tesis de ese post -breve, pero más importante que la mayoría de los libros editados en los últimos años- es, sencillamente, así.
Y contiene la clave política de cómo puede evolucionar todo esto.


2) Interesantísimo (¿ya lo recomendé, no?) el análisis de Claudio Scaletta sobre las economías brasileras y Argentinas. Bah, sobre el freno en ambas economías.

3) Carlos Boyle dice que nuestro país es una provincia del Brasil.

4) No recuerdo porqué mierda me señalaron a Amin_al-Husayni pero su vida fue fascinante. Bah, no es ese el adjetivo, claramente. 

¿Qué hizo Alfredo Olmedo durante la dictadura? Ayudó a los desocupados, siendo integrante de Montoneros (ese grupo de jóvenes pabloruizeadores que pensaban distinto y querían cambiar el mundo, como John Lennon, pero vestidos) la única vez que empuñó un arma -y lo decimos con todo el dolor del mundo- fue cuando cruzó los andes junto a San Martín y en las guerras de Independencia, luego fue secretario privado e ideológo tal vez de Yrigoyen, Perón, Caetano y Paula de Luque. Independientemente que se haya hecho kirchnerista, Alfredo, siempre fue monosexual con tendencia al progresismo liberal y libertario, y encima, qué bien, pero la puta madre qué bien que te queda Alfredo la campera amarilla!


Trasladar la capital



¿Se puede, políticamente?
Hoy, sí. La oposición sería solamente del PRO. Es más, si la capital quedara (lamentablemente) dentro de la Pampa Húmeda, preferentemente en Córdoba o Rosario, hay que descontar el apoyo radical y socialista, dejando al PRO aislado y en el peor de los escenarios.
¿Se hará?
No, ni ahí. Es una propuesta aislada del conservador lúdico Julián Domínguez.  
Un buen intento de salir de la insoportable agendita de la guerra entre el Partido Clarín y Cristina.
Pero bueno, no. No, la política -bah, lo que ahí llaman política: todo eso que no nos atañe- seguirá, todo lo indica, por los carriles patrimoniales con rasgos de melodramatismo caribeño, nada más. Sin imaginación ni mayor interés por las mayorías. Bieeeen de cabotaje. O sea, Miami-Puerto Madero. Pasaje subsidiado por Aerollíneas Argentinas. Que aún no llega a Entre Ríos. Pero yo debo hincharme el pecho de orgullo nacionalista, creen, con esa pedantería que tienen las clases altas, desde Miami o Puerto Madero. Por favor.
Sería muy lindo el retorno de la política, volver a pensar el país. Discutir, con franqueza y serenidad, estas cosas. En vez de refundar la ubicación de monumentos, en vez de estas peleas municipales, algo de política, algo con sustancia, algo menos cachivache.
Pero esta es la clase política que tenemos.

domingo, junio 02, 2013

Situacionismo




Comentario a ésta entrada de Charlie



Le recomiendo algo, le hablo a un mesopotámico, alguien que debe saber que ER es una de las provincias que más arroz produce. Párese en San Salvador, por ejemplo, y mire a la Argentina como una provincia de Brasil, vaya seguido a Pisandú y cuente cuanto le dan por los pesos argentinos, vaya a Libres y cuente los reales que le dan por cada 100 mangos nuestro. Son patacones para los otros.
En Uruguayana váyase a una churascaria y pida lo que le den de comer, verá que no traen pan sino arroz y feijoada. Brasil no come pan y sin embargo... Y son millones allí.
Párese en la ruta catorce y mire qué llevan nuestros camiones a Brasil o a Uruguay, haga lo mismo con los que vienen de allá, espíe a ver qué traen.
Si lo hace entenderá muchas cosas, por ejemplo que a Brasil se exporta más que a China, y que ese país nos da el vuelto, espejitos por piedras preciosas. Y vio, el capitalismo es salvaje. Ellos están en una etapa menemista o dualdista del neoliberalismo, con la salvedad que el estado de bienestar nunca pasó por allí, o que el estado nunca existió por allí.
Pero la mesopotamia nos enseña algo más, somos tan dependientes de brasil como el conurbano lo es de los estados nacional o provincial. Pero en este caso no hay un estado supranacional, en todo caso una unión de estados, una asociación de estados a la que Brasil está acostumbrada, aquí todo depende de los porteños y del gobierno central. Asimetría de diseño, que le dicen.
Lo que nos lleva a que todo eso que se comercia por la frontera del río Uruguay, no se negocia en los estados provinciales que lo generan, como sí ocurre del lado brasilero, lo negocia o las corpos binacionales o los trasnochados que se ocupan del comercio exterior.
Las decisiones son mucho más complejas que lo que dice Moyano sobre los gobiernos que no controlan la inflación, no controlar la inflación es no saber gobernar (devaluación de Duhalde mediante). No se puede simplificar el problema a los cánones o las consignas de los setentas, simplemente porque no existen más o están demodé. Hay actores que no podemos controlar, salvo invadiéndolos o asociándonos, uno tiene inflación, el otro no, por algo será
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Respuestas

  1. la entidad supranacional que supervisa las relaciones comerciales
    entre argentina y brasil ... ahora la dirige un brasilero

    http://economia.elpais.com/economia/2013/05/07/actualidad/1367940859_501399.html

Yo, el mundo del centro



1) Una recopilación de tuits ateos que hacen aquí
¿Vieron, cambiando de tema, que a veces tomo agua mineral?

2) Crónica, sobre los militantes en los controles de precios


3) Nada que ver tengo yo, pero de paso, no sabía dónde meterlo: lo que me reí con esto de Verbitsky. Bueno, el autor, que no logró identificar, es éste muchacho según me señaló Emiliano, tras que linkeé la nota en twitter.

4) Sobre mí, algo no agresivo, quizás desilusionado, en un blog. En fin. 

¿Qué se puede leer? (2)




1)  Pepe Eliaschev. Sobre Carta Abierta.

2) El blog de Cristina, escribiendo de manera...bueno, en fin, sobre cultura. 
"7.668 nuevas piezas en las colecciones de los museos nacionales"

3) El discurso donde el amor vence al odio de Cristina contra el extraterrestre Scioli

4) Sobre el (des) acuerdo con Irán

5) Los derechos humanos hoy, en los tiempos de la tortura. En Crónica, que no es precisamente opositor

6) Saludos a Mao

¿Qué se puede leer? (1)



1) El que no sabe es como que el que no ve, dice Ariel Torres

2) Hugo Chumbita,  tiene una página (mal hecha y aburrida, pero es uno de mejores historiadores Argentinos)

3) Verbitsky habla de los cambios de ministros

4) Claudio Scaletta sobre el freno a Brasil

5) Fontevecchia sobre Roberto Civita

sábado, junio 01, 2013

Recital completo de Los Olimareños, ahhhh ponchito de los pobres no te has de olvidar de mí. Qué linda cosa, Olimareños.


Amor y odio, esa dialéctica marxista




El aceite de oliva era cosa de clases bajas. Que puchereaban. En los tiempos donde el puchero era una comida baratísima. Cuando las pastas había que amasarlas. O sea, las clases medias -con esposas al pedo- que eran más bien pocas. Hasta la llegada de Perón. La clase media (tal y como la sobreconocemos y sobreproblematizamos hoy) no es hija ni de los barcos ni de la educación pública, sino del bien criollo peronismo. Y de la negación de su origen. 

Por nuestra historia tormentosa, una devaluación brusca -si los sectores que presionan al gobierno por derecha lograran imponerla- sería políticamente capitalizada por la llamada "disidencia" peronista, que logró instalar a través de los gobiernos de Menem y Duhalde, que ellos son el disciplinador de la economía, a un costo social altísimo pero necesario a pagar, dentro de este credo. Tanto Menem como Duhalde resignificaron así el Rodrigazo. La idea, correctísima históricamente, de que la derecha peronista pura hace desmadres económicos.

De cabecitas negras. Eran también los salamines. Una manera de guardar, salando, la carne. Mucha de la literatura clásica de nuestro país trata ese tema. Y el queso la manera de hacer algo, sin tener cómo refrigerar, la leche. 

Una devaluación "a la Duhalde" no es, todo lo indica, parte del menú posible para el gobierno, que prefiere una administración del dolar que puede tener más o menos retrasos en relación a distintas variables pero cuya flotación sucia desactiva previsibles enfriamientos ( ¿mayores?) de la economía. Y acá es donde aparece el dolar paralelo como problema.
Hoy, marginado y a la espera. Pero problema latente. Constante y sonante, también.

Nuestra mesa se italianizó. Algo más escandaloso que latinoamericanizarse. A fideos secos, señora. Esos cortes baratos de Milán, milanesas. Con un poco de guita se hacen napolitanas. Y si le agregás un colchón de hojas verdes, se hacen palermitanas, de diseño. Que es el corte más graso de la gallina. Una milanesa de gallina de Milán, con queso de Nápoles y lechuga de Palermo es una palermitanga, previo freírla en querosene durante 17 horas. Finoli, finoli. 

Las presiones devaluatorias tienen que tener un correlato, aunque no necesariamente una articulación consciente y conspirativa, con el poder político que tenga el gobierno. Así funciona esto y es de tontos engañarse.
La fragmentación sindical terminó siendo funcional al gobierno y a las patronales, debilitando el espíritu sindical justo en momentos donde se agota la creación de empleo privado, aún cuando la inversión extranjera directa es alta producto de frenar el envío de utilidades de las multinacionales al exterior. Una medida audaz que no trajo los fantasmas que desde la prédica neoliberal se profetizaba. Que trajo quilombos, es cierto, para la llegada de nuevas inversiones extranjeras: pero no jodamos, quién va a poner un mango si el mundo se está haciendo mierda en una crisis sin precedentes ni por ahora esperanza de salida.

Usted ha puesto un link donde el 20 de mayo DEL AÑO PASADO se burlaba de Puerto Madero nombrándolo como el barrio K por excelencia. ¿De dónde lo habían echado entonces? Pues de ningún lado, aún.  Hablaba del pan, de la harina subsidiada, del dolar diferencial para el trigo, de las cosas que iban a definir el rumbo. Después le erré en todo, pero en eso, le acerté. También me burlo del ministerio de desarrollo social y sus cooperativas. En fin, decía lo mismo que ahora, más ácido, pero con menos eficacia. Algunas cosas, y no por mí, pero algo habré, supongo, aportado a la masa crítica, se cambiaron. Otras siguen igual. Otras empeoraron. El movimiento nacional y popular sí, se puso más pelotudo. Pero eso estaba inscrito en el devenir de las posibilidades. 


Los privados ya no crean trabajo, el estado, poco. Tiene restricciones fiscales. Pero esto se da casi a un paso de la plena ocupación técnica. Y 40% de trabajadores en negro.
La pérdida de reservas del Banco Central, que no se pudieron recuperar con las cosechas récord, no resulta aún significativa. Y el repunte de Brasil, aunque inestable, da nuevas oportunidades para las automotrices y la agroindustria pampeana.
Este cuadro, realista, tiene falencias políticas -un equipo de economía desgastado, de mínima- y acontece en las previas de la selección de los candidatos y cuando graves denuncias de corrupción sacuden al gobierno.
Ni agotamiento del modelo, como predican los que así lo querrían, ni fin de ciclo del giro a la izquierda en sudamérica. Lo que hay es una situación de mayor complejidad que requiere de la creación de nuevos mecanismos y herramientas estatales. Más sofisticados que en la etapa superada. Lo que incluye la elaboración de una continuidad en el 2015: la reforma de la Constitución o una reforma fiscal progresiva, donde, por ejemplo, se revierta el esquema regresivo de la Nación, sin dudas, pero principalmente de la provincia de Buenos Aires, de manera que en el 2015 ser gobernador de esa provincia equivalga a ser primer ministro.

Hoy hacer un puchero sale un huevo. Vamos a tener pobres gordos y ricos flacos. Por la pésima distribuición del ingreso, por la pésima política de control de precios y subsidios (ponemos unas fichas al ingreso de militantes a ese plano: ojalá funcione) y por la conservadora política agropecuaria en esta República Unida de la Soja. 

De las rutas cortadas pidiendo alimentos -imágenes, por suerte, ya procesadas y olvidadas en la memoria histórica y ya saldadas electoralmente- a las paritarias hay un recorrido de repunte del mercado interno, de las capacidades estatales y de la industria que ponen a nuestro país en otro lugar para hacer frente al aparente giro en las relaciones económicas globales. Ahora, capaz, el viento global nos culea sin pagarnos el servicio.

La devaluación del dolar triguero fue naturalmente catastrófica para los precios de todos los derivados del pan. ¿Hay información de que haya servido para aumentar, en desmedro de la soja o el girasol, más allá de la rotación de cultivos, las toneladas de trigo? ¿Dónde anda Emilio Pérsico? ¿Qué hace? ¿Se puede debatir estas cosas con él o también se ha mariconizado? 

La integración regional no fue lo que se esperaba -la responsabilidad fue principalmente brasilera, pero hubo cierta ingenuidad argentina en confiar que Brasil iba a jugar de otra manera- y hoy aparece como el principal camino estratégico para los problemas que vaya a enfrentar la economía. Los que ya se insinúan, digamos.
Para todo lo demás, está el amor. Que vence al odio. Con intereses punitivos. Y un costo financiero total que está en la letra chica, donde siempre te empoman, ¿porqué les va tan bien a los bancos, che? ¿qué pasa que mis amigos bancarios se desentusiasman y los dueños de los bancos se entusiasman?