domingo, mayo 03, 2009

Poniéndome místico

Si ningún concepto puede ser en sí mismo, si ninguna palabra tiene un significado que no sea necesariamente todos los significados que no es; sí lo social es siempre una articulación problemática y las identidades políticas (más en este momento de volatilidad, variación de lo efímero inalcanzable) son procesos que solamente encuentran su fundamento en sus antagonistas (ok; metí algo de la democracia agonal) entonces, pues entonces, de todo este odio, del otro lado del Jordán, de todo este acuerdo en qué se rechaza al interior de esta transversalidad opositora que disputa su interna abierta (y aunque nadie lo denuncie en la Justicia como fraude o estafa, todos saben que las distintas listas opositoras se juntarán tras la elección para votar lo mismo sobre los mismos temas) y se enfrenta, poco menos que contra la psicología de un loco (eso, más o menos, es lo que creen) no saldrá, entonces, nada de este lado, nada de nada?, no es raro, entonces, que de este lado del Jordán no surja nada?

4 comentarios:

  1. Aviso que chorearé esta idea en demasía durante los dos meses que quedan hsta las elecciones.
    Pago con cerveza.

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  2. Que no te rompan el bocho Lucas. Vos sabés muy bien lo que sos, en particular, gracias a que sabés bien lo que no sos.
    El kirchnerismo existe, y existe por lo que no es. No es humillación ante el crédito externo y genuflexión ante la intervención del exterior en la política interna. No es dejar que los golpes internos de las corridas al dólar arrasen con un gobierno democrático, como sucedió con el de Alfonsín.
    No es llevar adelante una presidencia en minoría parlamentaria.
    No es represión a las manifestaciones populares o antipopulares.
    No es ataque a las libertades civiles, abuso sobre los derechos humanos de las personas.
    Y podríamos seguir.

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  3. Banco a EVA!... es así!.
    "Somos lo que somos", y por eso el PRO la CC y esas lacras nos tienen miedo.
    Les vamos a ganar y PUNTO!.

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  4. Tamos, Gerardo, pero vos sabés que a mí no me gusta mucho la cerveza, ni el alcohol...

    Grande, Eva, grande.

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