sábado, diciembre 12, 2009

¿Y si Macri apostaba al radicalismo, en vez de al peronismo disidente?




Desde que la ciudad de Buenos Aires elige su propio gobernador, aún cuando se le pone el autoritario mote antirepublicano de "jefe de gobierno" por el encanto que en las palabras genera el diferenciarse de las 23 provincias, nunca, jamás, una coalición sostenida por el Partido Justicialista pudo acceder al gobierno. Más aún, jamás desde entonces ganó el peronismo en ninguna elección ahí: ni siquiera en el 2005, con el kirchnerismo. Ni siquiera en el 2001, donde ganó la Alianza que sustentaba a De La Rúa (con Terragno a la cabeza).
De modo que, a mí, siempre me pareció un disparate el planteo de un acercamiento de Macri al peronismo de derecha (bah, siempre no, no sé, esto, creo, lo pienso ahora). Porque, el único capital político real del PRO era su gobierno en la ciudad de Buenos Aires. Capital inmenso, sin dudas.
Aún cuando, la lógica matemática, dictaba y dicta que tras el Pacto de Olivos, la provincia de Buenos Aires -las provincias de Buenos Aires, diría yo (y creo que ahí está la clave)- resulte estratégica para cualquier armado nacional que resulte victorioso. No con un estatuto mínimo de gobernabilidad: se puede ganar tranquilo en los cinco distritos electorales del país, y tener minorías incomodísmas en las Cámaras Legislativas -"parlamento" se le denomina ahora que está habitado por Suecos- pero sí, ganando la elección. 
Ahora bien, como es casi un cuarenta por ciento del total del padrón nacional, la provincia de Buenos Aires requiere un análisis más minucioso, que yo no estoy dispuesto a hacer, porque no me da el cuero y además soy muy vago. Pero, si mal no recuerdo, en La Matanza, en Quilmes, en Lanús, no han tenido, como sí en la Capital, distintos gobiernos de fugaces coaliciones sin disciplina en la Legislatura, pero en suma, gobiernos donde lo único permanente es la presencia de radicales y el temible socialista Roy Cortiña. Que estuvieron, haciendo un mundo más republicano, como funcionarios de De La Rúa, Enrique Olivera, Aníbal Ibarra y Jorge Telerman, hasta que el malo derechista de Macri, que por suerte no es feudal ni clientelar, les arrebató la república, y la caja.
Pero, ojo: lo más sólido en la política proteña es el macrismo. Perder o ganar una elección es siempre un indicador, pero el grado de disciplina legislativa de tu bloque,  se me hace un indicador duro de la consistencia y proyección de una fuerza política. Dicho con onda, eh.
¿Cómo, entonces, se buscaba una alianza con los malos, con lo que la derecha antiperonista que Macri expresa, cree que es el peronismo realmente existente? Lo dije complicado, pero, en suma, quise decir esto: Luis Barrionuevo es peronista, como lo fue Discépolo. Pero Macri, su base social, cree que el peronismo no es Barrionuevo y Discépolo, sino que es solamente Barrionuevo. Que son así.
De modo que para dañar a los montoneros pueden aliarse sin problemas estomacales con Barrionuevo. Pero, convengamos, onda que sustentar una candidatura presidencial en el apoyo de Barrionuevo es como mucho. Encima, si el Coti Nosiglia juega con Cobos, obvio que Barrionuevo puede jugar ahí también. Vuelvo al punto.
Si tu base sindical es Barrionuevo y su CGT azúl y blanco, se me hace que es más conveniente mandar a la mierda a Barrionuevo y el Momo Venegas y hacer progresismo como la Alianza (un par de cargos legislativos a Víctor De Genaro y el Ministerio de Trabajo a Flamarique y Patricia Bullrrich) y putear a todas las organizaciones sindicales. Es más redituable electoralmente, en el balance.
Dicho de otro modo.
Los radicales, antes de que vuelvan al partidos los echados de por vida correligionarios K, estaban sedientos de vocación de servicio. No tenían una sola caja en todo el país. Son, los correligionarios, a diferencia de los peronistas, tributarios a los principios, no al éxito. Por eso recibían el liderazgo duhaldista del compañero Lavagna con los brazos abiertos, y luego, tras la elección, resistieron en la legislatura hasta que los digite Cobos, y la AEA y la Mesa de Enlace. A diferencia de Felipe Solá, que cuando rajaron los transversales, se quedó a aguantar los trapos, eh. Bue. Parece que les pego a todos, y sí, pero es que en el fondo, la política tiene esas racionalidades. No es sólo táctica, claro está, la política; y la ideología, los imaginarios, los mundos simbólicos, inciden. Mucho. Pero no lo son todo, nada más.
En ese momento, creo, si Macri hubiera nombrado muchos radicales progresistas y republicanos, hubiese puteado contra el conurbano porque le usan "a la ciudad" los hospitales y las plazas y el transporte público y los cartones, y construído una red de acuerdos en ateneos vacíos de todo el país, creo, le hubiese ido mejor.
Optó por jugar en el peronismo de derecha, que en ese entonces, no tenía más amigos que Sosbich, Saá y Puerta.
Pero, no fue electo "Jefe" de gobierno gracias al peronismo o con una estrategia peronista, sino todo lo contrario. Filmus, si hubiese hecho exactamente lo mismo que hizo como ministro de Kirchner pero en el gobierno de Alfonsín, sería, con justa razón, un prócer. Y el rol en Boca le trajo popularidad en La Matanza, pero en la Matanza nunca habría podido ser intendente.
Si algo faltaba para terminar de herir la relación con los radicales, aliados del compañero Macri en el Grupo A, es esta cagada de Abel Posse.
Ahora que la concordia y el consenso en el Congreso están, digamos, debilitando viejas cuitas con el estadista Macri, tuvo, creo, otra oportunidad, quizás la última, para rehacer el escenario.
Bah, qué se yo: por algo Macri está ahí y yo no.
Pero, se me ocurre, que una alianza con Duhalde, ahora, hoy, le resta.
Yo hubiese llamado en conferencia de prensa a Rodolfo Terragno para que asuma en el ministerio de educación. Es obvio que Terrango tiene un hambre de protagonismo, y lleva 30 años vendiéndose como estadista y nadie sale a comprarlo. De última, que te diga que no, el mensaje ya estaba dado.
Y hoy, toda la misma prensa, Mauricio, que te está matando, te estaría elogiando.
Pero bueno,  ahora la cosa ya está. Y el problema es que si querés sostener lo poco que armaste en el entramado del peronismo, tenés que aguantarlo a Posse (igual, va a estar complicado que llegue cuando, en marzo, arranque el ciclo de huelgas. Y sí, pasa que, además de que Posse es Posse, los ministros de educación conviene cambiarlos en febrero). Pero, bueno, ahora tenés que aguantarlo.No por Posse, que no vale casi nada. Sino porque, básicamente, tenés que demostrar que te hacés cargo de tus cagadas, que disfrutás el poder, que no todo son encuestas, que no sos dubitativo. Y sí, salvando las enormes distancias ideológicas, por ahí se empieza a entender porqué los flanes con veleidades ideológicas como Graciela Ocaña van y vienen, como decía el General, de casa a la tele y de la tele a casa,  pero a Guillermo Moreno no le sueltan la mano. Son decisiones discutibles, por supuesto. Pero tienen una racionalidad.
A mí me molesta ponerme a pontificar, pero a la vez como carezco de humildad...bueno, pero, te digo, Mauricio: en varios análisis de la prensa que hasta hace poco estaba todo bien con vos, yo noto como que te toman por amateur, medio, incluso, de pavote. Bah, de boludo, para decirlo pronto. Ojo, todo bien. Lo que yo digo es que si te van a brillar tus ojos claros de mirar al horizonte, si vas a hacer pucheritos y decir que no pudiste dormir bien porque te desvela el Consejo de la Magistratura, y bueno, entonces, por ahí, yo buscaría hacer una alianza con quienes vieron en De La Rúa un estadista o en Terragno alguien que piensa en el largo plazo, no entre quienes creyeron que Menem la tenía más larga que todos y que Duhalde es una especie de Lula argentino que maneja los hilos de todo. ¿Se entiende?
Más Pinky, menos Jorge Asís.
Digo, qué se yo...
Me voy a escuchar el Mensaje de Pino Solanas a la Tricontinental: "hay que crear dos, tres muchas Comisiones". Hasta con Victoria, siempre.

9 comentarios:

  1. Che, se me ocurren algunas cosas. Me parece que en su momento Maurizio intentó seducir a los radicales, pero - aunque estaban en la lona - solo pudo sumar a Lomabrdi y algún otro de segunda. Creo que el establishment ya le soltó la mano y va por Cobos. Vengo insistiendo hace rato que ahí va a terminar de Narvaez y gran parte del menemismo y el duhaldismo. Macri intentará su reelección y si no llega a ganar el ballotage será Diputado o turista x un tiempo (que para él es lo mismo). Ya es muy tarde para hacerse el progre. Posse está ahí, además de por Duhalde, porque nadie más pasable aceptó. Ah, y no quieras armar un enfrentamiento bélico con la Pcia. de Buenos Aires. Si la Ciudad se declara Provincia con Gobernador, hay guerra entre los dos lados de la Gral.Paz :) Abrazos!

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  2. Agregaria que en Capital no votan peronismo ni siquiera en 1973 con Peron arrasando todas las urnas.
    Solo con Menem, ahi si lo votaron a Erman.

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  3. Se hace difícil el contrafactual pero peor que todo esto creo que es imposible

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  4. Yo creo que Macri se alía con el peronismo de derecha porque es natural: comparten intereses comerciales. Con los radicales no.
    No nos olvidemos que Macri es un menemista más y, como tal, sus lazos comerciales y políticos los forjó en ese sector.

    Saludos.

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  5. La conclusión que habrá que sacar es que Macri, además de tener ideología e intereses, y, más que tener ideología e intereses, es boludo. Es el tipo de boludo que es el nene criado por el papa y que nunca tuvo que resolver nada en serio, porque, siempre, como dice el tango, "todo lo has conseguido, pagando como un chabón": lo que consiguió electoralmente no lo consiguió él, lo consiguió Durán Barba. Pero Durán Barba puede ganar una campaña, no puede gobernar. Y Macri ni siquiera tiene un equipo que gobierne por él mientras él pone la jeta, como lo tuvo por ejemplo el superboludo de Bush. No estoy muy seguro de que haya pensado tanto en "peronismo" cuando lo llamó a Posse. Hay que tener en cuenta que se bajaron tipos como Kovadloff (que no va a arriesgar su culito, por favor) y no le dejaron muchas opciones, y que Posse, por más vinculado a Duhalde que esté, no connota mucho "Duhalde", connota mucho más "La Nación". Incluso, si uno lee algunos libros de este señor se puede sorprender, porque aparece recontrazurdo. Si fuera por sus libros, es un camaleón: va cambiando de color según lo que manda la época. Su Evita es francamente conmovedor, parece mentira que lo haya escrito Posse. Quiero decir: Posse tiene cierta chapa de escritor con prestigio (lo estudian en las universidades yanquis) y escribe en La Nación: eso debe haber sido lo que tuvo en cuenta Mauricio, pero el tipo, que es un viejo resentido, sediento de poder y de hacer escuchar su palabra, se fue de mambo y desembuchó todo de golpe. Hace rato que estaba esperando su oportunidad: Mauricio seguramente no sospechaba que iba a abrir semejante caja de Pandora. Así y todo tengo una duda: ¿no habrá un sector cada vez más grande de la sociedad que está pidiendo un discurso como el de Posse? ¿No terminará eso jugando a favor de Macri? No lo digo como pregunta retórica, de verdad es una pregunta.

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  6. Bueno, evidentemente mi hipótesis, contrafactual claramente, no fue bien acogida en los comentarios. Lo cual está bien. Quizás debí haber planteado: ¿porqué si ganó con votos radicales, y tenía disponible la zona metropolitana de la provincia de Buenos Aires, Macri fue a buscar el conurbano? La respuesta podría haber sido que, porque de ese modo, ganó De Narvaez. Es una buena respuesta. Pero mala para Macri: a Macri le convenía que ganara Kirchner y él ganarle en la ciudad a Carrió.

    Por lo demás, yo no estoy de acuerdo con que Macri sea un boludo. Sí, creo, que la falta de experiencia y formación se paga así: comprando, como dice Balvanera, a Posse por algo, desconociendo que viene en combo, con resentimientos y frustraciones, de un provocador de derecha, de hace más de 40 años.

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  7. Balvanera, sabés que iba a escribir algo semejante a lo que vos dijiste, lo escribí, sobre Posse, y lo borré. Preferí mencionar a Jorge Asís.
    TNmbaum dijo, cuando escuché posteriormente el reportaje a Posse, que le parecía un escritor mediocre. Obviamente, no coincido, para nada (bueno, TNmbaun no parece tampoco buen crítico literario, pero audaz y engreído, sin dudas).
    Aunque leí lo que citás de Evita y otra novela nomás, y no me gustó. Y sus columnas políticas en La Nación.
    No sabía que lo estudian los yanquis, sí, sé, que se lo lee -en la medida en que se lee las novelas de argentinos, o sea, poco y nada- y que tiene su público. Que se lo lelló más en los 80. Pero, bueno, es otro tema.

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  8. Coincido en que de boludo Macri no tiene un pelo. Si pensamos así, lo estaríamos eximiendo de culpa y cargo. Conoce a Posse como conocía al Fino Palacios

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