Julio Cobos en Mendoza

En la capital mendocina se renuevan 6 concejales. El intendente radical Víctor Fayad no quiere saber nada con Julio Cobos. A su vez, Cobos no disolvió el sellito ConFe (que quiere decir, bah, no quiere decir nada obviamente, pero bueno, literalmente es Consenso Federal, que fue el modo en que se aliaron con el Frente para la Victoria y que disparó que durante tres meses Cobos sea echado de por vida de la UCR). El sellito ConFe quiere poner candidatos cobistas en las listas a concejales, y la UCR de Fayad le dijo que no.
El 28 de junio del año pasado, arrasaron electoralmente unificados en el Frente Cívico -lo que nivel nacional sería el Acuerdo Cínico del Club Social, hoy todos peleados entre sí- y es la continuidad de ese Frente lo que está en juego.
Como todos los frentes que giran en torno a un candidato fuerte como Cobos con un partidito débil (o sea, la estrategia de Binner, Carrió, Pino Solanas, Chacho Alvarez, Luis Juez, etc, que tantos beneficios le ha traído al país) la continuidad del supuesto frente es vital para conservar la preeminencia antidemocrática del líder electoral. De otro modo, debería discutir, por ejemplo, algo tan complejo como un programa de gobierno, financiamiento de campaña genuino, autoridades partidarias, anticipar la próxima traición, y sobretodo, en el caso de Cobos, blanquear el avasallamiento institucional y dejarlos pegados a los institucionalistas chabacanos firmando un documento o algo parecido. Algo que no le conviene a nadie.
La tensión va escalando, con roscas de Julio Cobos en la UCR provincial y nacional buscando que se le impongan sus candidatos. Es vital que en la capital provincial tenga un rol electoral, sobretodo, cuando es más que probable que ganen con comodidad.
Hasta ahora, Fayad prefiere que vayan a internas y la cosa se resuelva dentro de la UCR de la localidad- porque eso lo fortalece- y Cobos que continúe el Frente Cívico y se compartan las glorias del triunfo.
En este punto de la negociación -el más tirante, porque ahora las cosas están planteadas con Cobos sin candidatos propios- Cobos ya perdió, porque demostró que no conduce a un sector importante de la UCR de su provincia, que no tendrá mayoría en las listas y que es un aliado que le gusta compartir triunfos cuando no son los de él- eso le hizo a Cristina Kirchner- pero cuando gana él, la victoria la disfruta él.
A medida que se le angosta el caudal de estructuras orgánicas que apoyen la candidatura más insólita que pueda esperarse -un vicepresidente que integra el gobierno para liderar la oposición- y queda recostado exclusivamente en la UCR, va apareciendo otro dato: no es toda la UCR, sino Sanz y Morales que, convengamos, no parecen tener mucho talento político.
Ya un poco deslucida su táctica única y simple de victimizarse cuando se le recuerda que es completamente antirepublicano, indigno y anti institucional lo que está haciendo, es curioso cómo casi nadie con peso político real y territorial de la UCR sale a bancarlo (ni hablar del resto del Grupo A). Gerardo Morales, Ernesto Sanz, y pará de contar.