martes, febrero 23, 2010
Música del recuerdo
La siguiente es una situación bastante ficcional.
Se sienta una familia a cenar. De un tiempo a esta parte, el padre, que vende respuestos de motos, habla de temas políticos. Siempre se cenó con la tele prendida, pero ahora, en vez de programas livianos, se ponen programas periodísticos, locales, de Neuquén, ponele.
El padre oscila entre hacer chistes y putear a la presidenta. Tiene una obsesión, que comparte con su esposa (algo menos interesada, igualmente indignada). La abuela materna, en cambio, está enojada desde, por lo menos, la vuelta de la democracia. Pero esto, "todo esto que está pasando", la está, según dice, "matando".
El pibe sólo quiere ver los partidos de fútbol, y su hermana más grande, que terminó primer año de Trabajo Social, se queda callada. Antes discutía, ahora ya no. Milita en la juventud del Movimiento Evita, junto con su novia. Escucha a Callejeros, aunque está algo distanciada después de lo del baterista. Lee a Feinman y a Horacio Verbitsky en Página 12. Cuando puede, mira 6,7,8 y de noche se junta, con sus compañeros, a reírse de los troscos, comentar lo bueno que está uno de la Franja y planear actividades en el barrio donde hace apoyo escolar.
Ha vuelto la política.
Pero, los que comen faroles, tienen poca memoria. Nada que ver con De La Rúa, con Sosbich, con el clima cultural -transmitiendo desde Miami, decía Todos por dos Pesos- del menemismo. ¿Y yo, qué tuve que ver? Siempre inocente, papá, orgullosamente ingenuo: jamás se metió en política. Cuando el negocio -los repuestos para motos- anda mal, es culpa del gobierno y los impuestos, si anda bien, es su capacidad gerencial, y además se rompe el culo laburando. Bueno, ahora se ha puesto más sofisticado y habla del viento de cola y de los alimentos para 300 millones, "pasa que se la afanan toda".
Mamá no puede creer lo caro que está la peluquería y el aceite. Quiere que la dejen vivir en paz. Es inútil explicarle que acá no hay una guerra: ella cree que sí, los montoneros -como dice la abuela- vinieron por la revancha. Pero, nena, hablá bajito. Y cuidate. Hay que tener mucho cuidado en estos tiempos.
Encima, el nene no estudia, mira fútbol todo el día, está en la computadora, pasa una hora en el baño, no quiere trabajar ni sabe qué carrera estudiar todavía. Y ya tiene 14 años!!, es increíble, nosotros a esa edad y todo eso. Seca, mientras, los platos, la madre.
En cinco años comerán el siguiente farol. Serán nuevamente inocentes, olvidarán todo, jamás se sentiran parte del desenlace de las cosas. A lo sumo, arreglarán su biografía sin culpas, con la naturalidad de quien sabe que no miente: simplemente le resulta indiferente, intrascendente, inocuo.
Perderán los recuerdos, nunca una autocrítica, volverán a empezar.
La chica de 20 años, no.
Cuando tenga 25, 26, no le van a contar el cuento del progresismo, del periodismo independiente, del campo, de la calidad isntitucional, de la república, del diálogo y el consenso.
Puede que ahora, culturalmente, estemos perdiendo por goleada.
Pero el partido no empezó hoy, ni termina mañana. Y si ahora jugamos solamente con delanteros (una especie de Palermo, que nos salva con un gol sobre la hora), en unos años -5, 10, 15, 20 años si querés- vamos a tener una gran defensa.
La chica del Evita seguro que jugará de 3. Es zurda, por eso.
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Wow... no sé si veías a alguien en ese relato, pero está muy bien armado. Me gustó, saludos!
ResponderBorrarqué maestro, Carrasco, qué maestro.
ResponderBorrarLo tuyo es nomás crear esperanzas.
Un abrazo.
Nacho.
Che es muy bueno este.
ResponderBorrarMuy booooeeeeeno. ¡Lo que hablábamos allá en Tucumán, recordas?
ResponderBorrarHoy estás en esos días del optimismo de la voluntad. Dejame que hoy ocupe el rol opuesto (el que menos me gusta) del pesimismo de la razón: toda la familia en edad de votar (tíos y primos incluidos) lo hacen por Cobos o Reuteman. La chica de 20 no. Pero como no alcanza, se desmoraliza con la derrota, se "hace" heterosexual por "el que dirán", se cambia a Ciencias Económicas, se casa con un militante Pro y empieza a repetir "todo esto que está pasando"
ResponderBorrarSi, ya sé, me fui a la mierda, pero tratemos de que Cobos o Reuteman no ganen. Que la chica de 20 no se quede callada y convenza a toda su familia. Aunque sea a la mitad. ¿Se podrá?
Abrazo!
Me encantó. Yo soy eternamente optimista (si no, ¿cómo trabajar en la docencia desde hace veinte años?) y hoy, con el nieto 101, me siento más optimista que nunca. Nosotros no somos pocos y estamos convencidos, como dice un amigo, y ellos no pueden sostener medio argumento. No les va a ser tan fácil, y en parte depende de nosotros.
ResponderBorrarMe acuerdo, Mendieta. El sol sobre la banquina nos pegaba en la cara.
ResponderBorrarPero en realidad, me acuerdo otra cosa, fuera de ésto, que me dijiste. Nunca me voy a olvidar. Lo pensé mucho, para bien.
Te juro que lo tengo muy presente. Versa sobre la culpa.
En fin, todo esto es genial. Y gracias a todos los comentarios.
quise decir que de las ficciones (de las mentiras) encontramos a veces huecos, para irse de viasje. Como Peter Pan.
ResponderBorrarYa verá el destino dónde lleguemos.
Lucas, tenes unos huevos así de grandes.
ResponderBorrarSos crítico, pero bancás lo importante, estás donde hay que estar.Se lo mando a todos mis contactos.
Gracias, loco, gracias.
le das sentido a la vida, a todo esto. Gracias de nuevo.
perdon, soy Ernesto Caesenave, de Neuquén.
ResponderBorrarNo tengo blog ni comento.
Te felicito querido!!!
ResponderBorrarBueno esto en parte se lo debemos al kirchnerismo. Volvió la política.
Y es verdad, por ahí se empiezan a dar cuenta de lo que tienen cuando no lo tengan mas, viste como somos los argentinos.
Y quien te dice un día te levantes y te digan: "Che vuelve el flaco, Lucas..."
yo creo que ahora si, perdemos por goleada, es cierto, pero en 5, 6 años, va a pasar lo que refleja este relato, porque la chica de la evita existe, conozco unas cuantas. y no Mendieta, no se va a volver hetero, no, va a estar ahi, de tres, en la defensa, bancando la vuelta.
ResponderBorrarah me olvidaba: gracias por las palabras. (hoy venia medio bajón y me cambiaste el animo)
ResponderBorrargrosso texto, te felicito Lucas.
ResponderBorrarIgual no perdemos por goleada, somos menos es es cierto, pero y los "300" no eran muchisimos menos también?
a militar, a pelear, a escrbir, a laburar, a estudiar.
ResponderBorrarMando un fuerte abrazo, como me gusta ver como crecemos en juventud.
Pero que se piensan los ricos, que los pobres no pensamos? Lucas tus historias siempre están escritas desde el lado del rico bueno, pensador y caritativo. Los pobres son brutos o ignorantes o mal aconsejados por la televisión. Yo creo que lo tuyo es soberbia pura.
ResponderBorrarHasta yo puedo escribir estupideces similares:
"El niño rico solitario en la mansión disfruta leyendo a Lacann, Marx, Verbitsky y Carrasco. Sus padres, gorilas y malvados, están ocupados ganando dinero. Una de sus últimas acciones épicamente malvadas es sustraer caramelos a los niños pobres, si no tienen se los dan y se los sacan. Atentamente y con gran atención mientras cenan ven a Mirtha Legrand y Grondona. El niño rico se aburre y sueña. Sueña con un mañana en el que la propiedad haya sido abolida, en el que lagente, le guste o no, se vaya al campo a sembrar cosas (lo que sea) en granjas colectivizadas.
Piensa y sueña con un mundo de plusvalías, progresismo y activismo.
Ya sus contactos con los valientes hombres del FPV, Agustín Rossi y Pichetto, le trae problemas a su vida familiar. Sus padres le quitan su Ipod y lo castigan sacándole sus vacaciones en el Cariba. El niño rico se enbronca y les grita: "Ya van a ver cuando la gloriosa JP gobierne, uds serán los primeros en el paredón.""
Negri.