miércoles, marzo 17, 2010

El futuro es un arma de batalla





No fue, quizás, como pretendía Gabriel Celaya. Y el arma cargada de futuro sea la Play Station. Pero el futuro, aún en tiempos líquidos de hiperpresente, sigue siendo una dimensión simbólica estratégica en la política.
La derecha en "este país" propone que con el fin de los Kirchner sobreviene el fin del conflicto, hacia una política de mera administración. El discurso es seductor: coquetea con los peores rasgos del postmodernismo, seduce a quienes esperan una gerencia de lo público con los gerentes sometidos a una especie de juicio por adulterio en  Somalía;  y ojo que esa utopía del fin del conflicto, fue esbozada incluso en sociedades menos complejas -menos conflictivas- por pensadores fundantes de la izquierda, como Marx.

El kirchnerismo no venía elaborando un horizonte, sino aguantando los trapos. Algo, cambió. Néstor Kirchner habló de un posible 2020, trazó un horizonte de país, la "profundización" del modelo. En esa línea, a mi modestísimo juicio, qué digo modestísimo, modestisísísímo juicio, la cosa va por ahí.

Cuando tenía 15 y me las ingeniaba para salir de la escuela con métodos poco institucionales (escaparse con una mina a la plaza, por ejemplo) de pronto se me prendió la lamparita y pasamos de ese populismo incipiente de demandas equivalenciales (las hormonas en protesta, lo aburrido que era la escuela, la insoportable levedad del ser entre las 7 y las diez de la mañana, etc) pasé a un momento institucionalista y armamos una lista para el Centro de Estudiantes.
 Eso sí, teníamos que hacer "propuestas".  Porque, se suponía, que los alborotados pendejos que sólo piensan en fútbol y sexo, estaban interesados en la dimensión administrativa de un centro de estudiantes, una boludez. Y yo, modestamente, ya lo sospechaba.

Las discusiones programáticas que piden los Hombres Serios Vestidos de Gris, son una boludez. Acá, en España, en Chile, en Tangamandapio. Porque, por "propuestas", cualquiera puede decir cualquier cosa: si  Gabriela Michetti, que habla con un vocabulario más reducido que el msn de mi hermanita adolescente (incluyendo los emoticones y todo, eh) pasa por propuestóloga, es que estamos hablando de boludeces.Modestamente.

Las discusiones programáticas, más aún en países presidencialistas, son en torno a lo que hace o deja de hacer el gobierno. De hecho, desde que se finalizó el Tren Bala y comenzó a funcionar, Proyecto Surf siguió, con razón, indignado. ¿Pero qué hubiera sucedido si el Tren Bala no se hubiera hecho? Según los propuestólogos seriales, el Club de Abuelos de Pino Solanas tendría más baja el azúcar por estar menos indignados.

Pero la dimensión simbólica de la política, proyectada al futuro, es otra cosa. Y es, en este momento, clave. ¿Cómo fragmentar lo que las corporaciones unifican, esto es, a Claudio Lozano con su alter ego Fernando Iglesias? Pues, desde esa dimensión a futuro. No solamente apelando a los egos de cada uno (a propósito, según el INDEK, el ego de Lozano e Iglesias creció en Febrero sólo el 72%; quién puede creerse semejante bolazo!!)

La deuda externa que generaron las fuerzas políticas que hoy se oponen al desendeudamiento, sería un buen ejemplo: un cronograma de pagos, una estrategia, una modalidad, empíricamente corroborable por el honrable pasado del kirchnerismo en este tema. Pero, más allá del día a día, o sobretodo por encima del día a día; la impresionante cantidad de cuadros jóvenes ocupando lugares de gestión muy grosos, la cantidad de mujeres asumiendo funciones por primera vez (en Economía, Banco Central, Defensa, Presidencia, etc) la perspectiva de pertenencia y continuidad al interior de una fuerza (esta modalidad del peronismo, su faz nuevamente maldita) y ciertas formas discursivas -por caso, mañána se inaugura una nueva escuela en Entre Ríos con la Presidenta: el recuerdo de que, quienes egresen de ahí, tendrán 18 años en el año 2022 y serán técnicos orientados a la industria, en una zona hecha mierda por la economía rústica) etcétera.

No sé, digo. A las apuradas. Que tenemos que ir a hacer unos trámites al centro. Yo, y mi modestia.




7 comentarios:

  1. Mencantó, Carrasco. Usté sabe mucho desto. Felicitaciones.

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  2. Tenés razón toda la razón Lucas, hay que dejar de lado lo que nos hace mal y empezar a hacer los que nos hace bien.
    Yo no sé porqué los políticos no se dan cuenta...

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  3. http://www.youtube.com/watch?v=zZvLUQd3SmE

    Una versión más pesada de la canción

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  4. Lucas, me gustó mucho el análisis. Hay algo que no comparto. Vos atribuís a un par de acontecimientos (mujer bcra, jovenes en la gestión, etc) esa potencia, la de crear horizonte de futuro. Y me parece que ahí tenemos el principal déficit. Existieron infinitos elementos sobre los que se podría haber articulado una generación (la nuestra) que encarnara el futuro del proyecto. Pero no se si por errores propios o de la conducción eso no pasó. E incluso en un hipotético escenario de triunfo en 2011 no veo crecimiento en ese sentido así como estamos. Menos aún con la perspectiva de derrota. Creo que la experiencia va a quedar como marca para toda esta generación, pero el resto va a tener que ir por la propia, y teniendo que remarla groso.
    Un abrazo.

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  5. Pensar en el futuro es por ejemplo armar una estructura partidaria, y/o un movimiento, llenarlo de gente activa en su construcción y actualidad permanente en los tiempos, como hizo Perón con el PJ, con lo que garantizó la supervivencia de un peronismo sin él.
    Creo que acá está el conflicto más doloroso que como una enfermedad afecta a la estrategia simbólica de futuro de este "modelo". En la estructura partidaria del PJ está el puntapié que permitió dar origen a este modelo, pero también en el PJ está la amenaza real de su defunción, si no se abre otra vía por afuera, independiente del PJ. Kirchner lo intentó con la Transversalidad, pero eso se cayó, y redujo la estrategia simbólica de futuro de este modelo a la del PJ.
    De hecho la Transversalidad espontánea existe, (lo vimos en la plaza de 678) sólo hace falta darle una estructura simbólica de coordenadas afincadas por fuera del PJ, y es un error imperdonable no hacerlo tanto como un posible suicidio.

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  6. Trazar un 2020 unifica almas y separa inconsistencias, las aniquila.
    Proyectar mientras se hace y se intenta hacer, solidifica nuevos paradigmas que los discursos decimonónicos no pueden tragar.

    Muy bueno.

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  7. manguera48@yahoo.com.ar18 de marzo de 2010, 3:18 p.m.

    Contradigo y me contradigo. Nestor llegó gracias al PJ y el PJ lo puede bajar, pero aca, nos guste o no, los cambios verdaderos nacen y mueren con el PJ, así que hay que trabajar ahí, y el que quiera cambiar algo se tiene que meter ahí. Las fuerzas de izquierda y los piripises son recopados y muchas veces los votamos en legislativas (yo mandé a nestor completo) pero el PJ es el hipermercado, el resto son kioscos o maxikioscos. Así que hay que dar pelea adentro de esa mugre, ensuciarse y todo eso. Si no te volves un sectario con un partido con el 5% del padrón. El tercer movimiento historico, el gran partido de izquierda y la transversalidá" son lindas ideas, pero acá, sin la CGT y el PJ sos boletaAsí que cerrar filas con Huguito Moyano, y ganar unidad básica por unidad basica, así se construye ´poder en Argentina. En Uruguay no sé, preguntenlé a ellos.
    y AGUANTE NÉSTOR 2020!!!
    Cordialmente.

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