2011

Es raro el frenesí anticipatorio en torno al 2011. Ojo: la mayoría de los analistas políticos, mis amigos, mis conocidos, yo mismo, estamos al tanto de infinidad de variables combinadas de modos diversos para ncontrar la pócima de lo que pueda pasar en el 2011. Pero, es raro. Porque falta, en tiempos argentinos, una bocha. Puede pasar cualquier cosa. Y el mundo tiembla y es, verdaderamente, un asco. La crisis económica occidental tiene la misma puerta de salida que de entrada, y eso, cuando hay un incendio, desespera e incomoda a todos.
La izquierda bien es una decepción: ahí Grecia, Portugal, el Partido Socialista Obrero Español que, se ve, no tiene remedio. Felipe González no fue una exepción, sino la regla, parece.  Y vuelve el viejo colonialismo en el eje atlántico. Estados Unidos, con el primer guerrero terrorista que gana un premio Nobel de la Paz, tiene aún sólidas alianzas con Inglaterra, Australia, las monarquías persas y petroleras, etc. Africa no mejora con la injerencia China. Y en el mundo musulmán, los fundamentalistas de las bombas religiosas ganan terreno como los adversarios del fundamentalismo guerrero de mercado: un clivaje, convengamos, de mierda.
¿Porqué tanto frenesí puesto en lo que pueda uceder en el 2011?
La derecha en Chile destronó la hegemonía del centroderecha de la Concertación. En Uruguay, Mujica es una decepción gigante y de boca loja.
¿Y si el partido de Lula pierde en Brasil, qué le espera a la pobre Bolivia? ¿Y sí, como por primera vez figura en los cálculos, Chávez perdiera la presidencia en Venezuela, qué sería de los tibios intentos de Ortega en Nicaragua por transformar la dependendencia yanqui en integración regional hacia sudamérica, qué sería de Correa que aú no puede (o no quiere) revertir la dolarización de la única economía sudamericana?
Mientras tanto, Kirchner está al frente del Unasur y Cristina en el Grupo de los 20.
¿Y si ganara en el 2011, por ejemplo, la derecha de la UCR en alianza con el PJ disidente, qué seria del Unasur y qué de la participación -progresista- de argentina n el Grupo de los 20?

La ansiedad tiene fundamentos. Razones, valores, miedos, lógicas puestas en juego. Pero, quizás desde el 83 hasta la fecha, por primera vez hay tanta ansiedad, con más de un año y medio de anticipación electoral, por lo que pueda suceder en las próximas elecciones. Quizás se deba a que todos, aún en el peor momento de la irresponsabilidad de la derecha, dieron por sentado que el kirchnerismo pelearía para continuar el mandato institucional y que, además, tenía razones sólidas para soñar con la continuidad en el próximo período presidencial. Quizás.