sábado, julio 24, 2010

Manolo, Clarín y Twitter

Escribe Manolo: 




En sus diversas plataformas electrónicas, Facebook, Twitter, Blogs, etc.; el Duopolio Informático (La Nación+Clarín), no el Monopolio Comercial (Clarín); se ha visto superado por la Guerrilla Mediática.
Estamos hablando de Contenido, no de Medios; tampoco de lo Masivo, sino del Poder de Influenciar a los que Deciden.
Damos “letra”, en tiempo real, a TODAS las iniciativas del Duopolio; como Estado Mayor de la Hegemonía existente.
El “clipping de noticias” es un reconocimiento publico de esta derrota, y un “calado” de la capacidad de las plataformas para generar “Línea Política”.
Al día de hoy, solo los Blogs tienen capacidad fáctica de realizarlo; el resto de las plataformas pueden ser más populares e inmediatas, pero por motivos que deben ser estudiadas, no logran tener un impacto estratégico.
No solo sucede en la Argentina, ni tampoco solo con LO político; no son espacios de reflexión, sino de emoción, sin desvalorizar la importancia de lo emotivo en la Política.
En un Blog se puede, potencialmente, provocar una “crisis de apertura” en el otro; en el mejor de los casos, o un “quiebre del Sentido Común”, en el peor.



Un agregado: en 140 caracteres, el compañero Carrasco nunca logró explicar sus críticas al proyecto de reforma de la ley de entidades financieras, ni comprar un calefón usado sin que me estafen  ni obtener una buena receta de omelette. Por lo tanto, no sirve.
Es un clásico método científico, que aprendí cursando Metodología de la Investigación Social (nunca la aprobé) monitorear una red social para delimitar su eficacia cognocitiva: si ninguna chica d ela universidad de palermo te pasa el teléfono tras 14o caracteres, esa red social, no sirve. Y facebook, ya lo sabemos, es una mierda. 
La capacidad de influir de los blogs, por su propia naturaleza, es limitadísima.
Un blog que sea reputado en análisis jurídicos de sentencias de la Corte Suprema, por ejemplo, siempre será minoritario: ahora bien, si ese mismo blogs, comenzara a escribir sobre las peripecias de la crispación de la farándula (tema que le importa a mucha más gente) entonces, tendría menos visitas aún y menos reputación. Porque la lógica de funcionamiento de un blog es justamente la fragmentación del saber, su especialización, la capacidad de debate y la vertiginosidad, pero sobre todo, su calidad. Y sobre la cripsación, la falta de consenso y la ausencia de proyectos a largo plazo del jurado de Bailando por un Sueño, ya hay reputados especialistas y encima, cualquier mortal puede opinar sobre el asunto. Lo cual lo torna tan atractivo y masivo.
Ciertamente, mi tía, que está al tanto de los noviazgos de Ricardo Fort, probablemente desconozca que un fallo (sin prensa) de la Corte Suprema es más definitorio para su vida cotidiana que la última empleada cama adentro de Fort.
Dicho con mayor precisión: los que escriben en blogs sobre temas políticos, que básicamente no son masivos, jamás "compiten" por el mismo mercado que una empresa comunicacional consolidada y masiva. Es un disparate suponer que un puñado de miles de entradas a un blog es correlativo a los cientos de miles de un portal. Pero más aún, como esos datos son conocidos por pocos (cantidad de visitantes) lo que está en juego es la credibilidad, el quién lo dice, no qué cosa se dice.
Dado que un blog no tiene la posibilidad de crear noticia -sí de crear agenda- más que de modo aislado (por ejemplo, cuando Darío Gallo dio por muerto a Menem; aunque en realidad, estaba utilizando la redacción de Perfil para obtener ese dato -se sabe que en Perfil el manual de estilo prohíbe las noticias verdaderas) su mayor potencialidad radica en discutir la razonabilidad y el enfoque de una agenda ya dada.
No hay, como en los manuales sesentistas sobre comunicación, ningún contradiscurso: ciertamente, se requiere un nivel de información muy alto para leer a Artemio, y muy bajo para ver el noticiero del 7. Aunque, eventualmente, ambos hablen de lo mismo.  Sólo que con enfoques -no necesariamente de tipo ideológico- y soportes distintos.
Los blogs le hablan a los que le hablan a los que toman decisiones. No le hablan a quien toma decisiones, sino a quien le habla al que toma decisiones.
Por eso son influyentes.
El riesgo que se corre, en internet, andando el tiempo, es la creación de círculos inconexos; llevado al plano político: la izquierda ensimismada, la derecha ensimismada; sin cruces, ni diálogos, ni crispaciones.
Por ahora esto no se da porque la derecha no tiene blogs decentes: Jorge Asís, Tomás Abraham, Marcos Novaro, son influyentes, pero aislados. Hay otros, que nombra Manolo: el problema es que entre ellos no pueden crear redes, ni siquiera teniendo como objeto del deseo a la mal llamada "blósfera K".  No generan una comunidad de pensamiento de derecha que discuta su propia agenda. Y después están los funcionarios PRO: cais todos analfabetos como Mauricio Macri, hacen tremendo esfuerzo por escribir 140 caracteres -y la mitad son !!! (:) :-) ;-)- y se mandan besos y abrazos y buenas ondas como si estuvieran en un viaje de 5 año a Bariloche. (Por dios, qué patéticos que son los funiconarios del PRO!)
Así como el televisor no hizo que los chicos lean menos: los blogs no van a morir por ninguna red social. Mendieta no puede explicar en breve cómo es el instituto del Juicio Político. Son  temas densos, aburridos, largos: los temas que nos gustan.
Los blogs van a seguir generando, como dice Manolo, "línea política". Y la línea política, como se yo que he, en mi ya lejana juventud, frecuentado las sectas izquierdistas, siempre se "bajan" a los que luego la bajan. ¿Suena feo lo que digo, es elitista, es pendenciero? Y sí, seguramente que sí.
Pero quien llegó hasta acá leyendo, es porque el tema le interesa.
Una cosa más: no es sólo una cuestión, a mi juicio (siemrpe modesto) de caracteres, de cantidades, que las redes sociales no tienen la misma eficacia -"estratégica" dice Manolo- en la creación de línea política. Sino, también, otra cuestión: los blogs todavía conservan cierta verticalidad, ante la (ficticia, ciertamente) horizontalidad de las redes sociales.
Con lo que dije, me acabo de ganar más enemigos de la facultad de comunicación de la UBA. Así que esa idea la dejo ahí.
Hay otra más y esta sí es la última (antes, qué sí comparten las redes sociales con los blogs: la personalización -virtual- el intercambio ideológicamente igual, la instantaneidad y una sociabilidad espacial de nuevo tipo): las redes sociales generan "autoridad" comunicativa por la cantidad (lo que lleva, casi siempre, a la traslación de otros escenarios: por eso, sin haber escrito nada relevante en los últimos 45 años, Ricardo Alfonsín tiene 5 mil amigos en Facebook) en cambio los blogs, se miden en lo inmedible de la calidad.

1 comentario:

  1. Lucas:
    por ahí desde el punto de vista simbólico, es inevitable que se establezca cierta verticalidad en cualquier acto comunicativo.

    Internet, blogs, etc. lo que hacen es mantener la ilusión de que la propiedad de los medios técnicos para la difusión de discursos está horizontalmente difundida (con los límites que todos sabemos, de acceso a la tecnología por parte de algunos sectores de la población). Ilusión, digo, porque si Google apreta un botoncito, caga fuego la blogósfera k, la horizontalidad comunicativa y la democracia virtual (y los becarios que se dedican a estudiarlas).
    Eso por un lado.
    Y por el otro, lo que ocurre en los blogs es que los “títulos” conseguidos afuera, no valen. O al menos hay que revalidarlos. Artemio, por ejemplo, revalidó. Tenembaum no. La estructura jerárquica vertical, implícita, se crea a partir de lo que ocurre en el interior de este contexto.
    Todo esto dicho, por supuesto, humildemente.
    Un abrazo.

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