lunes, agosto 30, 2010

Lo inviable




Eso que a prensa militante denomina "la oposición" tiene grandes acuerdos. Demos por obvio, dado que la derecha gobierna varios distritos del país, que el 82% es puro cinismo nomás. Así como otras tonteras que suelen decir en sus comités televisivos.
Quitando la hojarasca, queda un plan de gobierno, que se puede resumir en: aumento del dólar y baja de las retenciones, freno a las paritarias (lo dicen como "conflictividad gremial", "la mafia de Moyano" etc) y a las ampliaciones estatales, reprivatización del sistema jubilatorio y baja del gasto público y el crecimiento para frenar la inflación.
La viabilidad de este ejercicio se puede buscar en la historia inmediata: quitando que no pudo contener la inflación, el interinato de Duhalde fue el plan de gobierno que esboza, hoy, la derecha.
No en vano, Duhalde fue ungido por el radicalismo y el frepaso. De hecho, un tipo que desde 1999 ha sido muy coherente (siempre fue oficialista) como Chacho Alvarez, puede dar cuenta de ésto. Chacho lo sabe: tanto con un modelo de ajuste como el que implementó con De La Rúa como un modelo para la Sociedad Rural y la AEA como el que implementó con Duhalde, cierran socialmente, sólo y sólo sí se asesina gente.
Es curioso que no se repare en que lo que hoy propone la derecha, sólo cierra volviendo a su vieja inclinación por el asesinato.
El desendeudamiento y los super hábit fiscales, podrían dar un margen (con el retorno del endeudamiento) para un plan como el duhaldista sin necesidad de asesinar personas un par de años. Pero el problema es que el bloque político, económico y cultural que sostiene a la derecha que hegemoniza el Grupo A tiene sed de revancha social.
Chacho Alvarez sabe que bajar las jubilaciones de modo progresista -por decreto y a los palazos- no es tan eficáz como hacerlo de manera peronista -con un dólar duhaldista y alfonsinista- y el esquema de subsidios al consumo y los sectores populares, más la ampliación del poder relativo de las organizaciones que trabajan con esos sectores, dejarán la situación, para un próximo gobierno (donde descontamos que Chacho Alvarez, seguirá siendo oficialista) bastante difícil.

7 comentarios:

  1. Lucas: puedo marcar una cosa?

    Me parece que van a tener que elegir.
    Subir el dólar y sacar las retenciones no es compatible en un plazo razonable. Si sacan las retenciones, pueden pasar dos cosas: o dejan que el dólar baje (dejando el Central de comprar), o se les dispara más la inflación.
    Lo más lógico sería que optaran (y trato de pensar en función de sus intereses) por un plan antiinflacionario que incluya una baja real del tipo de cambio.
    Van a tener que configurar una nueva alianza de clases: excluyendo a la mitad de la UIA, más o menos.

    Me imagino que la devaluación la pensás como una forma de "licuar salarios". O sea, bajarles el "costo laboral", por cuya altura ya se vienen quejando desde hace un tiempo.
    Me parece que no les hace falta. Un plan antiinflacionario puede ser: congelar la indexación de salarios. Durante unos años, los "ajustes" de precio siguen (hasta que "con metas de inflación la hagamos converger con niveles de los países serios", y toda esa boludez). El salario se licúa igual.
    Saludos

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  2. inexacto e injusto tu comentario, te estas quedando solo Lucas

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  3. Tenés razón, Mariano.
    Yo quería tornar extremo el asunto: como con Duhalde, que acordate, puso retenciones (fijas) a mediados del 2002 recién, cuando el dólar ya se había disparado y cuando ya habían vendido la cosecha. Claro que asesinó a Kosteki y Santillán.

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  4. Con respecto a licuar los salarios (y las jubilaciones y a AUH) es cierto que con congelarlos basta (y una inflación más baja que la actual daría margen); pero me parece más inteligente que no acompañen la inflación; para luego hacer una política de shock que baje la inflación congelando los salarios y subsidios. Menem lo hizo.
    De este modo, de paso, se baja el gasto estatal.

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  5. Con respecto a licuar los salarios (y las jubilaciones y a AUH) es cierto que con congelarlos basta (y una inflación más baja que la actual daría margen); pero me parece más inteligente que no acompañen la inflación; para luego hacer una política de shock que baje la inflación congelando los salarios y subsidios. Menem lo hizo.
    De este modo, de paso, se baja el gasto estatal.

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  6. Podría ser también.
    Pero Menem pudo porque no fue el "padre" de la hiper.
    Este caso sería más jodido.
    Hasta corren el riesgo de que les salgan a tocar las cacerolas para que vuelva Nestor.
    No sé. Parece que dependería mucho de la viabilidad política. Digamos, del quilombo que se arme en la calle.
    Saludos

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