jueves, enero 20, 2011

Consejos para el trabajador feliz.



Anoche fue tremendo. Llega al bar mi amigo Ricardo, compañero de juergas cuando éramos -que ya no- jóvenes y bonitos.
-qué hacés.
Y entonces me cuenta, que trabaja para tal editorial, para tal otra, y que el taller literario, en fin. La notable vida de mierda de quienes aún creen en los libros.
-Bien, Ricardo, eh. O sea, quiero decir. Nada de laburar, no?
-No, no. Resistimos los 90.
-Ajá.
-Vos en qué andás.
Entonces yo le cuento mis diversos entretenimientos. Luego, le pregunto por Juan Sasturain (ambos, lo leemos, desde que éramos pibes y trabajábamos en...ay, lo digo? no lo digo? ja, trabajábamos escribiendo, con distintos nombres, confesiones sexuales para una revista pornográfica: ayer nos acordábamos que hasta respondíamos las cartas que les mandaban a las minas que inventábamos como personajes, en fin) y he aquí su respuesta y valga, de paso, como consejo universal para el trabajador:

-Me enseñó algo. Nunca, pero nunca y bajo ninguna circunstancia, te reúnas con tu jefe y vos contento, con cara de satisfecho, que jamás sepan que sos feliz, que no se enteren que estás -como nosotros, escribiendo y escribiendo- notablemente al pedo, que nunca sepan que en el fondo ese trabajo de mierda te chupa un huevo, que ni sospechen que la llevás de taquito. Ese es el secreto del éxito. Para ser jefe, tenés que estar frustrado y traspasarle tus frustraciones -sino no se justifica ser infeliz, pero jefe- a esos miserables subordinados que, sabelo y entendelo, deben ser, básicamente, basura.

Un gran consejo, compañeros y compañeras.
As´que ahora, a quienes están leyendo en oficinas, empresas, lugares administrativos. A no reírse con esto. A poner cara de culo. A tirar los hombros para atrás y, con ojeras y cara de cansado (ni mencionar la fiesta de anoche) llevando papeles y carpetas y hablando rápido -que nos cierran el bar de la esquina- a solicitarle aumento, vacaciones, descanso, mejor obra social, a llorar, suplicar, pedirle a dios, por dios, que este trabajo, de verdad, no se aguanta más.

2 comentarios:

  1. Es verdad, pero para el trabajo autónomo agregaría "que jamás sospechen que necesitás el laburo", decís tu precio y sostenés 10 segundos la mirada. Nada más. Mónica

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  2. Qué difícil pedir todo lo que le corresponde a uno...

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