Alfredo Veiravé fue un complejo poeta entrerriano que falleció en 1991, en la provincia del Chaco.
HORMIGAS
Delicadamente transportan grandes piedras para
las pirámides de los faraones
apenas se tocan desde lejos
con las antenas versátiles
tristemente ignoran el sentimiento de los
amantes separados en los aeropuertos
y tampoco nada sintieron dentro del hormiguero
cuando la noticia de la muerte de Chaplin
recorrió el mundo en su silla de ruedas.
las pirámides de los faraones
apenas se tocan desde lejos
con las antenas versátiles
tristemente ignoran el sentimiento de los
amantes separados en los aeropuertos
y tampoco nada sintieron dentro del hormiguero
cuando la noticia de la muerte de Chaplin
recorrió el mundo en su silla de ruedas.
Según los especialistas de ciencias naturales
toda esa soledad de las hormigas no se siente
simplemente
porque no se acoplan porque sus huevos
son fórmulas del anonimato,
y porque de la lluvia sólo sienten sustancias líquidas
no sus nostalgias y eso
les impide silbar un viejo bolero de Armando Manzanero.
toda esa soledad de las hormigas no se siente
simplemente
porque no se acoplan porque sus huevos
son fórmulas del anonimato,
y porque de la lluvia sólo sienten sustancias líquidas
no sus nostalgias y eso
les impide silbar un viejo bolero de Armando Manzanero.
Incluido en "Historia Natural", de 1980. Veiravé nació en Gualeguay, una ciudad mediana, más bien chiquita, dentro de una provincia pequeña como Entre Ríos. Gualeguay está en la Costa del Uruguay -la otra costa entrerriana es la del Paraná- y en esa ciudad nacieron Juan L Ortíz, Mastronardi (acabo de descubrir que tiene una página en Wikipedia, bastante pobre; a ver quién se pone las pilas y le agrega datos, eh) y Manauta; es impresionante; porque es una ciudad que para mí siempre fue de paso -entre, por ejemplo, Paraná y Bs As, yendo por adentro de Entre Ríos- pero tiene una gran riqueza cultural. En este blog hay mucha y muy interesante historia de Gualeguay, incluida una historia, con Garibaldi, que bue, una vez, hace varios años, en una mesa (y yo con varios vinos encima) le refuté bastante al todavía secretario de cultura entrerriano. Fue bastante papelonera -de mi parte- la situación, porque estaba Blanca Osuna y Edgardo De Petri que no entendían, sobretodo De Petri, muy bien mi punto; porque en realidad no difería de los hechos históricos pero sí de la interpretación; en fin, bue, me fui por las ramas. Por las mismas ramas que llegué a Veiravé, porque quería leer el poema Hormigas. En la ESMA, hace unos días, esperaba que empiece un recital de Vicente Zito Lema, Ángela Urondo que leía poemas de su papá Paco, entre otros. En la puerta, había una doble fila de hormigas, trabajando, industrialmente (la imagen de las hormigas trabajando sincronizadas, desalmadas, mecánicas, pero siendo, estando, seres vivos; es dura y cruel). Tampoco viene al caso. Sí, en cambio, que encontré el poema, y me enteré que era gualeyo el autor y no chaqueño como creía, o estaba seguro, en realidad. Acá Marcelo Leites, de Concordia, cuenta de la vida del poeta. Y hace un análisis muy interesante de su obra. Ahí mismo dice -tras la chicana de que Veiravé es tan entrerriano como el mate- que no tiene mucho sentido decir que era entrerriano o chaqueño. Como en el caso del tucumano Zelarayán, ay, que no quería integrar "la pequeña borgesía" y de eso me acordaba, de Zelarayán, su chiste y su drama y dicotomía, el domingo pasado cuando con Ricardo Foster y Aníbal Fernández se discutía sobre Borges y la derecha en 678. Más vale que me lo acordaba para adentro, pero, se piense lo que se piense, convengamos, es genial, eso de "la pequeña borgesía". Entonces resulta que Veiravé era entrerriano y gualeyo, no chaqueño, y que esto no tiene ninguna importancia, y que te lo estoy contando, además. En La Máquina del Mundo (qué título genial) hay un poema que no me gusta, pero que el título es colosal: TAMBIÉN LA POESÍA ES UN DESACUERDO CON EL MUNDO. Como no me gusta y me da fiaca transcribirlo, no lo hago. Lo busco, por las dudas, en internet, y acá está: también ahí dice que es entrerriano. Y bue. También y de paso está este poema, que yo no conocía:
YA NO HAY LUGAR PARA LA FRIVOLIDAD
Todos poseen un límite; las lecturas en el jardín
absorben el deseo de las plantas húmedas y el mundo visionario
había allí únicamente con algunos seres animados de ojos abiertos y profundos.
(Entre los helechos y los tiernos animales inocentes el espacio pasa
como un equilibrista que abre su sombrilla para no caer en el vacío.) Hay
diferentes formas de fracaso cuando el trapecista joven sufre el miedo
en las cárceles de la pesadilla,
aunque en el fondo sabe que los victimarios y los torturadores
se juntan en el infierno de la historia, y que las hojas caen sobre ellos
para convertirlos en tierra deleznable. Por eso canta ahora y mira
solamente hacia adelante/ no dará explicaciones de la vida: el cuerpo sabe
esquivar los dardos venenosos del rencor, quizás, una forma cerrada del amor
que no fue correspondido. A veces los límites se abren y comienza el vuelo;
entonces, ya no hay espacio para las frivolidades como saben
los que vuelven de la guerra, o del errático exilio (del poema).
Me voy a dormir.Entre una cosa y otra llevo 3 horas con Gualeguay. Una vez, habré tenido unos 22 o 23 años. Íbamos a dedo camino a una ciudad donde nunca llegamos y terminamos con Julián, un amigo de ese entonces, en Gualeguay. De noche, un día de semana. El último kiosco en cerrar, que nos vendió una cerveza, era una ventana vieja atrás de un pasillo todo oscuro y triste. Nos sentamos en la banquina, resignados. Pasaron, por enfrente, tres chicas, pibas, no muy lindas, pero eran un oasis en un desierto, algo así. Imaginate. Las calles oscuras, todos durmiendo. Me paré y crucé la calle para hablarles. Teníamos, total, toda la noche, hasta que amanezca y un camionero nos saque de esa siesta, de ese enorme y violento letargo, hatsa una ciudad con luces, furia, música fuerte, drogas sintéticas, alcaldes antiterroristas, bicisendas, arte conceptual, putas dominicanas; en fin, todo lo que un joven de 23 años quiere y desea, financiado por sus padres, claro está, y entonces valiente y contento fui cruzando la calle y las tres pibas salieron, lo juro, corriendo, corriendo!
Me volví a sentar en la banquina.
Julián trató de tomar, del pico, otro trago. Pero ya no quedaba nada.
-Lo más divertido que puede pasar en esta ciudad es que nos metan presos.
Algo así, dijo.
Pasó un patrullero.
Yo agarré una piedra. La apreté fuerte. El patrullero siguió de largo.
Lucas, la ciudad de Gualeguay no está sobre la costa del rio Uruguay, está sobre el rio Gualeguay. Quizás esté mas cerca del rio Paraná que del Uruguay.
ResponderBorrarSaludos
Nicolás
che lucas la ciudad de gualeguay está a la vera del rio gualeguay, bastante lejos de la costa del rio uruguay. esta mas bien en el centro de entre rios.
ResponderBorrar