viernes, junio 10, 2011

Debe ser que se te nubla la vista, se te pone todo rojo y no ves o no te acordás de nada, pura furia, así...



Hace dos meses, Cristian fernández le rompió la pierna a su hermano, de dos años. Se sentía furioso, no supo bien porqué, se encegueció de furia, simplemente, y le rompió una pierna. Ya va a sanar. No es para tanto, pensó con los días. Aunque, después, terminó asesinándolo. La muerte es así. Un día estas, otro día no estás. Casi nadie mata a su hermano y sin embargo nos educamos con historias bíblicas que transcurren así. Sin que nadie se espante.
Su mamá tiene 25 años, desde los 14 está bajo vigilancia de los servicios sociales, porque Cristian, de dos años, la edad del hermanito asesinado, andaba desnudo, flaquito y solo por la calle. La mamá, Susana, ya estaba con el crack. Estaba enganchada desde las constantes violaciones que sufrió de chiquita. Que derivó en un hijo, Cristian, a los 12 años. El violador todavía está preso. El papá de Cristian. La mamá de Susana, de 34 años, estaba demasiado drogada para hacerse cargo del nieto y entonces, Cristian, un pequeño angelito, con dos años, daba vueltas por ahí, desnudo. Y siendo violado por su padrastro. La policía, un día, apareció por la casa.  La causa eran las violaciones de su padrastro. Al nene que tenía a su padre, violador, en la cárcel. El padrastro no quiso terminar como el otro. Y se suicidó, delante de a policía, y de su familia, para no ser arrestado.
Hoy Cristian, de 12 años, en el estado yanqui de California, va a ser condenado a cadena perpetua, por asesinar a su hermano, a los golpes, de 2 años. Probablemente su mamá, Susana, también sea condenada por negligencia.

Esta historia, macabra, es cierta: acá las fuentes. 

4 comentarios:

  1. Si se llamara Cristian Smith no lo condenarian a cadena perpetua.

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  2. Se me hace tripa el estómago, y me recuerda a los mediopelo que piden la baja de imputabilidad a los menores.

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  3. Es terrible, no una cadena, una concatenación que se aparece imparable.
    Una mierda, una puta mierda.
    Y estoy seguro que las historias que devinieron en esos violadores han de ser interesantísimas, no digo que gustosas, nada gustosas, repugnantes, vomitivas, pero interesantísimas.
    Creo que nadie se detiene a pensarlo, porque sea cual sea el origen de esos machotes enfermizos, nos van a seguir enfermando igualmente.
    Si creo que ninguno de nosotros tiene problema en detenerse a pensar ¿Cómo llegan esas mujeres, tan prontamente madres, a quemarse el bocho de esa manera? Y claro, traumas de la vida que les tocó.
    Es todo repugnante, es todo repugnante.
    El único efecto directo de leer una crónica de este tipo, el único efecto directo es enfermar y vomitar. Esto no quiere decir que haya que serle esquivo a este costado de la realidad, aunque muchos creen que lo mejor es eso justamente, hacerse los dolobus, porque ojos que no ven corazón que no siente. Y bueno, así estamos también, con gente así.
    Pero, de golpe, así como condenamos a aquellos, en una de esas nos encontramos condenando de mentes perversas a quienes le dan muchas vueltas a cuestiones muy puntuales de estos relatos (¡Hola!) porque, claro ¿qué quiere este flaco leyendo y releyendo y queriendo profundizar en puntos que parecen alejarse de la cuestión central? ¿qué, es sádico que mueve el dedito en círculo en la llaga enfermiza de, por ejemplo, el abuelo violador de la criatura violada por su padrastro?

    Perdón, acabo de terminar La Naranja Mecánica y me voló el bocho.
    Despierta broncas este relato, y antes de la razón está el sentimiento, el sentimiento de gritar en la cara de esas "madres" y de descuartizar a esos "padres", sentimiento que es prontamente aplacado por la razón que acude a recordarnos "humanos"
    ¿Y cómo no ser comillero en un mundo de significados trastocados?

    Un pibe de doce años matando a su hermano de dos. No, no me lo figuro. No sé si puedo, no sé si mi impedimento no será que verdaderamente no quiero, no no no. Horrible. Es una mente de juegos matando una mente de juguete, destruyendo, porque ningún pendejo es indiferente a la muerte, no me lo creo. Sí podrán ver una defunción y creer que el sujeto despertará más tarde, pero dudo que puedan provocar la muerte y creer que la criatura va a volver.

    Por dios, por dios ¿Cómo se hace, o cómo se debe hacer, para entender? ¿O no se debe comprender sino repudiar ciegamente? ¿Y, si ciegamente, cuál sería el producto de ese repudio? ¿Para qué, para qué, qué lograría, lo podría cambiar con sólo repudiarlo, lo podría prevenir con sólo repudiarlo?

    ¿Es un veneno de humanidad?

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  4. Evidentemente las politicas de contencion social del Governator dan los resultados esperados...

    SH

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