martes, julio 05, 2011

La pampa tiene un ombú, un bolú y mucho amor.

La disputa del senador nacional Verna -del bloque Te Desempato (con convicciones)-  con la conducción del Frente para la Victoria es ilustrativa de una modalidad territorial de hacer política que se desacentúa con las internas abiertas.
Para el cargo de gobernador pampeano, no había definidas internas, que se regirían por la legislación provincial. Al igual que eventuales internas para cargos legislativos provinciales y municipales y ejecutivos municipales.
Para intendente de la capital, Santa Rosa, hay internas. No para gobernador. Donde primó un acuerdo entre dos sectores enfrentados: el de Marín, ex menemista ahora kirchnerista, y el sector de Verna -del bloque Te Desempato (con convicciones)- mientras que el actual gobernador, Jorge, terciaba pero con la misma lógica territorial que fue puesta en cuestión por las PASO. Dado que, el descontento de Verna, es con las candidaturas a legisladores nacionales, en elecciones que van en la misma fecha que las nacionales. El dilema, era simple: sus candidatos, el actual vicegobernador de Jorge, tenía que presentarse a una interna. Y ganar. O bien, si la candidata de Cristina iba por una coalición entre el Partido Humanista y el Nuevo Encuentro, por falta de acuerdo con Verna, entonces, no militar esa lista y sí la propia candidatura con los propios diputados nacionales. Como en el caso de Córdoba, con la diferencia de que, en Córdoba, las elecciones son desdobladas.
Si Verna quería proseguir con la indisciplina partidaria, la compra y venta de votos en ele senado, trasladado a lo que la derecha enclenque llama "autonomismo", es decir, borocotearse hacia la derecha, pues bien: debía validarlo en votos, no pedir que la presidenta ponga los votos y él las ideas. Que vaya uno a descifrar cuáles son.
Pero, hay también, un miedo a gobernar sin la caja maldita del gobierno nacional. La Pampa es un ejemplo claro de lo que sucede en este tipo de provincias, con dirigentes del conservadurismo popular como Hermes Binner, Jorge Busti, y en menor medida (porque es económicamente un poco diferente Córdoba) Juan Schiaretti: son provincias con un sector de riquezas naturales, explotadas de manera subsidiada por el gobierno nacional (que sin embargo, les plancha un ya tibio dólar diferencial) y sin pagar impuestos provinciales, y otro sector, sin riquezas naturales, de trabajadores y pobres que pagan sus escasos impuestos.   Como la base electoral está en este segundo sector, para que el estado provincial pueda brindar recursos, existen dos alternativas: o cobrarles, así sean mínimos, impuestos a la oligarquía, o reclamar al gobierno nacional a cambio de apoyo legislativo.
Manual 1 del conservadurismo popular.
Por cierto, este clientelismo "parlamentario" nada tiene que ver con el federalismo, pero justamente, quienes adoran el unitarismo portuario dieron vuelta estas viejas consignas, dado que las provincias son pre existentes a la nación -y quienes, a su vez, subsidian ese circo de casting televisivos para elegir intendente portuario, donde nadie menciona, no casualmente, la palabra recaudar: la plata para los subtes, negociados con Clarín, arbolitos, focos y defensa de las focas sale, creen los alienados, del ABL- para engalanar el viejo sistema de la política oligárquica.
Así de sencillo, corazón.
Siempre con mucho amor y cariño, obvio. 

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