martes, noviembre 15, 2011

Hola drogadictos. Acá va una nueva explicación de cómo funciona el mundo.

Hoy escribí mucho. Y mucho sobre, digamos, tecnología. Este es el tercer escrito, pero tiene sentido, corazones maltratados, si se lee primero esto y luego esto otro. Si estos temas no te interesan, saltealos, porque además, son engorrosos. Y encima, tengo tan sucio el teclado de la computadora, que las telas me hacen errores de tipeo a cada rato. Y nunca corrijo nada. La puta madre. Vamos al punto.



Hay una cosa, un poco hincha pelotas, de los que saben mucho de posicionamiento web y es que tienen todo ese combustible espiritual, ese idiotismo posmoderno que en su desdén por la política los torna reaccionariamente brutos.
Y por otro lado, los que saben mucho de comunicación, por ejemplo Beatríz Sarlo, en su último libro, no se molestan en estudiar las causas y efectos, para decirlo simple, del costado tecnológico. Que sí define. Porque son las causas materiales que condicionan.
Por otro lado, están los que saben mucho de cuestiones políticas y comunicacionales, pero no les dan bola alas cosas tecnológicas. Como Gerardo. Y está bien así.
Acá el otro Comandante, pero Cansado, mi amigo, me manda a la concha de la lora por la nueva plantilla. Javier, cuenta en un comentario en ese post, que me mandó un mail (muy atento y agradezco) por lo de los feeds y demás, que expliqué en las dos entradas anteriores.
El camarada Comandante Cansado -demasiado zurdo para mi gusto, que soy de la escuela de Omix- se refiere a un punto crucial. La nueva interfaz de blogger no es lo mismo que la plantilla. La nueva interfaz de blogger, es la caja interna (que los lectores no ven) de los editores del blog. Y cambió. Varias veces en el último año. Dejando la opción de usar la nueva o no. Pero, luego y con el tiempo, eliminando la vieja y obligando a todos los editores a aprender a manejarse con la nueva caja de herramientas. Punto crucial. Para entender de qué va, obligadamente, la cuestión de las plantillas dinámicas.
Y para otra cosa.
En la nueva interfaz del blog, ya está sesgado lo que se jerarquiza, lo que se desincentiva, lo que se elimina y lo que se agrega, de acuerdo a la política comercial de google.
Pero la nueva interfaz es más fácil de usar que todas las versiones anteriores. Porque así son estas cosas, cada vez más fáciles de usar a medida que se vuelven más complejas. ¿Parece contradictorio? Naaa, es la vieja dialéctica negativa, corazón.
Las cosas son cada vez más fáciles para el usuario ( hoy día, usuario y consumidor, prosumidor, le dicen, pero qué palabra horrible) y más difíciles de entender en su mecanismo.
Es, la nueva interfaz de google, el Magnetto del mundo, es como las categorías de Gramsci. Al uso para cualquier pelotudo, difícil y complejo para quien las quiera entender. Más en este contexto de plena hegemonía K. Ja.
Uhhhhhhhhhhhhhhhh, estaba preparando el mate. Son las 5 y media de la mañana. Puse el agua a calentar en una de esas maravillas tecnológicas que es la pava eléctrica -sé de buenas fuentes (sí, vos, ¿cómo anda, Jefe?) que ahora se van a fabricar en la Argentina- y ahí pensé. Claro, con el encabezado que hice, estoy dando a entender que yo sé de tecnología, comunicación y política. Tendría que tratar de disimular tanta arrogancia. Queda feo. Lo malo no es ser soberbio, sino que se note. Foucault escribe en uno de sus últimos textos que las relaciones sociales se miden en tres dimensiones (cito de memoria) 1) las relaciones de poder; 2) las relaciones de producción y 3) las relaciones de sentido. Entonces, luego, explica su cruce de Nietzsche con Marx y que Nietzsche y las relaciones de poder y que Marx y las relaciones de producció y, bla, bla, después las relaciones de sentido que tal y cual. Muy lindo todo, ¿qué nos dijo Foucault? Que hay tres pensadores cruciales: Nietzsche, Marx y él mismo.
En fin, como citó Fontevecchia a Baudelaire cuando dijo "hola", por que estaba entrando en un salón o, también como alguna vez citó Fontevecchia a Corrado Gini que dijo "esto es todo, che" o como citó Fontevecchia al gran positivista francés Augusto Comte que dijo, al despedirse de su novia: "chau". Bueno, sigamos. Ah, no, pará, hay otra cita, que suele usar mucho Fontevecchia, del epistemólogo Karl Popper, que tras presentar su tesis doctoral le dijo al linguista Karl Buhler (su director de tesis) "nos vemos, loco"; todo lo cual, obviamente, expresa que es evidente que la presidenta está loca.
Nosotros, la gente culta.



 Tenía, cuando era chico, el cassette de Ignacio Copani con esa canción. Ahora, escribo cassette y no me acuerdo si lleva una ese o dos, o una t o dos. Soy muy vago para andar averiguando, pero un dato curioso: el corrector de blogger en castellano, no reconoce la palabra. La puta madre, Comandante, ¿se entendió mi punto de vista?
Eva, la entrañable Eva Row, ha escrito sobre este fenómeno de los blogs, desde una historización muy íntima y personal. A tono con la manera, epistemológica, de narrar en esta era. Un género literario como es el periodismo se nutre mucho de estas cosas.



Ahí, con Mendieta y Aldo, en Tucumán, hace un año (ha quedado un poco desactualizado lo dicho, pero en lo grueso, todavía lo considero válido) en una charla, en un hotel, para un público no especializado, yo hablaba -y me autocito con la misma modestia que me caracteriza (estoy por sacar el libro "El Negro, diálogos irreverentes dónde le explico a Obama cómo ganar")- de lo que creo, es el nuevo modo de leer y el nuevo modo de narrar a partir de la existencia condicionante de la cultura digital. Aunque recién me levantaba y había tenido una noche que máma mía, adrede, mezclo en distintos registros la cuestión del blogger con la historia del compromiso literario.
Gerardo Fernández me contó que está escribiendo un libro contando la historia del fenómeno de los blogs que tomaron posición a favor del kirchnerismo durante la asonada de los empresarios primitivos.
La discusión sobre las plantillas dinámicas y demás, roza, también, cierta presunción de cierre de época. Nada del fin de los blogs, no. Sino, un cierre de época.
La de la blogósfera K, por llamarla con el nombre que nos llamaron los adversarios. Y porque, esos mismos adversarios, se encontraban con que nos burlábamos, resignificando, sus difamaciones.
Está amaneciendo. Y tiré esa idea pesada y quizás, dolorosa para algunos.
¿Qué es lo que pasó?
Varias cosas, pero la principal es lo que nunca sucedió. Nunca se trató de un colectivo ni nada orgánico, sino un conjunto vaporoso, una "nube de tags" que, recuerdo haberlo dicho en un multitudinario encuentro de blogueros en la bancaria; funcionaba también a partir de cierto condicionamiento de google que, si desaparecía por decisión de google (a nivel mundial) quizás ese colectivo, se disolvía. Sucedió, corazones. Nadie me dio mucha pelota en ese momento. Bue.
A eso hay que sumarle que cambió la época, políticamente (y es obvio, 54% de los votos. No es lo mismo, para cualquiera pero más por nuestra tradición política mayoritariamente constestataria, como motivación escribir en momentos en que ves amenazada la continuidad de tu gobierno y tus ideas por la derecha económica que en momentos como éste donde nos morimos de total aburrimiento) pero también comunicacionalmente. Crecer tantos años a un 9% tiene efectos: por ejemplo, se amplió la llegada de internet un tocazo. Y eso tiene efectos sobre el cierre de la blogósfera. Se rompió, hace rato, el aislamiento, denigración y ninguneo al que éramos sometidos las personas de izquierda, que naturalmente, excepto el pelotudo de Tomás Abraham (un genio, igual), apoyamos al kichnerismo. Salió la ley de medios. Con todos sus efectos políticos y culturales. Y, en menor medida, se equilibró un poco la balanza en los discursos. Básicamente por 678 y los programas de Gvirtz y en menor medida por los demás medios. Sobre todo la revista El Guardián, je.
Bueno, además, pasaron otras cosas, políticas y es que no toda esa riqueza y diversidad del año 2008 y 2009 tenía, naturalmente, los mismos intereses. Quedaron en pie, los que les interesa la comunicación. Había quienes tenían un comportamiento más, digamos, militante. Y hoy integran agrupamientos que están más consolidados que entonces. Sobre todo, La Cámpera. Yo también estoy ahí, pero a ellos les da verguenza contarme entre sus filas. Por las dudas me mande algún quilombo.
Todas estas causas convergieron. Pero hay otras gruesas que no podemos manejar: la diseminación del conglomerado, a partir de los cambios tecnológicos de las empresas que la tienen más larga acá en internet.
En mi siempre modesto parecer, la cosa, ahora, va por otro lado. No me gusta, generalmente, contarlo. Porque corro el riesgo de errarle fiero. Y ya bastante verguenza paso.
Creo que, por un lado, hay que consolidar grupos amplios, pero donde se entrecrucen más los distintos soportes entre una definición ya caduca (tan caduca como la dicotomía de apocalípticos o integrados) de medios tradicionales versus medios digitales; porque va quedando caduco el modelo empresarial de contenidos. Va cambiando.
Y comienzan tiempos políticos, aparentemente, de sintonía fina. Con su repliegue comunicacional. El fin del majulismo.  No sé cuánto van a durar estos días. Por ahora, es así.
La mayoría de los lectores de este blog, quizás porque me dedico mucho a las manualidades, jardinería y decoración, son jóvenes medio estúpidos que entre un video pornográfico y otro me leen. Esta nota de José Natanson en Página 12 es altamente recomendable (Natanson siempre me pareció de culto, pero yo pensaba que era un viejo con bigotes amarillos que jugaba a las bochas, después me contaron que tenía mi edad, entonces pensé que era así como Diego Bossio: esa pinta de..., después, una vez, coincidimos en 678; pero otra vez, cuando lo crucé en un recital de poesía en la República de Palermo, con la misma mirada cínica del asunto, redondeó el cuadro: chicas, a por él!) Acá, Fede Vazquez (éste sí es medio Bossio, gran jugador de dominó, filatelista, afiliado a la UOM y del Club de Fans de Abelardo Ramos) debate con mucha calidad esa misma nota.
No perder la creatividad. Aún al costo de tanto almanaque militante con vocación de policía literario. No perder el mundo crítico de donde vinimos. Y mirar salvajemente (osea, con ojo desconfiado pero atento) cómo se modifican las condiciones de producción, tecnológicas, que no podemos, nosotros, cambiar. Sí, disputar sentido.
El mundo artístico siente el sacudón de ciertos cambios. Hay que salir de las capillas, ir a romper las bolas, a todos lados.
El riesgo de aislarse, de fragmentarse, no está en el bogroll. El riesgo está en otra parte. Y es la política la que en última y en primera instancia, define la cosa.
Ya está amaneciendo.
Muchas gracias y buenas noches.
Que mañana tengo que trabajar, para vivir.
La puta madre.

Igual, antes paso un rato por el blog del Negro Fontova.  Nuestro candidato a presidente en el 2015

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