Buenas tardes (son las 4 de la mañana), malditos subsidiados. De gran corazón. Que no quieren repartir ganancias (la constitución, ése plomazo...) pero renuncian de corazón, qué hermoso corazón que tienen ustedes, a los subsidios residenciales. País raro éste. La dirigencia empresarial, oligarquía diversificada cuando doy una conferencia (el término es del gran economista Eduardo Basualdo, y no es un término, sino, rigurosamente, una categoría, pero a mi criterio, es, no encuentro la palabra, ni sé si existe, pero sería así: una categoría clave y nuclear, cuyo uso condiciona la manera de ver una totalidad más grande. Debe existir, en la semiótica, una palabra que designe eso. Bueno, sigamos), oligarquía a secas cuando doy una charla, o la buena gente del campo cuando escribo en éste blog. País raro. Algunos multimillonarios, principalmente yanquis, de Occidente, andan pidiendo, para salvar el sistema, pagar más impuestos. Nuestros multimillonarios. Tan elegantes, desfilan por las empresas de comunicación (exentas de pagar impuestos acá en la argentina, ja) anunciando que renuncian a un subsidio a la luz residencial. Creo que al gas también. No sé, veo las caras...y estallo de risa. País raro, donde no se cobran impuestos a las ganancias de los particulares- esos que salen a anunciar que renuncian a lo que de todos modos les van a sacar, y renuncian con una grandeza, de corazón, qué corazón! Bueno, ya que estamos, renunciantes, devuélvanla: la cobraron ocho años, calculá mes por mes, devuelvan sus subsidios.
No se cobran impuestos a los particulares en nuestro pais, pero se subsidian los consumos residenciales de esos mismos que no pagan, deberían y es marginal, sus impuestos. País raro.
El jeroglífico que ilustra este post es básico para matemáticos y economistas financieros. Es la, por decirlo de algún modo, construcción de la renta financiera.
Le dejo a tarea a Mariano, que es más hábil (y además tengo que irme a dormir, mañana tengo que ir al banco. Cómo odio ir a los bancos, entre otras cosas, porque mañana viajo a Bs As, para la peña de los jueves. Mañana es la peña del subsidiado. No es joda, de verdad.
y el cumpleaños de Nicolás Toranzo y Ingeniero y si es el cumpleaños de Nestor Sbariggi, va a estar, obviamente, lleno de minas. El Ingeniero tiene una especie de tropa de seducidas y abandonas, que lo sigue más que a River la desgracia) y si andás con tiempo,Mariano, mañana lo hablamos.
En la trayectoria de la renta financiera (en los economistas clásicos, ya estaba el factor tiempo en la producción del dinero; hoy, JUSTAMENTE EN ESTOS TIEMPOS, los análisis económicos, exceptúan bastante ese factor determinante. Probablemente, por el mismo proceso alienante de que existan tantos instrumentos complejos para hacer dinero con el dinero a través del tiempo: el dólar narco, llamado en estas pampas húmedas dólar paralelo es un buen ejemplo. Ni que hablar los "mercados a futuro" principal preocupación de las "cooperativas" ante la 125) hay una complejidad relativa al tiempo.
Bueno, el ejercicio es, reemplazar las variables del mercado financiero clásico de un país desarrollado, con el del cobre en Chile, la soja en Argentina, el petróleo en Venezuela, las remesas en El Salvador.
Cuando hablamos de gravar la renta financiera, si hablamos de la renta financiera real -la del campo, aunque y por eso "el campo no existe"- sepamos que no pagan impuestos. Se viven quejando, pero no pagan. Casi nada. Y están recontra llenos de subsidios. Toda su "producción", es decir, toda la trayectoria de la construcción de la renta financiera, TODA, está subsidiada por el resto de los argentinos. En especial, por los más pobres.
Yo también los quiero, pelotudos.
Sólo que detesto el fácil consignismo y la renuncia a pensar un cacho las cosas. Por ejemplo: ¿cómo descongelar una heladera? Les juro que no sé. Y tengo que irme a dormir. Me da fiaca buscar. Pero también tengo que ir hasta la esquina, despertarlo al Gallego y que me venda cigarrillos. Por ahí me cuelgo leyendo. No sé, no importa. Buenas noches.
Que sueñen con los angelitos, y con Susana Giménez, renunciando al subsidio.
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