Cuando un peronista queda afuera del dispositivo de relevancia (el gobierno, el partido en algunos distritos) es de manual que blande el peronómetro.
En cambio, cuando un empresario poderoso, de conducta conflictiva con la ley, pierde algún curro en manos de avances democráticos, es de manual que blande el constitucionalómetro. Como psicoanalistas, corren presurosos abogados rapiñeros, habitualmente militantes vergonzosos de partidos vergonzosos (baste el ejemplo de Gargarella, Gargarita entre nos, que se borocoteó descaradamente del fascismo de derecha de Carrió al fascismo de izquierda del Partido Obrero; o lo mismo que hizo Gregorio Badeni del radicalismo al PRO, o Zaffaroni, Zaffarrancho entre nos, de la dictadura al alfonsinismo o del Frepaso al terismo de siete canastas) a prestar sus servicios de psicoconstitucionalizantes de ricos y famosos, no se aceptan obras sociales.
El caso de Papel Prensa los lleva al ridículo. Gargarita hace tooooooooooooooooda una voltereta que oh, concluye en que los negociados de Videla con Noble y Magnetto, no son tan malos. Es la estrategia Franja Morada, del noeselmomento o todostienenunpecadooriginal; aburrida, previsible y amargamente perdedora, como tu face, Gargarita. Más inteligente es lo de Badeni o Zaffarancho, pero bue, allá ellos.
Más interesante es lo que se insinúa como una mutación del campo político. Si es que se comparte que a grandes rasgos existían dos familias ideológicas: una, golpista y defensora de las posturas reaccionarias, como el radicalismo, que se creía el portador de la democracia y de su costado socialmente equilibrado y otra, clerical, milica y corporativa que se imaginaba a sí misma portadora de la justicia social y el decisionismo. Las corporaciones golpean al kirchnerismo desde una visión, digamos, alfonsinista; lo cual demuele dialécticamente su discurso; porque es objetivamente el kirchnerismo el que, en nombre de la democratización avanza sobre zonas oscuras y corporativas (lo cual refuerza su costado decisionista y justiciero socialmente).
La derecha no encuentra su ubicación en el mapa. Tanto la derecha que está dentro del kirchnerismo como la que mayormente está afuera.
Pero.
Esta situación no va a ser permanente.
Por ahora, son gestitos de idea, a lo Macri.
En cambio, cuando un empresario poderoso, de conducta conflictiva con la ley, pierde algún curro en manos de avances democráticos, es de manual que blande el constitucionalómetro. Como psicoanalistas, corren presurosos abogados rapiñeros, habitualmente militantes vergonzosos de partidos vergonzosos (baste el ejemplo de Gargarella, Gargarita entre nos, que se borocoteó descaradamente del fascismo de derecha de Carrió al fascismo de izquierda del Partido Obrero; o lo mismo que hizo Gregorio Badeni del radicalismo al PRO, o Zaffaroni, Zaffarrancho entre nos, de la dictadura al alfonsinismo o del Frepaso al terismo de siete canastas) a prestar sus servicios de psicoconstitucionalizantes de ricos y famosos, no se aceptan obras sociales.
El caso de Papel Prensa los lleva al ridículo. Gargarita hace tooooooooooooooooda una voltereta que oh, concluye en que los negociados de Videla con Noble y Magnetto, no son tan malos. Es la estrategia Franja Morada, del noeselmomento o todostienenunpecadooriginal; aburrida, previsible y amargamente perdedora, como tu face, Gargarita. Más inteligente es lo de Badeni o Zaffarancho, pero bue, allá ellos.
Más interesante es lo que se insinúa como una mutación del campo político. Si es que se comparte que a grandes rasgos existían dos familias ideológicas: una, golpista y defensora de las posturas reaccionarias, como el radicalismo, que se creía el portador de la democracia y de su costado socialmente equilibrado y otra, clerical, milica y corporativa que se imaginaba a sí misma portadora de la justicia social y el decisionismo. Las corporaciones golpean al kirchnerismo desde una visión, digamos, alfonsinista; lo cual demuele dialécticamente su discurso; porque es objetivamente el kirchnerismo el que, en nombre de la democratización avanza sobre zonas oscuras y corporativas (lo cual refuerza su costado decisionista y justiciero socialmente).
La derecha no encuentra su ubicación en el mapa. Tanto la derecha que está dentro del kirchnerismo como la que mayormente está afuera.
Pero.
Esta situación no va a ser permanente.
Por ahora, son gestitos de idea, a lo Macri.
No lo pudiste decir mejor. La UCR es golpista, gorila y fusiladora en cualquiera de sus dos vertientes, porque ambas tienen el mismo fondo cultural (preguntale a Pepe Azcoiti lo que piensa de Evita... estarías sorprendido, o tal vez no). La cagada es que es más peligrosa que el fascismo de derecha de Lakarrio, porque mientras que ésta es y se presenta como una loca desbocada y todo el mundo sabe lo que es, aquéllos se autopresentan como democráticos, institucionalistas, repubicanos, cívicos, dialoguistas, consensualistas, IMPULSARON EL JUICIO A LAS JUNTAS, PUBLICARON EL NUNCA MAS (ey!! ¡cuidadito eh!!!). Pero tienen los talones con mucha costra, manchados de sangre, de fusilamientos, bombardeo, masacre, persecución, siempre del lado del sector más reaccionario. Pongamos como ejemplo a Raúl Alfonsín, muy democrático él, uuff!!! qué democrático que era, lástima que "como no lo dejaron" impuso por decreto la impunidad a genocidas, pervertidos asesinos y violadores de mujeres, hombres y niños, impunidad que duró hasta 1983 ("tomo esta medida aunque a mi no me gusta" dijo, enfatizando "no me gusta", el PADRE DEL HIJO, no por casualidad el hijo es como es...lo único que sabe hacer es revolear los anteojos con la única cara que tiene: DE PELOTUDO))). Así les va, con un candidato cuya única virtud es "ser hijo de" y SUPREMAMENTE PELOTUDO, están al borde de la extinción.
ResponderBorrarEl Puto de Barracas
Ojo que la revoleada de ojos de Gargarella promete ser el paso del verano en los boliches de la costa!!
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