jueves, enero 26, 2012

Charles Gounod es el autor, además de Fausto, la ópera, inspirada en la primera parte del Fausto de Goethe, del Ave María, acá una versión en piano:

El Ave María está inspirado (es un modo, más bien un modelo de la crítica al decir, "está inspirado", no es una continuidad, no es una copia, no es un "cover" sino que "está inspirado en...") Clave bien temperado de Juan Sebastián Bach, más conocido en estas pampas de hlgazanes que cultivan, gracias a Les Luthiers como Johann Sebástian (el acento, para una correcta dicción, tiene que están en la primera A y no que en la segunda) Mastropiero.
De muy chiquito, había una novelita infantil, de tapas duras y dibujos, que contaba la vida de Bach, que leí, de chiquito, todavía me quedaba algo de sensibilidad, digamos. Y me asusté. Bah, no es asustarse la palabra, me conmoví, de su tristeza. Yo no entendía un carajo de preludios y fugas, pero sí de la vida errante. De las cosas simples. De la desolación. Desde entonces, me encanta, por esas cosas locas de las conexiones emocionales, su música. Porque sus padres, primero la mamá, cuando él tenía 9 años, después, al año, su papá, fallecieron. Yo escribía, a esa edad, una novelita -que pegaba con plasticola en una edición de papeles de cuaderno escolar, ilustrados, también por mí- que era una vulgar copia de Oliver Twist, la novela de Charles Dickens, ediciones Billiken, en tapas rojas. Venía aparte de la revista esa colección de clásicos -creo que ya muchas veces escribí sobre esto- y por eso yo la prefería, a Billiken, a la más nacional y popular Anteojito.


Pero es la música de Gounod, la elegida para la presentación del fenomenal programa"Alfred Hitchcock presenta"
Eva Row twiteó hace unos días uno de los capítulos (acá se pueden ver casi todos de la segunda temporada)



Yo fui educado en una cultura un poco gorila, por eso, en las viejas dicotomías nacionales yo leía la revista Billiken (de clara militancia radical) en vez de la Anteojito (de clara militancia peronista). Por suerte esas antinomias hoy están superadas y todos los gurisitos leen la revista Genios (de clara militancia por Clarín).
Hubo crueles enfrentamientos entre los niños pre reconciliación nacional por este tema. Muchos quedaron en el campo de batalla. Quizás, por las pasiones de la época, la tercera posición quedó un tanto relegada: los lectores de Condorito, que abogaban por quitar de la esfera nacional estatal el conflicto. En fin, con los años uno va entendiendo, pero entonces, así eran las cosas.

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