En varias entradas anteriores reflexionábamos sobre las pujas empresariales de las grandes multinacionales de internet, su implicancia geopolítica y la crisis del saber institucional que esto implicaba.
No teníamos, nosotros (yo y mi ego) una posición simple ante este tipo de cosas, como sucede ahora ante una ley del congreso yanqui apodada SOPA Entendemos que la situación requiere de un grado de sofisticación, para no quedar atrapados en la lógica de google y demás (ya dijimos mucho sobre el asunto, sobre el futuro de los blogs y las redes sociales, sobre el impacto en la educación, incluso una crítica al rol del intelectual hoy, todo así de pomposo, la concha de la lora) pero al igual que en otras de las obsesiones recurrentes de este blog (el rol de la oligarquía en el país, por ejemplo; el oscurantismo de los ecologistas; porqué Cherubito no me da bola, etc, etc) perdemos por mil a cero en la discusión pública.
Así que, bueno, eso, nada. No estoy alarmado ni sorprendido de SOPA, no me uno a StopSopa ni a esas coaliciones comandadas por monopolios, ni me dejo llevar por los cantos de sirena del tremendismo, me quedo acá, chupando un palo sentado sobre una calabaza.
Simplemente, hay que tomar una posición propositiva desde Unasur y pelear desde esa plataforma. Eso creo. Para lo cual, hace falta masa crítica. Y en lo que a mí respecta, seguiré intentando, desde mi humilde (ja) lugar, formar esa masa crítica.
No teníamos, nosotros (yo y mi ego) una posición simple ante este tipo de cosas, como sucede ahora ante una ley del congreso yanqui apodada SOPA Entendemos que la situación requiere de un grado de sofisticación, para no quedar atrapados en la lógica de google y demás (ya dijimos mucho sobre el asunto, sobre el futuro de los blogs y las redes sociales, sobre el impacto en la educación, incluso una crítica al rol del intelectual hoy, todo así de pomposo, la concha de la lora) pero al igual que en otras de las obsesiones recurrentes de este blog (el rol de la oligarquía en el país, por ejemplo; el oscurantismo de los ecologistas; porqué Cherubito no me da bola, etc, etc) perdemos por mil a cero en la discusión pública.
Así que, bueno, eso, nada. No estoy alarmado ni sorprendido de SOPA, no me uno a StopSopa ni a esas coaliciones comandadas por monopolios, ni me dejo llevar por los cantos de sirena del tremendismo, me quedo acá, chupando un palo sentado sobre una calabaza.
Simplemente, hay que tomar una posición propositiva desde Unasur y pelear desde esa plataforma. Eso creo. Para lo cual, hace falta masa crítica. Y en lo que a mí respecta, seguiré intentando, desde mi humilde (ja) lugar, formar esa masa crítica.
Un poco complicado el tema, si estás a favor le haces el juego al enemigo y si estás en contra le hacés el juego al enemigo. Los enemigos, a aveces, son brillantes.
ResponderBorraryo estoy en contra de sopa sea quien sea el enemigo y el amigo; sé que este intento pasará esta vez y volverá otra vez simplemente porque muchos de los que hoy toman posición en contra mañana se desinteresaran; sé que quieren legalizar algo que ya hace rato hacen (y van por más control); sé que lo hacen porque saben lo que quieren: saber que se quiere (no es fácil)es lo que hace brillante a cualquiera; y es cierto, cuando ya sabemos que queremos nos pasaron por arriba veinte veces porque lo otro que se requiere es poder, el que tenemos y por no saber nos quitan; además estamos hablando de cosas bien concretas: una máquina, una persona delante, en un espacio físico bien determinado, cero virtualidad, digo es fácil confundirse
ResponderBorrarhttp://www.publico.es/culturas/417771/el-fbi-cierra-megaupload-el-mayor-servicio-de-descargas-directas
ResponderBorrarel acceso, ja, acceso: passport