lunes, febrero 27, 2012

Moco de Pavo


Sin perder su ciclotímica volatilidad, los llamados commodities siguen subiendo, impactando de lleno en nuestro país. Sí, corazones, la temible "crisis mundial" viene pegando fuerte en sudamérica: los metales, los minerales, las materias primas energéticas y los granos y carnes y derivados, suben de precio en la cotización de Chicago, provincia Argentina y federal que por esas cosas de la bondadosa oligarquía, se ha radicado en los Estados Unidos, desde donde dicta, además, la política económica al Partido Comunista Chino, gran esperanza blanca del mundo piola junto con los BIRCS, o sea, el complemento perfecto para la consolidación del imperialismo noteamericano, perdón por la desconfianza, camaradas, tan a contramano de los bien pensantes. A pesar de eso, el gobierno argentino logra esquivar los innumerables problemas -más pesados, dramáticos y concretos que los eventuales y fugaces beneficios- de lo que la derecha política llama "el viento de cola", apostando a un mercado interno creciente, que requiere, obvio, de superar la enfermedad holandesa. Asunto nada desdeñable que un pequeño estado en el culo del mundo, a 10 años de diciembre del 2001 (año de mayor diálogo y consenso entre las distintas fuerzas políticas, al punto que las nacionales y populares como el radicalismo y el peronismo, y las derechas neoliberales y antipolíticas respectivamente, de Acción por la República y Frepaso, se habían puesto todos de acuerdo en mantener las coordenadas que básicamente hicieron mierda el país) intente controlar las variables más sensibles de la globalización, ni más ni menos. Con resultados aún no consolidados. Con crecimiento de las capacidades estatales por encima de su eficiencia y por debajo de su narrativa. Si se lo piensa en perspectiva, mamita!
No es moco de pavo como no es moco de pavo explicar el origen de la expresión moco de pavo:

Cuando queremos ponderar la importancia de un asunto cualquiera,  con frecuencia nos valemos de una comparación negativa y destacamos que eso "no es moco de pavo". El diccionario define  moco de pavo como "apéndice carnoso eréctil que el pavo tiene sobre el pico". Pero el dicho  del título proviene de cuando se usaba reloj con cadena. Ésta asomaba como una provocación para los ladrones, quienes  aprovechaban las aglomeraciones para desprender el reloj y dejar la cadena que lo sujetaba. Dado el público del que salían los  incautos (llamados "pavos" en la jerga del  delito), esas cadenas eran de escaso valor, de modo que se quedaban colgando como cuelga el moco del ave. Hoy, se usan relojes de pulsera, la expresión ha perdido toda conexión con su origen. Pero basta  escuchar que algo "no es moco de pavo"  para que en seguida todos entendamos que no nos están hablando de ninguna p a v a d a.
La gran pregunta que se hacen las adolescentes que logran colarse en los VIP de los boliches de Puerto Madero es si la solución alemana a la inflación es aplicable, para atenuarla, claro está, a la Argentina. Y en ese enigma medio pavote -no en vano son las señoritas más pelotudas quienes se lo cuestionan- se cristaliza la discusión sobre el rumbo que finalmente adopte el patrón de acumulación que, todo indica, se sostendrá en el mediano plazo. Chau, pajeros, buenas noches, hasta mañana.

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