domingo, febrero 26, 2012

También, la demagogia, viaja en tren balín

Mariano, en Yendo a Menos

domingo 26 de febrero de 2012

"Tren para todos": Once y perspectivas para una red ferroviaria viable.


Las tragedias muchas veces sirven para despertar reflexiones.
Y acordarse de gurúes desoídos que al final tuvieron razón.

Yendo al punto: el caso de Once y Pino Solanas, con sus anuncios de catástrofe en el sistema y su novedoso plan "Tren para todos".

El problema de "Tren para todos" es que trabaja en el marco de la nostalgia. De un país y un mundo que ya no existen.
Mostrar como ideal el coche dormitorio a las sierras de Córdoba, por ejemplo, es un anacronismo imperdonable. Porque ese transporte no desapareció por desidia o decadencia, sino que fue víctima del juego de pinzas que le hicieron el avión y el transporte automotor.
Un sucedáneo de aquel, que sea viable, debería encararse como tren de alta velocidad (el denostado tren bala) competitivo con el avión. En la admirada red ferroviaria europea los pases de tren a determinados destinos son más caros que los boletos de avión. Lo cual insta a quienes explotan el ferrocarril a diferenciarse en calidad y confort.

Pensar el ferrocarril como un transporte popular es algo mucho más complejo.

Pero vayamos por partes.
El segundo escollo que le encuentro a la proyección ferroviaria solanista es la voluntad de recrear una red ferroviaria alguna vez existente, en un pasado de supuesta gloria.
Sí, una red ferroviaria encarada (como la red de transporte de la energía eléctrica o la organización de los vuelos de cabotaje, que tanto cuestan corregir) con el criterio conservador de la centralización en el puerto de Buenos Aires. Basado en el modelo inglés de transporte de carga que sacara las materias primas hacia el puerto y devolviera los bienes de capital necesarios hacia la zona núcleo pampeana.
No se puede pensar en un nuevo proyecto ferroviario sin abordar esta cuestión. Que yo estimo que lejos de ser algo deseable de recrear es más vale un problema a resolver que requiere de mucha imaginación y seriedad a la vez.

El ferrocarril a "reactivar" debería pensarse sobre la base de un modelo de negocios viable (tren bala con destino turístico y ejecutivo), que en un principio sirviera además como forma de incorporar tecnología de manera viable.
Por ejemplo, para poder producir rieles en Argentina, se necesitaría importar hierro, por lo menos. Suponiendo que convencemos a alguien (el mismo estado?) que la producción de rieles dejará algún fruto como para que merezca instalar capacidad de producción. ¿Es viable hacerlo sin dar una perspectiva de crecimiento y expansión a mediano plazo?

No se puede desligar la discusión sobre un modelo ferroviario sin tomar en cuenta estos temas.

Y el transporte urbano debería verse beneficiado en un plazo mediano del derrame del supuesto éxito de tal plan de negocios, en cuanto a adquisición de tecnologías, saber técnico y mejora de equipamiento.

Y queda por ver el tema de tren de carga, que tiene otras particularidades.
Links original

2 comentarios:

  1. Correctamente expresado. La palabra mas autorizada sería la de los ex directivos ferroviarios, trabajadores, estudiosos del tema transporte que expresen soluciones basados en el concepto del BENEFICIO PÚBLICO, es decir, análisis del costo de un país con ferrocarril versus un país sin ferrocarril.

    ResponderBorrar
  2. Tren y Turismo: Si vemos lo sucedido con "el tren de los pueblos libres", que une Argentina con Uruguay, nos daremos cuenta de la escasa cantidad de pasajeros que viajan en él; tal que el admirado (por los "Pinosolanistas") Pepe Mujica anuló los subsidios para ese servicio... Horror! Ajuste, tarifazo, antipopular hubiesen sido los calificativos si lo hacía Cristina... Todos los argentinos bienpensantes prefirieron el buquebus para ir a Uruguay, tal como viajaban a la costa en omnibus o en auto en vez de usar el "tren del Manco y La Yegua"...

    ResponderBorrar