Recibo muchos mails con pedidos de ayuda, preguntas y repreguntas sobre y para crear un blog. Y de pedidos de que les de una mano con la difusión, cosa que jamás, si me lo piden, haré. Ja. Sino me lo piden y me gusta lo que leo, lo hago. En general, lo que sucede, es que muchos abren un blog como quien escribe para el mundo entero, esperando que al otro día los llamane de Radio 10 y poder decirles al aire todo lo que piensan sobre Hadad y Cristóbal López sin que se los pregunten, como hizo el mes pasado Carrasco y su modestia, no chicos, primero hay que saber beber, después sufrir, después amar, después partir. Quien no esté disputeso a ir por partes, bajándose el copete de entrada, pues, hay lugares mejores: por ejemplo, las redes sociales, con un personaje falso, que imite repetitivamente a alguien más o menos real, se suele viralizar, funciona. Con estruendosa fugacidad de fugazeta exquisita. Que dura menos que un almuerzo de ansiosos en el microcentro. Y a la vuelta de la esquina, te quedás sin nada en las manos. En general, tener, por ejemplo, 100 lectores diarios en los 100 días de empezado tu blog es un gran logro, difícil y costoso -en inversión de tiempo de estudio y creación- de realizar. Hay blogs que tienen 1.000 visitas diarias. Hay otros que tienen 10.000, otros más, el doble, incluso. Ese es el panorama en Argentina. Donde la mayoría de los blogs no pasan de las 100 visitas diarias jamás. Los que tienen muchas visitas tienen, siempre, alguna estrategia. No alcanza con eso, pero tampoco sin eso. Hay que tener, claro, cierto talento. No alcanza con eso, pero tampoco sin eso. Pero siempre es importante darse cuenta que, en general, llevan muchos años en ésto, tienen calle en las autopistas virtuales, y además, tienen cierta estrategia sabida de memoria, que está más construida en el prosaico y empírico método de prueba y error que en las teorías que recién se están empezando a elaborar y que en realidad recogen, justamente, esas experiencias (algo de eso se va a dar en el curso que en el Centro Cultural Paco Urondo, de la Facultad de Letras de la UBA, voy a dar y comienza el 6 de setiembre) . Lo importante, lo estratégico a saber, es a quién hablarle. Y hay que hablarle a los que deciden. Que nunca son muchos. No más que 100. Hay que pensar las cosas en círculos definitorios. Como está pensado Twitter, o como está, a medias, considerando sus objetivos más amplios, Google Plus. Hay que saber siempre a quién le hablamos.
Vamos a las cosas, teniendo en cuenta que lo definitorio es la creación de contenidos, que ninguno de estos puntos puede empañar ni superar en proporciones:
1) La optimización para los buscadores es, al principio, esencial. Lo mismo que los títulos (éste título, por ejemplo, va a atraer muchos lectores ocasionales, que probablemente no estén interesados en la restantes cosas que escribo, con lo cual, se irán. Pero para un blog que recién comienza, les sirve para ir posicionandose en los buscadores) y la comprensión de los mecanismos internos. Estudiar las plantillas, las estadísticas, los feeds, todos los mecanismos de subscripción, pensando en los buscadores, no sólo, en google, sobre todo al principio. Operar para los buscadores marginales, al comienzo, puede ser más beneficioso que disputar, al pedo, con Wikipedia en un principio o con los grandes diarios y blogs.
2) Un diseño limpio, liviano, que cargue rápido y que esté pensado para los celulares. Junto con un lenguaje propio, hacen al marco general, el sentido de pertenencia, la fidelización del lector (que puede, además, sumarse a otras estrategias como seriar las cosas a través de etiquetas o páginas)
3) Contenidos largos, profundos. No hay que escribir breve, para esas fugacidades de fugazeta (que no fidelizan, ni influencian ni generan una cierta "autoridad" que no sea previa en la materia) están las redes sociales. Con las que hay que trabajar, siempre poniendo al blog como centro, llevando hacia ahí los lectores. No todos. No irán todos. Como no todos los lectores de tu blog te seguirán en las redes sociales, entre otras cosas, por que entienden que de vos, éstas son secundarias.
Menos en un principio en las redes sociales te seguirán hacia el blog, pero tener claro cuáles son los lectores que irán. A quién, en cada autopista virtual, le hablás.
4) Hacerlo participativo. No moderar comentarios y CONTESTARLOS, contestar mails (ok, yo no lo hago, pero aún recibo demasiados comentarios por día en el blog, y siempre hay que tener en cuenta que los comentaristas hoy en realidad se mudaron de casa y de personalidad: están en las redes sociales, comentan desde ahí tus post, y creen que le agregan contenido. A veces es cierto, la mayoría de las veces, pura ilusión liberal de equidad en la distancia asimétrica. Es importante nunca revelar que sabés ésto, ja) y hacer sentir al otro, al lector, como parte. Para lo cuál, la mejor técnica es que te conozcan: contar quién sos, qué hacés, para qué lo hacés y por qué. Mostrar los hilos de la marioneta es la mejor manera de que no te supongan, aunque le erren, marionetista. Meter cuantos links te sean posible, citar con honestidad, inspirarte en los otros, pelearte con alguno, recomendar a los otros. No hacer spam. O sea, nunca mandar mails, arrobar con que te lean, pedir RT, romper las pelotas. Si quieren les muestro mi casilla de CORREO NO DESEADO como muestra. Todo lo que le agregue contenido hacia otros lugares (un fundamental blogrroll generoso y pensado, además, como puerto de salida, por ejemplo) y muestre, a la vez, de dónde te nutrís, suma. Un montón.
5) Programar las entradas y artículos para cada día, no demasiados espaciados (dudo que consigas 100 lectores diarios, más allá de que te linkee alguno que te mande 3.000 visitas un día, sino escribís todos los días) y pensando que hay horarios de mayor tráfico y audiencia, todos asuntos, estudiables, que hay que estudiar. Están todas las herramientas disponibles. Este factor, que debe, naturalmente, conjugarse con tu propia vida, hoy día, además, no es exclusivamente nacional: por ejemplo, los 1.500 lectores yanquis que aparecen por acá por día, tienen, allá, distintos horarios. Les mando saludos, de paso. Ahora, el grueso de los lectores son Argentinos que viven en Argentina. Debo, naturalmente, pensar en ellos. Las dosis y proporciones siempre son variables. Y siempre deben estar presentes.
6) No relacionarte demasiado con los medios tradiciones llevados a las plataformas, como una máquina de escribir Olivetti, a la web. Primero que no te van a traer demasiada audiencia y lectores, son cosas distintas, que hay que entender. Además, probablemente, te usen o, como en la mayoría de los casos, no te den pelota. Pero, además, es un error descomunal: comentar lo que saca Clarín o Tiempo Argelino, editorial Planeta o radio Cambalache, es una manera de no construir tu propia audiencia y mundo virtual. Y, corazoncito, no hay lectores para eso. Bah, hay para todo. Pero estás pidiendo a un eventual lector a construir que primero lea el diario, luego tus comentarios. Mmm, no, suena medio estúpido. Estás subestimando al lector. Él mismo ya tiene sus comentarios hechos. Y te los va a decir, con la misma compulsividad y egolatría que los tuyos. Con lo cual prolonguen una discusión infinita que parezca que funciona (oh, tengo 20 comentarios...) y no, es como los llamados a las radios. Nunca pasa por ahí.
7) Tener metas y plazos y no mariconear si las cosas no salieron, sobre todo al principio, como esperabas. No mariconear es muy importante. Si no estás dispuesto a que te digan de todo, se te rían, o convivir con la indiferencia, abandoná tu blog y hacete agente de tránsito. Dale cierta apariencia de articulación, es decir, en proporciones estratégicas, citate, no a lo Feinman, que queda feo, pero sí anexando contenido que anteriormente hayas escrito. Hay ahí una razón técnica y una cultural, descubrilas.
Tener un esquema y almanaque pensado ordena la mente, te da sistematicidad y la capacidad de autoengaño necesaria para crear contenido. La cantidad de tráfico disponible -que no es sinónimo de que vayan a tu sitio- crece y crecerá, la segmentación, también. De modo que si las cosas no te salieron bien, en un plazo razonable (es importante no mariconear mucho con los plazos. Tres meses para probar algo está bien. Sino funcionó, bueno, tres meses con otra cosa. No cinco minutos: nunca creas en la sustentabilidad tentadora de la fugacidad de fugazeta) se cambia, con flexibilidad, y listo. Esto incluye una organización, dentro de tu agenda (que no le importa a nadie, siempre recordalo: los lectores quieren algo, valor agregado, ganar: ese algo puede ser el intangible de la literatura o de la música, pero siempre debés tenerlo presente) y de tu vida.
8) Pensar la relación tiempo y dinero, entender que los blogs se están profesionalizando, que uno puede no ganar, pero hay otros (desde google hasta el periodista que te afana o el que escribe discursos para un ministros, por ejemplo) que sí. No te engañes, cualquier escritor o músico o artista lo sabe, el que menos gane siempre vas a ser vos. Pero con el altruismo, sino se conocen las reglas para operar del capitalismo acá, no llegás a ningún lado. Si conocés las reglas, puede ser que el altruismo sea eficaz. Pero, no te engañes: todos hacemos las cosas por algo y ese algo suele ser bastante tangible, aunque no necesariamente monetario. Tené en cuenta que es éste y el fracaso los principales motivos por los que se abandona un blog. Por que se consiguieron los objetivos o por que se fracasaron. En ambos casos, estás desperdiciando tu capital intelectual, aunque en un caso, obvio, mucho más que en el otro.
Proporciones, prueba y error.
Pero cero ingenuidad.
9) El aspecto visual es muy importante. Hay quienes aseguran que conviene contar con buenas fotos y buen diseño, y quienes, por el contrario, priorizan la carga de la página. Hay una ecuación a realizar que no debe manejarse en abstracto. Por ejemplo, si tenés muchos lectores desde teléfonos celulares y anchos de bandas lentos, si ponés muchas imágenes o cosas en Flash, se va a ralentizar y los lectores, necesariamente, huirán.
10) ¿Cómo hice para saber ésto?
Si llegaste, con la lectura, hasta acá, y aún no podés responder esta pregunta con una hipótesis plausible, entonces, no estás preparado.
Muy bueno. Tengo dos sobre diez, pero muy bueno.
ResponderBorrarNo puedo creer que leí esto, me estoy volviendo muy naba... =(
ResponderBorrarde todas maneras... siempre está la sensación de que lo escrito y publicado en papel es APOLINEO, dura, permanece, está: como la pintura, la escultura, la fotografia
ResponderBorrarEn cambio los blog es DIONISIACO, efimero, se esfuma, como la musica, como el teatro
lei todo, pero es tan asi?
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