Vigilanteando vigilantes al 0-800 Lanata, en contra del adoctrinamiento con plata del estado desde que la provincia de Buenos Aires no le compra sus libros.
Estoy muy asustada, mi hija de salita de cuatro tenía que llevar recortes de diarios y revistas al jardín de cosas que le gustaran a ella, y me dijo que quería llevar una foto de Cristina. Como surgió de ella, se la di y la llevó. Ahora tengo dos miedos: que la hayan adoctrinado de La Camporita Kids y yo no lo sepa, o que la haya adoctrinado yo y me denuncien. Por suerte el jardín no es en capital, quizás hasta que lo implementen acá me de tiempo para quemar mis libros y mudarme.
Yo estoy más que asustado, mi vida corre peligro. Trabajo en San Telmo, y compré unos libros del magister Jorge Lanata en una librería que tiene como nombre un personaje de Roberto Arlt. Los libros estaban en la mesa de saldos a 3 mangos. Compré Historia de Teller, Polaroids, Hora 25, Vuelta de página y Muertos de Amor; en realidad, me dejaron todo el paquete a 10 mangos. Como antes la segunda tiranía usaba a los sirvientes para denunciar a sus amos, ahora la tercera hace lo mismo con los empleados de librerías. ¿Quién puede tragarse que se puede adquirir tan preciado material al precio de un choripán? Estos sicarios judeo-marx-trosk-perucas-bolitavarianos están por todos lados, incluso los que gente como uno suelen frecuentar. Me siento perseguido. Una niebla extraña, nauseabunda, azota los campos magnéticos de mi país.
Estoy muy asustada, mi hija de salita de cuatro tenía que llevar recortes de diarios y revistas al jardín de cosas que le gustaran a ella, y me dijo que quería llevar una foto de Cristina. Como surgió de ella, se la di y la llevó. Ahora tengo dos miedos: que la hayan adoctrinado de La Camporita Kids y yo no lo sepa, o que la haya adoctrinado yo y me denuncien. Por suerte el jardín no es en capital, quizás hasta que lo implementen acá me de tiempo para quemar mis libros y mudarme.
ResponderBorrarYo estoy más que asustado, mi vida corre peligro. Trabajo en San Telmo, y compré unos libros del magister Jorge Lanata en una librería que tiene como nombre un personaje de Roberto Arlt. Los libros estaban en la mesa de saldos a 3 mangos. Compré Historia de Teller, Polaroids, Hora 25, Vuelta de página y Muertos de Amor; en realidad, me dejaron todo el paquete a 10 mangos. Como antes la segunda tiranía usaba a los sirvientes para denunciar a sus amos, ahora la tercera hace lo mismo con los empleados de librerías. ¿Quién puede tragarse que se puede adquirir tan preciado material al precio de un choripán? Estos sicarios judeo-marx-trosk-perucas-bolitavarianos están por todos lados, incluso los que gente como uno suelen frecuentar. Me siento perseguido. Una niebla extraña, nauseabunda, azota los campos magnéticos de mi país.
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