Hay una afirmación extendida en el pequeño mundo de los entendidos en dramas sociales que sostiene que la política rechaza al vacío. No es, afortunadamente, cierta. La guerra, la continuidad de la economía por otros medios, es una prueba. Recientemente Estados Unidos anunció, en el marco de su campaña electoral, que puede invadir y atacar 18 países en simultáneo en la región árabe si se le canta las pelotas. ¿Había, antes, un vacío? No, había ya de por sí una saturación con la política criminal que sostiene el modo de vida de los habitantes del imperio.
La política ni economía no se suspenden del todo durante la guerra, tampoco.
La trama del rechazo a la mera idea de igualdad que bordea los cacerolazos es la primavera menemista, no sólo como chicana sino más constatación de los deseos y realidad de lo antipolíticamnte correcto.
No tiene otro cauce, en los mecanismos intelectuales de la politología académica, que el PRO. Y, en sus demasías, absorbiendo al sector del FAP (el Frente Antiperonista de Binner) que tiene votos. Y a una rama del peronismo conservador. Puede ser. Pero es muy de laboratorio. Habrá que esperar.
El gran ausente, el Partido Militar, sufre la hecatombe interna que tras el gobierno de la Alianza sufrió la UCR, la continuidad del Partido Militar por medios amables. Para terminar de enterrar al radicalismo, el sector que mayor envergadura política, el anti alfincinismo, esperaba en reserva, fue corrido de su razón de ser en la historia por la política de estado más importante del kirchnerismo: la defensa de los derechos humanos. Consolidada esta política en el sentido común bienpensante, esto es, más que mayoritario, algo más importante, hegemónico; la derecha radical perdió su razón histórica de ser, su densidad política. Sólo aguarda el momento de negociar con mayor fuerza con Macri tanto como el sector de la centroderecha socialdemócrata espera lo mismo con Binner o el próximo emergente del conservadurismo tecno.
¿Y si el sistema de partidos no lograra, en definitiva, nunca, o en un plazo largo capturar de manera representativa a este extendido malestar de las gentes conservadoras?
Es una pregunta inquietante.
¿Se puede convivir con el vacío?
Sí, por supuesto.
Es lo que acontece, sin solución, desde la emergencia del kirchnerismo.
Es lo que le sucedió al yrigoyenismo y al peronismo: la oposición era un conjunto de corporaciones articuladas para, sencillamente, derrocarlo.
Conviene traer la historia y sus ecos para recordar que éste, el que transcurre, es el momento de mayor extensión de la vida democrática en toda la historia nacional. Fueron, antes de este período que inaugura tras el suicidio político del Partido Militar en Malvinas, el radicalismo de Alfonsín; antes, fueron Yrigoyen y Perón los que protagonizaron la escena política de los momentos de mayor tiempo de la democracia. De 1916 al 30 y de 1946 al 55.
Conviene apuntar, también, que ninguna corriente gobernó durante tres períodos democráticos, como está haciendo el kirchnerismo, en toda la historia nacional. En toda la historia. Yrigoyen estuvo cerca, aún considerando -y esto es discutible- el período intermedio de Alvear como continuidad, fue derrocato en 1930 por el único gobierno abiertamente fascista que tuvo este país, el de Uriburu.
La situación internacional, con las otrora democracias más avanzadas, sufre de censuras, estrechez de libertades individuales, ajustes brutales, represiones y guerras. No pinta lindo el panorama. Las primaveras árabes no lograron desplegar los sentidos libertarios que ingenuamente se esperaban. La amenaza de invasión yanqui y el terrorismo que ese país practica dejan como nenes de pecho a los brutales dictadores de la región.
Es un gran momento para el renacer de esta primavera menemista. Que no desconoce la historia, la usa de chicana. Y administra el olvido en la medida de sus propias necesidades.
me perdi..que dijiste? q vuelve mendez? me corto las bols
ResponderBorrarme perdi..que dijiste? q vuelve mendez? me corto las bols
ResponderBorrarPuede ser, que a los golpistas por la democracia les gustaría una primavera. Quizás todo consista en ver todo bombardeado desde la última torre más alta del mundo.
ResponderBorrarAl pie de la nota de Sarlo en LN, no se podía dejar comentarios por pedido de la autora. De vez en cuando, por la salud mental de algunos lectores, habría que copiar la iniciativa.
ResponderBorrares asi lucas pero no van a poder con la mayoria -llego el invierno para la minoria cacerolera,a este proyecto socialista no lo paran ni con chicanas ni con falsos msj,la mayoria de la gente dejo de ser boluda y aprendimos a que no todo lo que se escucha y no todo lo quese ve,sucede
ResponderBorrarcual es el proyecto socialista?
ResponderBorrarhubo otros gobiernos abiertamente fascistas en la argentina además del de uriburu, sin ir más lejos el de perón del 52, fue totalitario, ya no le amplió el derecho a nadie más y persiguió con cárcel y listas negras a cualquiera que se atreviera a oponérsele.
ResponderBorrarLeíste a Vertviski el domingo. Me gustaría saber tu opinión.
ResponderBorrar¿Proyecto socialista? jajaajajajajajajajaajaja
ResponderBorrarTodo bien muchachos... ¡Cristina al gobierno y Monsanto al poder!
"Mira Sancho, nuestra suerte no puede ser mejor: 200 o 300 gigantes a quienes voy a combatir y dar muerte...
ResponderBorrar- cuales gigantes?
- esos que agitan los brazos
- no, son molinos...
Dejen de inventar enemigos que parecen Quijote (un pobre loco hablando si les creyera, que no es el caso)
Muy bueno eso de "la primavera menemista". Saludos cordiales.
ResponderBorrarAhh, no se como llegué acá, pero me encontre con un alto nabo !!!!.
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