Ricardo Foster, en lo llano, sentado, con las piernas cruzadas y tomando mate, a mil kilómetros de distancia de esa colina alta, tan alta y allá arriba, finita, tanto que parece que está llena. La colina de los lugares comunes, entre las nubes, en un pequeño milagro ecológico: el microclima.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario