jueves, noviembre 01, 2012

Mitos y verdades del enfrentamiento de Clarín con el gobierno (2)

El 10 de diciembre el estado argentino llamará a licitación las señales audiovisuales que caducan de acuerdo a la nueva legislación. Sin resolver una pregunta crucial: ¿quién financiará, ya no espectro para ONG (cuya deplorable gestión estatal hizo fracasar, haciendo mierda, como si nada, el elemento más progresista de la Ley de Medios: una manga de boludos improvisados que creen saber sobre medios arruina, sin más el elemento más progresista de una ley ellos mismos consideran estratégica) sino el espectro privado? Es decir, de las licencias que Clarín no adecue, y luego el estado llame a licitación, quién y por qué las comprarán.
Los militantes rentados de Clarín dicen que la comprarán "amigos del gobierno". Tranquilos, Magnetto también fue amigo del gobierno y mirá qué tal le va.
La verdad es que la pregunta primaria debería ser económica: un medio de comunicación (no un grupo económico, sino un medio) no es rentable. Y si llegara a serlo, es infinitamente más problemático y menos rentable que tener un campo con soja. Éste es "el modelo". El de la República Unida de la Soja. Claro que arrancar semejantes concesiones al gobierno como han arrancado y arrancan los chacareros multimillonarios (y dueños de los medios de comunicación) requiere de poder político. Para eso sirve un medio de comunicación en la Argentina. Para tener impunidad.
La búsqueda de impunidad puede ser para maximizar el rendimiento de la tierra a través de subsidios (el "modelo" subsidia fundamentalmente "al campo") o para fines menores, pero nadie vende su casa y su campo (nadie del 1% de los Argentinos que tiene esa posibilidad o de los que, ahora en el gobierno, la están adquiriendo) para comprar una radio en capital federal. Por que en un año es más pobre que yo.
Una buena ley, y la ley de medios es muy buena, requiere una organización económica diferente. Por ejemplo, la Cámara de Diputados y Senadores acaba de aprobar un generoso subsidio a las grandes empresas, que no pagará el estado sino los trabajadores. A través de sus ART. Han logrado que perder un brazo sea un asunto estrictamente financiero. El brazo lo pierden los trabajadores, claro.
¿No es más negocio tener una ART que un canal de cable?
¿Acaso el capital tiene corazón y prefiere la exposición pública, la cantidad de empleados, de empleados complicados como somos los periodistas, una competencia en el mercado de verdad como será cuando la ley se realice, a tener una oficina en el centro, una secretaria que esté buena y la vida regalada de los financistas, que son además, cómo que no, gente de campo?
La tasa promedio de ganancia es la variable central.
Y el modo de obtener y reproducir el capital en la Argentina -basta una pequeña historización de los dueños de los medios de comunicación más conocidos, para probarlo- implican, necesariamente, no exhibirse demasiado.
Para cumplir con la ley, aclaremos que este blog pertenece al Señor Google, radicado en el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, fin del espacio publicitario.

3 comentarios:

  1. yohan sebastian mastropiero1 de noviembre de 2012, 11:40 a.m.

    Che el cuervo tomo tu frase del narcosocialismo y se las tiro en la cara. Hermoso.
    Y clarin, de manera muy educada hay que decirlo, que la mame.

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  2. Dejo un par de artículos que pueden servir. Es del periodista de La Nación, José Crettaz. Más allá de que soslaya la capacidad de presión y fijación de agenda de Clarín, es interesante como marca una por una las fallas de la ley y su implementación.

    http://mediaandentertainmentobservatory.wordpress.com/tag/afsca/

    Saludos, Marcos.

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  3. ¿tu frase de narcosocialismo?

    Se pergeñó en un escritorio y se bajó para que los intelectuales orgánicos la repitan al gentío

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