viernes, agosto 29, 2014

El paro y el peronismo



El dato sobresaliente de la jornada es la distancia que, con distintos grados, tomó la dirigencia sindical con el gobierno. La misma que en los últimos estertores del gobierno de Menem. Cuando había también recesión, pero no inflación, un poco más de desocupación, pero menos trabajo en negro.
Y las denuncias de corrupción eran más o menos parecidas. Con la diferencia que Menem tenía el cargo de tráfico de armas y sobre Cristina tarde o temprano recaerá el de narcotráfico. Delitos gravísimos que se suman a las eternas trcuhadas de una María Julia Alsogaray o un Boudou.
Casi los mismos sindicatos, Los Gordos, que acompañaron a Menem acompañan hoy a Cristina; con una diferencia: la CTA en ese momento era fuerte y la UTA, que vivía la crisis del transporte, estaba bajo el movimiento sindical que lideraba Palacios. Pero es desde entonces que comenzó la brutal crisis de infraestructura que se cobró la muerte de tantas personas.
¿Puede haber un peronismo sin trabajadores?
¿El cristinismo será un movimiento de funcionarios lúmpenes?
Los trabajadores cantan de cosas concretas. Los beliebers K te hablan de simiótica, patrullan medios y buscan un culpable para cada uno de los fracasos -cada vez más dolorosos popularmente- de la vieja.
Porque el principal dato es que nadie se movilizó para "bancar" a esa señora encerrada en su programa de TV que luego les habla en el patiecito de las palmeras y todos aplauden, como si fuera una fiesta de 15. Bueno, es una de 15. Feliz cumpleaños, Míster Dólar

No hay comentarios.:

Publicar un comentario