lunes, julio 11, 2011
Silvana Giudice
Una de las enseñanzas -estratégicamente ocultada- que deja la elección porteña es el fracaso del Grupo Clarín en la variante Atendido por sus propios Dueños.
Sin trayectoria ni formación, Silvana Giudice nunca se sonrojó al demostrar lo que era: una operadora del Grupo Clarín, casi sin matices. Lejos de ser una excepción, confirma el giro, ya casi definitivo, de la UCR.
En la ciudad de Buenos Aires no hubo internas. Incluso, antes de que El Hijo De alfonsín sea el candidato por decantación, cuando todavía le reprochaba a Julio Cobos que quiera aliarse con De Narváez y cuando, el cínico, le reprochaba a Sanz que quiera tejer acuerdos con Macri (hoy, El Hijo De alfonsín está aliado a De Narváez y acaba de apoyar a Macri) todos los sectores internos de la vida radical porteña, "consensuaron" la candidatura única de Silvana Giudice.
No llegó, Clarín, en su colectora Atendido por sus propios Dueños, al 1%
cómo hacer de las rosas, pétalos de plata.
Conozco un pibe que tiene 19 años. Lo conocí en Resistencia, capital del Chaco. Yo me había perdido, en una esquina siestera, algo indígena, de esos barrios apenadamente chaqueños, donde la felicidad, es algo, por decir: tangiblemente sencillo. Me indicó la dirección para volver a la pensión donde yo paraba. Me acompañó. Varias cuadras. Calurosas. Me quedó el cuello de la camisa, una camisa que usaba mi hermano mayor, hasta que creció y le quedó chica, me quedó negro de transpiración, el sudor del olvido, el cuello de la camisa. Si me hubiera visto mi abuela, con el cuello, de la camisa, sucio. Qué van a decir los vecinos de la cuadra, ahora que ya no frecuento esas cuadras sobre el río Paraná.
De camino el pibe me hablaba de mi perro, Polémico, así se llamaba. Escribía sobre mi perro. Acá. En esta URL. Se llamaba -falleció (el perro)- Guillermo Moreno. Pero en honor a la síntesis, le decía, en la plaza santafesina donde lo llevaba a mear, Polémico. Polémico, vení. Cuando andaba husmeando las perritas de raza. Las que parecen un coso de peluche. Las que están teñidas, las perras, y llevan con una correa, a un bicho sofisticadamente espantoso. También perra.
No vota en Capital. El pibe, de 19 años, chaqueño.
Estoy imaginando que sí. Y que hay, otros pibes, capaz que tres o cuatro, no más, no me importa, que quieren saber mi opinión. Y quizás, 9 o 10 esperando para curtirme, un cacho más. Y bien. Todo bien.
Hemos perdido en primera vuelta. Por una gran diferencia. Abrumadora. Como el sistema. Que venimos a combatir. Grandiosa derrota, ¿querés que lo diga así, escuchá: grandiosa derrota, tá? Grandiosa en la matemática, grandiosa como los sueños -antimatemáticos- que nos propusimos cumplir. Hacer efectivos.
Mis sueños, mis ideales, mis horizontes, las sensibilidades, incluso, hasta las miserabilidades, las tantas miserias que (también) soy, tenían un cielo, no un techo, un cielo, de utopías, que ya estaban pasadas de moda. Cuando nací. Y cuando nació mi abuelo. Y mi bisabuelo.
Tengo en algún lado, en ese lado raro donde queda el alma, un flipper, una máquina endemoniada que adoro. Cuando me pega algo, cuando me duele algo, cuando me siento derrotado, cuando me tumbaron en el primer round; yo busco fuerzas de cualquier lado, yo, no sé, tengo esa locura, y me gusta, yo redoblo la apuesta.
Los sueños que guardo en el pecho no son fáciles, no son sencillos, no son una fórmula para los publicistas, no son una sonrisa de compromiso, no son una partida de naipes, no se definen de la noche a la mañana.
Yo redoblo mi esfuerzo.
Yo, así, tonto y contundente, redoblo mi esfuerzo.
No hay nada que explicar. A nadie le importa, y está bien, pero yo tengo una posición, de cal y cemento, poco sutil, tosca como esta armazón federal, no es el momento. Los recontrachupamedias que bancan cuando la marea sube -los que se me burlaron cuando, ante esa marea que sube, yo, boludo, dije: no estoy de acuerdo- ahora tienen la fórmula contrafáctica para convertir una rosa en pétalos de oro. Como quería Roberto Arlt. Aunque eran de plata, las que él soñaba.
Mañana -dentro de los mañanas abundantes del proceso social que implica ser uno en el montón, uno soito en el montón, corazón, de esta marea de olas contradictorias de avance firme- conversamos sus interesantes propuestas. Hoy, ahora, yo, redoblo esfuerzos.
Me chupa un huevo la derrota cantada.
Siempre fui un pésimo desafinador cuando cantaba en los actos del colegio. Estoy acostumbrado a la derrota cantada. Estoy acostumbrado a pelearle, a la derrota cantada. Desafino, con orgullo.
Y, de todos modos, caradura, me colgaba la guitarra en la rodilla, y adelante de todos, cantaba. Desafinando. En la escuela primaria. Bien fuerte.
La mayoría de los chicos de la escuela se reían.
Pero yo no me arrepiento de nada.
Que suenen los reboblantes del esfuerzo, los bombos, los platillos, las murgas. Que suenen bien fuerte y con muchas ganas todos los que desafinamos estruendosos. Pero reivindicamos nuestro derecho. A cantar. A soñar. A luchar.
¿Desde cuando somos triunfalistas?
Eso, el triunfalismo, dejémoselo a la derecha.
Nosotros somos los que caminamos por la escalera de la luna. Somos los que creemos en cosas imposibles.
Somos los que hacemos pétalos de plata.
De camino el pibe me hablaba de mi perro, Polémico, así se llamaba. Escribía sobre mi perro. Acá. En esta URL. Se llamaba -falleció (el perro)- Guillermo Moreno. Pero en honor a la síntesis, le decía, en la plaza santafesina donde lo llevaba a mear, Polémico. Polémico, vení. Cuando andaba husmeando las perritas de raza. Las que parecen un coso de peluche. Las que están teñidas, las perras, y llevan con una correa, a un bicho sofisticadamente espantoso. También perra.
No vota en Capital. El pibe, de 19 años, chaqueño.
Estoy imaginando que sí. Y que hay, otros pibes, capaz que tres o cuatro, no más, no me importa, que quieren saber mi opinión. Y quizás, 9 o 10 esperando para curtirme, un cacho más. Y bien. Todo bien.
Hemos perdido en primera vuelta. Por una gran diferencia. Abrumadora. Como el sistema. Que venimos a combatir. Grandiosa derrota, ¿querés que lo diga así, escuchá: grandiosa derrota, tá? Grandiosa en la matemática, grandiosa como los sueños -antimatemáticos- que nos propusimos cumplir. Hacer efectivos.
Mis sueños, mis ideales, mis horizontes, las sensibilidades, incluso, hasta las miserabilidades, las tantas miserias que (también) soy, tenían un cielo, no un techo, un cielo, de utopías, que ya estaban pasadas de moda. Cuando nací. Y cuando nació mi abuelo. Y mi bisabuelo.
Tengo en algún lado, en ese lado raro donde queda el alma, un flipper, una máquina endemoniada que adoro. Cuando me pega algo, cuando me duele algo, cuando me siento derrotado, cuando me tumbaron en el primer round; yo busco fuerzas de cualquier lado, yo, no sé, tengo esa locura, y me gusta, yo redoblo la apuesta.
Los sueños que guardo en el pecho no son fáciles, no son sencillos, no son una fórmula para los publicistas, no son una sonrisa de compromiso, no son una partida de naipes, no se definen de la noche a la mañana.
Yo redoblo mi esfuerzo.
Yo, así, tonto y contundente, redoblo mi esfuerzo.
No hay nada que explicar. A nadie le importa, y está bien, pero yo tengo una posición, de cal y cemento, poco sutil, tosca como esta armazón federal, no es el momento. Los recontrachupamedias que bancan cuando la marea sube -los que se me burlaron cuando, ante esa marea que sube, yo, boludo, dije: no estoy de acuerdo- ahora tienen la fórmula contrafáctica para convertir una rosa en pétalos de oro. Como quería Roberto Arlt. Aunque eran de plata, las que él soñaba.
Mañana -dentro de los mañanas abundantes del proceso social que implica ser uno en el montón, uno soito en el montón, corazón, de esta marea de olas contradictorias de avance firme- conversamos sus interesantes propuestas. Hoy, ahora, yo, redoblo esfuerzos.
Me chupa un huevo la derrota cantada.
Siempre fui un pésimo desafinador cuando cantaba en los actos del colegio. Estoy acostumbrado a la derrota cantada. Estoy acostumbrado a pelearle, a la derrota cantada. Desafino, con orgullo.
Y, de todos modos, caradura, me colgaba la guitarra en la rodilla, y adelante de todos, cantaba. Desafinando. En la escuela primaria. Bien fuerte.
La mayoría de los chicos de la escuela se reían.
Pero yo no me arrepiento de nada.
Que suenen los reboblantes del esfuerzo, los bombos, los platillos, las murgas. Que suenen bien fuerte y con muchas ganas todos los que desafinamos estruendosos. Pero reivindicamos nuestro derecho. A cantar. A soñar. A luchar.
¿Desde cuando somos triunfalistas?
Eso, el triunfalismo, dejémoselo a la derecha.
Nosotros somos los que caminamos por la escalera de la luna. Somos los que creemos en cosas imposibles.
Somos los que hacemos pétalos de plata.
domingo, julio 10, 2011
sábado, julio 09, 2011
Oración a la Madre Teresa de Calcuta.
Una de las (pocas) cosas que me molestaba de Facundo cabral -a quien admiraba, más allá de esas contemplaciones que el misterio de la muerte trae, desde algún lugar desconocido, en forma de piedad, a nosotros, los que nos quedamos acá- era su apelación a la Madre Teresa de Calcuta. La Madre, con mayúsculas. Esta vez. Nunca escribo dios ni santo ni madre con mayúsculas. Me molestaba por que el espacio vital de lo religioso, lo notaba en Facundo en su poesía y en la calma de su música. Y en que vivió del modo en que cantó, contó, compuso. Y elegía repertorios sutiles, variados, recorridos, para darle, en cualquier lugar del mundo, su tono. Sereno. Manso. Me impresionaban los videos de cuando era joven. Su narrativa en torno a la historia vivida, impregnada del fervor religioso. Ese que no tengo. Que tuve. Supongo que si existe algo en el más allá, como la Madre Teresa de Calcuta hizo los deberes, debe estar ahí. Y Facundo Cabral, también. En buena hora.
Los viejos pastores. En ese lugar donde si existe no voy a estar. Sino en el bando contrario, donde estarán mis amigos, las chicas que besé, mis adversarios, mis ideas ateas, las emociones herejes, las noches desperdiciadas. Del otro lado, en cambio, no hay mucho por lo que interesarse. Excepto Facundo Cabral.
El tipo de barba que escuchaba mi vieja en los tempranos años 80.
Cuando el niño que yo era todavía creía en dios.
Y en la Madre Teresa.
Que así sea.
Facundo Cabral
Qué mala noticia. Asesinaron a Facundo Cabral, en Guatemala.
"Fue mudo hasta los 9 años, analfabeto hasta los 14, enviudó trágicamente a los 40 y conoció a su padre a los 46. El más pagano de los predicadores cumple 70 años y repasa su vida desde la habitación de hotel que eligió como última morada"
http://es.wikipedia.org/wiki/Facundo_Cabral
viernes, julio 08, 2011
Descubren que De la Rúa sigue volando en el helicóptero con el que se fue en 2001
Descubren que De la Rúa sigue volando en el helicóptero con el que se fue en 2001
"No sabemos bien cómo pudo pasar algo así, pero es cierto", confirmó la ministra de Defensa, Nilda Garré. "Todo empezó a salir a luz cuando vimos en el presupuesto anual una partida de 12 millones de pesos que no sabíamos bien para qué era. Entonces nos enteramos de que es para el combustible de esa máquina, que ya lleva siete años seguidos volando", agregó.
Tras el descubrimiento, las autoridades tomaron contacto por radio con el piloto del helicóptero, quien confirmó que De la Rúa jamás bajó de la aeronave desde que abandonó la presidencia. "El doctor no se decide sobre dónde bajar, y a veces cuando parece que elige un lugar, enseguida se retracta y volvemos a tomar altura", contó el encargado de conducir el transporte aéreo. De la Rúa sólo permite los descensos indispensables para cargar combustible y subir provisiones.
Al ser consultada por este portal acerca de cómo vive la increíble situación, la esposa del ex jefe de Estado, Inés Pertiné, confesó que no había notado que De la Rúa no estaba en casa. "En realidad, tampoco sabía que había renunciado. Qué pelotudo, ningún trabajo le dura", reprochó.
Más, en El Angau
Espacio publicitario
AGL - Artes Gráficas del Litoral from EL Litoral on Vimeo.
Además de imprimir boletas electorales para Binner, el gobernador soviético de Santa Fe, AGL nos cuenta en este video cómo desde hace más de dos años en pocas horas puede Clarín imprimir su principal diario y, en 50 minutos de avión, tenerlo en Buenos Aires, por las dudas si hay un piquete, je. Digo, ya que el verso de la tapa en blanco no funcionó. "En condiciones de atender la demanda de la región y el país".
No sólo que Clarín y su socio en Expoagro, la muestra binnerista, La Nación, podian editar el diario en sus plantas de Buenos Aires con el papel que subsidiamos con la plata de los jubilados, sino que con amor y cariño, podrían haberlo hecho, tranquilamente, en Santa Fe.
Lástima que Binner no supiera todo eso, y que contrató por adjudicación directa a una empresa que no sabía que era de Clarín para imprimir las boletas por que, claro, no se va andar fijando si esa empresa tiene dueños serios, si tiene capital, si tiene experiencia en estas impresiones (no), si la busca la justicia, quiénes son sus accionistas, cómo su composición, naaa, un gobernador como el soviético Binner, está mirando al futuro, a la Mesa de Enlace, a cosas más trascendentales.
Majul es fabulador. Pero aparte, tremendamente tonto.
Escribe en Perfil Luis Majul, sobre el libro que firmó:
Por ejemplo, en el segundo capítulo aparece Martín Redrado denunciando que Kirchner lo presionó para que subiera el precio del dólar porque tenía que comprar dos millones de esa moneda mientras él era presidente del Banco Central.Ya recibido de El Tonto y con un posgrado, fabula que Kirchner presionó a Redrado para que suba el precio del dólar porque Néstor quería comprar y, según El Tonto, Néstor tenía ganas de gastar más pesos en la compra.
jueves, julio 07, 2011
el amor en los tiempos de las operaciones. No sé Favaloro, pero acá hay como un récord de operaciones....
Por Claudio Gastaldi
El efecto Carrió
En la década del 90 la política iba detrás de las encuestas, cambiando su naturaleza vanguardista por su contra, la retaguardia. Hoy, un sector de ella, la oposición, se maneja con la agenda del principal actor político del país luego del gobierno, el establishment mediático, siguiendo así el derrotero de los años 90 y relegándose. El patetismo es similar y alienta a hacerlo notar y por si alguno confunde la intención, para este gobierno es pura ganancia. Sin embargo, ese accionar desprestigia la política, la degrada, la ubica en un no lugar, huérfana de ideas, la muestra como contrapeso de sí misma, en un momento en que la politización social alcanza niveles dignos de ser destacados. Hoy el tema es Verna y antes fue Cariglino y antes, y antes…Claudio Gastaldi
Turbados, desconcertados, llenos del odio de la impotencia, todos los días aparecen negando los dichos del día anterior con un nuevo disparate. Hoy la onda es Verna cuya actitud es tomada por Joaquin Morales Sola que se anima a asegurar, “Carlos Verna (candidato a gobernador de La Pampa renunciante) gatilló la más espectacular reacción del peronismo ante el increíble proceso de concentración del poder presidencial”.
Además y como ya se sabe, actúan en tándem con Clarín que también hoy publica declaraciones de Cariglino (uno de los barones del conourbano)que se fue con Eduardo Duhalde y que sale a decir que “Verna es valiente, expresa lo que muchos quisieran hacer y no pueden”.
Conmueve la poca importancia que le dan a la esquizofrenia que generan. De tan burdas sus apreciaciones hacen aparecer como brillante a un gobierno que simplemente utiliza una lógica elementalísima.
Desde hacía más de un mes que a la presidente la habían enfermado, la mostraban deprimida, dubitativa, casi quebrada y con enfermedades de variada índole, no parecía que fuera así, en los actos ella se mostraba exultante, pero insistían. Pretendían generar la idea que ella podía no presentarse a la reelección, creando un vacío de poder. Hasta la habían mostrado confrontando con sus hijos, en especial con su hija que “desaprobaba que su madre siguiera en política”.
Un buen día la presidente dijo que iría por su reelección y que hacía 8 meses que lo tenía decidido. El simple anuncio produjo un desbarajuste, Elisa Carrió afirmó que se sentía “engañada” y ofendió, como lo hace siempre, la señaló como impostora del dolor al llevar un luto durante tanto tiempo, etc. etc.
Vale decir que Carrió se engañó a si misma. La explicación es que se retroalimentan tanto con los multimedios que se terminan creyendo sus propias operetas.
La presidente anunció algo que se caía de maduro pero que, sin embargo, apareció como una movida “brillante”, “genial”, cuando en realidad, no había hecho más que jugar con los tiempos y los plazos legales, algo que en realidad podía hacer cualquiera.
Similar lo que ocurrió con la elección de los vice, el de ella, Amado Boudou y el de Daniel Scioli, Rubén Mariotto. La mostraron monárquica, autoritaria, humilladora, cuando hasta hacía poco la hacían aparecer débil frente al imponente aparato pejotista, incapaz de doblegar esa monumental maquinaria electoral.
A propósito del caso Mariotto, vale recordar que la más variada gama opositora y a efectos de desnaturalizar el apoyo de los sectores progresistas a este gobierno, se mofaba de ellos con el argumento que tenían que apoyar a los” barones” del conurbano bonaerense. Ahora y en vista que esos “barones” están lejos de ser lo que eran y han perdido poder, prueban por otro lado, los azuzan asegurándoles que el “cristinismo” los viene a desbancar y muestran al mismo Scioli al que hasta hace poco alentaban a desbancar a CFK, como un dominado al que acaban de humillar.
Una de las últimas y grandes jugadas mediáticas tendiente a producir miedo, fue que la CGT y el moyanismo habían copado el gobierno. Saltaron con tanta virulencia que es imposible disociarlo del momento en que largaron la andanada : las paritarias, el momento en que se discutían o había comenzado el debate salarial, ¿ que quedó de todo ese humo ?.
Hoy, se sabe que los legisladores ubicados por la CGT en las listas de candidatos, son menos de la mitad de los que tenía hasta ahora.
Como síntesis se puede afirmar que, hoy y en vista de que los “progres” que apoyan a este gobierno se animan a decirlo y no se sienten tan amedrentados como antes por el stablishment mediático, prueban si les va mejor azuzando al peronismo más ortodoxo y a Moyano.
Es lo que explica porque, apenas conocido el nombre de Amado Boudou y Marioto como vices de CFK y Scioli han salido a señalar que, el “cristinismo” (así lo llaman ahora), ha venido a “colonizar” al peronismo verdadero.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)