jueves, agosto 11, 2011

La mañana



Cuarto día sin agua. Limpian los tanques. Me acordé de una cosa. Y me enojé. Me desperté y me enojé y me levanté. Ni 5 horas, durmiendo. La puta madre. Cuatro días sin agua me hicieron querer un helecho que está casi marchito. Un regalo, desafortunado. La verdad. Pobre planta. Más abandonada que Rossi al cerrar las mesas de votación. Pero, sino tengo agua, me dan ganas de regarlo. Al helecho. Todo triste, marchito, tanguero, ahí, solo, en el rincón, tan parecido, a mí. Dando pena. Acobardado. Mudo. Bueno, en eso no es parecido. Yo hasta hablo solo. Cuando ya nadie quiere escucharme, hablo solo. Abro la ventana, grito un poco. El portero del edificio de enfrente cree que estoy loco. Me divierte. Sé que se junta con el de la farmacia a reírse de mí. Qué más da.
Me voy a la esquina, al bar, a desayunar. Me estoy enamorando de la señorita que vende flores en esa esquina. Lástima que sea tan fea. Y radical. No me acordaba haber escrito ésto. Vivía en un piso muy alto, bajar era un incordio. Es cierto, no hay nada tan importante, que decir. Se me fue el enojo.
Si tuviera una flor me la pondría en el ojal.
Que es un milagro despertar y todo eso. La sensación de estar colgado de un avión.
Buenas noches.

miércoles, agosto 10, 2011

Fotos


Recién en 678, Barragán se preguntaba porqué alguien tan refinado como Fontevecchia puede tener un diario tan grasa como Libre. En fin.
Resulta que Fontevecchia también tiene una publicación, además de Caras, que se llama Fortuna, y entrega unos premios a empresarios amigos y auspiciantes.
Abajo de la segunda foto dice:
En pleno diálogo, el ex ministro de economía Roberto Lavagna, la periodista Karina Alonso Piñeiro, Adelmo Gabbi, Cristiano Rattazzi (presidente de Fiat Argentina) y Luis Pagani (Arcor) -de izquierda a derecha-.
Ajá. ¿Falta nombrar a uno, no, Gerardo?

Rajemos


Atilio Benedetti, candidato a gobernador de Entre Ríos, apoyado por Binner, Carrió y El Hijo De alfonsín, terrateniente de pocos escrúpulos, difunde este patético video.
Pobre nene.

Ishii


martes, agosto 09, 2011

Checha Merchán se va de Libres del Sur



Checha Merchán, diputada nacional por Córdoba de Libres Del Sur, se alejó de Libres del Sur con una carta: 

Luego del cierre de las listas y ya logrados todos los acuerdos necesarios desde Libres de Sur, encuentro la necesidad de expresar al conjunto de compañeros y compañeras cuáles son las causas por las que no estuve en el centro de la disputa y decidí aislarme de ese proceso.
...

Si bien compartí los lineamientos generales de la organización de apartarnos del gobierno mis diferencias se derivaron fundamentalmente de nuestra forma de hacer oposición. Consideré que el kirchnerismo nos disputaba decididamente nuestro perfil y que muchas de sus iniciativas entusiasmaban a nuestro espacio político más allá del activismo.

También tuve muchas dudas respecto de las imposibilidades del kirchnerismo de recuperar sus vínculos con una parte de la sociedad y con que hiciéramos durante tanto tiempo hincapié en la debilidad política de Cristina Fernández y su incapacidad de ponerse frente al PJ y encolumnarlo tras su reelección representando, a pesar de eso, a una parte del espacio progresismo nacional y popular.

La muerte de Néstor Kirchner y el reacomodo del kirchnerismo en sectores afines a nuestra identidad y fundamentalmente la adhesión que logró en sectores populares, también impactaron en mí de una manera diferente. Me costó mucho leer ese momento de la misma forma en que lo interpretó el resto de la dirección.

Como teníamos diferentes visiones respecto de algunos debates no me sentí apoyada en nuestra dirección a la hora de plantearlos tanto al interior del interbloque como en la posibilidad de defenderlos públicamente a pesar de que habían sido consensuados en nuestra dirección. Los ejemplos más concretos fueron el proyecto de papel prensa y una discusión con Pino frente a los presidentes de bloques en la cámara de diputados respecto de matrimonio igualitario. Estos dos momentos pierden valor a lo largo del tiempo pero en mi caso fueron importantes en la pérdida de confianza. La dirección tenía más preocupación por cuidar la figura y el vínculo con Pino que por algunas leyes e ideas por las que peleábamos. Cuestión absolutamente lógica teniendo en cuenta las diferencias incluso respecto de las potencialidades electorales y políticas de Pino.



Otra diferencia fue que nunca me identifiqué plenamente con el espacio de proyecto Sur. Durante los últimos meses, la decisión de Pino de no ir como candidato a presidente después de más de años de campaña que realizamos en todo el país, su decisión de ir por la capital, la forma en que lo hizo, la posterior decisión de armar fórmula nacional propia, demuestra que lo que pensaba de la falta de interés de ese sector de ganar y disputar verdaderos espacios de poder, era real.



Más allá de muchos claroscuros considero interesante la opción del FAP, pero a esta altura no hay condiciones para que yo desde Libres del Sur sea representante de este espacio político.

Tengo dificultades para defender con energía y decisión esta propuesta aunque, como no tengo una superadora, y en este tiempo haya transitado con más dudas que certezas, mi respuesta haya sido estar en silencio.

Todo este proceso generó distancias, desconfianza política y problemas de comunicación que han producido un desgaste importante en mis vínculos internos con las direcciones.

La decisión de mantenerme al margen es la mejor manera que encontré para no afectar los intereses de una organización a la que pertenezco hace 23 años y a la que he aportado lo mejor que tengo. También fue la manera que encontré para no conflictuar inútilmente a nadie y preservarme como persona y militante.

Ahora necesito comunicarme con mis compañeros y compañeras cuando surge el interrogante, no con  el objetivo de convencer sino de explicitar mi situación.

Siento una profunda tranquilidad de haber actuado siempre con honestidad, con compromiso, con convicción y con alegría todos estos largos años de mi vida en los que, además, estreché los mejores lazos de compañerismo, amistad y amor que alguien puede lograr.
También siento la felicidad de decir que en estos años difíciles todo lo que hice estuvo del lado de los intereses populares a los que intenté representar de la mejor manera posible logrando leyes importantísimas de las que me siento orgullosa de haber sido protagonista.

Siempre agregué lo que soy y lo que hago, puse lo mejor que tenía a esta querida organización y todo lo que he construido políticamente está en ella por eso no puedo quedarme en estas aguas estancadas porque sé muy bien que las aguas estancadas se pudren y no deseo que eso ocurra ni por la organización ni por mi.

Quiero tener un vínculo sano y recomenzar de nuevo para poder seguir dando las peleas, para volver a discutir abiertamente, para poder seguir peleando por una patria libre, justa y soberana, para poder seguir la militancia sin relaciones enviciadas y encontrar nuevamente el mejor lugar desde donde aportar.

Por estos motivos es que tomo la resolución personal de apartarme de Libres del Sur.

Hasta diciembre seguiré trabajando para lograr que algunas leyes que nos hemos propuesto lleguen a fin de año con posibilidades: la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, la despenalización del consumo y tenencia de drogas y discutiré con Libres del sur y  sectores aliados las demás leyes que se presenten.

Seguramente después de octubre o el año próximo pueda profundizar debates con todo respeto y con toda libertad para sintetizar una experiencia tan rica y compleja como la de los últimos años. Este para mí es un tiempo de cierre y para el resto de la fuerza un tiempo de campaña electoral por eso creo que no es el momento de grande documentos de debate ni estoy en condiciones de hacerlos pero quedo a disposición de todos los compañeros y todas las compañeras que quieran hablar conmigo.  

Creo en la militancia que se hace con alegría, con creatividad, con libertad y decisión y creo que los espacios de representación son muy importantes cuando se hacen en esas condiciones. Es lo que hemos hecho colectivamente desde la diputación en este tiempo.

A los 16 años comencé a militar con el sueño de revolucionar la realidad. Hoy tengo ese sueño intacto más allá de los errores, más allá de los problemas, más allá de las posibilidades personales, más allá de cuál sea el devenir histórico.

Un abrazo enorme
la Checha

Acá la carta completa y la respuesta de Tumini.

Alcira Argumedo ya da pena


Mal tipo, Pino Solanas se borró -como Macri- y Alcira Argumedo, antes del papelón electoral del domingo, intenta recorrer la Pampa Sojera con más pena que gloria. Ahí, rodeado de sus candidatos a gobernador (Don Prestamista), intendente y legisladores en Paraná, y la asistencia de 2 (dos) militantes, el domingo, en la costanera, lugar de encuentro y concurrencia de toda la capital entrerriana y alrededores. Da pena, esta derecha neurótica y distraída, pero siempre enojada. La cámara, generosa, acerca el primer plano. Pero igual, no sé, se nota mucho. Me dan ganas de largarme a llorar. Atrás, uno de los evasores fiscales que lideraban el corte del túnel sufluvial durante el alzamiento patronal para desabastecer la ciudad. Etcheverría, de apellido. Qué feo que los medios concentrados te abandonen así...qué feo! A los 2:18 el video muestra-sin querer- que hay...15 personas. Y uno no tiene ganas de escucharla y se aburre contra la baranda. . mientras Argumedo habla de los trenes, justamente en la provincia donde los trenes volvieron. Y se crearon nuevos ramales. Pero esos son detalles.

el poco conocido humor chaqueño







Un alma de trapo de cocina



Oliverio Girondo 
HAY QUE COMPADECERLOS 


No saben.
¡Perdonadlos!
No saben lo que han hecho,
lo que hacen,
por qué matan,
por qué hieren las piedras,
masacran los paisajes…
No saben.


No lo saben…
No saben por qué mueren…
Se nutren,
se han nutrido
de hediondas imposturas,
de cancerosos miasmas,
de vocablos sin pulpa,
sin carozo,
sin jugo,
de negras reses de humo,
de canciones en pasta,
de pasionales sombras con voces de ventrílocuo.



Viven
entre lo fétido,
una inquietud de orzuelo,
de vejiga pletórica,
de urticaria florida que cultiva el ayuno,
el sudor estancado,
la iniquidad encinta.

No creen.
No creen en nada
más que en el moco hervido,
en el ideal,
chirriante,
de las aplanadoras,
en las agrias arcadas
que atormentan el éter,
en todas las mentiras
que engendran las matrices de plomo derretido,
el papel  embobado
y en bonina.

Son blandos,
son de sebo,
de corrompido sebo triturado
por engranajes sádicos,
por ruidos asesinos,
por cuanto escupitajo se esconde en el anónimo,
para hundirles sus uñas de raíces cuadradas
y dotarlos de un alma de trapo de cocina.




Solo piensan en cifras,
en fórmulas,
en pesos,
en sacarle provecho hasta a sus excrementos.
Escupen las veredas,
escupen los tranvías,
para eludir las horas
y demostrar que existen.


No pueden rebelarse.
Los empuja la inercia,
el terror,
el engaño,
las plumas sobornadas,
los consorcios sin sexo que ha parido la usura
y que nunca se sacian de fabricar cadáveres.
Se niegan al coloquio del agua con las piedras.
Ignoran el misterio del gusano,
del aire.
Ven las nubes,
la arena,
y no caen de rodillas.
No quedan deslumbrados por vivir entre venas.
Sólo buscan la dicha en las suelas de goma 
Si se acercan a un árbol no es más que para mearlo.
Son capaces de todo con tal de no escucharse,
con tal de no estar solos.


¿Cómo
cómo sabrían
lo que han hecho,
lo que hacen?
¿Algo tiene de extraño
que deserten del asco,
de la hiel,
del cansancio?
Solo puede esperarse
que defiendan el plomo,
que mueran por el guano,
que cumplan la proeza
de arrasar lo que encuentren y exterminarlo todo,
para que el hambre extienda sus tapices de esparto
y desate su bolsa ahíta de calambres.


Son ferozmente crueles.
Son ferozmente estúpidos…
Pero son inocentes.
¡Hay que compadecerlos!
¡Hay que compadecerlos!





Don Gato y su pandilla.




Durante una reunión con sociólogos, hace varios años (antes de que exista el kirchnerismo) escuché el consabido "las elecciones legislativas son, para el votante promedio, la oportunidad de expresarse más en sintonía con sus valores, a diferencia de las elecciones ejecutivas". Interrumpí para disentir, cosa que con el tiempo, he ido moderando (una verdad sin fundamento, pero repetida muchas veces, termina siendo una verdad. Ayer, en un corte de 678, Orlando Barone me pidió que explique "el voto de Córdoba, el voto rural, de la soja". Casi es imposible salirse de eso; yo contesté que tal voto no exista, bah, que existe, y es el voto de la zona norte porteña a Macri). ¿Cómo se explica que "el votante promedio" no crea en el Congreso -parlamento, le dicen ahora, los alienados chics- y sin embargo se exprese "más ideológicamente"? Se puede explicar, con algún vericueto, claro. Para mí, es sencillo: la ideología, como tal, está cargada también de valores negativos, de juicios negativos. Así, en las elecciones legislativas, hay un pequeño desplazamiento del voto hacia la derecha, hacia la antipolítica, que bien puede expresar en un voto testimonial a "luchadores obreros". Da lo mismo. El caso es que ese desplazamiento, menor y discontinuo, se da en las elecciones legislativas porque a esos votantes, les chupa un huevo el Congreso.
A los únicos que linealmente les importa que un "luchador obrero" ingrese al ámbito burgués por excelencia, institución liberal si las hay y, en la teoría revolucionaria (que no es la que usan nuestros revolucionarios profesionales) principal enemigo de la lucha social, es a los candidatos, y un puñado de abnegados militantes. Que rotan de acuerdo a la inexorabilidad de la biología.

Del mismo modo, las lecturas forzadas sobre si un cordobés elige a un gobernador pensando si está a favor o en contra de Cristina, chocan contra la complejidad del proceso electoral y de nuestro país.
Lo complejo, tiene una gran virtud: es difícil de entender, pero es más difícil aún de explicar. La virtud radica en  que, lo complejo, crea una industria cultural explicativa, maná de amores para quienes vivimos de ese chamuyo.

1) La Nación aún es un camino a recorrer. Y dónde queda ese camino está en disputa.

2) Las ciudades más ricas -las portuarias- necesitan menos del estado, por que ya se hicieron un estado a medida. Pagado por los más pobres. El estado que hoy necesitan es, prioritariamente, un estado vigilante de los otros, un muro, una reja. Una provincia, del norte, de la Pampa Húmeda, de Puerto Madero, del frío y desarraigado sur, es una unidad política que incluye a su interior estas complejidades, a la par que como unidad política intenta asimilarse y disputar dentro de complejidades mayores; que remiten en primer lugar a la construcción de una Nación. Aunque, no solamente. También, digamos, "al mundo". (Otra cosita: le contaba, el sábado, a una amiga: cuanto más lejos se esté de los países limítrofes, más se los exalta o rechaza en nuestro país. Las boludeces sobre Uruguay, Brasil y Chile, yo las escucho en la República de Palermo, en la ciudad de Rosario, incluso, en la costa del paraná entrerriana. Es difícil que te la cuente un argentino que vive al lado de esas fronteras: básicamente, porque el flujo de migración es hacia acá, no hacia allá. Genera problemas en argentina porque la nafta es más barata, la educación, la salud, públicas y de mayor calidad, la jubilación y asignación familiar son universales, y así; pero encima, la relación periferia puerto es más desigual en esos países y menos dramatizada políticamente).

3) De La Sota, como Kirchner, se alinea consigo mismo. Las sutilezas son mayores que la vulgata predominante. Que da por sentado una mentira: Kirchner fue menemista. De ahí a que De La Sota es antikirchnerista, Isfrán es ultra K, Urribarri es progresista, Peralta un delegado, etc. Boludeces a conveniencia de las anteojeras.
Los factores condicionantes existen y cualquier gobernador es un producto sobrado, con mayor o menor talento político, de eso.
Hay casos paradigmáticos: Sapag, recientemente fallecido, en Neuquén, los Saá en San Luis, los Kirchner en Santa Cruz, Binner en Santa Fe, Isfrán en Formosa. Una mirada atenta va a encontrar más similitudes que diferencias. Básicamente, porqu todos los gobernadores dependen de una puja nacional distributiva.
¿Que los indicadores sociales de Santa Cruz son mucho mejores que los de Formosa, que Neuquén es mejor la distribución del ingreso que en Santa Fe? Sí, obvio.
Pero la pregunta es: ¿Si Kirchner hubiera gobernado Formosa, Isfrán Santa Cruz, Binner Neuquén, Sapag Santa Fe, sería este país radicalmente distinto? Pregunta contrafáctica, al efecto explicativo: no, claro que no. Los condicionamientos estructurales son duros y concretos en el noble oficio de ejercer el gobierno.

4) Existía, antes, una categoría portuaria -que me parece aún válida-para explicar esto: el conservadurismo popular. El origen y desarrollo de la categoría remite al puerto, a una izquierda liberal, en épocas en que se creyó revolucionaria. Y se acercó al peronismo, para dotarlo de una vitalidad que no tenía. Perón se encargó de hacer mierda todo eso.
Con esa categoría se blandieron las espadas contra la ortodoxia peronista.
El problema es la represión durísima y criminal que existió contra esta izquierda, predominantemente joven en los años setenta. Que impidió, a mi humildísimo juicio (sic: ¿quién mierda puede considerar que ni más ni menos que un juicio puede ser un proceso cargado de humildad?) el desenvolvimiento teórico a la par de la experiencia política.

5) Pero. El retorno de la democracia, y particularmente el ciclo kirchnerista, permite valorar mejor estas cosas. Dicho filosamente: la izquierda peronista llegó al gobierno de varias provincias en los años 70, Perón los hizo mierda o libró las condiciones para que los hagan mierda. ¿Cuáles experiencias de gestión y qué legado dejaron?
Esa pregunta, sí que hiriente, es poco visitada detrás de narrativas predominantemente "nacionales", por alguna razón. Que mejor no mentar.

6) Estas preguntas y dilemas y exabruptos son, a mi juicio, el candelabro que se desplegará tras la reelección, si se da, de Cristina.

7) Mónica López no dice la verdad. No fue la inseguridad, no pegó un ojo porque la hija salió conmigo.

lunes, agosto 08, 2011

jo jo jo


Leo Mattioli 2



Ciudad de la Alegría, la película.
Hay un personaje, indio, que migra del campo a la ciudad. Sacamos el aspecto sobornable de los dos yanquis que quieren salvar el mundo, convenientemente rubio, convenientemente maternal, la mujer. Queda un drama político de sensible narrativa. De precisa fotografía.
No recuerdo la pronunciación de los carros que, tirados por un hombre, corriendo las calles, entre bocinazos, caos real de tránsito, se usan como taxis. El personaje principal, indio, trabaja en uno de estos carros.
Es mi Leo Mattioli.
O es el Leo Mattioli que algunas chicas lloran. En los barrios obreros de Santa Fe. En las tierras inundables. En las peñas largas.
Un fornido transpirando, bailando entusiasta y respetuoso, preferentemente empleado público. O con vocación de empleado público. De baja o mediana categoría. Militante de base. Puede ser radical, aunque mayormente peronista. Nunca sale del bipartidismo. Bailando Leo Mattioli. En un club de barrio. Un casamiento. Con guirnaldas. Mucha cerveza. De litro. Vino tres cuartos. Mayoritariamente tinto. Y gurisitos entrerrianos, con corbata, que juegan, por ahí.
Es una escena frecuente.
Nacional y Popular. Provinciana. La vida hecha un aguinaldo. Las chicas, buscan novio. Los chicos, ascender al torneo metropolitano. Se mezclan universitarios -muchas carreras humanísticas- y profesorados. De gente así salen los profesores. Los que han sostenido este país en los peores momentos. Los inbancables de mi adolescencia. Hoy jubilados, se juntan, melancólicos, en el living de la casa de mi vieja a hablar de lo mismo. Siempre de lo mismo.
Los autos viejos que recorren las calles, nunca polvorientas, de las ciudades donde me fueron hiriendo, viajan de a cuatro por la mañana bien temprano, apenas amanece, al trabajo. Esquivan bicicletas. Vendedores de limones. De humo. Algún semáforo nuevo, en época de elecciones.
Escuchan las noticias.
No a Leo Mattioli. Que es la noche. Y el escape. Hacia un nuevo amor. El amor -esa obsesión literaria- en Leo Mattioli es la desesperación de quien transcurre, inexorable, hacia un escape. Como una metáfora remanida de la arena entre los dedos. Que se escapa. Como se escapa la vida.

Los lugares comunes -de inexplicable buena prensa- han ascendido a la categoría de oficio, con agregados científicamente inútiles como la pirámide invertida. En la música prologan la sobreinterpretación del pastiche. La cursilería.
De decir, siempre te amaré. Por ejemplo.
Aplausos.

El problema, sofisticado, del arte de provocar y diferenciarse tomándose el tren de lo más grasa, es que en el fondo (y en la superficie) tenemos en común, como lugar común, la vida. Y la posibilidad inexorable de morirnos. Esa cursilería.
Así que se trata de ganar mayor margen posible para vivir como uno quiera. Aunque no se sepa bien por qué. Ni para qué. Se trata, de bailar de esa manera. De cualquier manera.


Clarito