jueves, septiembre 08, 2011

Las horas perdidas.





 Acá me entrevistaron (yo acepté porque pensé que me iban a pelear y todo eso que me gusta, pero no fue así, mejor, quizás: me estoy haciendo viejo, esa es la verdad)

Entrevista a Lucas Carrasco. El chico de las horas perdidas


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Y un día me dijeron: ¿Por qué no lo entrevistás a Lucas Carrasco? – Que se yo, puede ser. –dije – Y como viene haciendo este tipo surrealista, la cuestión me quedó dando vueltas un par de semanas. ¿Qué tengo yo para contar de Carrasco, que no sea lo que él cuenta de sí mismo? Es un joven polémico, creí haber resuelto en mi respuesta, Carrasco es sobre todo un tipo polémico, creo. Es también, parece, un buen tipo. Es, además talentoso, y de un tiempo a esta parte se ha vuelto influyente en ese nicho que se llama kirchnerismo y molesto en el otro nicho de los que son antikirchneristas.
Entonces decidí que tenía que buscarle algunos detalles, y supe entonces que era lo que quería preguntarle y que no quería preguntarle.
Le mande un mail, para mi alegría, había leído ya el blog, y recordaba cierta vez en donde le pegábamos un poco, quizás por el desencanto que devino después de la vez en que no le importó nada y catalogó al ministro de economía con los adjetivos propios de su pasado. – Y bue – dijo. Y estuvo bueno.
Esto es lo que me contó, fue muy generoso, y yo elijo creerle. Me caen bien los tipos que juegan con su modestia, pero que tienen algunas certezas de su tamaño.
Con ustedes, nueve preguntas para un tal Carrasco, Lucas.
¿Tenés tres o cuatro canciones preferidas, de esas que vos digas, son mis canciones? y ¿me podés contar por qué?
Las horas perdidas, de Zambayonny. Escribí muchas cosas con esa canción. Porque escribo escuchando la misma canción una y otra vez. Porque es el modo de quedarse en el mismo clima emocional, si es que eso es posible. Pero a la cuarta, quinta vez que se escucha, seguida, la misma canción, cada palabra toma un ritmo musical encadenado a otros significantes, y el peso de cada una de esas palabras en la cadena de sentidos se dispara. Es mi práctica, más que una teoría. Y me gusta.

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ay!



Click en la imagen para ampliar, tomado de acá. 

Juicios abreviados por TV



A veces se necesita la suficiente perspectiva, lejanía y distancia con las cosas para poder opinar con mayor rigor. Por eso, en temas de Justicia, como el caso Candela, siempre es importante escuchar las opiniones de Lorenzetti, que habla desde afuera: él tiene la suficiente distancia, perspectiva y lejanía para emitir una sesuda opinión en torno al tema, sin olvidar que, ante cualquier repregunta, mandará a limpiar el riachuelo. Por supuesto, Lorenzetti, sobre el caso Candela, pidió al gobierno más dinero para que lo administre él, porque, dice, "hacen falta más jueces". Una opinión profunda. Y comprometida. Adrián Suar debió haberlo tenido en cuenta para el festilindo que armó con esa gente de corazón enoooooorme como Facundo Arana, Guillermo Francella y Ricardo Darín. Son tan pero tan buenos que se les perdona su aire reaccionario, porque claro, una persona taaaaaan buena está exenta de pagar las expensas de las sucias cosas terrenales, como la política, cosa de porteros. Y empleadas domésticas. Ellos, desde las alturas del compromiso dignamente solidario, no están para esas cosas. Como por ejemplo diferenciar amplificar mensajes mafiosos de su corazón enooooooorme, o sucias jugadas políticas del Grupo Clarín -donde Adrián Suar no tiene nada que ver- de su corazón enooooorme. Me encanta la gente de buen corazón. De corazón enooorme. Como Francella.
En todos los diarios, mientras tanto, nos enteramos dónde viven los detenidos express, total son villas y barrios obreros, con cuáles elementos de prueba los detuvieron-con ese criterio, si la demagogia penal se aplicase con esa vara, en el caso García Belsunce tenían que detener a todo el country- y los nombres y apellidos de quienes son "partícipes necesarios". Aunque, todavía, no se sabe quién la mató ni porqué, la demagogia punitiva -hola, Lorenzetti, ¿en qué andás?- ya tiene a los partícipes necesarios. Qué celeridad! Y eso que, según Lorenzetti, "los juicios tardan mucho". Opina un observador independiente. Por eso pide más dinero. Que sale de los impuestos. Impuestos que, los agobiadísimos jueces, por suerte, no pagan.
Un testigo de identidad reservada -o sea, el único al que no le publican su nombre y dirección exacta- nos cuenta en cadena nacional quién fue el culpable. Nos lo cuenta, para que sea más creíble, en lenguaje coloquial. De negros. De mierda.
Mucha eficacia para manejar "testigos de identidad reservada".
Tanta que, más pronto que tarde, si alguien se aviva, la corte suprema tendrá que salir a pedir que limpien el riachuelo.
Aplausos, por favor.
Zaffaroni, preocupado por el linchamiento mediático (cuando es hacia él) tiene una opinión profunda sobre estas cosas: hay que limpiar el riachuelo.
Yo también los quiero.
Mucho. 

vamoooooos!


miércoles, septiembre 07, 2011

algo peor que Arjona


chau Das Neves, pero lo importante...es participar!

Cuenta Maricé: 

La campaña nacional de “Duhalde más Das Neves”, pasa por su peor momento, puesto que el bonaerense quedo fuertemente desgastado físicamente por las internas, y no recupera el optimismo. Desde el 14 de Agosto que la fórmula del Frente Popular no se dialogan entre ellos.

El duhaldismo tiene pensado “esconder” al gobernador de Chubut y potenciar sus cuadros femeninos como son la candidata a senadora Hilda “Chiche” Duhalde y la diputada Graciela Camaño, quien fue la encargada de llevar adelante la estrategia de la boleta única en la Cámara Baja.

Tras los resultados de las primarias, el candidato a presidente del Frente Popular también modificará el mensaje de la campaña. “Duhalde Puede” será reemplazado por otros slogans. “Este mensaje surgió porque los resultados de los focus groups decían que aunque no les guste el candidato, reconocían que puede gobernar. Pero ahora hay que afinar el discurso y hablar en concreto”, explicó un asesor del ex presidente.

De esta manera, la campaña dejará de centralizarse en la imagen del candidato a presidente y mucho en menos en su vice para posicionar en el centro de la escena a la postulante a primera senadora por la provincia de Buenos Aires, Hilda “Chiche” González de Duhalde, “para no perder el segundo lugar en territorio bonaerense”, explicó un dirigente duhaldista.

También acordaron, que la jefatura de la campaña seguirá en manos de Carlos Brown, y la fiscalización, a cargo de Barrionuevo y Gerónimo Venegas.


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Pablo Ferreyra.


Algún día, podría contar las alegrías que me ha dado este blog. Esta pizarra, interna, donde escribo, sacado, dolorido, eufórico, a las risotadas porque, yo a veces busco que no se note mucho, pero yo me cago de risa del mundo, de mí, mucho de mí. Soy un tipo afortunado. Tengo amigos que me quieren. Pablo, es uno. Y a mis amigos yo los peleo. Les hincho las pelotas. Les corto el teléfono. Doblo, dolorido, la esquina. Me voy hasta siempre. Saludo como señoritas de hijos naturales al mentiroso marinero, que se va, nieto de todos los puertos. Hasta nunca. Al estrecho donde ya no pueden cruzar ni barcos ni penas. Escribo todo, obsesivo. Hasta en servilletas de bares que ya no frecuento. Di besos buscando entre labios poemas, de chicas que se reían, drogadas, de mi cursilería. Vuelvo, cualquier mañana de sol y disculpas, con un chiste de lo que me queda de ternura. Pablo, es bueno. Es un buen tipo. Es un cuadro político. Para mí, y salvando las trincheras de la discordia política, decir "es un cuadro político" todavía tiene densidad literaria, todavía tiene vida, tiene alma. No es decir, carajo, cualquier cosa. Es sensible. Sabe entenderme cuando yo desbarranco, en las cloacas de la impotencia, de la amargura. Pablo es culto. Lee los libros de vanguardia. Me los cuenta. No sabe que yo después digo que los he leído. Hago charlas, por todo el país, como cuando tenía una amante en cada puerto y el alma, dolorida, por muchas calles que ya caminé, que espero el semáforo como una novedad, que me prendo un pucho, como si fuera el último. que compro, como recién, un par de medias. Casi nunca se los digo, a mis amigos, aunque yo no sé si intuyo o tengo la esperanza o el deseo que lo sepan: a mis amigos, a los de verdad, a mis amigos del dolor y la amargura, ¿qué era lo que casi nunca les digo? Me perdí.
Me llevó a no se dónde, entre mis mejores recuerdos, mi amistad con Pablo. Y la noche terrible, amarga, oscura, donde mataron a Mariano. Ese espesor cruza mi amistad. Ese agujero negro. Esa infinidad imbécil de la muerte que, más allá de condenas y expedientes, esa torpeza de la vida que es la muerte, ese pibe, que desde las fotos me recuerda lo violentamente tonto de la muerte, del final, del pibe que fui, ese pibe que mataron, cuando murió, un poco mataron, tanto de nosotros.
Yo estoy escribiendo esto después de viajar, haber dormido poco, tener los viejos problemas del asma que me vuelven. Pero quiero decir, ahí está Pablo, con la presidenta, la mamá de quien tanto se preocupó y peleó, el hijo de quien, y así, cuando podamos alejar esos dolores, cuando disputemos la historia, la concreta, como dicen en las academias LA PERSPECTIVA que es cuando mueran varios de nosotros en la cruel ruleta de la vida, cuando sigamos disputando el dolor de un pibe que recién empezaba esta locura desesperada de la vida, la puta madre. Pero disputemos contra los criminales. No entre los que fueron víctimas, como Pablo. Vos, hijo de re mil puta, vos Darío Gallo, cruzaste un límite. Vos. Basta. Ni pensar en esos forros. Hoy, no. Igual. Me cuesta escribir. Quise decir que alguna vez podré, bah, yo, ni siquiera sufrí lo que Pablo, pero puedo, podemos contar, en esa amargura que los sensibles vemos como obstinadamente gris de las cosas, con Pablo, nos cagamos de risa. Nos peleamos. Nos ayudamos. Nos boicoteamos. Nos abrazamos. O sea, nos hicimos amigos.
No puedo seguir escribiendo.
Quería decirte feliz cumpleaños, Pablo, ahora que estamos peleados y no me animo a llamarte. Yo solamente sé escribir. Feliz cumpleaños.


martes, septiembre 06, 2011

Aniversario, día de la primavera y, obvio, corazones, voy a hacer una fiesta! (la fiesta, claro, del amor: pero tranquilita, nada de andar todos amenazándose para levantar, no, sino, se desmadra la cosa, para cuidar la moral y las buenas costumbres llevamos a Majul con cara indignada, sino, se va todo a la mierda y termino matando a todos de verdad, tá, ojo)


21 DE SEPTIEMBRE DE 2010


Los voy a matar a todos

 


 Hank escribe, en la fiesta de los Negros de Mierda, que hay algo más bajo que ser Alfredo Leuco, y es trabajar para Alfredo Leuco. Me hace reír, obvio. Hasta que supe, y esto es imperdonable, que Agustina, que está en el rincón, hablando con un gil, sí, que trabaja con Leuco. Ese, un gil. Voy a juntar gente, irme a la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Si me la enamorás a Agustina, ay, dios



Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa. Voy a matar a todos. Agustina, por dios, sos la mina más linda del mundo, no podés, ok, te entiendo que no me des bola, por eso, porque sos la más linda del mundo, en ésa te banco, ahora bien, convengamos; con ese gil no. No y no. Necesito ayuda. Solidaridad. Ay, Agustina, querida. Si lo ven en la calle, es ese nabo que señala una pantalla gigante, y Leuco lo mira desconcertado, debe ser el hijo del gerente del canal, no sé, no importa, pero Agustinita, dejate de joder. Por dios. Voya matarlos a todos, lo juro. 

la concha de la lora



Vuelvo a casa después de discutir con un tarado, mañana, capaz, me arrepiento. Y de exasperarme con Corazón, leyes de la vida, un ciego que seguro se hace el ciego, un pibe que me pide una moneda, otro al que le compro medias en una esquina de más oscura -la municipalidad, tiempo de elecciones, ya va a cambiar el foco- y la vecina que ahora está fea pero hace años me enloquecía (nunca me dio bola, quizás, porque nunca me la encaré: de todos modos, me miro al espejo, ya no tengo 17 años) y llevo un recado a la oficina de a la vuelta, pago el alquiler, apago el teléfono, planifico una cena, compro milanesas.
En mi casa volví a tener luz. Y el mismo silencio de siempre. El silencio que sólo tienen las cortinas. Mientras subía la escalera, se me había ocurrido, una idea, ni buena ni mala, una idea, pero para mí, es imporante tener una idea. Cuando llega. Un rayo, decía Marx, sobre un cielo sereno. Que se está haciendo de noche. Los vecinos salen en camiseta a la vereda. La tele fuerte en las ventanas. A los gurises les llega la hora triste en que las madres los sacan del fútbol en la plaza, a bañarse, hacer los deberes y dormir. Los niños odian dormir, como lo odiaba yo, pero se terminan durmiendo. Enseguida. Yo adoro, a mis 33 años, dormir, pero me cuesta. Entardía. Nunca estoy jugando en ninguna plaza. Y mi vieja está muy vieja para andar llamándome. O saltar de las hamacas. Ahora es un salto al vacío. La obsesión, siempre inconclusa, del tiempo. Esa modalidad funeraria de vivir. Y tenía una idea. Me pasa aveces. Tengo que escribir para costearme la vida, del modo en que elegí, del modo en que vivo. Poniendo, al horno, dos milanesas. No es, me cansa repetirlo, escribiendo acá. La puta madre. Tener que decir. Que repetir, harto. Estas cosas. La subestimación. La concha de la lora. Yo no debería dar ninguna explicación de nada.
Tenía una idea.
No iba a ningún diario, a nadie le interesaría.
Podía escribirla acá.
Pero se me fueron las ganas. 

alto guiso!


Tremendo, pero de verdad! No somos nada, no se puede creer en nada...Y nadie hace nada.