sábado, noviembre 06, 2010

Pablo Ferreyra



En un reportaje de gran volúmen, Página 12 presenta en su edición dominical (ya sé que hoy es sábado, pero mañana no salen los diarios) un Pablo Ferreyra, hermano de Mariano, que sorprende por su capacidad de razonamiento, por su sensibilidad y por la voluntad férrea de encontrar justicia en tribunales para los asesinos del militante del Partido Obrero y la Fuba:


Pablo es ocho años mayor. Cumplió 31, mientras que Mariano tenía 23. Crecieron juntos; en la casa paterna compartieron el cuarto hasta la adolescencia, y fue él, como el mayor, el que acercó a su hermano a la militancia política, en el Partido Obrero. Cuando Pablo se fue a vivir solo, Mariano empezó a visitarlo los fines de semana. Se juntaban a tocar la guitarra o ver películas. “Camino al hospital, iba pensando en algo mucho más liviano. Ni se me ocurrió que lo habían matado, era inimaginable... todavía no lo puedo creer”, dice Pablo Ferreyra en el primer reportaje que da tras el asesinato de Mariano. “Francamente no me importa quién accionó el gatillo”, dirá más tarde. “En un primer momento sentí mucha bronca, bronca vengativa. Yo no suelo ser así. Después apareció (Cristian) Favale y no sentí nada. Es raro. No sé, no me importa. Me importa el paquete. Quién reclutó, quién organizó si la intencionalidad era disparar”.
 Sigue acá.

Enseñan a mormones de sagitario cómo leen los titulares los marcianos después de tomar la leche.


viernes, noviembre 05, 2010

Si Cristina no hubiera sido Cristina




Cristina podría haber sido otra, sin dejar de ser la misma. Sin, por caso, generar esta corriente profunda de adhesión, y este rechazo, ultraminoritario, pero visceral de la derecha argentina. Podría haber sido otra y acá, Florencia, lo ensaya desde esa perspectiva. 

Tres tristes tercios.




Simplificando, el electorado puede dividirse en tres tercios:dos tercios "duros", uno kirchnerista, cohesionado, con un liderazgo claro y un proyecto sabido; otro antikirchnerista, de gran heterogeneidad de proyectos, cohesionados con alfileres por, básicamente, el odio. El tercer tercio es volátil, y es donde se centra, cuanto más cerca del calendario electoral, la disputa más estratégica.
Tras la dolorosa muerte de Néstor, las corporaciones que dirigen el tercio antikirchnerista, más pronto que tarde, hablarán para cohesionar su tercio, desde las huevadas que el cajón estaba cerrado, que la gente pasó más de una vez, que les pagan a todos los que defienden ideas terrenales de izquierda y nacional populares, etc.
Saben que, de momento, el tercio volátil -"independiente"- de momento, está reevaluando sin la zanahoria de las carteras de Cristina y los enojos de Nestor, lo que ha sucedido en estos 7 años. Y evaluando elcoraje que demuestra la presidenta.
Las corporaciones no necesitan votos, sino clausurar la política -por eso, el diario La Nación, de tener respetables intelectuales de derecha, pasó a tener el hombre de vocabulario acortado, Luis Majul- a diferencia de las dirigencias políticas que conducen, nucleadas en el Grupo A. Estas dirigencias conducidas, apuestas, de momento, a dejar pasar, dejar hacer, y hablarle, pero poquito, a su núcleo duro.
Dado que es tal heterogeneidad al interior del tercio antikirchnerista, donde cada dirigencia conducida tiene su nicho (Reutemann le habla a los suyos, Cobos lo mismo, Alfonsín y Solanas y Saá, etc) cada cual apuesta a vencer -simbólicamente- en una interna al interior de ese tercio, capaz de conducir todos los pedazos y ya llegando al momento electoral, buscar captar el tercio volátil que es el que define las elecciones. Una estrategia inteligente.
Este es el escenario que ya existía, reforzado por la muerte de Néstor.
Las ventajas con que cuenta el gobierno, entre otras más estructurales, no son menores en esta etapa: no se trata tanto de sumar porotitos (que siempre cuentan, ojo) extraídos del tercio antikirchnerista, como de mantener de este lado a buena parte del tercio volátil, liderando la iniciativa política y generando la mística necesaria (la justa y necesaria, que no espante a nadie) capaz de seguir conduciendo el tercio electoral que conduce.
Todo muy simplificado, claro, Tomás.

Tenemos que dejar de robar corazones por dos años



Que te digan hijo de puta, en mi barrio, implicaba un grito de guerra. Por las figuritas. Por las bolitas. La china, sobretodo. Estaban las japonesas, también. Las bolitas. Con mi madre no te metas, si te decían hijo de puta, a las piñas. Cariñosamente. Después, se sabe, las palabras se resignifican, y uno termina siendo, por esas cosas del azar, un tierno hijo de puta. Bah, más o menos. Las bolitas se caen. Vienen las entrerrianas, las santafesinas, las de Villa del Parque. Y todo se desmorona, se rehace, se vuelve, no sé, más complejo. Y divertido.  Lo barato sale caro, querida. 
Pero no entiendo taaaanto enojo por una cosa trivial. Simple. Elegante. Natural. Tan, Watson, elemental. Tu amiga estaba más buena que vos. No es para que te enojes. Nadie, en este planeta, por lo menos, más macanuda que vos. 
No me parece de hijo de puta que haya descubierto lo macanuda que sos y cuántas ganas tengo, en serio, de casarme con tu amiga. 

jueves, noviembre 04, 2010

Bárbaras, las ideas no se matan!



Alegrate, Ingeniero, y deseales, no sé, otros 10 años más.
En fin. Horacio, me parece muy flojo que en 10 años de casados -sumales los de noviazgo- no le hayas dicho NUNCA que la amabas. Y por eso hoy, más que nunca (o quisiste decir, quizás, "más que nunca antes", porque sino ponés el "antes" es nunca de nunca, así, seco, mal) le decís que la amás. Bue, se va a poner contenta. Si es que es recíproco. Uno quiere que lo amen aquellos a quienes uno ama. Ponele, Jimenita, qué se yo, por decirte alguien. Pero, decirle, a ella, "felíz aniversario!! (con dos !!, de mínima, así escriben en el PRO, debe ser un código secreto que nosotros desconocemos) decía, decirle a ella, "Felíz Aniversario!!" me parece que no da. O sea, quedaría mejor, ponele: "me siento (YO) muy feliz con este nuevo aniversario", o bien, aunque es un poquito desubicado, "sé que estás tan feliz como yo por este nuevo aniversario"; algo así, que los incluya a los dos, o solamente a vos. No desearle a ella, feliz aniversario por estar casado 10 años con vos. No da, me parece. O sea, vos presuponés que ella está feliz por estar casada con vos. Ojo, no sé, seguro que sí. No lo tomes a mal. Pasa que por ahí hay formas y formas de decir las cosas. Bah, qué se yo. Cada pareja, es un mundo.