
La oposición al kirchnerismo se estructura, principalmente, desde Santa Fe y la prédica institucionalista y republicana. Los distritos que gobierna el peronismo de derecha -como Córdoba- tienen gobiernos tiernamente impresentables, y lo mismo le pasa al radicalismo, por ejemplo, con Brizuela del Moral en Catamarca. Que es, Brizuela del Moral, más que radical, es del PBDM; es decir, del Partido Brizuela Del Moral.
Reutemann estaba acostumbrado a ganar elecciones para la gobernación, al igual que Obeid, solamente con trampa: a través del sistema de lemas. Caído ese cachivache electoral, gano Hermes Binner como candidato extrapartidario de la UCR.
Ahora, Binner, siguiendo la tradición de modificar un día antes de convocar las elecciones -que son convocadas por decreto del gobernador y por sorpresa, todo rerepublicano, gordi- modificó también el sistema electoral. En un acuerdo con Hitler, perdón, con Binner, Reutemann se cortó solo persiguiendo el mismo objetivo que Binner: salvarse solo.
El sistema de boleta única implementado por Binner y Reutemann -a través de sus mayorías en diputados en el primer caso, y de sus mayorías en senadores en el segundo- implica básicamente que Binner y Reutemann se despegan de la suerte electoral de sus partidos.
Al votarse con boletas separadas cada cargo, los senadores del peronismo se desprenden de una eventual doble candidatura peronista: la del PR -partido de Rossi- o la del peronismo de Obeid y Reutemann.
Sin los senadores ni los intendentes haciendo campaña, con elecciones desdobladas de las nacionales, el PR, partido de Rossi, que lleva como candidato por consenso a Rossi, naufraga electoralmente pero su principal referente, Rossi, tiene mandato de diputado nacional hasta el 2013.
Reutemann y Obeid posiblemente se despeguen de la candidatura provincial y aspiren a renovar sus mandatos como legisladores nacionales.
Barletta, el intendente del barrio Guadalupe en la ciudad de Santa Fe, con el sistema de boleta única seguramente bajará su candidatura -que nunca tuvo mucho vuelo, la verdad: no es lo mismo enquistarse en la Universidad "autónoma" (es decir, que pulveriza los recursos financieros de las mayorías populares) con los papanatas de Franja Morada que tener que recaudar dinero con las tasas municipales-. Sin el apoyo de los intendentes radicales -que por el sistema de boleta única, ya corren a dejarse extorsionar (en 4 patas) por Bonfatti, el candidato de Binner y el que maneja la billetera de la provincia- ni de los candidatos a senador, desconocido en Rosario (principal distrito electoral) y con poca base electoral en la capital, chau, seguí participando.
El otro candidato, Giustiniani, maneja las claves de la interna partidaria: las becas universitarias y los congresos partidarios, pero Binner tiene la billetera provincial para apretar a los intendentes radicales y, encima, Binner tiene los votos.
Conclusión: Bonfatti es, hoy, mañana quién sabe, el mejor posicionado para suceder a Binner.
¿Puede esto revertirse?
Sí, unificando el peronismo detrás de la figura de Cristina. Cosa que hoy, no sucede.


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