martes, septiembre 15, 2009

Hable el autor de El Corán, Los Santos Evangelios y El Principito

El, ejem, "Movimiento" Proyecto Surf iba a realizar hoy una marcha a favor del Grupo Clarín, para que éste pueda comprar Telecom Italia, pero la compañera Cristina se les anticipó y a pedido del arco centroizquierdista le dio esa concesión a Clarín.
Que es poca para el socialismo pinedista de Santa Fe, pero deja conformes a los revolucionarios porteños.
Esto lo explica nuestro ídolo por, el hombre de la inmensa modestia, Claudio Lozano, del "Movimiento" "con todos" en el "Movimiento" Proyecto Surf.
Una masa, eh!

"Este viejo monopolio despide a un colega"


Avisos clasificados


Por Raúl Degrossi:




-Busco urgente (antes del jueves) nuevas excusas para votar en contra proyecto de ley del gobierno. Permuto por colección de documentales. Preguntar por Pino.

-Compro a buen precio grandes cantidades de tela media sombra para oscurecer campos. Pago con endoso de compensaciones de la ONCCA. Tratar con Hugo el tambero.

-Se necesita ex funcionario kirchnerista arrepentido, dispuesto a explicar en detalle por tv las razones de su desencanto, y brindar amplias referencias sobre corrupción gubernamental. Consultar señor Magnetto.

-Busco urgente empresa gráfica para imprimir cinco mil pancartas con leyenda “No a la minería a cielo abierto”. Permuto por igual número con la leyenda “No a las telefónicas”. Preguntar por Claudio (si no estoy es que fui a la marcha, volver por la tarde).

-Familiares de la diputada nacional Silvana Giúdici agradecerán a las autoridades y población general gestiones tendientes a liberarla de su secuestro en los estudios de TN. ¡Queremos a mamá de regreso!

-Se solicita a la población en general información sobre el paradero de astróloga ex candidata presidencial, se recompensará generosamente. Cualquier dato favor de hacerlo llegar al Congreso de la Nación, bloque Coalición Cívica, diputado Adrián Pérez.

-AFIP seleccionará personal temporario para operativos relámpagos de fiscalización impositiva. Consultar señor Echegaray.

-Alquilo locales varios en diferentes puntos del interior del país, aptos para eventos, desocupados por suspensión de audiencias. Tratar en Diario Uno o Canal América con el señor Vila.

-Inmobiliaria de Lomas de Zamora busca candidato presidencial, más decidido que Reutemann y menos parecido a De La Rúa que Cobos. Tratar con el bañero Eduardo.

Soy un busca, che.








Un amigo, un tipo al que quiero, me dijo, días atrás, sobre alguien que tampoco viene al caso: “tal es un busca”. Me dolió. No por el Tal en cuestión, convengamos: tengo una más (y mejor) aceitada gama de insultos. Me dolió porque esa mezcla de indulgencia y desprecio, de exclusión y ternura, la he sentido, muchas veces, en carne propia. Me dolió porque soy un busca.
He tenido y tengo la mejor mina porque soy un busca, he tenido y tengo los mejores amigos, he tenido y tengo un conjunto de adversarios envenenados, por ser un busca: porque en todo caso, una sola cosa define al busca: no tengo nada que perder.
Me gusta el coraje. Admiro la fuerza. No las piñas, no las trompadas, admiro la fuerza para soportar, para morderse los dientes y salir adelante. Me gusta eso. Detesto los que cuidan lo suyo, lo entiendo natural, claro, pero detesto que al correr los años “lo suyo” abarque desde electrodomésticos a secretarias, nunca paisajes, pequeñas esquinas, algunos secretos que duelen, lugares rotos; la lucha desgarradora porque nos estamos siempre yendo. Porque nos estamos yendo es lo suyo, lo tuyo, lo mío. ¿En qué momento, a los cuántos años, cuándo compramos, qué fue, qué pasó que tiramos a la basura la buena imagen de los buscas? ¿Cómo es que, de pronto, nos caen mal los buscas? ¿Hicimos algo bien y no me doy cuenta? ¿Hiciste algo definitivo y yo todavía no lo entiendo? ¿Debería dejar de apreciarte porque ya no bancás a los buscas, o debería, yo, disimular que soy un busca?
El niño que soñaba con ayudarlo a Alfonsín para que no vuelvan los militares, que quiso crear más plazas y parques que Juan Don Bosco, el niño que soñaba con jugar de nueve al lado de Valdano y Maradona, el niño que vendía plantas y tierra turba por el barrio, ese niño miraba Camino al Cielo y Buscavidas. Esas series no están más, tampoco ese niño. Las series pueden buscarse en alguna ontología, del niño, solamente yo tengo una postal difusa: porque ese niño fui yo.
A mis treinta y uno, no me va mal. No soy dueño de nada, pero me va bien. Ni auto ni casa ni nada, pero una vida más grande que lo que hubiera soñado. No me gusta pensar que las condiciones me jodieron. Porque no me gusta pensar en las condiciones.
A veces voy a comprar a la despensa de atrás del cementerio, en Paraná. El empleado que me atiende es un busca. Íbamos, hace algunos años, a entrevistarnos con el entonces presidente Néstor Kirchner, viajando en colectivo a Buenos Aires, y él leía la biografía de Irigoyen de Manuel Gálvez, yo la de López Jordán de Fermín Chávez.
Antes de que asumiera Kirchner ya éramos amigos, incluso, hay por ahí un libro editado que hicimos juntos.
-Después de esta reunión, puede irnos bien-le dije.
-Ja. Lucas, voy con vos.
-¿Y?
-Ya sé cómo termina esto. Me gusta, me divierte, pero bueno: ya voy prevenido. No te gusta ganar.


Puede ser. Bah, quizás sí: me siento cómodo entre perdedores, de eso pueden mucho jugo sacar los que flotan, los que hacen del equilibrio un argumento, un objetivo de vida. Ponele que sí. Pero quería decir esto. Cualquier manual de psicología me derriba, a mi me queda, solamente, con toda la fuerza, la verdad.
Todavía puedo ir a comprar a esa despensa, tomarme un porrón a la siesta, hablar del revisionismo histórico. Todavía puedo. Hay varios que no. Que me dicen: traelo, che, convencelo, ahí se marchita, vendiendo girasol en invierno y helado en verano; vos que todavía hablás con él, decile que arregle con mi secretaria una reunión: lo atiendo.

Digresión: vos que todavía podés, es una frase que me derrumba.

Lo atiendo, je.
Días atrás, hacía mucho que no lo veía, otro amigo, y bueno, lo encontré, borracho, en la terminal de Retiro. Los porteños lo maltratan, dice: te escuchan cantar, te palmean, dicen qué buena interpretación de Cadícamo, pero, sabés qué Lucas, todavía no he terminado de pagar las cuotas de este traje.

Si yo fuera cantante, si fuera compositor, haría esa canción. Los buscas. Yo soy uno de ellos. Soy el recuerdo de lo que te olvidaste. Un salteño en Palermo. Vendedor de mi poemario. Un militante rentado volviendo al pago, un mozo que sueña con Filosofía y Letras, un musicalizador de cumbia villera, un atento encantador de viudas, un presidente de club de barrio, un sueño incompleto. Todo este sueño incompleto. Soy como ellos. Soy todos ellos, pero un poco menos. No tengo talento, pero no soy un estereotipo de la tele, no me rompan las bolas. Ni renuncio, ni tengo grandes orgullos. Le meto para adelante, no por valiente, sino porque no queda otra. Ojalá pudiese, desesperado y con bronca, escribir un post grandioso, que llene el pecho de sombras, soy uno de tantos, un busca, y la mejor canción no me sale. Pero lo sigo intentando. Mientras vendo flores en las esquinas, y pienso en el fondo, debajo de la sonrisa, porqué no se van, todos los trajes y las corbatas, porque no se van de una buena vez por todas a la puta que los parió.
Porqué no se meten sus triunfos y seguridades adentro de ese ego, ahí caben todas las victorias, los equilibrios, los talentos, las mañanas. Ahí cabe de todo, hasta los olvidos, o sobretodo los olvidos, menos un cachito, pero un cachito de miedo, de lucha, de riesgo, un cachito, un orgullo callado, no uno a gritos y estridente, no un decálogo, no un currículum, sino un cachito, pero un cachito, de miedo.

Como un beso bajo el puente con la primera novia. Con doce o trece años. Con la incendiaria carta de amor escondida en el bolsillo del guardapolvos. Y el beso inmenso, lleno, que todo lo puede. Ibamos a ir, por nuestro amor, con el pecho al frente, contra el mundo. Fuimos, alguna vez, acordate, fuimos buscas.
No cambiamos, el que cambió fue el tiempo.
No somos mejores que los buscas, solamente arrugamos.

Bancamos la parada


Que todos los colectivos sigan de largo....

Mi amigo Urribarri y Cristina Kirchner


Jeje, la asociaciçon es sólo mía, pasa que el chiste me lo sirvieron al pie. Pero, en fin, camaradas, ya los tenemos, estamos educando a las nuevas generaciones en el cristinismo sincrético, y qué, Fernando, eh.

lunes, septiembre 14, 2009

La humildad es una pésima consejera


Crispación, insultos, peleas, provocación, ufff, Ingeniero, cómo estamos hoy, eh? En fin, la disputa por la ley de medios, entre que se reglamenta, entre que se vence el plazo para desconcentrar posiciones dominantes, entre que se apela a la justicia, pfff, se elige otro presidente. Buena decisión ética y republicana, quizás estratégica, mala iniciativa táctica. Pero ya estamos en el baile, y para no bailar con la más fea, y para tranquilizar el espíritu, salgo de la vida virtual, domingo de soles y rosas...

-Hola, Lucas. Ya ni te conocía, tanto hace que no venís para acá. Se te ve más flaco. Y más lindo, me han contado algunas cosas de vos, qué muchacho inteligente, y escribe tan lindo, pero culto, además...





En fin, Fernando, qué cosa linda es visitar a mi mamá, eh?

Sigue la guerra contra los medios


La disputa cultural, como enseñara el compañero Gramsci, tiene como foco y centro neurálgico la configuración del sentido común, y en ese sentido, la batalla emprendida por el kirchnerismo contra los medios de comunicación, la libertad de expresión, la estatua de la libertad y el velo de la cultura afgana, tiene su correlato en la afirmación identitaria de los mejores rasgos -también culturales- del periodismo independiente y comprometido con las mejores causas de este país. Y en esa dirección, una portada vale más que mil palabras.

Es evidente que esta reafirmación identitaria no escapa a la pelea entre los medios y el gobierno; por eso mismo, los muñecos con hilos que llegan a despachos en la Casa Rosada, Felipe, ante esta provocativa portada respondemos: ¿qué te pasa Para Tí, estás nerviosa?

La lenta corrosión

1-La crisis financiera originada en los Estados Unidos de los años 30 del siglo pasado, difícilmente sea estudiaba con sus articulaciones post bélicas. Eso es algo raro, y no sé a qué se debe. ¿Pero cómo puede ser que una de las guerras más atroces de la modernidad hasta ese entonces –la Primera guerra mundial- finalizada pocos años atrás sea inescindible de la crisis más grave en el plano económico?

2-La actual crisis financiera originada nuevamente en los Estados Unidos tiene puentes conectores, quizás más claros, con las invasiones que administra Obama (si bien él no las comenzó, y, digamos, en su haber tiene menos cadáveres que su antecesor, esto no elimina su capacidad criminal, detalle también olvidado) y el rol del estado yanqui en jugarla de gendarme del mundo, reproduciendo el terrorismo a escala planetaria. Por supuesto, ese mismo estado criminal no pagará su crisis, ni indemnizará a nadie por las masacres que ayer, hoy, en este momento, están cometiendo. Incluso, tras destruir Irak y Afganistán, tras sitiar varios países, es probable que el gobierno yanqui se retire dejando el saldo a los oprimidos, como un impuesto de guerra. Y la academia sueca le de en algunos años un Nobel de la Paz a Obama.
Mientras tanto, el resto de los pueblos del mundo, con el actual sistema monetario, pagará el sobrepeso de la clase media norteamericana y la voracidad infinita de sus elites. Incluida la Argentina.

3-Pero, además,esto seguramente se profundizará cuando nos gobierne la “centroizquierda de verdad” y volvamos a la sumisión con el Fondo Monetario y la política internacional “prudente y racional” que todos sabemos que significa arrodillarse a lo que digan las potencias.
Nunca me voy a olvidar cuando, ya comenzado el gobierno progresista de la Alianza, San Alfonsín y el justamente olvidado Chacho Alvarez hicieron una manifestación en la embajada Austríaca en repudio al ascenso de un filo nazi en el gobierno parlamentario de ese país. Bush preparaba su carnicería, pero acá, nuestros socialdemócratas derechistas; esos que antes de retirarse devastaron el país y lo regaron con 37 muertos, mostraban su vocación democrática; diciendo en los foros internacionales, junto al estado criminal de Israel y digitados por los Estados Unidos que en Cuba se violaban los derechos humanos; hasta el momento, Austria tiene un currículum infinitamente menos criminal que Israel y los Estados Unidos, pero pedirle a la “Tercera Vía” (que se suicidó en Irak, dicho sea de paso) una autocrítica es ser un verdadero ingenuo. Nuestra derecha revolucionaria se comporta con un gran cinismo: Videla actuaba en nombre de la democracia, Menem en nombre del peronismo, y De La Rúa en nombre de la socialdemocracia.


4-Así funcionan las cosas, y no se trata de una exclusividad nacional ni novedosa, ni ahí, pero igual, eso debería volvernos más prudentes cuando se vaticinan rupturas institucionales en nombre de la república y se pone en el altar de la institucionalidad a un tipo como Biolcatti. Si Videla o Menem o De La Rúa hubiesen sido presidentes, la Mesa de Enlace no se constituía y los pequeños y medianos millonarios no cortaban, ni de casualidad, ninguna ruta.
Así funcionan las cosas, pero bueno. El caso es que, hoy, la crisis internacional golpea fuerte sobre toda Latinoamérica; que venía de un alto crecimiento explicado en parte por los términos del intercambio (este factor es minoritario en la argentina, por eso se sintió menos la crisis; además de que nosotros, como bien nos recordaban los economistas verseros, estábamos “aislados del mundo”) y en parte por el lento retiro de los paradigmas noventistas; que llevaron a las derechas bananeras a un acorralamiento político del que ya claramente salieron.


4-Y entonces, varios factores juegan en contra de este momento histórico: el desgaste político de la confrontación permanente; traducida, en otros países, en constantes reformas jurídicas y permanentes elecciones; la gradual pero previsible transformación de los términos de intercambio y la crisis financiera internacional. De estos tres grandes factores, comunes a Latinoamérica (a los que se suman o sobreponen realidades particulares y particulares correlaciones de fuerzas), solamente uno puede modificarse internamente, y es posible que así suceda. La persistente volatilidad de precios en los productos primarios transables no deja en un momento de caída un saldo totalmente negativo: avanzaron los mercados internos, tibiamente también la industrialización y el intercambio complementario regional junto a ciertas incipientes estructuras políticas que los regulen. De la crisis internacional, poco se sabe. Hay consenso en que estaría en el pasado lo peor de esta crisis, pero también hay consenso en que perdurará la depresión.

5- Sobre esta realidad opera el golpe en Honduras. Demostrando la imposibilidad de las emergentes estructuras burocráticas del neodesarrollismo latinoamericano de frenar los planteos de máxima de las derechas bananeras; y el claro mensaje de cuáles son los límites de la democracia entendida por las élites. Esos límites dejan fuera a la mitad de la población, por cierto. Y allá, en Honduras, también tienen a sus propios progresistas diciendo que Zelaya no modificó la estructura tributaria, la distribución del ingreso, etc: como si esto se hiciera por mera voluntad y sin el concurso del resto de las clases sociales, y la subsiguiente lucha porque nadie regala sus privilegios.


6-La crisis financiera internacional puede ser el golpe de gracia de las cruciales elecciones de este año, y del año que viene en varios países claves de Latinoamérica. El golpe en Honduras y la derrota electoral del kirchnerismo argentino son dos variables tácticas, pero también vale considerar que el aroma a triunfo inminente con el que se perfuman las derechas bananeras, posiblemente corra el arco de lo posible, y los que gobiernan codo a codo con las elites dominantes pero tienen en sus partidos minoritarias fracciones de izquierda (como Brasil, Chile, Uruguay y, en cierto modo, Perú) corren también el riesgo de ser desplazados del gobierno, siempre y cuando ya no asome el fantasma del “chavismo”. Una derrota electoral del curiosamente llamado Partido de los Trabajadores en Brasil, del Frente Amplísimo uruguayo y de la muy hegemónica concertación chilena, correría el escenario electoral argentino a la derecha y le cortaría las piernas al chavismo y en general el ALBA.



7-Es la increíble ceguera de la izquierda argentina, incapaz de ver estos peligros, la que impide visualizar la crisis interna del chavismo venezolano (con serios riesgos de perder las elecciones el año que viene). Esta ceguera, que no ve la inflación del 25% en Venezuela, el descontento por utopías de máxima y realidades de mínima, junto a cierto desgaste propio de la superación de su rol en la historia –la inclusión de las clases sociales postergadas al escenario político venezolano y a una dignidad asistencial de mínima-, desgaste que se intentó patear para adelante con el nebuloso Socialismo del Siglo XXI; llevan a cierta izquierda argentina a considerar “insuficiente” el proceso político argentino y acostarse en novedosísimos revolucionarios como mi amigo Claudio Lozano, Luis Juez, Pino Solanas o Hermes Binner.


8-La muy pequeña porción de las clases medias que dejó de votarnos puede haberse fugado a las corrientes bolcheviques de Vladimir Macaluse; pero la inflación y la crisis resultante del contexto internacional y la puja distributiva interna nos alejaron a la importante porción de clase media baja agarrada de las uñas al sistema; hacia opciones de derecha peronista, que también sumó votos entre los argentinos de menores recursos, hartos del aumento de los alimentos, el freno a la creación de empleo y una política social que se basa en el clientelismo asistencialista de universidades, consultoras y militantes universitarios de agrupaciones llamadas con pomposidad movimientos.
El kirchnerismo perdió por correrse muy a la izquierda estando en la azotea de lo posible, y ahora que patalea en el aire su única forma de sobrevivir radica en ciertas dosis de moderación.
La condición de posibilidad de la continuidad de este proceso radica en ampliar la red de acuerdos, fundamentalmente hacia quienes tienen poder en el congreso y en el partido de gobierno, pero presentarlo hacia los distritos electorales donde la derecha tiene peso, como alianzas con el progresismo que aspira a representar a la clase media sin lograrlo. En buena medida, eso es lo que está haciendo el gobierno. El riesgo que corre es que sobreactúe y genere una reacción contraria en el pilar de la gobernabilidad real, que son los gobiernos y liderazgos en el peronismo y el radicalismo de todas las provincias. La serie de medidas (de alto costo fiscal) hacia el área metropolitana, donde luego se obtiene el 10% de los votos, está siendo contrapesada con el ingreso silencioso de cuadros políticos de los aliados provinciales al gobierno nacional, pero este proceso es aún muy lento y faltan las redes de acuerdos con los ex radicales K que gobiernan o los ex transversales como Hermes Binner y Luis Juez, en distritos claves porque el peronismo está encolumnado en contra del gobierno nacional.
Ahora es tiempo de recuperar los votantes que fugaron hacia el peronismo de derecha, y aprovechar su invisibilidad mediática para presentar otras políticas como acuerdos con el “progresismo” en distritos donde de todos modos nuestros votos serán pocos; pero estos acuerdos servirán para bajar el nivel de crispación e intolerancia que tienen los empleados de algunas empresas comunicacionales y las formaciones de centroderecha.


9- De cara a las próximas renovaciones presidenciales, es urgente que Chávez, Kirchner, Lula, Correa, Botnia, Zelaya, Morales, Ortega y Castro le pidan a Claudio Lozano que interceda ante dios para que nos de una manito.
Posta.