Porque nosotros -modestia demasiado aparte, aunque no sé porqué la modestia se deja aparte, la dejo aparte, debería sumarla a mi vida, puede ser una buena compañera, una buena amante, la modestia, qué desconsuelo, estar despierto a las 10 de la mañana- somos eso. Uno de los tantos miles y miles. El monotematismo de narrar el conurbano bonaerense o las soledades millonarias de la pampa húmeda y sojera no impide dejar de ser parte de este cruce raro de tradiciones y relatos. Atravesados por esta cultura que se está creando, con la sensación tan loca de respirar la historia mientras la historia se hace. Sino fueran las 10 de la mañana me estaría poniendo melancólico. Mi melancolía no es muy convincente entre los muchachos del bar, pero resulta eficaz para con las chicas. Aunque, querido, no es escribir y escribir con furia, por esas cosas te pueden querer, como mucho, alguna chica sensible, perdida en un pueblito entrerriano, pero la onda, para que te inviten a fiestas en Palermo es ser invitado a 678. Que Gvirtz te defienda cuando te arman una opereta de cuarta, Leuco -pobre Leuco, mis condolencias para el libro sobre Kirchner que iba a entrar en imprenta; extensivas para "El Dueño II: la obsesión de Kirchner por perpetuarse en el poder" de Luis Majul, el plagiador vulgar. Esas cosas garpan. Una vez, estaba en Esquel, más sólo que un perro. Que un perro, digamos, solo. Sin El Dueño, como Majul, pobre. Bueno, estaba en Esquel mas sólo que Luis Majul buscando un editor para "El Dueño II", el teléfono, de nuevo, me tiene podrido ese teléfono, lo juro. Voy a cortar el cable. Y tirar el celular por la ventana. Se me fueron las ganas de contar lo de Esquel. Además no daba. La intención de voto de Cristina en Rosario es del 38%. Para algunas cosas sirve el teléfono. Hace un año y medio, en Rosario, estábamos en la lona. Menos del 15%. La terquedad de los Kirchner, cuando parecen contra las cuerdas, lanzan un cross a la mandíbula. Yo era chiquito cuando leí esa frase de Arlt. Le pregunté a mi abuela qué era un cross. La imagen de Cristina es del 63%, en Rosario. Faltan procesar otros datos. Nosotros, yo, mis conocidos, mis amigos, somos uno más de los miles. Sorprenderse por la cantidad de jóvenes (yo ya no soy joven, a mis 32) en el sepelio de Néstor revela que los rastreos sobre lo social eran muy elementales, para quienes se sorprenden. Hay un lenguaje, una narrativa, que anda circulando, que engloba elementos culturales de muchísima potencia, en los bordes, que se visibilizó, que se fue construyendo con los años, que tiene dos íconos (la derrota por la 125, el triunfo por la ley de medios) que muestra, desde la banquina, entusiasmo por no quedar fuera del tren, del semillero, de esta esperanza, que te dan ganas de asomar la cabeza, a ver qué pasa, porqué se cagan de risa estos pibes.
Pobres de los que no lo entienden. Los que nos deslegitimaron, ningunearon, torpedearon. Los torpedos muestran tu torpeza. Más que derrumbar certezas, las fortifican, querido.


