viernes, mayo 06, 2011
Je!
Es un poco exagerado, eh? no los planteos, sino la candidez de los planteos. Papel para todos, ¿quiénes? Y la mimetización a esa candidez que borra las fronteras existentes viene de fundir la relación entre capital y trabajo en un relato libertario....En fin. La verdad es que también esta tensión se borra en toda latinoamérica. Hay algo muy complejo ahí, que es mezclar a los empresarios monotributistas del periodismo-siempre víctimas de enormes conspiraciones que jaquean su noble libertad de expresión- con una multitud de simples trabajadores, sujetos a un trabajo precario y con las mismas rispideces de cualquier relación de dependencia. Cuando la partición de dilemas políticos no alcanza para quebrar los trazados de clases entre trincheras.
Este asunto se suele resolver de manera inestable postulando que se trata de un momento excepcional. Puede ser. Bah, yo creo que es así. El riesgo es que la discusión de carácter liberal democrático termine apagando la discusión en torno a la propiedad que plantea la nueva ley de servicios audiovisuales, por ejemplo (que no se encarga del tema del papel). Puesta en acto, las cosas son, ya, así. Y las fuerzas populares se encontraron en total desventaja técnica -y hasta de calidad política- para hacer frente a esta situación, por lo demás, bastante previsible.
O, dicho en criollo: si uno no es un operador político como Morales Solá o un fabulador a sueldo de De Narváez y Macri como Luis Majul, sino un simple trabajador, hasta el día de la fecha es mil veces más conveniente trabajar en La Nación que trabajar en Miradas al Sur.
Ok, te volvés loco, quizás, en La Nación.
Pero cobrás todos los meses, tenés paritarias, sindicatos, en fin. También te volvés loco trabajando en una minera o en una plataforma petrolera, también te volvés loco trabajando como albañil o como empleada doméstica. Pero en las mineras o las petroleras por lo menos cobrás en blanco, en serio y bien.
jueves, mayo 05, 2011
¿Qué pasa en BAE?
La lucha de los trabajadores del BAE en una nueva etapa
Conciliación obligatoria con todos los compañeros adentro
El Ministerio de Trabajo dictó hoy la conciliación obligatoria en el conflicto que mantenemos los trabajadores del BAE por el despido inicial de dos compañeros a los que se sumaron otros doce –la mayoría editores y subeditores- mientras en la cartera laboral se realizaba la reunión entre los representantes de los trabajadores y la patronal. Los primeros despidos habían tenido como respuesta un paro total del diario durante el día de ayer y que hizo que el BAE no saliera hoy a la calle.
La medida del Ministerio establece que todos los compañeros despedidos retornan a sus puestos de trabajo y a cumplir las tareas que realizaban antes de iniciado el conflicto.
Esto se concretó hoy y todos los compañeros están trabajando.
Realizamos una asamblea de balance donde distintos compañeros destacaron la importancia de la unidad y la firmeza con la que llevamos adelante el paro de actividades, decidido apenas nos enteramos de los dos primeros despidos. Editores, redactores, diseñadores, correctores y compañeros de todos los demás sectores del diario votamos por unanimidad y mantuvimos la medida sin ninguna fisura.
Alertamos que el conflicto no está cerrado. Tenemos que estar atentos porque esta patronal ha demostrado suficientemente que pretende arrasar con nuestras conquistas y derechos para establecer un régimen de prepotencia en la relación con los trabajadores.
Reiteramos la denuncia de la presencia de patovicas, llegados ayer al diario y colocados de manera intimidatoria en el hall de entrada y que hoy eran los encargados de impedir el ingreso de los compañeros despedidos.
Alertamos de que el despido de otros doce compañeros cuando estábamos en el Ministerio y cuando la empresa ya conocía que iba a dictarse la conciliación obligatoria, puede tener el doble sentido formar un “colchón” para luego tratar de negociar a unos despidos por otros. Ante esto dijimos que nuestro reclamo irrenunciable es el levantamiento de los despidos de todos los trabajadores involucrados.
Asimismo, aparece claro que la empresa trata de amedrentar a los compañeros para que agachen la cabeza frente a los ataques patronales. Esto fue respondido por una compañera que había sido despedida con una frase simple que recibió el aplauso más fuerte de toda la asamblea: “si el objetivo es que me calle, no lo van a lograr”.
Ha sido enorme y nos da fuerza la adhesión que nos llegó desde todos los rincones del gremio. Compañeros de distintos medios hicieron asambleas, nos enviaron cartas y nos cursaron miles de mensajes en solidaridad con el conflicto.
Iniciamos una nueva etapa del conflicto donde debemos mantener la firmeza y unidad que tuvimos hasta ahora. Porque los despidos no deben pasar y no pasarán.
David Nudelman: 1559790550
Nelson Marinelli: 1556395063
Roberto Mártinez: 1557217486
Gioja eterno, corazón
Si los miembros de la corte suprema de tribunales, los jueces, los investigadores del Conicet, los integrantes del colegio de farmacéuticos, los profesores universitarios, los comisarios, los obispos y los encargados del clima en el noticiero fueran electos democráticamente, yo estaría a favor de la reeleccción indefinida y de su eternización en el cargo. El problema es que se eternizan con elecciones corporativas que afectan al conjunto de la sociedad -¿qué naturaleza democrática tiene eso, por favor?- en el mejor de los casos y se eternizan con todas las triquiñuelas y burradas posibles en el peor de los casos -el de la corte suprema de tribunales, nuestra monarquía.
La naturaleza democrática de la elección de los ejecutivos tiene otras limitaciones, esencialmente -a mi modesto (ja) juicio- por construcciones ideológicas de carácter reaccionario. O dicho más simple: yo estoy a favor de la reelección indefinida de los gobernadores, mientras sea por elección popular. Por ejemplo: que los cargos ejecutivos y legislativos -a diferencia de los tribunales- sean remunerados responde a una conquista democrática que busca minimizar la brecha del gobierno de los ricos. Por supuesto, esta conquista nunca es firme y está en constante tensión con elementos reaccionarios que disputan el sentido común.
¿Por qué el vocal del colegio de abogados es sólo elegido por los abogados si después va a afectar -por ejemplo teniendo voz y voto para designar miembros en el autoritario y antidemocrático "concejo" de la magistratura- lo social, principalmente garantizando que el derecho penal sea para los pobres y el derecho civil para los más beneficiados por la pirámide social?
Obviamente, gobernar es algo fácil, como bien sostiene mi vecina, la médica empastillada de tetas sublimementes falsas. Gobernar es fácil. Ahora bien, si yo tuviera una larga enfermedad, no llegaría al hospital diciendo "fo, otra vez el mismo médico que me trata hace tantos años: quiero renovación, porqué los médicos se eternizan en sus cargos!" No, no diría eso. Ni diría: "señorita médica, aplique el sentido común, cualquier boludo con un cachito de sentido común puede hacer una operación de transplante" No, no diría eso porque la medicina es, a diferencia del acto de gobernar, algo difícil. Eso sí: los médicos tienen títulos -en universidades públicas o privadas- por una construcción política, los trazos de su saber fueron posibilitados por una construcción política; el control de su título y su ejercicio vendrá de la política, el prestigio y sus condiciones laborales, su estilo de vida, el costo de su quehacer, vendrá de la política. Y guay que la política se entrometa o deje de entrometerse y que afecte a los participantes del proceso: ¿a quién le reclamarían? A la política, esa cosa simple y de sentido común que, por nombrar un par de boludeces que las puede hacer cualquier peluquera, es la encargada de definir los títulos universitarios para las nuevas (con las viejas ya lo hizo) disciplinas, si se estudia gratis o si no se estudia, las becas en el Conicet, la política de ciencia, de salud, el costo de los apicultores y la naturaleza de las travestis. Cualquier boludo puede hacer eso!
Lo único que hace falta en un gobernante es educación. O sea, que sepa más que mi vecina, la médica de tetas exageradas. Que sólo sabe de programas de basura a la siesta y de medicina clínica. ¿Y cómo puede saber si el gobernante sabe? Es simple, con los resultados. ¿O acaso cualquier boludo -con sentido común, eso sí- no puede darse cuenta si está funcionando o no un reactor nuclear; la investigación con células madres, el ordenamiento financiero del pago de la deuda externa, el control sobre los consorcios de edificios, la reeducación social en las cárceles, la importancade llamarse Ernesto y las relaciones diplomáticas con Palestina? Cualquier boludo puede hacer eso! A diferencia, por ejemplo, de los peluqueros. Yo voy ala peluquería y resignado le digo: cortame como siempre. Y claro, si en esta peluquería nunca hay renovación, son siempre los mismos, se eternizan en nuestro sillón, y nadie hace nada.
La política es algo fácil, piensa el empresario a tono con el conservadurismo. No debería meterse en los negocios y encargarse de todo el resto de la esfera social (la seguridad, por ejemplo). Eso sí, si un socio me caga, ah, bue, no, a tribunales, acción, policía, juicios! La política debe meterse, esto es una injusticia! Y nadie hace nada!
El reino de los poetas o bien el gobierno "de los que saben" o el gobierno "bien asesorado" es un debate filosófico tan viejo como la filosofía (de hecho, si pusiera tres o cuatro ejemplos inútiles, con ese Platón a mano para estas ocasiones, mi burla a la derecha sería tomada más en serio: estaría haciendo, así, política en el mundo de la legitimación académica del decir) y se ha "resuelto" de manera temporaria con esta tensión entre el número y la meritocracia, definiendo parcelas de poder social más o menos diferenciadas. Las tablas de moisés o el derecho natural no contemplaron aún un buen fundamento terrenal contra la eternización en los cargos, quizás porque a dios no lo ha elegido nadie. Se trata, corazón, de un asunto de naturaleza política extremadamente complejo.
Ciertamente, la reelección indefinida -como posibilidad sometida a veredicto popular-de Roosevelt, Felipe González, Mitterrand, Chávez, Sabatella, Margaret Thatcher, Gioja, Tony Blair son distintas pero más parecidas -más allá de sus ideologías y mecanismos de escrutinio popular- que por ejemplo a la reelección indefinida autoelegida de Carlos Fayts o Raúl Zaffaroni o el príncipe Guillermo o el rey Juan Carlos o la princesa Zorreguieta Estefanini.
Y yo, que soy tan boludo que no entiendo mucho -a diferencia de mi vecina de las tetas impostadas- prefiero a los primeros que a los segundos. Porque contra los primeros puedo votar en contra e, incluso, postularme en su contra.
Contra los segundos no puedo hacer nada: no sé tanto de tantas cosas lindas ni tengo línea directa con el espíritu santo.
miércoles, mayo 04, 2011
Aprestos
La dinámica que va organizando el tablero electoral es la arquitectura legal sancionada con amplios consensos el año pasado. El emperramiento del abanico amorfo del Grupo A en desconocer la legalidad resultó un tiro en el pie de su discurso nuclear y por tanto un fiasco.
El peronismo de derecha que el gusta a los disidentes no pudo organizar una interna seria, más allá de las razonables dudas sobre su transparencia y de que, aún tomando como ciertos los números de votantes dados, no llegaban al piso mínimo de ,15% del padrón serio necesarios para competir en las presidenciales.
La más institucionalizada Unión Cívica Radical dio un vuelco y tras auto inflingirse todos los golpes posibles dio el último porrazo que consagró como candidato único a Afonsín. Detrás de un Frente Progresista con Macri y De Narváez..
Justamente Macri fue el último en poner la fecha de las elecciones de los 23 distritos electorales del país, pues hasta último momento y en nombre de la institucionalidad republicana estuvo cavilando sobre el decreto que más le convenía a sus intereses personales.
El relativo ordenamiento electoral de las fuerzas políticas en pugna no dice que no haya sorpresas de aquí al comienzo del calendario definitivo, ni tampoco –y esto es más importante- incide con mucho peso en el ánimo del grueso de los electores. Sí, en cambio, las modalidades de preparición y los aprestos, inciden en los actores vitales que lideran las campañas: cuadros medios, militantes, fiscales, empresarios que ponen plata, periodistas militantes como en el Grupo Clarín, candidatos a puestos territoriales de baja visibilidad pero alta eficacia, etc.
En ese mapa de líderes medios y de superficie, que son quienes se ponen adelante la campaña, cunde el desánimo en los aprestos cuando se trata de la derecha.
La no definición del candidato a intendente porteño del kirchnerismo posiciona a Cristina como la gran electora, a la par que incentiva al crecimiento militante de cada uno de los tres espacios en pugna.
El mapa en los cuadros medios, entre el kirchnerismo y la derecha, se distribuye de manera distinta. Los grados de entusiasmo y derrotismo sí que son distintos.
La auto derrota que presume la oposición libremercadista y neoliberal, proviene, en el fondo, de dejar librado el territorio simbólico de disputa a las corporaciones y el relato opositor a los escribas militantes de la AEA. Así , el llanto se hace eco de la falta de voluntad política, de las pocas ganas de encarnar un discurso ajeno y de la parafernalia incoherente donde todo vale con tal de horadar lo público.
En las corporaciones del poder de facto está fallando el área de recursos humanos, porque la lógica del periodismo militante ultra k tiene poco y nada que ver con el ordenamiento legal, institucional y republicano, en el que se dirime en última instancia la disputa ideológica. O dicho de otro modo: el problema es que las elecciones no las puede ganar Héctor Magnetto sino se presenta. Y si se presenta, tampoco.
Reelección indefinida
Es raro que se cuestiones -supuestamente desde la constitucionalidad, pero es todo chamuyo: no es verdad, así de simple- la reelección indefinida de un intendente o de un gobernador. Es decir, de alguien que es votado por la soberanía popular. Indefinidamente si así se le canta a esa soberanía popular. Es raro que se cuestione eso y no, por ejemplo, el cargo vitalicio de Raúl Zafaroni, en la Corte Suprema de tribunales.
Cualquier juez de morondanga tiene el cargo vitalicio. Tiene que ser muy pero muy delincuente para que logren sacarlo del sillón donde se atornilló.
¿Primó en su selección la soberanía popular, la elección democrática, la mediación ciudadana del cálculo de su idoneidad? No, nada que ver.
Es tan vergonzosa nuestra Corte Suprema de tribunales en relación a la reelección eterna de sí mismos, cambiando los sacrosantísimos mandamientos constitucionales de ser necesario para beneficio de sí mismo, que sinceramente es difícil -a la luz, repito, de esta Corte Suprema de tribunales en la materia- el más mínimo cuestionamiento de José Luis Gioja.
En el enriquepintismo cualquier huevada que sirva para expresar la impolítica es bienvenida sin beneficio de inventario, más bien con engolada indignación "republicana" y su correspondiente filosofía de cotillón. Pero la reelección indefinida es algo que impera en los "países serios" que tanto gustan a este enriquepintismo, y en cambio, tener a Carlos Fayt de compañero inmaculadamente eterno, autoasignándose para la ocasión las reglas de juego -bajo el único imperativo de quedarse en el cargo- dando hasta escozor a un obispo -la figura inmediatamente comparable-no parece generar mayores conflictos "republicanos". Ni sesudos reportajes de prensa de los obispos "progresistas" de la Corte Suprema de tribunales.
Es raro.
Cualquier juez de morondanga tiene el cargo vitalicio. Tiene que ser muy pero muy delincuente para que logren sacarlo del sillón donde se atornilló.
¿Primó en su selección la soberanía popular, la elección democrática, la mediación ciudadana del cálculo de su idoneidad? No, nada que ver.
Es tan vergonzosa nuestra Corte Suprema de tribunales en relación a la reelección eterna de sí mismos, cambiando los sacrosantísimos mandamientos constitucionales de ser necesario para beneficio de sí mismo, que sinceramente es difícil -a la luz, repito, de esta Corte Suprema de tribunales en la materia- el más mínimo cuestionamiento de José Luis Gioja.
En el enriquepintismo cualquier huevada que sirva para expresar la impolítica es bienvenida sin beneficio de inventario, más bien con engolada indignación "republicana" y su correspondiente filosofía de cotillón. Pero la reelección indefinida es algo que impera en los "países serios" que tanto gustan a este enriquepintismo, y en cambio, tener a Carlos Fayt de compañero inmaculadamente eterno, autoasignándose para la ocasión las reglas de juego -bajo el único imperativo de quedarse en el cargo- dando hasta escozor a un obispo -la figura inmediatamente comparable-no parece generar mayores conflictos "republicanos". Ni sesudos reportajes de prensa de los obispos "progresistas" de la Corte Suprema de tribunales.
Es raro.
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