El paro, desde la alcahuetería cristinista, está tratando de ser contrastado con el tradicional abanico de tácticas del 2009, con la pequeña diferencia de que quienes tenían verdaderamente talento intelectual para ese escenario de hace 5 años, hoy están apartados. Qué pena, los paros de tres de las cinco centrales sindicales no se frenan con abogados haciendo torpes análisis de medios o esa petulancia de mostrar biografías y prontuarios con un amateurismo conmovedor.
Mientras la CTA beliebers viene de hacer apenitas 17 días de paros en la provincia del único candidato a presidente serio del ya extinguido Frente Para la Victoria, mientras continúan los paros docentes en otras provincias o está sostenida la continuidad de las clases, como en Entre Ríos, con la patria cautelar (ex mala de la película) y el titular de la CGT beliebers considera que los trabajadores se están cagando de hambr mientras le bronta despidos por todos lados gracias al boludito de Kicillof y su política anti industrial, además de la simiótica, ahora viene la nueva versión de ¡Volvió la política, qué cagada! con el muy menemista recurso de los que quieren ir a trabajar y no pueden, este paro es político, daña la productividad y así..
Todo muy De La Rúa, dicho sea de paso.
El megamacrohiperdrama es solamente un paro, livianito teniendo en cuenta el recorte salarial, los planes sociales congelados desde mayo del año pasado -hace casi un año, donde hubo una devaluación del 60/, la caía del empleo industrial, el aumento de la precarización, un tarifazo y las evidencias de corrupción que dejan la sensación (correcta) de que la oligarquía política y económica la pasa bomba a costa de nuestro sufrimiento.
Los intentos estúpidos por distraer la atención de este paro, que incluyen a la presidente violando la ley de medios para hacer un verdadero bochorno payasesco- o las arremetidas de Berni contra los dealers cuando se descubren con claridad los nexos de Cristina con el narcotráfico muestran con sencillez que los problemas del gobierno nada tienen que ver con la comunicación, sino con el giro neoliberal y la falta de gestión. Es decir, con la sacrosanta vagancia de Su Majestad y su familia.
Con su agenda pulverizada (nadie habla de grillas, Hlip Hop, Malvinas, Mortadela ) y sin capacidad de reacción, disfrazada de Heidi porque están linchando ladrones, la presidente abandonó también la política de no reprimir protestas sociales y como anticipo de ésto manda a decir a sus beliebers -que ahora solo caben en un patiecito de su poco concurrido despacho en la Casa Rosada- que no se reprime tanto por obra y gracia de su majestad y no porque corresponde constitucionalmente, en otra muestra más de que será poco y nada lo que deje su segunda presidencia. Probablemente la más mala después de la de De La Rúa.
Con los beliebers K que hasta ayer creían luchar contra la derecha y hoy se encuentran diciendo barbaridades de la izquierda y los sindicatos (los más audaces, suman a los trabajadores que paran) paralizados ante la imposibilidad de hacer análisis de medios en plena cruda ydesoladora realidad, el paro es simplemente visto con simpatía por todos quienes vieron sus sueldos tirados al piso y pateados por el gobierno.
Es el linchamiento salarial, sencillamente.
Si la SIDE comete la torpeza de armar desmanes, puede ser la chispa que encienda la pradera.
El pésimo humor social que se vive siempre puede espiralizarse.