sábado, junio 18, 2011

Asco

Escribe Mendieta:


Asco, mucho asco.

Me mandan por correo algunos capítulos del nuevo libro de Majul.
Luis Majul, periodista, argentino, mayor de edad, con todas sus facultades mentales en correcto estado de salud.
Como está en un archivo no puedo decir que lo ojeo, más bien veo los títulos de los capítulos y rápidamente imagino su contenido.
Pero hay uno, en especial uno de ellos, que, cuando comencé a leerlo me hizo marear, literalmente. No les miento. Recién lo leí y me mareé. No sé si de la indignación, del asco, del morbo o de qué. No voy a repetir ni copiaré lo que este escritor pone en lo que, sin dudas, será un éxito editorial.
Solo diré estas cosas, muy lejos de la correción política y de lo aceptable entre gente bien: hay límites que sólo un perverso hijo de mil putas puede cruzar. y Majul los cruzó.

Yo ví morir, junto a mis hermanos y a mi padre, a nuestra madre. Es ése un momento tan inmensamente íntimo, tan abrumador y doloroso, que nadie ajeno a esa habitación y a ese instante tiene derecho a vulnerar. Nadie. Y así creo que debe ser en cualquier caso.
Incluso con las personas públicas-, no vale todo. Hay, insisto, límites humanos y éticos que no se debieran cruzar ni siquiera para combatir a un supuesto "mal absoluto". Mucho menos para vender más libros.

Y entonces, voy a decir lo que pienso de esta porquería que acabo de leer: pienso que Majul escribió eso (no me refiero al resto del libro, me refiero específicamente a un párrafo, un sólo párrafo, que el cobarde pone, encima, en boca de una supuesta fuente) precisamente para que alguien vaya y lo cague a trompadas. Yo, personalmente, si él hubiera escrito eso de mi vieja, lo busco y lo cago a piñas. Antes de eso llamo a TN para avisar y todo, pero lo cago bien a trompadas.
Pero no lo hagas. Sí, vos, te hablo hoy a vos. No lo hagas.Sería darle el gusto y facilitarle las cosas.
Cada uno elige qué tipo de persona ser en la vida mucho antes de a qué partido afiliarse o de qué cuadro ser. Y, algo importante: todo vuelve Majul.
A mí me da orgullo saber que si Majul está en esa vereda, yo estoy exactamente al otro lado de la calle.
Demuestra ser tan poca cosa ese tipo. Una basurita en el ojo de la historia. Caquita de paloma.
Y ni eso, siquiera.

Ay, Manolo, Manolo...

Escribe Manolo:


En la Argentina, solo con Plata, no se logra el objetivo; y eso lo saben los Factores de Poder, locales e internacionales.
Pueden dar Fe Clarín, Techint y el PRO; y los expertos que “importaron” para asesorarlos.
No le encuentran la vuelta a los “mapas” digitales argentos, que son la imagen especular de la topología social, realmente existente. ;-P
No somos los argentinos, y aqui me refiero a TODOS, un Sistema Complicado; producto de la simple Acumulación y/o Amontonamiento.
Sino un Sistema Complejo:
“Un Sistema Complejo está compuesto por varias partes interconectadas o entrelazadas cuyos vínculos crean información adicional no visible antes por el observador.Como resultado de las interacciones entre elementos, surgen propiedades nuevas que no pueden explicarse a partir de las propiedades de los elementos aislados.

viernes, junio 17, 2011

Walter Benjamin, después de fumar cigarrillos en pleno lugar público, cometer otros delitos, tomar demasiada merca, quemarse la cabeza con paco, hacerse amigo del cantante de intoxicados y pegarse un mazazo en la cabeza mientras tomaba fernet vitone y leía un libro de Facundo Pastor sobre porqué los chinos apagan la heladera a la siesta -editó planeta- y quedar más o menos con el cerebelo atrofiado, así, ajá, bueno, después de TODO ESO te sentás a reflexionar y sentenciás, gravemente, que:



Nuestro experto en globalización y ciudadano mundial nos brinda, en la paparruchada del día, esta dosis de refinada intuición que, más allá de pertenecer al plano de la sociología, no escapa del espíritu poético en el que vive envuelta nuestra Tía Party la distinguidísima ex chaqueña. Efectivamente, "La sociedad argentina se parece hoy a aquella rana en la olla sobre el fuego que está por ser hervida y no percibe el cambio de temperatura", no? A ver, vamos de nuevo: "La sociedad argentina se parece hoy a aquella rana en la olla sobre el fuego (la olla, no la rana) que está por ser hervida (la rana, no la olla) y no percibe (la rana, no la olla) el cambio de temperatura (de la olla, no de la rana)" Profundo. Para pensar. Corazón. 

Mande nomás, corazón. Fea la frase, no? como agachando la cabeza, así, todo paisano, buenazo, en fin.


Soy el supremo
pluma y ñandú
bien federal.

El Supremo entrerriano -don Pancho Ramírez- fue quien, junto a López de Santa Fe, tenían cercada la Campaña que rodeaba a la ciudad portuaria, Buenos Aires, que disputaba la autonomía y tener Jefes de gobierno en vez de gobernadores, y en Luján, entonces, los guacheaban a los galeritas y un 20 de junio, de 1820, hubo 3 gobernadores porteños en el mismo día. Muy divertido, todo. En serio. Además se un montón de cosas más de esas que no le importan a nadie. Pero en vez de estar escribiendo para mi tierno trabajo -mande nomás- me estoy riendo, a las carcajadas, con las canciones entrerrianas. Ojo, Linares Cardozo, un groso. Los Hermanos Cuestas, con su corbata, los silbidos de los pájaros imitados juntando los dedos índice y el del medio contra los labios...ay, corazón!

La cultura es la sonrisa

Eva Row ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Zamba de mi Esperanza": 

Claro que lo de Borges fue uno de sus dardos venenosos (pero ingenioso ¿eh?). Algo de razón tenía, o mucho. Nuestro "folklore" tiene autor, y el folklore de verdad es anónimo. Cuando me enteré de que Atahualpa Yupanki no había sido carrero de una carreta con bueyes, sino un burgués educado y refinado, me vino cierta decepción. "Zamba de mi esperanza" fue a mis 15 años, el descubrimiento de que el folklore no era algo que te enseñaban en la escuela, sino algo que podíamos cantar los jóvenes de entonces en guitarreadas, en las que el que tocaba la guitarra se llevaba todos los suspiros de las chicas. Y también era el nacimiento del "patriotismo" nacionalista generalizado, que presagiaba a los Montoneros, que señaló al "campo" como su ícono inspirador de ideología latente. El momento histórico "inventó" al folklore ese, para hacernos a los jóvenes creer que así mirábamos para adentro del país profundo, y prepararnos para lo que se venía después. Mucha Zamba de mi esperanza, y luego, mucha muerte atroz. De lo que el viento se llevó, quedó un tipo con agallas, que se llamó Néstor Kirchner, y generaciones después pudo dar una revancha concreta llegando al poder. Y curiosamente fue el mentado "campo" lo que puso una zancadilla. Ahí termina la vuelta del folklore aquel, desmitificando el valor de lo campestre como ícono nacional, y mostrando al "campo" con su cara antinacional y antipopular. 




Cuando yo era chico, por canal 9 Litoral, entonces estatal, después privatizado por Busti cuando era menemista, Los Hermanos Cuestas tenían un programa donde, vestidos como dicen que se vestían los gauchos, silbaban cantos de pájaros, y había, como escenografía, un montón de jaulas con pájaros, y flores de la zona y cosas así. A pura chamarrita. Un programa horrible. Pero no había cable. Se veían dos canales: el 13 de Santa Fe y el depresor del sistema nervioso central que era el Canal 9.
Ya entonces, yo no era muy lúcido, pero comprendía que había entrerrianos que confundían el asunto de vestirse de "gaucho" para engañar el turismo cordobés con creerse gaucho de verdad. Y todavía no habían llegado los 90 y se habían ido los toscos años 70, o sea, no quedaba bien ir al psicoanalista. Para curarse esa confusión gauchesca.
En fin, corazón. Creo que más o menos todos sobrevivimos a esa torpeza cultural.
En el año 98 lo encontré a Luis, de Rosario del Tala, en la puerta de la facultad de Filosofía y Letras, UBA, patria de Caballito, barrio con nombre ridículo si los hay -8 años de crecimiento al 9% anual llevaron a creer, a los "vecinos" de Caballito, que pertenecían a esta zona blanca de calle Corrientes, e este lado, digamos, donde está la República de Palermo, en fin, daños colaterales del proyecto nacional y popular- y le pregunto qué andaba haciendo, vestido así, medio ridículo.
-Shhhhhh-me dice, y me aparta de una lona con chucherías compradas a los judíos de Once- estoy trabajando de indio.
-Ah, está bueno....¿Y anda bien el negocio?

Hoy, frente a la vieja estación de trenes de Paraná-que estuvo cerrada una década, ahora, volvieron los trenes (y los lentos)-  sigue el hotel, venido muy a menos, me da cosa, de Los Hermanos Cuestas. Muchos bombos colgados en las paredes, con pájaros, pajaritos, pajarracos, pero hechos, artesanalmente, que simulan volar por los techos. Dan pena. Hasta cierto punto.
En otro lugar del universo son parte del paisaje de los entrerrianos. Casi como yo. Que soy rosarino.


jueves, junio 16, 2011

Zamba de mi Esperanza





A fines de los años 90 en las academias de comunicación estaban de moda las teorías comunicacionales que acentuaban extremismos semióticos. El pésimo estudiante que yo era estaba bajo una parra de Córdoba, horas antes de un encuentro sobre Literatura y Cultura (esos nombres pomposos...) debatiendo con una docente, algo baqueteada, que me quería, creo, enganchar, sensualmente. Pero vaya uno a andar confiando en los sextos sentidos de quien carece, siendo amables, de humildad. Como mi caso. Me quedó, esa nochecita, la sensación de que las cosas eran así, sobretodo cuando me dio la razón en algo. No importa en qué. Pero ciertas personas sólo te dan la razón -con mueca costosa de conceder- cuando la trama se torna sexual. De todos modos, la señora se enojó, sin mayores motivos, conmigo. Posteriormente. Supongo que haberme curtido la hija que estaba finalizando la secundaria tuvo algo que ver. Qué se yo. El caso es que antes, discutíamos, desde su postura, donde llegaba a considerar que la realidad, o lo real, no existía. Y que lo que quedaba entonces era "la necesidad de la presencia de lo real" que se sustituía por una cosntrucción basada, esencialmente (je, perdón por la palabra) en el lenguaje. Y dale con el lenguaje.
Mi precaria formación marxista me alejaba de esos extremos. En el campo de la literatura. No en el campo de la política, donde el marxismo loco y frágil bien podía cotizar si uno quería escapar de la avalancha tonta del Frepaso. Que años, de mierda. Como esto sucedió en Cosquin, le puse el ejemplo de Jorge Cafrune y Zamba de mi Esperanza, la canción con la que aprendí a tocar la guitarra. En siestas amargas donde dejaba al equipo de fútbol de mi barrio en la deriva del estadio de las veredas grises y los paraísos, con flores lilas, los dejaba sin que nadie note la ausencia de este 5 petisito pero aguerrido y discutidor, para concurrir, desganado, a las clases de guitarra porque, según mi madre, tanto jodí con que quería una guitarra que si el Niño Dios, ese histérico que entendía mal todos los mensajes, me traía una guitarra, bue, algo había que hacer. Entonces iba, calle Misiones, de Paraná, y tocaba Zamba de mi Esperanza. Compuesta -no lo sabía siendo un gurisito, más tarde, sí- por un empresario mendocino, de apellido Profili, y la popularizó Cafrune.
Aunque la letra no tiene un contenido, digamos, subversivo, igual integró la lista de canciones prohibidas (quizás porque se la asociaba con Cafrune) y durante un concierto, creo que del año 78, en el festival de Cosquín, se la pidieron y Cafrune, aunque estaba prohibida, la cantó. Pocos días después murió en un raro accidente automovilístico y hasta el día de hoy no se sabe si fue asesinado. Hubo otros asesinados de este modo -el Obispo riojano, no me sale ahora el apellido, por ejemplo- así que la suspicacia. En fin. De todos modos, la construcción alfonsinista -relato cultural de la teoría de los dos demonios- le daba potencia a estos relatos porque entonces, los milicos, asesinaban sin racionalidad, incluso a "inocentes". La verdad del posterior descubrimiento -construcción social contra la impunidad- fue que el terrorismo de estado tenía una oscura pero instrumental racionalidad. No había inocentes, ni culpables, sino un modelo de sociedad a instalar. Angelelli, se llamaba, el obispo riojano.
El asunto es que Zamba de mi Esperanza, fue entonces una letra obviamente resignificada -las palabras valen en relación al contexto y su significación en sí es todas las que no son, de acuerdo, pero- pero a partir del cuerpo de Cafrune, cuerpo, luego, mutilado por un accidente o un asesinato, pero decodificado como un asesinato. Con lo cual, sin el cuerpo de Cafrune, se potenciaron ciertas significaciones en torno a esa Zamba. La más famosa del conservador folklore argentino. Que, como decía Borges, si siguen insistiendo en la radio, con el folklore, quizás hasta lo escuchen en el campo. Puede ser. Con el tango ha funcionado. Los porteños escuchan tango, y hasta creen que es genuino. Tanto insistir en las radios y las secretarías de cultura, da resultado, corazón. Yo también te quiero.
    Recién me senté en la parada del colectivo. Un viejo tocaba la guitarra. Le dejé unas monedas. Tocó Zamba de mi Esperanza.
Cuando iba mirando por la ventana, del colectivo que se iba, sentí que me quedaba. Sentado en la parada. Y el que viajaba era el chico que fui. El que, desganado, tocaba la guitarra. Zamba de mi Esperanza. Con el torpe verso de "amanecida como un querer". Que nunca entendí, de chico. Ahora, podría hacerlo. Pero sería como comprender la inutilidad del tiempo.

Cristina y un balotaje




Las dos grandes incógnitas electorales que hoy -sólo hoy, corazón- se presentan, sólo hoy hasta que medien los imprevistos que necesariamente tiene el futuro, son bastantes simples: 
1) Si Hermes Binner, el gobernador soviético de Santa Fe, le quita más votos a Cristina que al Hijo De afonsín -con lo cual, desde sus corporaciones amigas, hay que potenciarlo-.
2) Si las elecciones, y más, obviamente, una derrota kirchnerista, en la pampa húmeda sojera -las provincias portuarias de Córdoba y Santa Fe y la ciudad portuaria- impactarán en el desmoronamiento de la idea instalada de que hoy, Cristina -qué tal, presidenta, buen día- será reelecta. 

Más allá de lo que hoy, sólo hoy, se piense sobre estos dos interrogantes, hay que tener en cuenta, lo digo con la humildad que me caracteriza, que:
a) Nunca en la historia argentina, un movimiento político del mismo signo, tuvo tres períodos consecutivos al frente de la presidencia ni 12 años -Perón estuvo a punto de pasar esa cantidad de años, pero fue derrocado por a dictadura progresista del socialismo, el radicalismo y los conservadores. Hubo sí, por ejemplo, tres gobernadores en la entonces ciudad/provincia de Buenos Aires, pero en simultáneo y peleados entre sí. Sucedió un 20 de junio, un día como hoy, de 1820. La historiografía liberal autoritaria, conoce ese período como "de anarquía". Gracias a ese gran periodista independiente que fue el General Mitre. Ciertamente, contó la historia de un modo distinto a como ese día fue narrado en La Gaceta, ese otro órgano del periodismo independiente que fundó Mariano Moreno. Pero esto, señora, no tiene nada que ver. Ya sé.

b) En el año 2007 la presidenta ganó con casi el 45% de los votos. Necesita, en el 2011, del 40% y 10% de diferencia con la derecha del Hijo De alfonsín para evitar un balotaje. 

c) en la argentina, corazón, nunca hubo un balotaje presidencial. Se instauró en el 74, pero los radicales, con Balbín y De La Rúa, dos grandes progresistas y periodistas independientes, por qué no, también, no llegaron al 30% siquiera. Y Perón, acompañado de la efímera y escueta, siendo amables, Isabel, alcanzó más del 60%  de los votos. Antes, Cámpora no obtuvo el 50% que requería, entonces, el balotaje que había impuesto la dictadura, cuyo candidato salió tercero, al frente del partido con el que la UCR se acaba de asociar. Pero, la UCR, se ausentó del balotaje, como hiciera Menem, en el 2003.
El balotaje instaurado por la reforma constitucional del 94, tampoco se ha puesto en práctica aún. 


miércoles, junio 15, 2011

Te vendiste, Pino Solanas. Te lo digo con amor, pero igual, no da.


Haciendo un parate en la lucha contra las oscuras fuerzas del mal, Fernando Solanas nos ilumina con la sojera sapiencia sobre frecuencias de subtes. Los adolescentes -que total no votan- se van desencantando con ese desfasaje entre la cara roja, sacada, los grititos histéricos y una propuesta para podar los árboles. Se pierde, un poco, la mística, opinando sobre el insondable drama de las bicisendas.
El desconcierto que hoy, nuestro ídolo total, el cínico Pino, pasea por los canales de cable nos tiene, a nosotros, que en el fondo (muy en el fondo) somos humanitaristas, nos tiene a mal traer, señora. Haberse bajado del proyecto inconcluso de trascender, con el sellito de ocasión, la rica pampa húmeda, es también haberse vuelto aburrido. Como amargado. Un estadista en los vericuetos filosóficos de analizar la doble mano de calle Santa Fe. No da, como dicen los jóvenes. Da, más bien, como pena.
¿En qué quedó la defensa a pecho abierto de las reservas del Central, adónde las cándidas invocaciones de meter presa a la presidenta, de hacer trenes y estatizar YPF, qué de la vida miserable de los miserables sanjuaninos que apoyan el genocidio mundial, qué pasó con las minas que bailaban desnudas en la terraza, adónde el  escándalo moral por la minería a cielo abierto, los 49 (la suma de cuarenta y nueve) burdeles porteños, ¿adónde van las palabras que nunca murieron?, la Libertad -con mayúsculas- de Expresión (también con mayúsculas), la nueva política por la que Tumini ha luchado los últimos 60 años, dónde, todo eso, corazón.
 Lamentamos decirlo, pero Pino se vendió. Nos dejó las grandes consignas detrás de una farola, con el foquito quemado. Los grandes sueños en una bolsa de basura. La que contiene residuos orgánicos. Te vendiste, Pino. Volvé. A filmar esos inconmensurables bodrios que queda tan bien elogiar para separarlos de tu avatar político. Volvé, Pino. A los grititos locos, a la histeria púber, alocada, tierna, vos, Pino, líder del pinismo, autor del pinosolanismo, intérprete único de la solanidad, regente de pinosolandia, todo democratizante y horizontal, como corresponde, pero, Pino, yo que siempre te consideré un grande del aburrimiento, debo decirte, Pino, que me siento decepcionado. Te veo en tu comité -la tele- hablando del metrobus y no, Pino. Te vendiste al sistema. Yo te escuchaba cuando no eras comercial. Y el Inca te pagaba esas grandes películas que vi por la mitad. Pero eras valioso. Volvías cada 5 años a la argentina y te hacías tu propio partido, rodeado de pendejitos que no te conocían. Yo fui uno de esos, cuando tuve 15 años.  Fracasabas un cacho y te volvías a Europa. Donde te valoran. Te quieren. Incluso, me contaron, miran tus películas. No que las financian, para eso está la madre patria. Que nunca valoró -malita- la cultura. Te cortaste el pelo. Te pusiste un traje. Te aprendiste para dónde va el 60. Te sabés las calles sin asfaltar de Caballito. Te vendiste al sistema.

pasa que militar contra los organismos de derechos humanos es hacer periodismo independiente, objetivo, con la verdad, por eso, en fin, corazón. Gracias, Lorena.


Clarín eliminó la visibilidad de las cuentas institucionales de Twitter, por que figura, al lado, el tema más comentado mundialmente: la frase "devuelvan a los nietos"