miércoles, noviembre 17, 2010

Duhalde en Entre Ríos



 José Carlos Halle, el intendente de Paraná, supo ser un tipo progresista. Obvio, yo le desconfiaba porque -al igual que Jorge Busti- era demasiado chupamedias de los Kirchner. Hay que desconfiar cuando son muuuuy chupamedias. Miralo a Felipe Solá, sino. En fin, en un acto de patetismo irremediable, Halle va a ser orador del décimo noveno lanzamiento -sin contar los años que van de 2005 a 2009- de la candidatura a presidente dele x senador Duhalde, el responsable principal de los asesinatos de Kosteki y Santillán.
Desde el retorno de la democracia, el peor gobierno, de lejos el más reaccionario, el que hundió en la miseria al 70% de los argentinos para salvar a Clarín, Techint, la Sociedad Rural y un par de delincuentes de la UIA.
Halle va a ser uno de los oradores -creo que se juntan en un barcito que hay en Concepción del Uruguay- y también, además de Busti y su comparsa (Alasino y el PRO) va a hablar el patroncito Gerónimo Venegas.
Tras la derrota de su esposa en las últimas elecciones, donde Busti hizo campaña por Reutemann (Reutemann lo desautorizaba, pero bue) trató de volver al kirchnerismo, luego fue entusiasta de la candidatura de Reutemann de nuevo, luego de Rdríguez Saá, luego de Felipe Solá y hasta de Das Neves (sí, así de desorientado, qué se yo, está muy viejo) para luego juntarse con Pino Solanas, pero apoyando la candidatura de Duhalde.
Ultimamente, se rajaron del tren fantasma un par de senadores y varios punteros, espantados ante el crecimiento de la intención de no voto. Como las elecciones son conjuntas con las nacionales, y Urribarri va por la reelección, el panorama parece más bien de amague. Es probable que Duhalde no se presente a nada y que Busti  busque arreglar algún cargo de senador nacional, para salvar la circunstancia.
Mientras tanto, el circo para apretar y negociar con más chances es muy cómico. 

martes, noviembre 16, 2010

Cómo No levantarse una mina

El perro familiar


La foto es de Fede Murcia.

Yo vivía en una casa de techos altísimos, una casa vieja. Capaz que si ahora, que no tengo cuatro años, la veo, los techos sigan siendo tan altos, después de estos departamentos de soltero y las casas de alquiler. Quién sabe. En mi habitación había un ropero viejo y grande, que cuando me apagaban la luz, parecía un fantasma, un monstruo, una bestia diabólica. Tenían que venir a prenderme la luz, para que recuerde que es solamente un mueble, de madera vencida.
Más que aplausos, Mendieta, le cortaron la ruta al gobierno; y está bien. Cuando íbamos de camino, tan al borde de caerse, del cerro a la nada, cortada la...ruta? calle? ni ripio tenía, cortada al filo del calor, contra el precipicio, cuando íbamos de camino me imaginaba, de puro hinchapelotas, a quién le cortaron la ruta: no pasa, por ahí, un alma. Excepto un alma maligna, un fantasma, como el perro familiar. El perro familiar es una leyenda, inventada por los patrones, sin beneficio de inventario. El perro familiar -nada fácil para antropólogos influidos por los estudios culturales- es un monstruo que ataca a los paisanos que no quieren trabajar.  La escuelita primaria parecía un centro de salud. Cuando se construyó, hace poco, la escuela de verdad, un edificio digno, con todas las comodidades, en Río Nío, en los cerros, cortaron a calle de tierra, para pedir una escuela secundaria.
En la vieja escuela primaria se hizo la secundaria y un centro de salud. Hay, al frente, una ambulancia. Yo sé lo que significa una ambulancia en parajes así: la diferencia entre la vida y una muerte absurda.
El director de la escuela secundaria -que entre abril y mayo por las lluvias, no puede llegar hasta ahí- es el que organizó, con el gobierno de Tucumán, que nosotros lleguemos ahí. No hay teléfono de línea (sólo uno semi público) y el pibe flogger que tiene un celular se sube hasta los árboles para mandar un mensaje de texto. Esa cosa tan común para pelearse con tu novia, en la ciudad.
Si hubiera vivido ahí la infancia, entre los cerros y la fiereza de la yunga virgen mi papá no habría podido prenderme la luz. Para mostrarme que la montaña es inofensiva. Que el río es un río. Que la selva tiene ternura. Los pollos caminan por el patio de la escuela, se cuelan por el alambrado, el campo es ese lugar donde los pollos se pasean vivos, decía Cortázar, pero el campo que yo conozco, es tan otro. Hay un vacío, lo compartimos con Mendieta. Venimos de hablar de, no sé si lo que sabemos, pero más o menos, qué se yo, en San Miguel En 10 días lleva el gobierno provincial, internet a esa escuela, construida por el gobierno de Cristina Kirchner. Entonces, nosotros, ahí. Hablando de eso. Ojo: nosotros pedimos estar ahí. Pero, de camino, las casas al costado dela nada, las casas nuevas, dignas, pero no sé, hay otro mundo. Entonces de camino le digo a Mendieta, de qué hablamos. Con él hemos viajado a varios lados, no preparamos una charla, más o menos, siempre, zafamos. Es lindo, además, lo reconozco, pelearse, discutir, sacarse fotos, con gente que te quiere o te detesta o tiene sus (más racionales) razones para que les chupes un huevo. Pero uno va a escenarios conocidos.
El sol es como la lengua de un lagarto gigante: pegajosa, asquerosa, molesta, turbia. Y yo no paro de tomar vino. Va llegando la gente al baile. Desde Los Duraznos, una localidad lejana pero la más próxima, de los alrededores, vienen las madres, algunos (menos y valiosos) padres. Los pibes, un sábado, de uniforme escolar. Tienen remeras y pantalones.
Cuando yo tenía 13 años fui a primer año de la escuela de San Benito, una ciudad que, en ese entonces, era un paraje lleno de polvo, de viento y de mucho calor. Habían impuesto un uniforme: camisa blanca y pantalón azúl. Protesté. Era pendejo, pero protestaba. Mi vieja, en ese entonces subdirectora, a cargo del turno tarde donde yo iba, me explicó que lo hacían -contra todas las normas de época- porque de ese modo había menos discriminación entre los muy ricos y los muy pobres. En esos lugares hay esas diferencias. O se miden, se palpan, así. La cosa, apra mi vieja, era simple: si ponés uniforme, los más pobres vienen siempre con la misma y cuidada y apreciada camisa, y los más ricos, no pueden lucirse con las camisas de marca, cambiadas todos los días. Las madres pobres lavan y planchan religiosamente, todas las noches, la camisa de la escuela. Los chicos no juegan al fútbol con sus únicos zapatos.
No, no me convenció.
Hasta que un día.
Ví a un amigo, una tarde que había llovido, después de caminar las cuadras asfaltadas, sacarse los zapatos, ponerse una bolsa en cada pie, arremangarse los pantalones y caminar largo. Muy largo. Hasta su casa.
Los pibes en Tucumán estaban sentados en un pequeño anfiteatro, todos peinados, con las remeras bien limpias, pantalones de escuela. Un sábado a la tarde. Respetuosos. Esperando ver, a la mina que conocen, del único canal que llega, a un par de televisores. Yo les dije que Julia les iba a mandar saludos. Lo hizo. No pudo llegar por la reprogramación de los vuelos.
Las mujeres nos servían asado y chancho y empanadas. Mendieta me escuchaba, mis dudas sobre cómo hablarles a los pibes. Cuando yo tenía 10 años bailé por primera vez con tantas chicas, bajo los árboles, al lado de los corrales de los chanchos, en la escuela agrotécnica donde trabajaba mi vieja. Las chicas -unas viejas de mierda de como 16 años- me sacaban a bailar. Sólo estaban chicas internadas. Pura cumbia y folclore. Focos pintados. Vendían, para recaudar para un viaje de estudios -hasta Concepción del Uruguay- tortas fritas y buñuelos, en la fiesta.
La hija del director de la escuela, que viaja los 70 kilómetros por día, tiene 17 años. Me mandó una carta por la muerte de Néstor. La publiqué acá. Se sienta en un rincón a leer Santa Evita. Hay una sala de computación. Voy recorriendo, solo, con un vaso en la mano.
Las razones por las que yo quise tener estas ideas políticas, a veces, con el fragor de la lucha política, con tantas frustraciones y heridas, se me olvidan. Otras, pocas, las recuerdo, me hacen sentir un poco menos torpe. No sé si todos sentirán lo mismo. A mí me pasa.
Hay veces que me da verguenza.
Los chicos y chicas están expectantes, hay docentes que los acompañan. UDI me gasta por las cosas que digo. Sé que estoy tomando demasiado vino. Podría ser más presentable. Las mujeres en la cocina me acercan un vaso a escondidas. El delegado comunal se siente contento. Le pregunto a Lorena, que es sensible y no me miente, si estoy ya diciendo pavadas. A veces siento que no sé qué decir.
Que quiero ayudar y me sale mal.
Va cayendo el sol. Nos vamos.
Aldo nos muestra las casas nuevas, las pavimentaciones, lo que falta.
Yo fui con mi vieja a un  viaje de estudios, era re chiquito, de esa escuela agrotécnica. Me parecían distancias enormes. Era hasta ahí nomás. Se recibían de 5 año las viejas, pero me caían muy bien. Me querían. Me sentaban en la falda, me alzaban, me cantaban canciones con la guitarra. Íbamos en un colectivo del estado, dormíamos en cuarteles con camas cuchetas, comíamos en conventos de monjas, haciendo guisos. Mi vieja les pidió a las que tenían para el boliche, que no vayan sino iban todas las chicas. Pero se decidió que no. Las que se quedaron, tocaban la guitarra en un patio del regimiento. Mi vieja me dejó estar despierto hasta las 2 de la mañana, yo estaba re contento. Me sentía un adulto. Conocí un mundo que era fascinante, el de los adultos.
11 años después fui a Bariloche con mi curso de 5 año. Nunca me aburrí tanto. Esa mersa.
Las chicas eran felices.
Seguramente, la vida real luego las hizo mierda. Bienvenidas al materialismo dialéctico.
Quise decirles a los pibes que cuando llegue internet todos teníamos mayores posibilidades, junto a los docentes piolas, de luchar por lo que uno quiere ser. Sabía que estaba mintiendo. Pero quería transmitir esperanzas, voluntad, garra. Que el mundo, ese inmenso, se abre para todos. Que todos, pero todos, eh,  los sueños de la adolescencia merecen ser luchados, que no hay que rendirse.
Capaz que exageré.
Pero si alguno se salva y sigue este camino, entonces me entenderá.


La Naranja Mesiánica lo hizo de nuevo





tenaz y persistente autodestrucción del Grupo A no deja de llamar la atención por lo veloz y obstinado del proceso.  Llevándose puestos, de paso, la capa y la espada republicanas que las viudas de Menem y De La Rúa supieron, hábilmente, resucitar.
Qué motiva al Hijo De alfonsín a ser conducido por una sacada doctora Carrió, la Naranja Mesiánica que ni partido tiene?
Porqué se aferra Felipe Solá al barco que se hunde, si siempre fue hábil trásnfuga?
Qué ganan los radicales responsables, los socialistas y los macristas en atarse a los frondosos cacareos que no son más que callejones sin salida?
El único modo de entender esto es a partir de la conducción de la derecha por parte de las principales corporaciones, nucleadas en la AEA, cuya vicepresidencia está en manos del Grupo Clarín.
Las tradiciones de las derechas, en nuestro país, han  recorrido un largo camino para hoy, bajo la falsa conciencia del republicanismo institucional (tan bellamente manchado de sangre) poder unirse precariamente contra cualquier amague de avance de la negrada. Sólo la negrada en crecimiento puede unirlos. Sólo las corporaciones conducirlos. Lástima que la democracia funcione de otro modo.
La centralidad televisiva de Carrió es la postal -junto a los pucheritos de Luis Majul, que le agregan comedia a la farsa- tanto de la desesperación de esas corporaciones, como de su estrategia de, si les resultara funcional, llevarse puesto todo el sistema político. En momentos de baja de la pobreza, el endeudamiento, el desempleo, en momentos de crecimiento económico inédito.
El silencio cobarde del radicalismo es coherente con el alquiler -más bien comodato- al que se sometieron, pero llama más la atención la cobardía de Cobos y el Hijo De alfonsín de quedarse callados (como les piden las corporaciones) en momentos donde, por sino se entendió, Carrió les está operando el partido con la brutal herramienta de llamarlos corruptos, chantas y poco menos que imbéciles. En el fondo, es muy divertido contemplar cómo reaccionan.
Con el silencio.
Cobos haciéndose el boludo (es lo que esperan de él sus correligionarios, los que ayer se le arrodillaban) el Hijo De alfonsín paseando por París, a Pino Solanas debe estar paseando en Europa (como hace la mitad del año), Macri está bajo un subte y no sabe no contesta, Binner rezando para que nadie mire su legislatura provincial (menos su gobierno conservador). Muy divertido, no?


lunes, noviembre 15, 2010

Presabido

Si el presupuesto no se aprueba, sin otra ley de presupuesto -el bolazo de Proyecto Surf, ponele- entonces por decreto se reconduce el presupuesto vigente (el de este año) como sucede en cualquier municipio o provincia. Con una diferencia: la subestimación del crecimiento, que posibilita tener recursos disponibles para ejecutar por fuera del presupuesto (lo que permitió,por caso, la Asignación Universal o los subsidios durante la crisis internacional, etc) de lo que fue el año 2010; año en que la derecha pronosticó poco menos que la estanflación; representaría una masa aún mayor de recursos disponibles por:
1) El crecimiento del 2011 -año electoral- basado, fundamentalmente, en el consumo.
2) Porque se basa en el consumo, y por la inflación, más el crecimiento, hay mayores recursos fiscales.
3) Por la suba de los precios de las materias primas exportables (principalmente la soja)

Así basta de hablar pavadas, que esto lo sabe cualquier justicialista disidente del peronismo, cualquier radical, hasta un socialista santafesino sabe estas cosas, y eso ya es mucho decir. Carrió no las sabe porque el único cargo fuera del legislativo que ha ocupado ha sido como funcionaria de la dictadura militar, cuando al parecer había división de poderes y república y contrato moral y parto sin cesárea.
Que los radicales y todo el Grupo A con experiencia (desastroza, por cierto) de gobierno sean conducidos por los delirios místicos de la anaranjada mesiánica, es algo, concordemos, divertidísimo.

domingo, noviembre 14, 2010

Berretas

Así como el Big Bang, en el pseudoperiodismo, de la nada absoluta se puede crear todo un universo. El escándalo iniciado por la denuncia de Elisa Carrió en torno a supuestas coimas para aprobar el presupuesto (escándalo que como reconoce la socia política de Carrió, la inefable Patricia Bullrich, fue para correr el eje de la discusión y así lograr lo que no habrían podido de otra manera) se reproduce viralmente en los medios con el fin de sembrar y abonar la idea de que Cristina es igual que el gobierno de la Alianza, que fue el que efectívamente coimeó en su momento a los legisladores para aprobar una reforma laboral en contra de los trabajadores. Es en el contexto que muestra el excelente informe de TVR que abre el post que apareció hoy en la edición de la Barcelona de derechas que llamamos Perfil una llamativa nota firmada por Nelson Castro.


Sigue acà                

jueves, noviembre 11, 2010

Porque yo sé que a vos, zorra, te gusta Fito Páez.




Bien, en unas horas, con  Mendieta, salgo para Tucumán. Allá chamuyamos con Patucho y Julia.  Tengo entendido que van varios amigos de distintos lugares del país, como Lorena y Udi. Y siguen las firmas. Ahí, nos vemos. Acá, la información. 
Muy lindo todo, pero yo, querida, te voy a extrañar.
En fin. Como me decía el Betta, recién, tomando algo, junto al Conu, decía, te decía, me decía, "Lucas, tenés que sentar cabeza". Claro, pasa que me lo decía el Betta. Así que, entonces, lo supe. Estoy perdido.
Tucumanas, vayan a esa charla. Tucumanos, piénsenlo dos veces. Soy un tipo violento.
Chau.
Un beso.


Presupuestos






Bastante ignorante en la materia, una sola vez vi una parte de un presupuesto. (Los que contestaron en la encuesta de La Nación: "Está de acuerdo con el presupuesto del oficialismo?"; no lean este post, puede herir susceptibilidades) De la ley de leyes, que le dicen, bastante, sí, livianamente. No del presupuesto del estado nacional sino el de una provincia-el que vi, y traté de estudiar- relativamente mediana, de la pampa húmeda. Entre Ríos.
 Ayudé a un amigo, diputado entonces, que presidía la comisión de presupuesto. Llegó, primero, del ministerio de economía, un resumen de unas 400 páginas. En jerga del palo, que yo, formado en otras áreas -básicamente, el chamuyo- me costaba entender. Para lo cual, tenía que remitirme, con frecuencia, al CD donde estaba el presupuesto entero. Miles de páginas. Sí, miles de páginas.
Nosotros éramos oficialismo -el 75% de la Cámara pertenecía al FPV, aún no había ocurrido la asonada de los millonarios sojeros- y el rpesupuesto llegaba elaborado por los técnicos del ministerio de economía. Mi amigo José Cáceres, presidía la comisión de presupuesto. Ni con todos los asesores, ya no de la comisión, ni de la cámara, sino hasta con los de la legislatura, teníamos los recursos humanos para hacer un presupuesto. De haberlos tenido, señora, ni le cuento lo que le saldría el "gasto político".
La mayoría de los diputados no leyó ni siquiera el resumen del presupuesto que, sin problemas, se aprobó. Mi tarea consistía en organizar los argumentos políticos para defender el presupuesto. Había, claro, negociaciones:tal diputado (aún de la oposición) quería tal cosa para su pueblo. Y así. Se cambiaba la letra chica, pero por partes, por cada interesado. Los trazos gruesos, se dejaban. Exactamente como se hacen y votan todos los presupuestos en el país, en otros países, en cada municipio de cualquier provincia.
Entre Ríos volvía a tener presupuesto aprobado por la legislatura, tras cuatro años de gobierno radical (sí, los que ahora cacarean y hacen pucheritos) donde se cerró con la policía la legislatura -para impedir que le hagan juicio político al criminal que estaba de gobernador- y se prorrogó por 4 años el presupuesto anterior a asumir el gobierno radical.
Esta introducción viene a cuento de qué:
-Los bloquecitos de dos diputados y diez tránsfugas (como el de Pino Esándalo Solanas) no elaboran nada "alternativo", señora, la están chamuyando.

-Esta payasada anti institucional del Grupo A no responde a la lógica partidaria de la derecha, sino al guión de las corporaciones -principalmente las comunicacionales- que los manejan.

Pero, ciertamente, acá no pasa nada. Se trata de una discusión administrativa, con tipos que, como el Grupo A, están cascoteando los valores republicanos. Todas las posibilidades administrativas, como corresponde a una república, están, en esta discusión presupuestaria, en manos del ejecutivo. Y el debate no le importa a nadie. Ni siquiera se discute el presupuesto en serio.Dado que, obviamente, la mayoría de los legisladores no leyeron el presupuesto, ni pueden hacerlo.
Para eso están las consultoras, los lobys, etc. También el ministerio de economía, del lado de lo público.
Pero acá, querida, no pasa nada. Es una discusión altisonante dada la magnitud de la irrelevancia e impericia para abordarlo. Nada más.
La semana que viene, de esto, nadie se acuerda.
El Grupo A tiene como presupuesto que el escandalete mella el buen momento del gobierno, pero están sobrestimando el debate, de modo de manejar discrecionalmente las variables reales de lo que se discute. Y esto no es culpa del Indec.