Tremendo. Y nadie hace nada.
Es curioso, realmente, cómo el arco político opositor se subordina a los intereses de un Grupo económico que, con la ley de servicios audivisuales en vigencia, está violando claramente la ley. Y en el caso de los despidos de la Comisión Gremial Interna, también. A coro, repitiendo mentiras, pero con el guión escrito por otros. No se trata sólo de gente sin talento político para el razonamiento -como Silvana Giúdice o Alfredo Leuco, Mario Llambías o Luis Majul- sino líderes partidarios de envergadura que, de entrada, renuncian a la autonomía y se subordinan, casi vergonzozamente.
¿No es más fácil que tanta exageración, infamia, insultos contra el gobierno, descalificaciones al sindicalismo y tramas ocultas inventadas asquerosamente en contra de quien, no es más fácil conservar la postura opositora pero salirse del libreto de la Asociación Empresaria Argentina? No digo abogar por los derechos de los trabajadores y respetar los fallos judiciales, eso ya sería mucho. Simplemente, tener algo propio para decir. Enmarcar la cuestión, precisarla.
Decir boludeces sin ton ni son sí pone en riesgo nuestra muy precaria- ahí el Grupo Clarín, pero no solamente, sin respetar la legislación sancionada por el congreso y revalidada varias veces en tribunales en torno a las empresas que tengan medios de comunicación-libertad de expresión. Esas demasías, que luego se quieren olvidar o son tajantemente desmentidas por sus propios autores, quedan archivadas. No sólo para la burla de un montón degente que no les cree ni la hora, sino también en la memoria popular de los agredidos.
Pero bue, que cada cual actúe como quiera.
Que total,
compañero.
El maximalismo de Clarín y Techint,
socios gráficos, genera adrenalina y falsas ilusiones en esa prensa militante empeñada en generar crispación, odio y rencor. Mañana vuelve la realidad. Y al gritar por los medios de comunicación concentrados que están censurados por Moyano, ante una protesta de la comisión interna gremial por el incumplimiento de fallos laborales por parte de la patronal, pueden lograr cohesión interna -por caso, Lanata repitiendo el guión de Clarín- pero al costo de una disminución en sus raleadas filas, en un apartamiento de los moderados y, lo peor aún, del ninguneo impreciso de la dirigencia política que es la que tiene que ganar votos. No los gana así, al contrario, en sus filas militantes, ante este tipo de mentiras agigantadas hasta el paroxismo, entre los cuadros políticos opositores cunde más la dezasón.
Ayer Jorge Busti se sumó con un comunicado escrito por otro al coro de los que dicen idioteces sobre la libertad de expresión. A la noche, un amigo que milita en sus filas entrerrianas, trataba de explicármelo como un favor, una concesión, que total en Entre Ríos nadie se entera.
No sé si es tan así. A la gente de a pie no le importa ni le cree nada alos pulpos económicos que se victimizan a los gritos que los quieren dejar mudos; pero no debe ser fácil para quien escribió el comunicado que firma Busti hacer ese tipo de suciedades. Porque su hijo trabaja para un diario del Szpolski, desde hace varios años. A pedido de Busti. Cuando éste era demasiado ultra k -a mí me daba verguenza que sea taaaaaan chupamedias- y bueno, las encuestas daban otra cosa. Ahora no le permiten cruzar el charco.
Los intentos de parodiar el 75, del sepia delprimer peronismo, de los Gainza Paz, de la ingobernabilidad, del revanchismo social, etc; por parte de la prensa militante tan crispada del Grupo Clarín explican en buena medida porqué los jóvenes se acercan al kirchnerismo.
Es gracias a esa torpeza, esa desmezura, esa frivolidad con conceptos constitucionales que les quedan grandes que miles y miles de jóvenes se acercan al kirchnerismo.
Mañana vuelve la realidad.
Ese sí que es un gran problema para los que hacen un periodismo psicótico.