martes, abril 19, 2011

Dos impotencias se juntan y lo invitan a Pablo




Mi ex amigo Gerardo Fernández (eeepa, te comiste el amague, eh) en su programa con el Chino Navarro, con mi amigo Pablo Ferreyra de invitado.
Pablo cuenta cómo va la causa de Mariano, pero hay una mirada más fresca, distinta. Y de paso hablan de otros temas. El caso de Luciano Arruga, por ejemplo. Una buena entrevista, en Radio America.
Por supuesto: hablan bien de mí, sino no la subo, je.

Yo y Platero


A tono con este tono literario -de ringtone, digamos- que ha adquirido desde ayer y hasta mañana la derecha posmoderna, el artículo que le hizo firmar algún bala no carece de los balidos habituales de la engolada conterbulio del gandul, la evanescente diputada Gabriela Michetti, je.
Dió mío!

Opinión

El error de los límites opositores

Por Gabriela Michetti
Especial para lanacion.com


Durante estos últimos días me (me) he pasado escuchando cómo políticos de la oposición hablan de supuestos "límites" a la hora de sentarse en una misma mesa a dialogar sobre lo que creemos son los problemas que tiene el país y cuáles podrían ser las propuestas de políticas de Estado que nos permitan plasmar las bases de un desarrollo a largo plazo.
Me (me) cuesta muchísimo entender a que se refieren cuando dicen: "Mi límite es Macri" o "mi límite es el Pro". 


Los referentes del Pro, los límites de la oposición según Gabriela MichettiFoto: Archivo
 

Y me (me) confundo más aún cuando recuerdo que muchos de esos políticos de la oposición que hoy hablan de "límites" refiriéndose al Pro, apoyaron explícitamente y en algunos casos participaron de esos años en los que la Ciudad no servía al ciudadano sino a los propios amigos, de una manera endogámica. 
Me (me) sigo preguntando, ¿dónde está el "límite"? 
Me (me) "parto la cabeza" y sigo pensando: ¿de qué "límite" hablan? 
 Me (me) pregunto qué hicieron esos políticos que hablan de "límite" cuando se refieren al Pro o al propio Mauricio Macri cuando tuvieron la oportunidad de utilizar recursos públicos en pos del mejoramiento de la calidad de vida de la gente.
Cuanta impotencia y frustración genera que en una Argentina que tiene oportunidades tan excepcionales, los prejuicios, los narcisismos, las vanidades personales, en fin: nuestra enfermedad de individualismo extremo, no nos permita ponerle "límites" a las cosas que hace tiempo nos vienen deteriorando la calidad de vida a todos y sobre todo dejando sin esperanzas a quienes necesitan de nuestros diálogos y nuestros acuerdos para empezar a soñar otra vez y no sólo vivir el día a día.
Estoy (je) absolutamente (uopa!) segura (bien ahí) de que la gran mayoría de los argentinos nos está pidiendo hoy a los dirigentes políticos que le pongamos límite a nuestro egocentrismo y microclima, y está deseosa de vernos en una misma mesa tratando de ponernos de acuerdo en esas políticas que nos permitirán, como a algunos de nuestros vecinos de América latina, aprovechar estos años de oportunidades y crecimiento para sentar bases sólidas de desarrollo de una vez por todas.



Genialísimo, sí. Ajá. Dió mío.
Lo hacen adrede, me parece.

¿De qué males nos salvaría el voto calificado?


del Tren Bala
  47 (9%)
 
de los sanjuaninos
  35 (7%)
 
de los catamarqueños
  34 (7%)
 
de los salteños
  49 (10%)
 
de los intendentes del conurbano
  51 (10%)
 
del conurbano
  49 (10%)
 
de 678
  131 (27%)
 
de las retenciones
  48 (10%)
 
del saqueo escandaloso
  70 (14%)
 
de todo, bah.
  217 (45%)

Salta, la linda

La "revolución de los coroneles" de 1943 nace a partir de que el régimen militar-radical-clerical, sustentado en el fraude, intentara dejar la presidencia en manos del ultra conservador millonario Robustiano Patrón Costas.
Entre otras cosas, Patrón Costas tenía uno de los principales emporios azucareros en el norte argentino, con base en Salta, la linda.
La "revolución de los coroneles" estaba integrada por dos sectores, de compleja formación política. Mi tío abuelo integraba un sector, del que luego emergería Juan Perón para reorganizar la dicotomía existente y nutrirse con elecciones transparentes y clara, de la presidencia constitucional de la nación. En 1946. Mi abuela, que en el 95 no supo a quién votar porque el General Onganía murió en las vísperas siendo candidato, hasta el día de hoy le otorga a Evita el sutil calificativo académico de "puta" por el hecho de ser actriz. "Y...en ese momento las cosas eran así" se atajaba, ante la risa de sus desfachatados nietos adolescentes, este escriba incluido. Contaba que el tío abuelo se había abierto de la revolución cuando Perón fue nominado como candidato de lo que quedaba de la "revolución de los coroneles" ya saldada la disputa interna en favor de Perón (lo que determinaría la correlación de fuerzas -cómo estamos, re Sociales, señora- escenificada el 17 de octubre) se había abierto no por ninguna disidencia, al contrario, era secretario de Perón en el Minsiterio de Guerra, sino porque éste frecuentaba a una actriz joven, sin casarse, para colmo a una actriz sin doble apellido. Bue, ningún doble apellido sería actriz de folletín.
Nunca me creí esa historia, pero años después, cuando José María Rosa la cuenta -en el libro autobiográfico en manera de reportaje- le di entidad. Sorprenden los climas de épocas y la perseverancia de los legados en la microhistoria oral. En fin.
Volvamos a Salta.
Perón tenía el apoyo de cuadros conservadores que armaban los Centros Cívicos, que luego junto a los Centros Gremiales se conjugarían en las Unidades Básicas. Tenía, además, el apoyo de los radicales renovadores y de los mayoritarios laboristas. Con éstos últimos se armó flor de quilombo cuando Perón, en vísperas de su campaña electoral, nominó como candidato a gobernador de Salta a Lucio Alfredo Cornejo, el  otro gran empresario azucarero -explotador y oligarca como Patrón Costas- para competir contra el ídolo de los conservadores.
Los laboristas, furiosos, protestaron, intentaron armar -como en Córdoba y Santa Fe- algo parecido al bloque laborista revolucionario, pero en el devenir histórico se fueron integrando al Partido de la Revolución Única  primero, al Partido Peronista después, al calor de las desgracias de Cipriano Reyes, además.
Cornejo ganó la gobernación de Salta, mientras se discutía, a tono de murmullo, en las universidades porteñas el carácter del peronismo: bonapartismo o fascismo era el debate que se insinuaba y creaba las condiciones de posibilidad para que, bombardeos y golpe de estado mediante, una década después se discutiera la naturaleza social del peronismo: si integrado por obreros migrantes del campo o si integrado principalmente por viejos cuadros sindicales. Gino Germani versus Portantiero.
La compleja composición del peronismo en enclaves lejanos de los centros de disputa intelectual no estaba en la cabeza de nadie. Pero sirve para entender las complejidades del proceso político y las complejidades que subyacen en todo movimiento popular.
¿Cuál es el punto?
Las coaliciones populistas se caracterizan por una alianza de clases, ok. Que redefinen -a la vez que se ven depositarias de- la organización económica social. Pero. Fundamentalmente, crean un modelo simbólico novedoso que ciertamente entra en contradicción apenas arrancar, pues se trata de orientar esa potencia simbólica con viejos actores políticos preexistentes al clima refundacional.
Los laboristas, groso modo, munidos de la necesidad práctica de hacer política para sus bases obreras, no tuvieron otra que comprender esto.
Los socialistas, comunistas y radicales ilustrados que quedaron en la vereda de enfrente, vieron crecer tanto su impotencia y rencor que llegaron a aplaudir los crímenes más calumniantes contra la condición humana, como los bombardeos a Plaza de Mayo y los fusilamientos de prisioneros, legales e ilegales.
Con menos dramatismo, la historia no se repite, pero si ilumina fronteras de viejas nociones antipopulares que siempre están a la vuelta de la esquina. Como recurso para satisfacer, masturbatoriamente, la impotencia y el rencor, esa combinación de impolítica que pugna contra su propia evanescencia por hegemonizar el relato político.
Evita era una puta.

y, las cosas éstas entre la relación de una cosa con la otra, siempre fueron complejas...


“Durante años de oprobio y de bobería, los métodos de propaganda comercial y de la littérature pour concierges fueron aplicados al gobierno de la república. Hubo así dos historias: una, de índole criminal, hecha de cárceles, torturas, prostituciones, robos, muertes e incendios; otra, de carácter escénico, hecha de necedades y fábulas para consumo de patanes.”
Un mes después del golpe de estado que, tras los bombardeos a civiles en Plaza de Mayo, derrocó al presidente constitucional Juan Perón, escribía en Sur estas palabras, el jodón de Jorge Luis Borges. 

Desde hoy, el autor de una novela genial como Historia de Mayta, nos inundará de propaganda hasta en la sopa, de un burdo trotskismo de derecha, igual de simplista, paranoico y poco sofisticado que el del camarada Mayta, sólo que un poco más cruel.

lunes, abril 18, 2011

Bárbaros, las ideas no se estudian!



Julio Bárbaro, ex interventor del Comfer, actual militante del peronismo rencoroso, en una entrevista, muy interesante, ácida pero inteligente, con Gabriel Levinas. 
Hace algunos días estábamos en Rosario con mi amigo el cerebro mediático K.  Ahí, algunos estudiantes universitarios, con esa desfachatez tan necesaria y propia de la juventud, le explicaban cómo tendría que hacer para solucionar la tele, que Cristina gane con el 89% de los votos, que la verdad se desnude ante las masas y que se termine la invasión a Irak, Afganistán, Colombia, Nigeria, Libia, Guantánamo y que Bonelli vuelva a A Dos Voces, con Tamborini y Mosca.
Después, ya solo y aburrido, yo empecé a decir muchas de las cosas que dice Julio Bárbaro en esta entrevista. Obviamente, los pibes que quedaban no se sentían representados cuando la Ley de Medios es un asunto de economía política; de desmonopolización en un sentido estrictamente liberal y de puesta en duda del resto de las modalidades -de avanzada- de propiedad que plantea la ley. Por ejemplo: ¿un retorno a un estado deficitario (tal como proponen, implícitamente, las principales fuerzas políticas antagónicas al kirchnerismo) no es el preanuncio de la imposibilidad de financiar la Ley de Medios? Ojo, aún sin esa pregunta, la cosa es más compleja. ¿Es necesario un fuerte financiamiento de canales de cable culturales, para la zona metropolitana, o la construcción de hospitales en el norte argentino?
Lo que, a priori, parece una falsa dicotomía, en el campo de disputa real, esto es, en el Congreso Nacional, en lo que queda de los partidos políticos, en el mundo del capital, al interior de las fuerzas populares, en la construcción de consensos, en el plano de las ideas, en los conflictos y demandas surgidos desde abajo, no lo es. Ahí puede leerse esta complejidad que es inherente al acto de gobernar, cariño.
A ver, para decirlo de otro modo: una vez, hace ya varios años, estaba en una charla junto a dirigentes bolivianos. Que venían de una durísima disputa política, todavía en veremos en ese entonces, en torno a la reforma constitucional. Yo planteé, escupiendo el asado, que la inversión de tantas energías en un papel escrito me resultaba incomprensible, teniendo en cuenta que el neoliberalismo arrasó con la misma Constitución y que no había, hasta el momento del proceso -yo hablaba todo así, re Sociales, para que no me tachen de enemigo- ningún obstáculo formal al desarrollo de la política de Evo Morales. La discusión, que perdí por goleada, entró inmediatamente al campo de la irracionalidad jurídica.
Pasaron varios años y la nueva Cosntitución de Bolivia garantizó que digamos "Plurinacional" con la misma impostura que acá se dice "políticas de estado"; los resultados sociales, en cambio, fueron bastante lentos -inimaginables para un argentino-y ninguno fue producto de esa batalla reformista ganada.
Hasta un marxismo rudimentario (como el mío, preciosa) entiende que la inversión de los principales activos políticos en una lucha por la superestructura es apenas un momento de la lucha política, y que debe enmarcarse en la disputa por la hegemonía - de paso, en La Nación dicen que en la zona metropolitana 1 de cada 3 personas ve sistemáticamente 678- y no en la búsqueda de un resultado definitivo, como plataforma de avance en el campo material. Dicho de otro modo: que una reforma constitucional -como hizo Menem, Menem sí, ya lo hizo- debe plasmar los cambios realizados, no impulsarlos. Porque no puede impulsarlos. ¿O acaso no estaba el artículo 14 bis en la constitución reformada del 94; que siguió sin cumplirse (tanto como los juicios por jurados) mientras que las cláusulas de carácter neoliberal se cumplieron al pie de la letra, y las de carácter cuasi fascistas -como el financiamiento a la multimedial iglesia católica- se acentuaron y profundizaron?  Quizás, a diferencia de las obras completas de Sócrates, Menem no haya leído a Marx; pero entendía perfectamente el devenir de lo social.
El DEBATE en torno a la ley de medios, cristalizaba el momento y las contradicciones en que se partía la sociedad; tras 6 años de gobiernos kirchneristas. El DEBATE posibilita, en tanto enfrente está la AEA y el Grupo Clarín, que el kirchnerismo sea quien marque la cancha; porque puede demostrar que hay grupos económicos por encima de la ley que obstruyen la aplicación de la ley. Entonces, corazón, la batalla por aplicar la ley, aún perdiendo el oficialismo algún que otro round, es la modalidad en que organiza la pelea en el round (y en el momento) que más cómodo se siente el propio kirchnerismo.
En fin, por lo menos, así, lo veo yo. Que soy el encargado de una tarea muy sensible: Patucho me pasa las canciones de La Cámpora que él escribe mientras anda controlando los directorios de las empresas, y yo doy vuelta el disco y pongo canciones satánicas y marxistas.
Entonces, das vuelta el disco que trae la canción de La Cámpora que dice:
Érase una vez Patria Hermosa

Érase una vez
un lobito bueno
al que maltrataban
todos los corderos
Y había también
Un príncipe malo
una bruja hermosa
y un pirata honrado

Bueno, pasá el disco al revés y vas a escuchar que dice "viva la revolución!!" "socializaremos los medios de producción" "por una dictadura delproletariado que aniquile las camarillas  democratistas de la burocraciaaaaaa" y cosas así. Sí, ya sé, es groso lo mío. De nada.

Liberen a los leopardos

En la localidad de Andresito, cerca del arroyo San Francisco, Gendarmería encontró un Gato Margay que, según informó la propia Gendarmería, tenía una cinta de tela en el cuello. 
Entonces, labraron un acta policial.
El Gato Margay está, sostienen desde Gendarmería, en extinción. Por tanto, lo metieron preso en un centro de rehabilitación de fauna silvestre.
La pericia detectivesca de los camaradas gendarmes relacionó que la tela que le rodeaba el cuello demostraba que había sido capturado como mascota y que luego había escapado. Puede ser. También es más probable que hayan encontrado al Gato Leopardo con su dueño, le hayan explicado la situación, le hayan sacado guita y luego, el Gendarme y pensando en sus hijitos, se sacó esta foto poniendo su mejor cara de nabo.
La lógica policial, de pastoral social, es irreprochable. En primer lugar, no está demostrado que los Gatos Leopardos estén en extinción. Ojo, hay muchas especies en la zona rurales que no están en extinción y que son, incluso, una plaga. Como con el carpincho
Una vez y para probar, hace un par de años, dije en una charla en Capital que la paloma era un ave en extinción. Nadie se percató de que estaba bolazeando desesperadamente. Las palomas son un problema, son una plaga, jamás una especie en extinción. Más bien, ojalá fueran una especie en extinción. Como las ratas. Ojalá tuvieran el destino de -no es por abrir heridas del pasado- los dinosaurios. Con una diferencia: probablemente si los dinosaurios hubieran sobrevivido, nosotros, los humanos, quizás no: habríamos muerto como especie. En cambio, las palomas sólo rompen las pelotas y las ratas, también. Porque hemos desarrollado vacunas y antibióticos para resistir las mordeduras de ratas y porque las palomas ya no pueden, traídas por los dioses satánicos, venir a comernos las plantaciones y que toda una tribu muera por falta de comida. Volvamos al Gato Leopardo.
Andresito se llama la localidad formoseña por el Comandante Andresito, caudillo federal de las provincias unidas del Río de La Plata, gobernador de Misiones, fiel colaborador de Artigas. Es el primer y único por varias décadas, gobernador indígena. Andresito era guaraní.
El Gato Leopardo no está considerado en extinción en Colombia, pero esto no quiere decir mucho porque se trata de una animal que no se adapta a nuevos entornos. Entonces, cuando hay desmonte, no va, como otros animales, corriéndose y adaptándose. Y además es usado para sacarle la piel -como con las vacas, querida- y de mascota, como los perros y los gatos.
¿Porqué entonces no integrarlo al circuito del capitalismo como a las vacas, los gatos y los perros, no es esto más eficaz para su preservación?
No, parece que no, porque el bicho no se adapta a estos ambientes. Pero. Además. Más que además, sobre todo: tiene una cría cada dos años. Las ratas -que están, como los musulmanos del medio oriente, integrados al capitalismo, pero para exterminarlos- tienen hasta 36 crías cada dos meses. Y eso que no cobran la Asignación Universal.
Más aún: cogen poco los Gatos Leopardos y encima tienen un índice de mortalidad infantil del 50%. Ni que Graciela Ocaña estuviera a cargo de la salud de los Gatos Leopardos, con semejante índice de mortalidad infantil, o bien se toma el toro por las astas -y se crean maternidades a mansalva invirtiendo en tecnología que estudie y preserve algo parecido al hábitat- o chau bicho. Es así.
Los costos y beneficios de cada decisión se evaluarán.
Pero, mientras tanto, los conceptos equivocados de quienes no vivimos en el campo ni somos descendientes de indigentes; o bien no somos del norte ni de etnias raras y precarias, probablemente no podamos entender que a esas poblaciones les chupe un huevo el Gato Leopardo y el cuidado de las plantitas y flores. Hace falta industrializar. 
Los tobas reales, no los que viven de ser tobas para consumo de la República de Palermo, quieren hospitales, no libros sobre medicina alternativa. Quieren Wi-Fi, no ritos ancestrales.
Los Gatos Leopardos nadie sabe qué quieren y en el norte formoseño nadie moverá dos dedos por un bicho así. Excepto para venderle el cuero.
La postergación del norte argentino tiene que ver con factores estructurales, derivados de derrotas militares, injerencias extranjeras, limitaciones propias, también, por cierto.  Pero, para decirlo claro: es la derrota militar del ideario artiguista la que arranca con esta situación.
El mitrismo ilustrado puede tener pretensiones ecológicas (para los otros, jamás para sí mismo: así, entonces, es fácil: ahora resulta que San Juan contamina más que la Avenida Libertador, je) y unidas a éstas, un naturalismo antropológicamente retrasado en torno a lo social: el indigenismo, ese criollismo reaccionario que ahora empalaga por izquierda.
Ojo, el rescate del Gato Leopardo viene por ahí: lo van a encarcelar para apostar, como en Humahuaca, a que vengan durante el verano contingentes de estudiantes de Filo a cantar El Oso mientras dejan algunos pesitos en la economía local, cuyas gentes, amablemente, se vestirán de indios y le dirán giladas a los porteños iniciáticos, adorarán al sol después de tomarse una damajuana de vino tinto y, probablemente, cuando llegue al mercado norteño el LSD, adorarán los platos voladores. Claro que para poder comprar ácido alucinógeno los trabajadores deberían cobrar más para que exista una demanda que pueda cubrir esa oferta.
El problema es que el Gato Leopardo, por lo antedicho, no es una buena inversión. Morirá, gastando los recursos de los contribuyentes, en vano.
Es mejor liberar al leopardo.
Y en vez de sentarse a esperar que derrame dinero la valorización financiera de la producción primaria, apostar a un desarrollo más estructural, con, por ejemplo, la presencia de Techint en el norte.
Porque el turismo cultural, con las barriadas disfrazadas de indios, no aporta mucho a las localidades. A no ser que sea POSTERIOR al desarrollo industrial o primario. Como sucedió en la costa atlántica, en Córdoba, en Entre Ríos, en Mendoza, en la Patagonia.
El subdesarrollo estructural de África se debe, en buena medida, a comprar estas recetas de cuidar los ritos ancestrales y los rinocerontes -en ése orden, porque somos antropocéntricos, claro, encanto- para el consumo conceptual de otros que, más pronto que tarde, vuelven a sus oficinas occidentales y aportan a Greenpace, pero. Pero.
La historia, la cultura, no avanzan linealmente, sino de manera compleja: pero hay limitaciones en el desarrollo que impiden desplegar una elaboración popular de estas concepciones narrativas del devenir social.
En síntesis: en la selva chaqueña hay que poner una metalúrgica. Y si para eso es preciso derrumbar arbolitos y que muera el Gatito Margay y bue, morirá. O lo mandamos al zoológico, a la República de Palermo. Pero que sea financiado por las entradas a ese lugar espantoso donde se les obliga a los niños a ser felices, mientras añoran, los niños, volver a casa y jugar en la Play.




Patricia Bullrich Luro de Pueyrredon



El 18 de mayo de 2003, la entonces candidata a Jefe de Gobierno daba esta entrevista a Daniel Ponzo, reconociendo que fue Ministra de Trabajo durante los despidos en Clarín. Y, mintiendo que llamó a una conciliación obligatoria. 
Posteriormente y hace unos días, dijo que era una construcción de 678 y que no había sido ministra durante los despidos en Clarín.

Siguen los bloqueos a la prensa gráfica independiente



Sí, señores, tremendo. Ahora no dejan que alguien diga por fin la verdad. 
A pesar del bloqueo, sale este lunes, por suerte, la esperada revista Cabildo, porque todo fascista tiene derecho a una verdad revelada así de grande.
Entre las habituales diatribas contra los judíos y la democracia -que es la enemiga del pueblo, así, femenina, para colmo, la democracia- este nuevo número nos contará sobre el bloqueo a Cabildo. Temazo. 
Se agradece difundir, de nada.