sábado, mayo 28, 2011

a PASO de vencedores



El muuuuuy arraigado pensamiento -equivocado- de que las internas abiertas y obligatorias no se qué bolazo la democracia y la salud de los patos, no está lo suficientemente discutido.
En primer lugar, por que el carácter de abierta de ese tipo de internas, debilita obviamente a los partidos políticos. ¿Para qué afiliarse a un partido, militar en un partido, ser parte de la vida interna de un partido, si a la hora de los bifes la selección de los candidatos la hacen todos, y POR ENDE, la selección de los programas no la hacen los militantes ni las autoridades partidarias. Para decirlo sencillito (y esquemático): un partido político no puede ser de izquierda O de derecha en un sistema electoral primario de este tipo, sino que serán ganadores quienes -a eso tiende el sistema- contengan alas de izquierda Y de derecha y de paso alas de colibrí y alas de pollo y princesas aladas: que contenga, en síntesis, la mayor parte de una imposibilidad que es la totalidad social (cómo estamos con el lenguaje, corazón!).
 Segundo, por que  el carácter de obligatorio del voto primario implica, en el mero discurrir de los turnos electorales, una conducta tipo -a eso tiende- donde el elector vota por, ponele, Lozano, del Partido Movimiento por La Recuperación De Los Valores del Mundo, PMRVM, y resulta que Lozano, en el PMRVM pierde las internas...pero, ponele Biolcatti, que tiene más o menos el mismo sistema de ideas que Lozano, gana las internas en el, ponele, Partido Verde, y entonces, el votante tipo, que no optó por Biolcatti sino por Lozano, tiene la oportunidad de votar a Biolcatti -esto es: votar su sistema de ideas- en la elección posterior a la interna. Todo muy lindo. Pero el discurrir de este tipo de internas, tiende entonces a las candidaturas tipo, restando matices, coloridos y representaciones minoritarias. Es así, corazón. No se discute más, chau.
O sea, no es que sean el Mal las internas abiertas y obligatorias, pero considerarlas la reencarnación de las tablas de moisés que vienen a traernos la república posta y la democracia como en los países del primero mundo, es, por lo menos, discutible. Besos. 

viernes, mayo 27, 2011

resistimos en los 90, volvimos en el 2003, junto a Néstor y Cristina, la gloriosa JP!







Acá están mis grasitas!





Conmigo No!







Conmigo

“Conmigo o sinmigo”, dijo el antiacadémico Herminio Iglesias en una frase ya antológica. “¡Conmigo no, Barone!”, exclamó la académica Beatriz Sarlo en lugar de contestar con “¡Los genocidas no, con los hijos apropiados ni con Papel Prensa, tampoco!”
Si Graciela Camaño lo abofeteó a Kunkel abusando del género, Beatriz Sarlo me prepoteó abusando del género y de la mentira. Cuando dijo “Vos trabajaste en Extra, trabajaste en La Nación, aguantaste hasta que pudiste” está diciendo que yo no aguanté más mientras ella aguanta. ¿O disfruta? Mi participación en La Nación a partir del golpe de los chanchos sojeros fue haciéndose cada vez más discordante y en tensión con la línea del diario. Cuando me fui no hice escándalo como suelen hacer los que se dicen perseguidos pero siguen siendo caros y prósperos en el mismo sistema que los adiestra.
¡Conmigo no, Barone! Pero si no hablaba de vos Beatriz, hablaba de tantos que ya a sabiendas de quiénes son sus empleadores, y qué umbral de ignominia traspasaron, los defienden y adulan. Si te considerás incluida no es mi culpa sino del soporte que te sostiene y que te consagra parte de su mensaje.
¡Conmigo no, Barone! No es lo mismo que decir ¡Barone renunciaste a La Nación justo cuando yo entro y la represento! Yo nunca fui el escudo cultural de un barco cuyo rumbo se opone al rumbo de los náufragos.
En el diario Extra, que mencionaste menemista, yo firmé crónicas implacables contra el uno a uno cuando todos le cantaban loas y satiricé sin anestesia a personajes carnales de esa época. Cada uno es lo que es y no es lo que no es. Lo dice una vieja canción de la negritud. Y Sarlo no es Barone ni yo aspiré nunca a ser Sarlo. Prefiero estar en una remera barata que en la antipopular historia de la tribuna de doctrina.

Orlando Barone, 27 de Mayo de 2011.

1983


ay!

Leo García
Diego Gvirtz y Nicolás
Drogadictos K
 #SuperJueves, del jueves pasado
El periodista militante Barragán y Zambayonny
La gente afuera
La gente adentro

Con el gran Zambayonny
El camarada Abelardo Vitali, Mendieta (que después cantó con Horacio Bouchoux el Nunca Menos), y Matías Castañeda






ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Este viernes va a estar mejor: "Conmigo No, Barone".

Florencia Arietto y Sebastián Lorenzo. 
Carlos Barragán




Y el viernes que viene va a estar mejor, corazón.
La compañera Lorena 

Guillermo Fernández


Con La Jefa (espiritual), qué cara, la mía, eh, y Nicolás. 





con La Cámpera, esta noche.



Y que viva el amor! 


Las internas: símbolo de la institucionalización grosa de la democracia y los sentimientos bellos que tienen las buenas gentes y los kirchneristas también, porqué no, corazón.





Escribe Mariano


Está más o menos difundido el tópico de que la existencia de elecciones internas para definir candidatos es una paso de avanzada en la democratización de las instituciones, en este caso, los partidos políticos.

En el plano de la realidad más inmediata, se vuelve preferible (opinión generalizada) un proceso electoral como el santafesino, donde todos los partidos eligieron sus candidatos en internas abiertas (con padrones generales, sin limitarse a quienes estén afiliados a los partidos); ah, y obligatorias. 
Se vuelve preferible (ese proceso), decía, a una situación como la de la CABA en la cual los máximos referentes de los partidos políticos eligieron, a dedo, a los candidatos a intendente, hecho condimentado por la situación de que en algunos de esos casos se eligieron a sí mismos, y no conformes con ello sopapearon un poco a quienes amagaron a oponérseles (¿alguien conoce el paradero de Lozano o Michetti?).

Bueno, tal vez convenga hacer un poco de memoria, que la mayoría de las veces permite sacar conclusiones contrarias al prejuicio común.

Santa Fé tiene internas abiertas (y obligatorias), porque así lo prevé su legislación electoral. Esa legislación que propicia el desarrollo de procesos tan democráticos en los cuales todos los partidos eligen a sus candidatos en internas, fue usada como modelo para la reforma política que se llevó a cabo el año pasado en Nación y en la Provincia de Buenos Aires. En esos dos niveles estatales, a partir del próximo turno electoral (este año) habrá un sistema muy parecido (en cuanto a las internas idéntico) al de Santa Fe.

En la CABA no ocurrió lo mismo.

Cabe aclarar que contrariamente a lo que supondría el prejuicio común, la ley electoral modelo no es un invento socialista, sino que la reforma fue instrumentada en tiempos de Obeid (peronista, ex K).
De esa forma se puso punto final a la denostada "ley de lemas". Que tenía muy mala prensa, por ser "partidocrática", y por favorecer a priori la victoria de fuerzas políticas con capacidad de expansión territorial, en detrimento de armados que privilegiaban el alto nivel de conocimiento público del principal candidato y la inserción mediática de ese candidato en sentido individual.
Los vicios, considerados en general como  no democráticos de la ley de lemas, finalmente, decretaron su ocaso, y la misma fue reemplazada por la legislación actual. Modelo.



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Y más

Escribe Fede

Salgamos del lugar de Sarlo vs Forster, ni que hablar de Sarlo vs Mariotto. La invitación de 678, la mejor interpretación posible de esa invitación al menos, tenía otra lógica a la del simple contrapunto: vos que nos mirás y escribís sobre el programa, vení a decirlo desde este programa. Ahí estaba la potencialidad que tenía tener a Sarlo al lado de Barone.  Y Sarlo cumplió con esa expectativa. Detalló, con las limitaciones del caso y el doble stopper que se le puso con Forster y Mariotto (un exceso que tiene sus explicaciones)  sus desacuerdos. ¿Qué son esos desacuerdos? Tienen dos vertientes que en el programa se mixturaron pero convendría separar. Una crítica puntal al ejercicio del periodismo de archivo y de las premisas sobre las cuales luego intervienen los panelistas de 678. Y por otro lado, sus desacuerdos con el kirchnerismo, la visión del mundo, o como quiso colocar Forster con cierta grandilocuencia “del poder”. ¿Es la misma discusión? ¿Ser anti kirchnerista es ser también anti 678? Y al revés: ¿ser kirchnerista es ser seisieteochista?  Hubo una divergencia formal durante todo el programa: Sarlo buscaba fundamentar la crítica en aspectos concretos (los informes, el papel de la prensa europea, la transición democrática, etc) pero la réplica venía por el lado de la confirmación de lo que nunca estuvo en duda: “ah, pero vos sos opositora…”, por lo que salvo algunas intervenciones afortunadas de Forster, había un diálogo pero que ocurría en dos niveles distintos. Una totalidad (el gobierno, el proyecto, lo popular, etc) frente a una crítica quirúrgica, que si bien sabe que se agazapa en los lugares más fértiles y sencillos, no deja de ser inteligente, mordaz, astuta.


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La cultura durante el kirchnerismo



Dos cositas. Corazón. Hace algunos meses -poquitos- vivo también en la capital portuaria, mirando, con envidia, a Europa. Entre rúcula y alienación. Corazón. Rima y todo. Los jueves, desde ese entonces, fui armando una cena con gente que quiero, gente como Esteban Smichdt, con el que no tengo, bah, sí, somos amigos, algo que ver, sí. Iba a esto. Hicimos, después, por que todo crece, una fiestecilla, el jueves pasado. Estuvo tocando Barragán, Zambayonny, Leo García, Guillermo Fernández, el candombe Nunca Menos - Horacio Bouchoux, camarada, todo bien? vos conducís la próxima, corazón; entre otros, varios otros, en fin. Perdí el hilo. No, dos cosas. La semana que viene, en vez de jueves, hacemos, en el mismo lugar, otra fiesta, la de 678, que armamos esta noche, con Diego Gvirtz, y va el viernes. Discutí con Gvirtz, mientras Hank hacía, desde su casa, el afiche, yo decía que se llame "onmigo sí, Barone" él decía que hay que resignificar la misma frase de la derecha, y "Conmigo no, Barone" y que sea la fiesta de 678 y así. Ganóla discusión, argumentó mejor. Tá bien así. Viernes que viene. República de Palermo.
En otro orden, estos mismos jueves, aunque mis amigos portuarios, preferentemente del territorio nacional de Parque Patricios, o la franquicia interior de Flores, los conventillos literarios de San Telmo, mis amigos de ahí, hace muchos años que me escuchan la misma y torcida obsesión. Qué pasa en la cultura. No donde flamean las banderas del prestigio, ni donde pasan la noche esta comparsa de freaks del neofamositito K, Lucas Carrasco sacando número en esa comparsa, tibia y tosca; sino en la microquímica de la creación, en la cultura entendida como esa esquina donde se planifican grandes creaciones que derivan en una tarima donde pasamos la gorra de la soledad.
Así que escribí a mucha gente que admiro, que leo, que tomo en serio, que plagio, que me peleo, que puteo, que admito, que bailo entre ese egocentrismo patológico y la conciencia de saberse dudando, como hamacado, corazón, en esa duda. 6 de la mañana. Y algunos me contestaron y muchas, pero muchas gracias. Mañana empiezo a publicar: hice tres preguntas estándar. Mis amigos, hace muchos años, saben de mi posición, guerrera y audaz y alocada, tristemente, alocada, sobre estos puntos. Nunca lo conté, por acá.Vaya uno a saber por qué.Mañana empiezo a publicar esas respuestas. Hay opositores. Una cagada, pienso ahora, que voy a estar,mientras, contando de la fiesta recontra ultra K del viernes, en fin, corazón. Así es la vida.