martes, octubre 19, 2010

Nietos


Nieto

Cuando lo escuchamos hablando de historia, de peronismo, de los setenta, le preguntamos dónde había aprendido todo eso, que parecía medio mucho para la escuela Normal y para sus 16 años "Mis viejos son militantes. Y además soy nieto de un desaparecido", nos contestó con orgullo Felipe Garay, miembro de la flamante UES paranaense, creada el 16 de septiembre en la conmemoración de La noche de los lápices que organizaron los chicos de HIJOS.

Las mentiras de Majul







En su última columna en el diario La Nación, publicada el miércoles último y dedicada a rebatir la idea de que el matrimonio Kirchner sea progresista, Luis Majul analiza la evolución de la pobreza en el país, aunque confunde los datos y llega a un resultado equivocado.

Dice Majul: “Las consultoras privadas, la Iglesia Católica y los profesionales de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) calculan que [la pobreza] se encuentra entre el 26 y el 35 por ciento. Lo que nadie discute es que la cantidad de pobres bajó desde 2003 hasta 2006. Y que, a partir de ese momento, la tendencia se revirtió. En concreto: la cantidad de pobres pasó de 12 a 14 millones desde que Néstor Kirchner se hizo cargo de la presidencia hasta hace muy poco”.

La afirmación referida a la cantidad de pobres es falsa. 


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Perejiles




En algún momento, los países consumidores de productos elaborados se darán cuenta que la restricción de oferta de commodities -como las amapolas, la marihuana y las plantas de coca- devino en un criminal fracaso. Más aún, la militarización del consumo de sustancias ilegalizadas -y la violencia que la militarización de esta cruzada moralizante genera- sumado a otros factores de mercado ha llevado a que la agregación de valor de estos cultivos se realice en el mismo lugar de cosecha. Con lo cual, los países invasores y sus beneficiarios -EEUU y Europa- en realidad están teniendo una balanza comercial desfavorable con países tradicionalmente productores de materias primas cafeteras (como Colombia) mineras (como Bolivia) bananeras (como Perú) mesiánicas (como Afganistán) lo cual puede devenir, por un lado, en un equilibrio de la balanza comercial en tanto la merca que vende Colombia necesita de armas para la narcoguerrilla y el ejército corrupto, así como la heroína afgana necesita de armas para los delirios talibanes.
La matanza que acontece en México y el debate que esto genera (debate algo restringido pues si hablás más de la cuenta te cortan, literalmente, la cabeza) se presenta como un panorama posible para países, como el nuestro, que reúnen características vulnerables: el autoritarismo y la impunidad de tribunales, la debilidad estructural de la policía (por razones históricas, económicas y federales), una oligarquía productora de commodities con mucha fuerza política y la ceguera de la clase dirigente.
Las cárceles están llenas de perejiles que entraron por un porro y salen con un máster en secuestros.
Algunas ciudades y países han avanzado en una paulatina despenalización, principalmente de las llamadas drogas blandas. En Argentina, cuando Aníbal Fernández fue ministro de Justicia, convocó a una comisión de expertos de distintas disciplinas para analizar este tema. Las conclusiones fueron contundentes, pero el debate no llegó  a instalarse. Sin embargo, esa producción intelectual asumida por el estado está ahí, disponible, para cuando la coyuntura lo marque.
El mismo Aníbal sostiene, como Jefe de Gabinete, la necesidad de despenalizar el consumo de marihuana. Noe s menr que esto lo diga un Jefe de Gabinete. No sé qué pensará la presidenta de este tema, y lo que Cobos piense es irrelevante por su demostrada incapacidad de comprender la constitución y la división de poderes, de modo que una de las máximas autoridades del estado nacional sostiene esta posición. Es de preveer, además, que si el tema llegara a Cristina (bah, capaz que ya tiene posición tomada, pero creo que no la ha hecho pública, o no la conozco yo) lo estudiaría con la misma pasión desprejuiciada con la que ha estudiado temas muy sensibles como el matrimonio igualitario.
En la corte suprema, Argibay y Zaffaroni -todos de pie, sus enminencias los progresistas que no pagan impuestos, han sido evocados- tienen también posiciones de avanzada, con la habitual hipocresía que demuestran. Son los tribunales los que meten en cana a perejiles y nos impiden saber adónde va a parar la guita grosa del narcotráfico.  De todos modos, ante el cardúmen menemista que usurpaba la corte en tiempos de De La Rúa y Chacho Alvarez, es un alivio.
Un panorama del violento fracaso de la militarización del consumo de sustancias consideradas prohibidas por algunos credos, es un panorama de la organización, cada vez más sofisticada, de aparatos criminales que desafían las capacidades estatales no sólo en el plano policial de las barriadas populares de Brasil o Sudáfrica o México, sino en los mecanismos financieros que dan de comer a una élite que juega con su blackberry desde Los Angeles a la timba en Uruguay, las Bahamas, Delaware o las Islas Británicas.

lunes, octubre 18, 2010

Muy loco

No son las frases de Raúl Degrossi sino el concurso de NTVE por elegir la frase más garca del año. Son reales, aún cuando suenen increíbles. No fueron nunca dichas en un contexto de broma o parodia. 






1. "Defender a Clarín significa hoy defender simplemente la democracia" - Marcelo A. Moreno, periodista de Clarín.

2. "Ya no quedan golpistas en la Argentina, porque ya aprendimos que el golpismo, militar o civil, terminó favoreciendo invariablemente a los "golpeados", convirtiéndolos en mártires y eximiéndolos de pagar la factura final de sus propios desaciertos". -Mariano Grondona, en La Nación.

3. "En 2011 tenemos que parir un gobierno para todos, para el que quiere a Videla y para el que no lo quiere". - Eduardo Duhalde.

4. "El que no puede hablar con precisión, da un sopapo, da una pedrada o se hace piquetero como D´Elia" - Pedro Luis Barcia, Presidente de la Academia Argentina de Letras.

5. "A los del cartel de "no a los despidos" (la verdad que no sabemos de qué se trata), podemos cubrir tranquilamente cualquier protesta que hagan ustedes sin ningún tipo de problemas. Pero el estilo nuestro, en este momento, es sonreir, saltar, ser alegres...". (Sergio Lapegüe, en TN)

6. "- No me parece que en el tema de los "trapitos" la cárcel sea una solución. Me parece que hay que buscar soluciones más profundas" - "¿Ud. qué quiere? ¿Que los matemos, directamente? No entiendo."(Mauricio Macri, a Nelson Castro).


7. "
Desde el momento en que se implementó el Programa de Asignación Universal por Hijo, los datos marcan que lo que se venía gastando en juego y en droga ha tenido un crecimiento. No lo veo yo, lo ven los analistas" (Ernesto Sanz, al diario El Litoral de Santa Fe)

El kirchnerismo




El problema de darlo por inexistente, mascarada, fantochada, impostura es que no se puede dar por muerto lo que no existe. El problema de darlo por muerto es no tanto su vigencia -expresada en el odio que genera, sino querés medir las entusiastas adhesiones- sino que hay que darle vida para matarlo. No muere sin reproducirse lo que no nace ni se desarrolla.
Y el problema, de fondo, de las tesis de la prensa militante, es la culpa. Es no tener con qué darle. No tener antecedentes. No querer renunciar a esa tierna demagogia progresista con la que, con Menem enfrente, nos acobijábamos todos. Qué vivos. Ese malestar de la nostalgia de ya no ser lo que nunca fuimos. Cada vez que se lea la inexistencia de algo evidente no hay que creer solo que el otro quiere negarnos entidad, sino que la derecha aún no aprendió a convivir con la democracia. Le cuesta aceptar que hay otros. Le cuesta, no le sale. En el fondo, la derecha progresista, la demagogia progresista, tiene nada más que el ADN de los últimos y caóticos 50 años. Reacciona primitiva, de memoria, a las trompadas.
Entre las divas de la siesta y los periodistas, el arte de la descalificación se esgrime con la torpeza del ninguneo. A la gente de a pie todo eso le chupa un huevo.
  Por eso es que donde uno lee cosas tan agitadas y exaltadas, tan sacadas, que luego no se reflejan en el ánimo de nadie de carne y hueso, debe entender que esa brecha histérica es el modo de decodificar una vieja cuestión nacional: dicen que está la derecha, la izquierda, y el peronismo: que es tantas cosas que termina siendo nada. Una interrupción en el lapso de las viejas y genuinas querellas. Un rayo en el cielo sereno. Una desviación. Momentánea. Destinada a apagarse. A irse. Con sólo prohibir en un decreto mencionar sus nombres y sus símbolos. A sus seguidores, pronto, los reeducaremos, los recuperaremos, serán humo cuando los nombres imposibles estén prohibidos, por un decreto o por el mero transcurrir de esa armonía natural que está en la constitución que lee Cobos, las instituciones que defiende Carrió o la república que le gusta a Mariano Grondona. La de Platón. Esa que nunca, entre invasiones más que reales, pudo plasmarse más que en la pluma del bueno y sabio de Platón.

La riqueza de las naciones





Los neonazis europeos que moldearon las fronteras africanas y usufructúan hoy de sus guerras en commodities fueron astutos al enriquecer a una minoría étnica que garantizara la desigualdad estructural que es la dinámica de la expoliación del continente negro. El mundial de fútbol, tras la masacre resultante del campeonato africano, fue un éxito al mostrar a las élites financieras mundiales la capacidad de alienación que posee la dirigencia africana.
Pero, supongamos que los países africanos decidieran dejar de joder con enriquecer petróleo y optaran por la clave del bienestar social: el enriquecimiento de uranio. Y optaran, consecuentemente, por una de las dos vías al desarrollo capitalista disponibles en el mercado mundial: el guerrerismo yanqui o el autoritarismo chino.
Y África, entonces, tuviera el nivel de vida de quienes aprovechan el uranio enriquecido: digamos, una Suecia, una Francia, una Noruega. Supongamos, por un minuto. Un continente entero, tradicionalmente bravo y pobr, de pronto se vuelve sofisticado y hasta tiene sus propios ecologistas nacionales. Cuando tenés un partido verde, una derecha así de coqueta, es que como país entraste al club de los privilegiados. De hecho, mirá si argentina no irá por la buena senda que Claudio Lozano agita banderitas verdes con una histeria impostada que convengamos, es más genuina en Pino Solanas. Porque tiene, se ve, problemas de presión arterial.
Hay estudios científicos elaborados en la Shell de los países bajos que aseguran que, de ser equitativo el mundo, moriremos todos. Hay estudios elaborados en la última teocracia de Europa que dicen que, si nos portamos bien, vamos todos al cielo. A aburrirnos eternamente. Te imaginás, toda una eternidad acostándote con la misma mujer. Y sólo para procrear. Dios, por favor, mandame al infierno. Voy a extrañar sino a mis amigos.
Pero, ponele que Africa tuviera expectativas de vida, a partir de enriquecer uranio, de 87 años. Quemando los bosques, las selvas, matando bambis tuvieran cada chico africano una notebook.
Ya la policía petrolera, conocida como Agencia Internacional de Energía, tomó nota, indignada -sunescándalo- que el fascismo maoísta que gobierna china logró que su pueblo consuma más petróleo que los Estados Unidos. No sé si en la cuenta incluyen las guerras de Afganistán, Irak, Nigeria, Somalía, Palestina y Líbano. Pero, ponele que la incluyan. Si África se desarrollara -y tuviera minas a cielo abierto: noooooooooo!- consumiría tantos recursos naturales de su suelo que moriríamos todos. Bueno, hay un poeta  irlandés que dice que, de todos modos, moriremos todos. Y un economista inglés que decía que en el futuro -ahora, para él, que en paz descanse- estaríamos todos muertos. Pero no hagamos caso a los fatalistas. Creamosle a la Shell y al Vaticano.
Sería un verdadero escándalo que los africanos quisieran vivir como un parisino de clase media. No, moriríamos todos. Se agotaría el agua, el oro, los cuernos de rinoceronte, los diamantes, el petróleo, la pedofilia. No, por dios.
Es simple: por eso es que el Banco Mundial, el Vaticano, el Premio Nobel, el FMI, la OMC, Greenpace, el Consejo de Seguridad de la ONU, el Pentágono, el Banco Central Chino, el Comisario Eurpeo para el Comercio Exterior y la agenda verde (oliva) de Obama juegan, en el mundo de hoy, un rol progresivo.
Y el que no lo entiende es porque tiene un espíritu asesino con los niños del mañana. Y las focas y las ballenas. Guachos.

Leuco y las malas novelas




Je. Una cosa. No quiero darle más vueltas al asunto del tonto de Leuco y el chico que señala una pantalla en su programa. Pero hoy, un par de abogados de derechos humanos (que con gentileza se ofrecieron a defenderme de esta increíble payasada) me mostraron algunas cosas de la defensa.
De lo mucho que se escribió -y muy agradecido a todos los que bancaron estoy (muchos de los que se rieron de esta injusta payasada, aclaremos, en nada coinciden políticamente conmigo, y no faltan los que, por mil razones, no me pueden ni ver) - no había leído ésto, que integra el escrito de la defensa:

Karl Marx una vez dijo: "La historia se repite una vez como tragedia y luego como farsa". En el episodio que une a los periodistas Alfredo Leuco y Lucas Carrasco, los términos de la afirmación del padre del materialismo histórico se invierten. La historia comenzó como farsa y puede terminar en tragedia.

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domingo, octubre 17, 2010

La nostalgia de sacarse y sacarse fotos

Mientras en Salta se desarrollaba elencuentro "Caquiques sin Indios" de la derecha conservadora, en Entre Rìos el tambièn llamado peronismo disidente realizaba varios pequeños actos simultàneos en distintas ciudades. La primera vez que, tras el estrepitoso fracaso de un encuentro que no fue, en Paranà y promocionado por Busti, la primera vez que el peronismo "federal" saliò de la capital federal fue a la conservadora Salta, de la mano del ultramontano reaccionario Juan Carlos Romero, ex candidato a vicepresidente de Menem.
Que el ex kirchnerista Busti no haya participado del mamarracho salteño es un hecho sin relevancia, que sòlo puede ilustrar el debilitamiento objetivo del espacio conservador popular. Hasta el punto que salen a cazar alguno que quiera cruzar el charco: Scioli, por caso; cual si las encuetas "de imagen positiva" suplieran los armados polìticos, sociales y econòmicos que traman una candidatura.
Pero asì como frente a la foto del rejunte menemista en Salta pasò sin pena ni gloria, en Entre Rìos sucediò algo novedoso.
El peronismo que comanda la Sociedad Rural y gerencia Busti tenìa, ante cada acto masivo, su contraparte urribarrista enrolada en el kircherismo. Tras la huìda de Busti de la presidencia del justicialismo provincial-luego de realizar, durante la misma semana, un acto contra el campo encabezado por èl y un acto del campo encabezado por èl, Busti organizò un partido de derecha con los restos desperdigados del fascismo catòlico -los seguidores de Seineldìn- del fascismo maoìsta y de empresarios negreros del rubro materias primas, junto a macristas y corruptos provenientes del menemismo, como Alasino.
A cada acto, un contracto de Urribarri.
Este 17 de octubre, no.
Hoy hablaba con el gobernador y decìa que la razòn para que el peronismo entrerriano no tenga su acto del 17 de octubre esporque coincide con el dìa de la madre, y se concentraron esfuerzos para el acto de Moyano el viernes. El presidente del justicialismo, mi amigo Josè Càceres, no se corriò de la versiòn oficial. Pongamos que sea asì.
Inevitablemente, cualquier analista polìtico va a entender que la foto actual -la gente de los barrios muy en otra, cerca de la costanera, pescando, reventando los restoranes, mirando los partidos de fùtbol, haciendo asados- frente a un enflaquecido conjunto de militantes de la derecha, aguerridos por el avance de los degenerados, sucios, feos y malos.
Ya no es, el peronismo neomenemista, el principal rival de las fuerzas enroladas en el kirchnerismo. Si se presta atenciòn, Entre Rìos siempre a votado màs o menos igual que el resultado total de la Naciòn. En el corazòn de la pampa hùmeda, sin desarrollo industrial (a diferencia de Santa Fe, Còrdoba y provincia de Buenos Aires) puede encontrarse ahì la razòn para este comportamiento.
Y en el conjunto nacional, el kirchnerismo -primera minorìa que primerea en las encuestas de cara al 2011- ha dejado, ya, de pensar al peronismo macrista federal como el principal adversario, para concentrarse en el radicalismo, hoy alquilado a las corporaciones.
La dinàmica de muchas provincias de la pampa hùmeda -donde tiene desarrollo el glifosato y por tanto el conservadurismo provincial- es el antagonismo entre el peronismo y el conservadurismo popular. Sin embargo, esta dinàmica se està debilitando: no sòlo por el acercamiento de Obeid en Santa Fe, el debilitamiento tras la inyecciòn de efedrina de De Narvàez en la provincia de Buenos Aires y la posiciòn expectante de De La Sota en Còrdoba, sino por la recuperaciòn que tuvo el radicalismo tras los reiterados mamarrachos institucionales y antirepublicanos de Cobos y el afianzamiento del Hijo De alfonsìn que, tras ganar como delegado provincial al comitè nacional una interna con Leopoldo Moreau, ya ha adquirido la experiencia suficiente para presidir el paìs. El papà fue incomprendido mientras vivìa -por eso perdiò todas las elecciones tras renunciar a la presidencia- a diferencia de su hijo, que es comprendido mientras no tenga ninguna responsabilidad de gobierno.
La sobreabundancia de candidatos insignificantes no logra sumar màs que fotos de despliegue exagerado en la prensa militante.

sábado, octubre 16, 2010

La minería.

Por Carolina Moisés



La utilización y cuidado de nuestros recursos naturales debe ser una prioridad estratégica para la Argentina y sus Provincias, reflejada en  fuertes Políticas de Estado que integren ambos conceptos.
Uno de esos recursos estratégicos es el de la minería, emblemático en estos tiempos por el accidente en la Mina San José en Chile, y demás emprendimientos mineros en toda la región.
Pensar que no debemos explotar nuestros recursos mineros es un error, y muestra la falta de una visión responsable al respecto (Pino Solanas). El desarrollo de la industria minera genera efectos positivos muy importantes, pensados en términos de inversión, desarrollo económico, empleo directo, empleo indirecto, exportaciones, etc. Estos beneficios son compartidos por las poblaciones donde están las canteras, donde todo gira alrededor de la misma; por las Provincias, ya que parte de las regalías aportan a sus presupuestos, y las minas generan un multiplicador económico que genera empleo y desarrollo productivos; y a la Nación, también por el aporte presupuestario de las regalías y su participación en las exportaciones. Siempre y cuando, las riquezas generadas por dicho desarrollo sean compartidas por la población.
Lo anacrónico es ver, en esos pueblos, humildes, con servicios educativos y sanitarios insuficientes, con un limitado abastecimiento de las mercaderías necesarias para vivir dignamente, y una infraestructura escasa. Comparado con la riqueza que se extrae del lugar, existe una brecha muy grande con las condiciones de vida de la población. Y se puede observar la inequitativa distribución de la misma. 
Estos pueblos mineros adquieren una fisonomía particular, especialmente aquellos que existieron  gracias al descubrimiento de la Mina. En Jujuy, la localidad de “El Aguilar” o “Mina Pirquitas”, son lugares en los que primero se desarrolló el emprendimiento minero, y después el “pueblo”, a partir de la instalación de los trabajadores mineros, sus familias, y las necesidades de atención educativa, comercial, y de salud. Así, su identidad se definió indefectiblemente por su relación con la Mina, con la tierra, con la actividad. Pero, con el correr de los años, parecen pueblos detenidos en el tiempo, y en la soledad. Donde la migración de las nuevas generaciones hacia los centros urbanos, por no tener oportunidades de educación y crecimiento en su tierra, también los convierte en pueblos “viejos”. Cuando, podrían ser comunidades con un alto nivel de vida, tanto desde el punto de vista económico, como social y cultural.
El problema, a mi entender, se genera en dos aspectos: la redistribución de las riquezas generadas por los emprendimientos mineros, y la sustentabilidad de su explotación para no afectar al medio ambiente y la salud de la población.
La Argentina y sus Provincias mineras, deben redefinir las reglas de juego del sector en estos dos aspectos, si quiere transformar un recurso escaso y no renovable, en un capital renovable que garantice la utilidad de esa riqueza sostenida en el tiempo. Y que sea disfrutada por la gente.
Es decir, modificar las normas que definen el sistema de regalías, haciéndolas más exigente con las empresas en términos de los porcentajes que deben pagar al Estado, nacional y provincial, por las explotaciones que desarrollan. Generar, un sistema de redistribución más equitativa y responsable de la riqueza generada por las minas, que contenga un porcentaje distribuible directamente entre los pobladores de la zona minera, un fondo para el desarrollo de infraestructura regional, y un aporte directo para instituciones que cuiden el medio ambiente.
De esta forma, cada habitante de la zona minera, recibirá un ingreso específicamente por ser parte de la comunidad propietaria directa del recurso minero, generando un beneficio igualitario y justo, más allá de las retribuciones recibidas por su trabajo. En la actualidad, los pobladores de las localidades mineras no reciben un ingreso por el uso de su suelo, solo perciben el pago por sus servicios en la mina (aquellos que trabajan directamente en ella) o los recursos generados por su trabajo en otra actividad. Así, hay un beneficio directo para cada habitante, que estimula la economía local y mejora las condiciones de vida, generando un desarrollo humano sostenible en dicha comunidad.
El fondo para el desarrollo de infraestructura implica que parte de los recursos generados por el emprendimiento minero sean volcados en las obras que necesita la localidad. Escuelas modernas, centros de salud de atención primaria completa, calles pavimentadas, viviendas y cloacas, y caminos accesibles y seguros. De manera que las condiciones de accesibilidad al pueblo, y sus comodidades de vida, impliquen que existe una responsabilidad social empresaria que se preocupa por el bienestar de aquellos que impulsan diariamente su emprendimiento económico, los trabajadores mineros y sus familias.
Otro nivel de acción urgente, es el cuidado del medio ambiente, haciendo sustentable la actividad. En Jujuy, no hay políticas públicas activas que generen las mejores condiciones de extracción. La Secretaria de Medio Ambiente, no cuenta con personal especializado ni con equipamiento suficiente para realizar los controles que dispone la Ley Provincial de Medio Ambiente. Tampoco dispone del presupuesto necesario para implementar dicha Ley, y llevar adelante los estudios de diagnostico, seguimiento, y control en los emprendimientos mineros. No existe un plan de contingencias, o algo parecido, para poder reaccionar a la altura de los riesgos ambientales que generan los emprendimientos mineros en actividad. Estos son solo algunos ejemplos de la debilidad del Estado, al no tomar este tema como prioritario, para atender una política de cuidado y preservación de nuestros recursos naturales en general, y de la minería en particular.
Por eso, entiendo que la solución es una línea de financiamiento directa, formada por parte de las ganancias generadas por la actividad minera, que genere una institución moderna y ágil, con amplias facultades de control y planificación. Que involucre también a los ciudadanos y a las empresas, no solo al Estado, ya que el cuidado del Medio Ambiente es una responsabilidad compartida por todos los actores sociales.
En conclusión, sostener posturas extremas, que nieguen las posibilidades de desarrollo que nos brindan la utilización de nuestros recursos naturales, es sumamente egoísta, ignorante, y reaccionaria.
Explotarlos, sin ningún tipo de racionalidad o previsibilidad, como sucede en algunos lugares de nuestro país, es de una irresponsabilidad total; calificable también, como en el párrafo anterior, de egoísta, ignorante, y reaccionaria.
Por eso creo que lo más saludable, es asumir una posición responsable sobre el tema, que implique transformar un recurso escaso y no renovable en un capital sostenible en el tiempo, que beneficie a los habitantes de manera directa, y cuide el medio ambiente para la presente y futuras generaciones.
Para eso, hace falta un gran sinceramiento sobre la realidad de la actividad minera, y una fuerte decisión política para cambiar las reglas de juego que rigen al sector.