Mostrando las entradas para la consulta "Nadie hace nada" ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta "Nadie hace nada" ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

sábado, agosto 16, 2014

La Cadena Nacional de Cristina Kirchner

(Coni es uno de los principales periodistas santafesinos)





A veces pienso lo peor, y me remuerdo los labios. Y me digo, no. Te está ganando el gorila gigante que llevas adentro y todo esto que pensás es producto de tu insaciable intolerancia hacia la estética (y la práctica) populista. 







Y entonces vuelvo a enrollar mis desesperantes ganas de decirlo, y espero que se me pase, y empiezo a reírme. Finalmente algo hicieron. Y retomo la senda de los lugares comunes y desembarco en los derechos humanos, en la asignación universal, en la reestatización de las afjp, en fin… Iba a agregar la ley de medios, pero ya me desengañé con eso. Pero sigo… la reestructuración de la deuda externa, la ley de igualdad de géneros, el Plan Procrear... Bueno, todo eso que repetimos como loros para decir que si, que reivindicamos algunas cosas de este gobierno, para que no nos pongan indefectiblemente contra la pared de los reaccionarios románticos de Videla, Cavallo y etc.
Hasta que pasan cosas como las de antes de ayer, y se vuelven inútiles los esfuerzos por reprimir la elegancia progre, y digo: basta muchachos, basta, ya está bien. ES UN REVERENDO DISPARATE LO QUE ESTÁN HACIENDO. RESULTA QUE USTEDES TOMAN Y QUIEREN QUE NOS EMBORRACHEMOS NOSOTROS?
Lo que pasó antes de ayer es un discurso. Parecido a los otros discursos, los semanales, o bisemanales que da la presidenta. La estética de siempre. Atril, imagen de dioses paganos de fondo, Evita, Perón, Néstor. Primera fila repleta de notables: Andrea del Boca, Aníbal Fernández, Teresa Parodi, Daniel Filmus, Luis Delia, Hebe de Bonafini y siguen las firmas.


Vestido blanco y negro a cuadros, Cristian Dior, pero versión Nacanpop ( así es más nacional y popular escribirlo). Pañuelo de seda, Rolex de oro con diamantes. Tono adolescente, bromas para que festeje la claque y los patios repletos de militantes que ya han salido de sus ocupaciones “laborales” en los ministerios. Banderas de la Cámpora, la JP.Evita, Kolina y demases. Consignas que parecen sacadas de una película de 1970 de Pino Solanas, pero sin humo. Conexiones  mediante pantallas con algún remoto pueblo del interior donde siempre alguien que da un poco de pena, y  se encarga de halagarla y agradecerle por todo lo que hace por nosotros. Este jueves le tocó el turno a un no vidente, que celebraba que en diez años pasó de ganar 400 pesos a 3000 pesos y que en la emoción empuñó el lazo del desafío a los gringos y entre llantos dijo : “Patria o Buitres, presidenta”, y estalló ella primero, y después el coro de bravos y aplausos , que en el fragor, supongo, hacen temblar los vidrios del coqueto salón. Y la escena se vuelve de un lirismo apoteótico.  Todo es emotivo, salvo un detalle: es real. O no, parece real. Ellos creen que es real. Y dan ganas de entrar por el televisor, tocarle amablemente el hombro y decirle: “oiga señora, con todo respeto, pero esto que está diciendo es una estupidez. Usted está viendo cosas que no ocurren. Usted no termina de entender que detrás de esos muros hay una realidad. Que es distinta a la que cuenta Clarin, seguro, pero mucho más aún de la que usted está relatando”
Y entonces me embalo y sigo, creyendo que ella me escucha: “ señora, insisto que lo digo con respeto, usted tiene que entender que es un delirio denunciar por terrorismo a una empresa por declararse en quiebra, no tiene una sola prueba. Cuando ustedes defendieron la reforma del art. 41 del código penal y sancionaron esta ley, era para protegernos, a nosotros y al mundo entero, del terrorismo armado. Esta ley, a pedido de los norteamericanos,  era para proteger al mundo occidental de las operaciones de lavado de dinero que tuvieran como objetivo sostener a las organizaciones armadas terroristas.  Al qaeda, por ejemplo, señora. Hamas, para que le resulte más contemporáneo, o los carteles mexicanos y colombianos del narcotráfico. No para ventilar una quiebra fraudulenta, señora. Que para eso tenemos otras leyes, que bien se pueden aplicar. Y que para eso está la AFIP, como se acaba de jactar, y la justicia penal, y un montón de normas aplicables. Porque, ojo, puede ser que estos señores de se hayan hecho los picaros, y quieran abandonar a 400 empleados a su suerte, señora. Pero mire alrededor y entérese que su amigo Cristóbal López está haciendo más o menos lo mismo con Paraná Metal, que suspendió a todo su personal por 15 días, y tiene los mismos problemas en C5N  y que su amigo el carnicero Ricardo Bruzzeze, con el que usted lanzó el programa Carnes para Todos y Todas, hace un año y pico nomás, poniendo nuestro dinero y subsidiándolo, se declaró también en quiebra, y dejó a los 300 empleados de la firma sin trabajo, y sin consuelo.
¿Son terroristas también, señora?
Si así lo cree, agregue, Lear, una empresa norteamericana de la que curiosamente Diana Conti prohibió hablar esta semana en el congreso, porque son amigos, norteamericanos también, pero amigos. ¿Y sabe algo más? Volkswagen suspendió ayer viernes a 750 empleados debido a la sobreproducción ante la merma de la demanda, principalmente del mercado brasilero. Y  Fiat, que ya los había suspendido, volverá a licenciar a unos 1.500 empleados de la planta de ensamblado de la terminal de Ferreyra. Porque no venden autos. Y el plan Procreauto, les generó alguna pequeña suba en las ventas, muchas consultas, pero pocas operaciones…
¿Quiere más ejemplos, o le alcanzan? Porque se trata de googlear y fijarse en los diarios de todas las provincias, muchos de ellos propiedad de sus amigos, y comprender que esto que recuento pasa  todos los días, lamentablemente, todos los días, en el país que gobierna.
Y que no es consecuencia de una conspiración norteamericana, señora, es consecuencia de una crisis económica. Normal. Que tiene muchas causas, muchas de ellas externas y que no se le pueden adjudicar a usted, pero muchas otras si, Cristina…


No soy yo quien debe decírselo, debería tener algún colaborador que se le anime y se lo diga, Cristina. Tenemos un problema con los Fondos Buitres, si, pero hicimos varias macanas : fue su gobierno el que expropió YPF y pagó el doble de indemnización. Y encima, se lo recuerdo, porque nos prometió eso: ni producimos energía, ni tenemos combustible barato. La nafta cuesta casi 4 veces más desde que estatizamos YPF, señora. 400 % más. Y perdimos nosotros. Pagando más a Repsol, y pagando cada mes más caro el combustible. Ah, y no se olvide que se lo entregamos a Chevron. Y le sugiero que ni se ponga a averiguar quienes son los dueños de la empresa, porque Donnelly puede ser una mosca.
Yo no debería decírselo, sino sus ministros, pero desde hace 5 años que la economía argentina viene sufriendo una escalada inflacionaria, y ustedes ni bola. Es más,¡se negaban a mencionar la palabra inflación!. Y bueno… AHÍ ESTÁ: 40 % anual, un poco más si hablamos de alimentos y medicamentos. Y mire que le decían, vaya de a poco  bajando los subsidios, vaya de a poco bajando el gasto innecesario… Ojo, no hablo del gasto social, hablo de la cantidad de plata que pusimos durante diez años subsidiándole el gas, el agua y el combustible a la clase media y a muchos sectores altos. Y a los empresarios amigos. Y usted nada. Con Patota Moreno y su pistola, creyendo que podían, porque Patota la tenía más larga. Con Kicillof y sus discursos románticos…
Hace cinco años que tenemos  brote inflacionario. Y no es viento malo de cola, señora, no. ¡ Mire Uruguay, mire Brasil, mire Chile, mire Bolivia!, no le estoy pidiendo que se fije e Finlandia o Australia. LE PIDO QUE LE PREGUNTE A SUS COLEGAS DEL UNASUR, salvo a Nicolás Maduro, por favor, que con el extinto Chávez vaciaron los pozos venezolanos, y tienen una inflación incalculable, y como si eso no alcanzara, tienen al país partido en dos, y la gente se mata en las calles. Por odio, señora. No por ideología. Se matan por odio. Porque se encargaron de inyectarles odio. Porque se comieron el verso de que el mundo se divide entre buenos y malos, y que todo lo malo que les pasa es por culpa de los gringos. Y todo lo que les sale mal es consecuencia de una conspiración norteamericana…
¿ usted no estará diciéndonos lo mismo señora, no?
Yo estoy de acuerdo con lo que son los Fondos Buitres, Cristina. Pero deje ya de mirar las cosas sólo desde su lugar de víctima, y recuerde que fueron ustedes, su marido y usted, los que olvidaron por años el expediente en Estados Unidos, y que tuvieron varias instancias para negociar. La primera, la segunda, y cuando reaccionaron… fueron a la Corte yanqui, creyendo que se iban a meter… ¡Y no! No se iban a meter, y encima el Juez Griessa, que es repugnante, si, no tiene mejor idea que decirles : “che, hace tres años que les estoy pidiendo que vengan a ver como resuelven esto, y ustedes encima de no darme bola, van  a la corte, y encima me insultan”
Y no nos olvidemos de la cláusula RUFO, señora. Que no fue un invento de los Buitres, sino del propio Néstor que les dijo a los acreedores reestructurados: “tranquilos, nadie va a cobrar más que ustedes. No le vamos a ofrecer mejores condiciones a ninguno”. Y bueno. Ahí está la maldita clausula, y nos impide acordar, al menos hasta enero. Y nos impide pagar a los Buitres lo que dice la sentencia, porque si pagamos se nos derrumba la deuda encima. ¡Justo que les habíamos pagado 9.690 millones al Club de Paris, y al Banco Mundial!… Y entonces estamos entrampados, digámoslo: por la usura de los Buitres, si, pero en gran medida por nuestros descuidos, por la dilapidación del gasto y porque pagamos más de lo que debíamos pagarle a muchos, y nos fuimos quedando sin reservas, y no tenemos crédito, en fin..
Créame, Cristina, yo no entiendo nada de economía, nada. Y sin embargo se, porque vivo en la Argentina y desde que nací sufrí el Rodrigazo de Isabel, la patria financiera de Martinez de Hoz, el plan Austral ,laHiper, la convertibilidad, el blindaje, en fin… como ciudadano sé que cuando las variables internas no se controlan, tarde o temprano este país hace crisis. Y que cada crisis es más cara. Y los que pagamos la crisis, somos los trabajadores. No los que la aplauden a usted, ayer Moyano, hoy Caló… No. Los que la pagan son los que cobran sueldos fijos. Los que reciben las millonrias jubilaciones mínimas de 3000 pesos… Los que sufren la depreciación de la moneda y no tienen para pagar a fin de este  mes, lo que hasta hace uno o dos meses podían pagar.



Ustedes redujeron a un tercio las reservas de este país. Nos envolvieron, como en los tiempos de la plata dulce en la panacea del consumo. Mejoraron el desempleo, si, pero nunca olvide decir, , anote bien señora : que 13 millones de argentinos. Escuche bien, 13 millones de argentinos, viven directamente del estado. O por ser empleados, o por recibir subsidios. Y que apenas otros 15 vivimos de la actividad privada. O sea que si se cae el estado, se nos caen muchos millones al vacío. En 11 años, esto empeoró, señora. Nos vendió el discurso de la burguesía nacional, se peleó con los buitres del campo y al final, el empleo lo generó el Estado.
¿Todo esto que digo es terrorismo, presidenta? ¿Todo esto que acabo de decir es pasible de ser sancionado por la ley que votaron bajo la excusa de combatir al terrorismo internacional?
Basta ya con los medios hegemónicos. Ni aplicaron la ley de medios y ya  2 de cada 3 canales son suyos, o al menos están controlados por usted. Todos los diarios del interior con la excepción de algunos pocos, están manejados por sus empresarios amigos, como el suspendedor Cristóbal López.
Los medios pueden ser malignos e instalar historias falsas para perjudicarla, si, pero al mismo tiempo dicen verdades que usted nunca toma en serio, y se complica más.
Presidenta; cuando usted se va de viaje nos deja a Amado Boudou como presidente. ¿ Usted sabe que su Amado Boudou está procesado por falsificar papeles de autos? No, no, no le hablo de la estafa de Ciccone. Le hablo de un simple y bochornoso estafador. Ese es el vicepresidente que eligió, y por favor, deje de echarle la culpa a los medios, porque ningún medio fue a falsificar el 08 por él.
Basta con el contra-relato, señora: Lázaro se enriqueció como nadie, tiene empresas en el extranjero que no puede explicar. Y usted, señora, tampoco puede explicar la fortuna que hizo siendo senadora de su provincia, siendo su marido presidente, y también usted presidenta.
No nos empuje a su delirante abismo señora. A veces creo que está poniéndose en el lugar que le conviene: en el de víctima de una conspiración que busca darle un golpe de estado. A veces creo que sueña con su propia cañonera paraguaya, sueña con bombardeos sobre la casa rosada en medio de una tarde de lluvia. A veces creo que lo desea, para que este infierno de problemas en los que usted, que desde hace 11 años cogobierna esta país, nos metió se le terminen.
Pero no hay golpe a la vista, Cristina, ni siquiera lo sueñe. Por suerte no hay milicos dispuestos a eso. Ni una sociedad que los acompañe. Ni siquiera una oposición que quiera quedarse con el poder antes de tiempo.
Cristina. Usted tiene que gobernar. Y hasta el 10 de diciembre de 2015.
Señora, perdón por el tono, perdón por la insolencia. PERO CREAME que prefiero pensar que usted no sabe, y no que sabe y no le importa.
Mientras tanto, si tiene ganas, asómese a la ventana. Mire a la gente escapando de la gente, temiéndole al otro. De un paseo por su adorada La Plata, contemple las calles. Vea a los chicos que piden, a los adolescentes encapuchados no haciendo nada, buscando diez para el porro, vea como, a pesar de que usted dice que los sacaron del infierno, ellos eligen convertirse en soldaditos de los narcos, porque no tienen otro horizonte.
Señora, disculpe que la haya interrumpido. Pero me cansa escucharla. Me cansa la diatriba interminable de autoelogios. Me cansa esa chavización discursiva en la que usted se erige en mártir, mientras la culpa es de todos los demás.
Presidenta. Por favor. Dígale a los pibes que la esperan en los patios, que todo esto se terminó. Que hay que parar con la liturgia y sincerar la situación. Que el país se puso jorobado, que la revolución adolescente se suspende por un rato, hasta que las condiciones mejoren.
Que es tiempo de guardar un poco de silencio, y gobernar. Y solucionar los problemas sin tanta alharaca.
Que los problemas se resuelven conversando y que su gente, la que no va a sus actos,  no necesita más infiernos ni bravuconeadas falsas.
No hay terrorismo señora. Hay terror. Porque se caen los empleos, porque la gente que puede ahorrar no tiene donde y termina yéndose al dólar… Porque sabemos mucho de crisis, las olemos.
No hay terrorismo presidenta. Hay terror. Y usted es la encargada de calmarlo. No de agravarlo.
Discúlpeme. Y ojalá, empiece a escuchar a los que pensamos distinto.
Por el país, lo deseo. No por usted, que tiene el futuro asegurado.


jueves, julio 31, 2014

Cómo chupar bien una pija

  ;


Los que se mueren jóvenes están más tiempo muertos que los que se mueren viejos. Es obvio. Si X muere a los 20 años y el abuelo de X, ponele que se llame Y, muere a los 86; X llevará 66 años más muerto que su abuelo Y.
Naturalmente, como la muerte es irte a la nada eterna, es bastante probable que pasados unos treos o cuatro mil millones de años esa diferencia de 66 años más de muerto, no tenga importancia.
Eso sí, de existir algo después de la muerte,el primer muerto -el que lleva más tiempo de muerto, además- tiene que haberse aburrido, supongo. Y además, se habrá sentido el único desgraciado del planeta. Planeta que por suerte no conocía en su totalidad. Sino, pobre muerto, sin tener a quien contarle su melancolía planetaria.
Es plausible que el primer muerto, sentado en cuclillas en un sistema solar reservado, exclusivamente, para muertos, haya deseado fervorosamente la muerte de algunas de las mujeres que se cogió, del mejor cazador, de jefe de la tribu. Para no sentirse solo, ahí,como un boludo, en el hotel que dios dispuso a los muertos.
Es probable que dios haya hecho un hotel de mil estrellas para que los muertos se sientan cómodos durante su laaaarga estadía eterna. Casi todas las personas con algo de poder en este planeta dicen que dios es bueno. Y si son el poder es porque saben, estudiaron, entendieron mejor que nosotros los mecanismos de la economía, de la biblia, de la empresa o de la guerra. Confiamos en ellos. Al comprar caldo de gallina, jurar la bandera, pagar impuestos y esconder nuestras amantes. ¿Por qué, entonces, habríamos de dudar que dios sea bueno? Dios es amor.
Y el amor se comparte.
Por eso dios creó el mundo: porque se sentía solo. Porque no sabía que hacer él, que es amor solamente, no sabía qué hacer con tanto amor, a quién dárselo, por quién sentir celos, qué cuentas de Facebook revisar, a quién dedicarle un poema, puro amor. Pero dios no tenía a quién regalarle un chocolate. Ni leerle "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha" a viejitos traicionados en geriátricos. Por eso creó el mundo. Tenía tanto amor y un cosmos tan vacío que solo podía amarse a sí mismo.
 Y se sentía solo, obvio. Como todas las personas que se aman demasiado.
Ningún amor, ni el amor absoluto, te saca la soledad.
La soledad no es solamente la conciencia de tu singularidad, ni solamente la incertidumbre ante la muerte, de hecho, dios no se morirá nunca y es el único ser perfecto: qué más singularidad querés.
No es solamente, igual, todo eso. También es hastío de existir. Cansancio de vivir. Aburrimiento de estar muerto. La soledad es, también, nuestra certeza oculta de que somos así, apenas así. Para siempre.
¿Nos morimos con nuestras certezas?
Sabemos que podemos morir por nuestras certezas. Pero no sabemos si en la requisa de San Pedro te dejan pasar certezas. Quizás no. Ya están, ahí, todas las certezas. La muerte es la única evidencia de que el comunismo es posible: es la única conjunción entre igualdad y libertad de la podemos estar seguros.
-Deje esas certezas, novato, acá en la muerte ya está todo dicho, pensado, sagrado.
-Pero, San Pedro, mi certeza no va joderles para nada.
-No se permite entrar con certezas. Órdenes superiores.
-¿Y por qué señala al cielo, acaso dios vive en el segundo piso? ¿Tiene segundo piso el cielo?
-Vacíe sus corazón y después pase por el detector de certezas.
PPPPPPPPPPPPPPPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
-Alto. Le dije que vacíe sus certezas.
-Perdón, Don Pedro, dejé el marxismo, la literatura, la cerveza, la música, no entiendo...
-Vuelva a pasar.
PPPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
-Tenemos un Guantánamo, un infierno para los que creen que pueden engañar a dios. Hasta Hitler nos envidia.
-¿Lo inspiraron uds?
-Señor, vacíe sus certezas.
- Ok. Adiós Paola, Malala, Emilia, Carolina, Majo, Jazmín, Ximena, Mariana, Julia, Isabel, Julieta.
-Pecador de mierda
-Sí, Don Pedro, pero usted vio el culo de Majo?
-Pase.
PPPPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
- Al infierno.
-No, cálmeses, Don Pedro, está bien, ya está. Acá lo dejo.
- A ver. ¿Trópico de Capricornio? ¿De qué se trata?
-Léalo. Le va a gustar.
/> -Pase, imbécil. Vamos que le muestro las instalaciones.
PPPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
-Don Pedro, tiene el libro de Henry Miller en su bolsillo.
-Shhh, muévase. Circule.
-¿Me podría presentar a Moustaki?
-¿Eh? ¿Quién es? ¿Vende droga?
-Es uno como Diego Torres pero...todo lo contrario.
-Me gusta Diego Torres.
-¿Y por qué no se lo trae?





Sin el hastío de existir los cantantes de boleros no sacarían un disco por año con 20 historias de amor fracasadas que te da un promedio de casi dos grandes amores por mes. No da. Imaginate una eternidad entera, no, ponele un 30 o 35% no más de eternidad sufriendo porque la mujer más hermosa del mundo, que se llama Laura y en la quincena siguiente Patricia, y te deja. Laura y Patricia. Te dejan ambas por Cecilia.
-Acá tiene su cráter, va a dormir ahí.
-Me voy a hacer mierda la espalda, Don Pedro.
-En la muerte no existe el dolor.
-Puta madre, y yo ue venía a atarla a Sofía y ponía en cuatro patas y cogérmela así, le encantaba.
-Te vimos, pero no murió. Aún.
-¿No me la mataría, Don Pedro? ¡No sabe lo bien que chupaba la pija!
-Venga, le presento un cantante. Señor Nino Bravo, le presento a...Nino, Nino!
-Déjelo, está jugando a la play con coches de mentirita.
- No te vayas, Laura, que sin ti no puedo vivir -tararea Nino..
- Es medio zonzo recién al próximo milenio le dirá a Patricia: no te vayas, que sin ti no puedo morir.
-¿Uds ya saben tooodo el futuro?
-No, no lo sabemos, lo ordenamos y así se hace.
-Allá lejos, en la tierra, les hacen caso...
-Cuando empiezan a dudar les mandamos el delivery de la mancha de humedad.
-¿El hímen de María?



- Bueno,  igual, quedará como un boludo, le canta "no te vayas": ¿adónde mierda se va a ir?.
-Ah. Es onda una cárcel.
- No se puede ir nadie de la muerte. Ya estás acá.
-Qué copado.
-Mirando como los muertos primerizos cuentan, haciendo rayas en una estrella, los años que llevan de muertos se te pasan volando las centurias.
-¿Conviene más -para el bolerista enamorado- que Patricia se muera a los 28 años, que es cuando una mina está realmente buena,  o que tenga una vida hermosa como Laura y te caiga al hotel de la eternidad con sus 92 años y unas tetas que parecen telarañas en cartón corrugado?
-Acá no hay deseo. Solo certezas.
-Pajero.
-¿Cómo dijo?
-Que uds se aman tanto que se pajean mirándose al espejo
-Ud vio un espejo, acaso, en este universo?
-No, uds creen que es un espejo, porque uds son todo el universo.
-No es tan así.
-Ya sé, solo estoy tratando de adularlo, Don Pedro.
-¿Sartreano, Carrasco?
-No, no, alcohólico.
-Éste es su cárter. No necesita comida ni sentirá frío ni calor ni amor ni odio.
-¿Amor a dios tampoco?
-Obvio, él gobierna.
-Una pregunta:  ¿Uno se sigue enamorando estando muerto, digamos, en esta sociedad de muertos (que esperan alguna resolución de dios a ese error que es la eternidad) da para encarar minitas?
-Acá solo está permitido amar a dios.
-Medio puto eso...
-Dios no es hombre ni mujer.
-Igual, los putos la chupan mejor.
-Puede encararse minitas, pero no niñitos
-Esos son suyos, ok
-Y debe casarse apenas intercambien un beso-
- ¿Hasta que la muerte nos separe?
-Sí.
Bien, mejora ésto. Porque ya estamos muertos, ya nos separamos. Un polvo y listo, como en los boliches de Haedo y las cátedras de Filosofía y Letras.
-Venga que voy a presentarle a Jesús.
-¿No me presentaría, primero, al primer muerto, al primero en llegar acá?
 -¿Por qué lo quiere conocer?
-Porque inventó la maldad. Se sentía solo e inventó la maldad. La soledad te hace inventar cosas. Dios se sentía solo e inventó el mundo. El primer muerto se sentía solo e inventó la maldad. Seguramente era pura muerte, todo muerte, deseo de muerte.
-No me gusta su lenguaje, Carrasco.
-¿Lo de la muerte? ¡Si estamos en la muerte!
-Pero en las sagradas escrit...
-Dejate de joder, Don Pedro, eso lo escribió dios. El único tipo que jamás vivió. Se pasó una eternidad muerto. Es mi ídolo.
-Epaa, ya me estaba cayendo muy mal.
-Es mi ídolo porque pasó una eternidad sin trabajar
-¿Usted cree que hacer un mundo entero no es trabajar?
-Dios no hizo un mundo entero. Dios nos creó. Usted, Don Pedro, porque nunca revocó ladrillos, ni pidió fiado en la despensa, ni pidió monedas en la terminal de micros.
-Mire, Carrasco, créame que lo entiendo, pero yo soy solo un empleado. De esta gran empresa multiplanetaria.
-Sos patovica, de la empresa del miedo, en todo caso.
-Siempre quiere tener la última palabra, Carrasco. ¿Sabe qué? Por eso lo matamos.
-Para tener ustedes la última palabra.
-Nosotros somos la palabra del señor.
-Y yo soy el que le hizo la cola a Majo
-

martes, julio 29, 2014

¿Qué va a pasar a partir de mañana?

Por Alejandro Olmos


Aunque ya nada debería asombrarme respecto a ese selecto conjunto de mediocridades de la dirigencia política, me preocupa grandemente el nivel de manipulación, de predicas interesadas y de pavoroso desconocimiento en torno al tema de lo que va a ocurrir después del 30 de julio si no se le paga a los llamados fondos buitres.
Primeramente cuando he mostrado lo que pienso sobre la política que se ha llevado adelante con el tema de la deuda he tratado de ser lo más objetivo y equilibrado posible, mostrado fundamentos jurídicos , y tomando como base una gigantesca acumulación de pruebas existente en la justicia federal que muestra la ilegitimidad, la ilegalidad y lo fraudulento de la deuda. 
En ningún caso me he dejado llevar por subjetivismos peligrosos, ni en la utilización de argumentos meramente retóricos con el solo propósito de cuestionar al gobierno nacional. Solo he planteado mi posición al respecto, que además se la hice saber a la Presidenta de la Nación en una extensa carta que le enviara hace dos años, y que me fue respondida muy respetuosamente.


Pero el tema de los fondos buitres, como el tan conocido de Boudou-Ciccone, se han convertido en argumentos fundamentales con el único propósito de golpear al gobierno, ya que los que desfilan por los distintos medios, además de ser miembros del “Club de Pagadores” o del “Partido de la Deuda” como señalaba el ilustre Salvador María Lozada, solo quieren obtener alguna suerte de rédito político al plantear las consecuencias catastróficas de no pagarle el juicio que tramita ante el juez Griesa, volviendo al conocido “sistema de la deuda” que ha permitido que tengamos obligaciones a pagar hasta el año 2089. El “default” ha sido mostrado como un monstruo apocalíptico que va a traer consecuencias de extrema gravedad para la economía nacional. En esto coinciden casi todos los opositores, la Sociedad Rural, la Unión Industrial, los lobistas de siempre, los economistas del sistema, los desvergonzados endeudadores seriales (Marx, Cavallo, Nielsen, etc etc), los medios como La Nación, Clarin y sus empresas televisivas, para quienes no pagar es una especie de pecado capital, ya que las deudas siempre se honran, más allá de la forma en que se hayan contraído. Son verdaderos apologistas del delito, encubiertos bajo una supuesta erudición económica.


La realidad, es que si no se les paga a los buitres, y el gobierno no debería hacerlo, ni se va a caer el mundo, ni el default va a significar esa catástrofe que nos aseguran. Sería una muestra inusual de independencia y soberanía, que por fin alguien se anima a ejercer.
Para no aburrirlos con mis largas disquisiciones solo me interesa puntualizar algunas cuestiones, que son exclusivamente mías y van contramano de la opinión general, para que cada uno de mis amigos saque sus propias conclusiones a favor o en contra, ya que en estas cuestiones nada tiene la verdad absoluta.

1.- Si el gobierno se decide a acordar con los buitres de la manera que lo haga, esto de ninguna manera significa que se haga operativa la clausula Rufo(Right Upon Future Offers), que como su nombre lo indica, solo puede aplicarse si el gobierno efectúa una oferta voluntaria a unos acreedores, y entonces los restantes tienen derecho a exigir lo mismo. En este caso no se estaría ofreciendo voluntariamente nada, sino pagando, ante la exigencia de una sentencia judicial, ante un Tribunal al que la Argentina se sometió en los bonos suscriptos durante la década del 90, y el megacanje del 2001 (Cavallo dixit).

2.- Si no se les paga ahora, y se entra en Default, ello de ninguna manera significa una catástrofe, sino la posibilidad eventual de encarar el problema con más tranquilidad y ver como se resuelve el mismo. En el año 2001, con una situación extrema como la que se vivió, con una situación económica gravísima (estamos muy lejos de una situación parecida), la suspensión de los pagos no produjo una afectación como la que se anuncia. Muy por el contrario eso fue uno de los aspectos que permitieron el crecimiento de la Argentina, al no tener que afrontar los pagos producto de la usura internacional.

3.- Creo que el gobierno nacional está ante una gran oportunidad de manejar el problema de la deuda de otra manera, y no seguir siendo pagadores seriales, como hasta ahora, enfrentando a estos “Shylock” modernos, a quienes no les importa otra cosa que enriquecerse exponencialmente utilizando toda clase de recursos legales e ilegales para ello. Hasta tuvieron la desvergüenza de enviar a Buenos Aires a sus representantes y los grandes medios tuvieron la desvergüenza de aceptar el convite de escuchar sus argumentos.

4.- Hay algo que nadie menciona, y que también debe tenerse en cuenta, y es que si bien la Argentina renunció a su inmunidad de jurisdicción, para ser juzgada en otro país, no lo hizo respecto a la ejecución de sus bienes, y tiene plena inmunidad respecto de cualquier ejecución sobre los mismos. Es decir que para hacer efectiva la deuda, hay que venir aquí, ante nuestros tribunales a solicitar el exequátur. Y al respecto la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Clarens” de marzo de este año, rechazó la ejecución pretendida por un fondo buitre, por contravenir el orden público de la Nación.

5.- Hay muchas soluciones que podrían intentarse, y he escrito mucho sobre el tema, por lo que no voy a repetirme. Además es bien conocida mi posición sobre el no pago y una Auditoría de la deuda. Solo tratar de aclarar alguno puntos que mueven a confusión.

6.- Algo para tener en cuenta, y de lo que también se guarda un sepulcral silencio, es que la mitad de toda la deuda externa que hemos pagado, y seguimos pagando es deuda de empresas privadas, que crearon obligaciones ficticias para enriquecerse ilícitamente. Al terminar la dictadura, esa deuda era de 22.000 millones de dólares, sobre una deuda total de 44.500. Quienes fueron las empresas beneficiadas: Celulosa, las empresas del grupo Macri, Cogasco, Loma Negra, Bridas, Techint, Renault Argentina, Papelera Río Paraná, y una larga lista de etcéteras estos nombres. Una precaria auditoría efectuada por decisión del primer ministro de Economía de Alfonsín, permitió identificar los fraudes de estos llamados “empresarios” que siempre han vivido a costa de los dineros públicos. Estos sujetos y sus herederos, tienen la impudicia de reclamar seguridad jurídica, y plantear exigencias económicas en vez de devolver dineros que se robaron.


Finalmente y respecto a las miserabilidades de otrora buenos periodistas, hoy devenidos en mercenarios, y de muchos dirigentes de la oposición, veo que se ha dejado de lado la crítica seria y rigurosa a medidas adoptadas por la Presidenta de la Nación que pudieran ser objeto de cuestionamiento, y se la ha sustituido por el comentario de conventillo, la ironía llena de malignidad, o el hurgar en aspectos de su vida privada, que no le interesan a nadie, y que están reservados a su intimidad. El ejemplo claro de esto es el despliegue dado por el diario “La Nación” en su edición del domingo, al adelanto de un libro sobre la Sra. De Kirchner donde lo único que se destaca es su posible condición de hija extramatrimonial, todas las dudas sobre su filiación, las precariedades económicas de su familia, y otras que no vale la pena mencionar, y que muestran el grado de bajeza a que se puede llegar para cuestionar a una figura pública. Esta es la realidad de los medios periodísticos de hoy, que solo van en busca de la pequeñez para seguir vendiendo, y que cierta clase gente consume con avidez, poniendo en ese afuera lo que quizás no quieren ver en si mismos.

martes, julio 22, 2014

Comunicado leído por los familiares de las víctimas de la tragedia de Once




A 29 meses de la tragedia que partió nuestra vida en dos, volvemos aquí para recordar, y homenajear a nuestros queridos. En este lugar, dentro de 30 días, estaremos inaugurando el nuevo y definitivo memorial en este andén, que será, desde ese momento y para siempre lugar de reflexión, y de reivindicación de la memoria y la lucha por Justicia.
Pero hoy, son otras las reflexiones que tenemos para hacer. A estos andenes hoy vemos arribar a las unidades tantas veces anunciadas, y que llegan dos años y medio después de febrero de 2012. Que lejos parece esa fecha, que difícil ha sido transitar todo este tiempo.

Nunca estuvimos en contra del cambio necesario para que los usuarios viajemos dignamente. Siempre dijimos que una buena manera de honrar su memoria sería sentir que nuestra lucha sirvió para que esa reconversión llegara. Por eso, al ver los nuevos trenes el corazón se nos llena de una sensación ambigua, ya que el costo es demasiado alto para cualquier país, para cualquier familia, para cualquier persona.
Rodeados de banderas, ayer la Presidenta y el ministro de Interior y Transporte presentaron parte de las nuevas unidades en la estación Villa Luro. Quizás esa haya sido la última posibilidad para que se dignasen a recordar que la inversión llega después de la muerte de 52 inocentes. Obviamente, eso no sucedió. Una vez más, las unidades fueron presentadas como parte de un plan estratégico del gobierno nacional, y no como el resultado necesario tras la muerte de nuestros familiares.
Otra vez, abundaron las frases desafortunadas, en boca de la Presidenta de la Nación. Con ironía, o con un dudoso sentido del humor, la primera mandataria dijo que ya nadie podría viajar en los estribos, o con las puertas abiertas “porque quisiese tomar aire” o por ser “valientes”. Nadie expone su vida por querer refrescarse, nadie tienen tanto valor, Señora Presidenta.
Esas actitudes fueron siempre producto de un tren colapsado por la falta de mantenimiento, con pasajeros hacinados y sin otra posibilidad para viajar.
Las puertas abiertas con la gente colgando de ellas y exponiendo su vida, los vagones con vidrios rotos, el usuario padeciendo el transporte ferroviario, fueron, son y serán el producto del abandono del Estado a los pasajeros. Una vez más se habla con una liviandad cercana a la burla, una broma de pésimo gusto que alarma y duele. Los que nos subimos a los trenes no estamos en los despachos lujosos ni viajamos en autos con custodia como ustedes. Usamos el transporte público y nos merecemos el respeto que no se nos dio en muchos años, diez de los cuales pertenecen a este gobierno.
Unas semanas atrás, durante el mundial de fútbol, tuvimos que soportar como, en los entretiempos de los partidos, un spot de televisión presentara los trenes nuevos con gritos de gol de fondo, como si fuesen una gran victoria del país. Nuestro corazón se estrujó cada vez que lo vimos y escuchamos. Gritos de gol celebrando la compra de unidades, después que este gobierno dejó durante diez años que el tren se deshiciera hasta arrancarnos la vida de nuestros hijos, hijas, esposos, esposas, hermanos, nietos, amigos. Gritos de gol intentando silenciar la memoria, intentando que el pueblo se olvide lo que se vivió aquí hace 29 meses. El pueblo no es tan estúpido. Ve, escucha, siente, recuerda. Mal que les pese.
Por decir todo esto, posiblemente vuelvan a tratarnos de golpistas, de desestabilizadores, de negociar con sindicatos, como muchos lo han hecho tantas veces. Eso no solamente es ridículo, falso y digno de pensamientos de seres mediocres, sino que menosprecia nuestro dolor y nuestra lucha.
A quienes señalan que nada nos alcanza, que nada nos complace, los invitamos a pensar con nosotros.
¿Que peor derrota hay para un país que las mejoras construidas arriba de muertes previsibles e innecesarias? ¿Desde cuándo debemos celebrar que se nos cuide, que se piense el ciudadano común? ¿No es eso para lo que los políticos eligen la función pública?
Al funcionario que cumple con su trabajo no hay nada que agradecerle. Para eso está ahí. Pero cuantas sospechas se levantan cuando atrás se deja ver la autoproclamación de una precandidatura presidencial, como es el caso del ministro Randazzo. Todos tenemos derecho a sospechar cuantas cosas se esconden atrás de los cortes de cintas. Mientras tanto, desde el Poder Ejecutivo se mira para el costado cuando 450 puestos de trabajo de la empresa EMFER, propiedad de los hermanos Cirigliano, están en peligro. Otra vez el silencio cómplice para con los empresarios amigos, y muchos medios de prensa hablando del caos de tránsito en la General Paz mientras los trabajadores son reprimidos, sitiados por fuerzas de seguridad por defender ni mas ni menos que el pan de su familia. No apoyamos las interrupciones en la circulación en avenidas tan importantes, pero eso no es lo importante. No se puede perder de vista que los que defienden su fuente laboral son los mismos trabajadores que aportaron pruebas que demuestran el entramado corrupto de los Cirigliano y este Gobierno.
Volvemos a reclamar públicamente que se atienda el pedido de esos trabajadores, que no se los deje en la calle, que Emfer sea tomada en manos del Estado Nacional. Así su personal podría formar parte de los equipos de trabajo que se necesitan, ya que los trenes nuevos, precisarán mantenimiento y ser cuidados. Sino, sucederá lo mismo que pasó con el tren de la línea Roca, que tras la inversión para su renovación a mediados de los 80, se los dejó abandonados, hasta ser hoy, otra bomba de tiempo como esta línea, y tantas otras.
Hace menos de un mes, la Corte Suprema de Justicia revocó dos sentencias en contra de amparos que pedían un servicio digno señalando que “La Constitución Nacional obliga a los prestadores de servicios públicos a brindarles un trato digno a ellos usuarios y consumidores, significa que deben adoptar medidas para que sean atendidos como una persona humana con dignidad”. Esas responsabilidades surgen de la Carta Magna y fueron flagrantemente violadas por los hermanos Cirigliano y los ex funcionarios que debieron controlarlos desde 2003 a 2012. A 5 meses del inicio del juicio oral, podemos decir que todas nuestras afirmaciones se vieron probadas, primero para sustentar las acusaciones y elevar la causa a juicio oral y en esta etapa, para lograr la condena justa para todos y cada uno de los que con su conducta crearon las condiciones para que la colisión del tren se transformara en la mayor tragedia de la historia ferroviaria argentina.
Hoy se está probando que la responsabilidad no solo le corresponde a una maniobra del motorman. También le corresponde a los funcionarios que con su falta de control permitieron que el chapa 16 circulara en un estado que no era otra cosa que una trampa mortal, donde nuestros familiares quedaron atrapados sin posibilidad de ser rescatados.
También es responsabilidad de los empresarios que pusieron en la vía un tren que no cumplía las mínimas condiciones de seguridad y que mantuvieron en la estación de Once sin ser reemplazado un parachoques que no solo no contuvo el tren sino que agravó la tragedia causando más muerte y dolor.
Está probado que todos juntos, día a día, trasportaban a los pasajeros como animales, con puertas y ventanas rotas, sin horarios, sin control ni de pasaje ni de cantidad de pasajeros, abandonados a su suerte.
Y también está probado que no fue por falta de dinero, que el dinero que recibían en forma de subsidios era sistemáticamente derivado a empresas vinculadas con la mirada cómplice de los funcionarios.
Por eso, tenemos la convicción de que al terminar el juicio oral que se desarrolla desde marzo en los Tribunales Federales de Comodoro Py los procesados no tendrán otro destino que la condena. Quedará muy claramente demostrado que la tragedia de Once no comenzó a las 8.32 del 22 de febrero de 2012, sino que se fue gestando día a día, desde que se decidió mirar los bolsillos de funcionarios y empresarios en lugar de cuidar la vida de los pasajeros. Así lo certificaron cada uno de los sobrevivientes de aquel día en su declaración ante el Tribunal Oral Federal 2, coincidiendo de una manera absoluta al describir como el estado de abandono generaba día a día todo tipo de inconvenientes. Que se marchaba, irremediablemente al desastre, que eso era evidente, y que quienes tenían la responsabilidad de evitarlo, no lo hicieron.
Enfrentamos escuchar los testimonios con las fuerzas que podemos. Muchos de nosotros no resistimos, atravesar esa situación que demuele el cuerpo y el espíritu, y para eso no nos queda otra cosa que sostenernos mutuamente. Ver a la mayoría de los procesados sentados frente a los jueces reaviva el sentido de esta lucha, aun cuando tengamos que escuchar que Ricardo Jaime, con varias causas en curso por enriquecimiento ilícito no dispone de los dineros suficientes para presentarse cada semana a escuchar a los testigos.
Confiamos en que la justicia se ponga de pie, y condene a los responsables de tanta muerte y dolor, para que todos los que usaron alguna vez el sarmiento sabiendo que lo vivimos les pudo haber tocado también a ellos, sientan que no están solos.
El cerrar su discurso del día de ayer, la señora Presidenta dijo que estos trenes están “a la altura de los tiempos”. Los familiares, esperaremos siempre que algún día tengamos funcionarios públicos que estén a la altura de nuestros padecimientos, que acepten públicamente su responsabilidad en el abandono que produjo 52 muertes y 800 heridos, que controlen y no sean cómplices de empresarios. Los trenes, finalmente llegaron. A esa clase de funcionarios, responsables de sus acciones e inacciones y dignos de este país que construimos entre todos, todavía los seguimos esperando.
Muchas gracias. JUSTICIA PARA LOS MUERTOS Y HERIDOS DE ONCE

Por Familiares y Amigos de Victimas y Heridos de la Tragedia de Once 22/2

jueves, julio 10, 2014

Anhedonia mundialista



(periodista del diario Perfil,también es el autor del mejor blog antiK, una especie de contracara del Lucas Carrasco del 2009 pero más serio: Relatos del Presente )


El fútbol es algo que escapa a nuestro control, a nuestro manejo. Más allá de un partido arreglado, un árbitro comprado, no podemos decidir a dónde van a patear, no podemos avisarle a un jugador que lo están por guadañar de atrás, ni siquiera podemos soplar una pelota para que no entre o entre. No es muy distinto a otro deporte, pero para los que nos apasiona el balompié, no es poca cosa.

Puedo entender a los que no les interesa el fútbol. De hecho, tengo algunos -y muy buenos- amigos a los que lo que pasa adentro de una cancha, les importa menos que la Liga Regional de Pato. No los atrapó, no le encontraron el sentido a envejecer en cada partido, se gane o se pierda. Y ganaron salud. Mucha.

Uno ya se acostumbró a tolerar a los directores técnicos de living, a los que creen que Maradona es un fracasado y, a la vez, que Messi no hace lo que hizo el Diego. También aprendí a sobrellevar a los que odian a un jugador sólo porque jugó en el equipo enemigo, aunque haya sido en las inferiores. Del mismo modo, convivo alegremente con los que son tajantes en sus juicios deportivos y afirman que Colombia es una mentira, que lo de Costa Rica fue sólo suerte y que Argentina no le ganó a nadie. Son parte del folklore y se aprende a tolerarlo. En mi caso porque integro otra subespecie futbolera: el cabulero que puede pasar 120 minutos más penales con las piernas cruzadas en la misma posición y temblando de frío porque se olvidó de prender la calefacción antes de que arranque el partido.

Sin embargo, hay una clase de sujetos que me cuesta comprender, y eso que hice mérito para hacerlo: el que quiere que la Selección Nacional de Fútbol pierda de la peor manera en un Mundial.

No se permiten ser felices con algo que escapa a su control ni medio segundo, ni medio minuto. Para ellos, celebrar un triunfo “es hacer más fuerte al kirchnerismo”, como si ganar el Mundial conllevara una mágica reforma constitucional y todos los argentinos se hicieran automáticamente kirchneristas. Al igual que para los militantes monotributistas, para ellos Romero no atajó dos penales: los atajó Cristina.

Para promover el contagio de su infelicidad, apelan a los más ridículos e improbables pronósticos. “Ojalá que nos volvamos en primera ronda, así se acaba el kirchnerismo” es una frase que ya está demodé, pero que se escuchó hasta el hartazgo en la segunda quincena de junio. Incluso llegué a leer que si Argentina gana la copa, instantáneamente destituirían a Campagnoli y a Lijo, además de consagrar a Boudou como emperador de la galaxia y darnos hemorroides a todos los que vivimos al sur de Bolivia y Paraguay, entre Chile, Uruguay y Brasil.

Lógicamente no tan ilógico, entran en el mismo juego que dicen despreciar cada vez que putean el exitismo de 678, el se juega como se vive, y la apropiación del sentimiento hacia y por el fútbol como un símbolo de felicidad kirchnerista. Le dan el mismo status: ojalá que perdamos así te metés el exitismo en el culo. El oficialismo los puso en ese lugar de antipatria y compraron. Ahora juegan con las reglas del kirchnerismo y parece que les gusta que el otro merezca ser destruído humillantemente.

Si tan sólo no jodieran, bueno, vaya y pase. Pero como el contagio de la amargura no prende demasiado, y nadie quiere entrar a un velorio porque sí, ellos llevan la anhedonia al hogar de cualquiera. Basta que levantes la mano para mostrar un mínimo de sentimiento de alegría para que te caigan a recordarte que el país es una mierda.

A veces no entiendo cómo hicieron para debutar sexualmente. Incluso me pregunto si cuando tienen la posibilidad de ponerla, repelen a la eventual pareja copulativa bajo el argumento “no puedo darme el lujo de sentir placer sabiendo que Campagnoli puede ser destituido”.

Seguro que incluso se reprimieron las lágrimas cuando el pibe dio los primeros pasos, porque no había nada para festejar dado que la Patria también camina, pero hacia el abismo. O quizás faltaron a los 15 de la nena porque le recordaba que todavía había kirchnerismo hasta ese año.
Incluso tengo serios motivos para sospechar que a los hijos les bloquearon los canales infantiles y los hacen merendar viendo las noticias.

Estás festejando y te avisan que Sabella es kirchnerista, como si me importara la afiliación política de un tipo que no puede decidir absolutamente nada a favor o en contra mío al no tener ni voz ni voto en una cámara legislativa. Prefiero toda la vida a los triperos putando a Sabella por pincharrata que escuchar una sola vez más que es kirchnerista.

A los que creen que el kirchnerismo se va a la casa por perder un mundial o que sigue hasta el año 2167, les hago un breve racconto:

En 2010 nos volvimos en cuartos, al igual que en 2006. Fútbol para todos ya existía y el lema era “se juega como se vive”. El kichnerismo sobrevivió. En 2002 Duhalde no se fue porque nos volvimos en primera ronda. En 1998 nos lo dio vuelta Holanda en cuartos, para variar, y no creo que haya sido el factor determinante para que el 51% votara por la Alianza. En 1994 Argentina se fue deshonrada, humillada y con su mayor ídolo de la historia absolutamente desnudo y bajado del Olimpo a la mundanidad, pero eso no influyó para que Menem fuera reelecto. En 1990 perdimos con Alemania en la final y el menemismo recién nacía. En 1986 salimos campeones, pero el radicalismo perdió las legislativas, la gobernación bonaerense, la posibilidad de conservar el poder por un segundo período y el control de todo el país.

Si había alguien en 1982 que tenía todo el derecho del mundo para mandar a la puta que lo parió al Mundial de fútbol, esos eran los soldados, oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas que estaban en Malvinas. Sin embargo, se desesperaban por recibir noticias de lo que pasaba en España. En 1978, a los únicos que les dolió que Argentina saliera campeón fue a los holandeses. Hasta los tipos que estuvieron en la Esma reconocen que se emocionaban y se pasaban la info de boca en boca. Suponer que los militares conservaron el poder gracias a ganar el Mundial es ser lo suficiéntemente idiota como para olvidarse de que llegaron a la Rosada a fuerza de tanquetas y fusiles.

Desde la final de 1930 hasta el Mundial de Alemania Occidental en 1974, Argentina no embocó una, pero eso tampoco influyó en la política, a no ser que creamos que las jodas de devorarnos un presidente cada dos o tres años tenía que ver con un evento deportivo que ocurría cada cuatro y en los que, a veces, ni participábamos.

Nadie se acuerda quién gobernaba Francia en 1998, pero todos sabemos que fueron los campeones aquel año. Lo mismo pasa afuera: nadie recuerda quién estaba en el Poder en Argentina en 1978 o 1986. Porque al igual que en las estadísticas, sólo cuenta quién ganó dentro de la cancha y nadie piensa en el que salió segundo. Y en un Mundial, los políticos son menos que segundos: son los alcanzapelotas que se sacan la foto con la estrella y que nadie reconocerá en 10 o 20 años. Pero al campeón lo recordarán todos.

Les propondría dar vuelta la taba y reformular: La vida es demasido chota como para darnos el lujo de no ser felices al menos un cachito, una tarde. Si hay algo de lo que el kirchnerismo ha dado sobradas muestras, es de su poder de daño. Si Campagnoli será o no destutuído no lo deciden los pibes que están en Belo Horizonte. Si las negociaciones en Nueva York salen bien, o mal, tampoco se definirá en base a nuestra felicidad o a la caras de culos que pongamos porque sí, porque no podemos ser felices.

Lo que sí podemos decidir es permitirnos celebrar algo que es nuestro aunque no hayamos hecho nada. Tranquilamente podemos darnos el gusto de ser felices un ratito, de tomarnos un recreo de esta clase eterna de logaritmos a la que llamamos “vivir en Argentina”.

El lunes 14 de julio  hablamos. Tal vez.


lunes, junio 30, 2014

¿Cazar brujas o llevarlas a la cama?

Argentópolis





Esta cuenta vaticinó hace tiempo lo que nadie vissslumbraba ni se atrevía a considerar: Daniel Osvaldo Scioli sera el próximo presidente.
Muchos se reían.
Otros lo tomaron como una operación de sondeo mediático.
O un ejercicio de ficción.
Esta cuenta está acostumbrada a esas reacciones: el argento promedio tiene un umbral de atención de 48 horas.
Todo lo que exista más allá de ese lapso cognitivo no computa en la materia gris criolla.
Así nos va.


¿Por qué Scioli?
Porque es el mejor político del país lejosss.
Un essstratega en serio.
Nunca actúa en caliente.
No escucha los consejos de los gilipollas de turno.
Sabe ver el “big picture” como nadies.
Mide sorprendentemente bien después de años en el spiedo.
Cuenta con una chequera y un aparato que, hoy por hoy, ninguna fuerza puede enfrentar.
A ver, vuelvo atrás unos renglones: dije que Daniel Scioli es el mejor político del país.
No el más inteligente, no el más formado académicamente, no el más visionario.
No le pidan que cabecee.
No es un hombre de grandes ideas fundacionales ni está rodeado por una usina de pensadores brillantes.
Ni siquiera es el más honesto.
Lo suyo es la plancha y la lancha.
Una cosa es hacer política y triunfar en ella.
Otra muy muy distinta es gobernar bien.
Perdón por el cliché pero los vocablos político y estadisssta por lo general son antónimos.
En fin.


Ahora hago otro vaticinio: Martín Yeza también será presidente de los argentinos.
Martín es el extraño caso de un político que no es político.
Es mucho más que un puntero o un alcahuete trepador.
Es un pibe con formación teórica, con solidez académica.
Martín, por su juventud, su buen corazón, su querible ingenuidad y su espíritu de consenso, se muestra favorable a una iniciativa que, si no me equivoco, proviene del radicalisssmo rancio: la Conadep de la corrupción.
En teoría me parece un concepto loable.
En la práctica me resulta imposible de ejecutar.
El ovillo es demasiado largo.
No va a quedar nada ni nadie en pie.
Ni los gerifaltes del crimen organizado (no, no son los Kirchner, ellos son sólo los country managers).
Ni los ordenanzas suplentes de mesa de entradas de la última repartición pública de frontera.
La trenza es demasiado densa.
Están todos mezclados, revueltos, amontonados.
Los tres poderes.
Todos los partidos.
Todos los sindicatos, cámaras empresariales y agrupaciones civiles.
Las fuerzas vivas y las muertas, también.
Los empresarios, los empleados y los desocupados también.
Italia, de donde hemos heredado unas cuantas cosas, intentó hace no mucho lo que se llamó el Mani pulite (manos limpias).
Circa 1992.
Una campaña nacional de moralización y decencia.
Una cacería judicializada de corruptos.
Lo único que lograron fue que asomara a la luz la llamada Tangentópolis (tangente significa coima).
La ciudad del soborno.
Una sociedad entera construida sobre los cimientos de la corrupción, el nepotismo, el engaño.
Una cultura cochambrosa que simplemente no funciona sin venalidad.
La cruzada del Mani Pulite, liderada por el ególatra y mediático juez Di Pietro, arrojó como resultado 1.233 condenas y 429 absoluciones.
Recordemos que la justicia italiana en la puta vida condena a nadie y los pocos que reciben condena jamás la cumplen.
Imaginemos a la ya inoperante justicia argenta aun más abarrotada por casos de corrupción.
No saldría una sucesión ni un divorcio hasta el año 2050.
En Italia todo empezó con un tal Mario Chiesa.
Un funcionario de tercera línea, un perejil.
Un día Marito cayó en una emboscada judicial por un vuelto insignificante y, tras sentirse ninguneado por la mafia, no tuvo mejor idea que empezar a hablar.
A dar nombres y cifras
A explicar el modus operandi.
Googleen, no sean vagos manga de gilipollas.
La marea se llevó puestos, nada menos que a Bettinio Craxi, Giulio Andreotti y Arnaldo Forlani.
Los tres políticos más importantes del país por aquel entonces, que se juraban enemigos acérrimos frente a la opinión pública pero, según se supo, estaban mutuamente entongados hasta el caracú.
¿Amado podría ser nuestro Mario Chiesa?


¿CFK podría ser la Bettina Craxi argenta?
Craxi, para los poco leídos, se vio obligado a huir al exilio en Túnez, donde ¿murió? en enero de 2000 a la edad de 65 años (tal vez está con Yabrán y Néshtor tomando un mojito en las Seychelles).
Pregunta: ¿por qué no se “suicida” Amado, de preso en la intimidad de su loft de Puerto Madero, carcomido por la culpa y el remordimiento?
Hay que desconfiar de un sistema político en el que de vez en cuando no muere alguien en circunstancias sospechosas o aleccionadoramente ajusticiado a luz del día.
Significa que son todos cómplices, que están todos entrecruzados, que todos tienen los pies en el plato, que se protegen unos a otros.
Omertá.
Por eso desaconsejo la vía de la Conadep de la corrupción.
We can’t handle the truth.
Vamos a terminar dando risa y pidiendo un Punto Final de la corrupción.
No estoy exagerando: en 1994 el gobierno de Berlusconi tuvo que dictar el “decreto salvaladrones”, un Punto Final para chorros que excluía de la pena de cárcel a los delitos de Tangentópolis: cohecho, fraude, abuso de poder y financiación ilegal.
Nos nos conviene mirarnos en el espejo ni mucho menos revolver la ropa sucia.
Además, lo único que vamos a lograr es que los corruptos perfeccionen sus métodos, oculten mejor sus rastros y, como consecuencia, aumenten su voracidad.
Exactamente lo que pasó en Italia.
Algo parecido a lo que ocurre en EEUU donde está de moda el bienpensantismo de denunciar racistas.
Lo único que se ha conseguido es que los racistas sigan operando con la discriminación de siempre pero de manera solapada e imperceptible, casi imposible de detectar.
Los poderosos, los hijos de puta, tienen los mejores abogados y los mejores contadores.
Por algo son poderosos.
Ningún funcionario público con caspa puede contra ellos.

Ningún planta permanente tiene las ganas ni la preparación para enfrentarlos.

Y cuando 20 mocosos del Nacional Buenos Aires quisieron hacerlo fusil en mano ya vimos lo que pasó.

La Argentina no tiene arreglo.
La Argentina es así.
¿Existe la remota posibilidad de un cambio?
Tal vez sí, si ocurriera un cataclisssmo bíblico o una conflagración terminal.
Por ejemplo: lo que le pasó al pueblo judío.
Los sopainas se vieron obligados por fuerza mayor a dejar de ser los científicos, profesores universitarios, comerciantes, sastres y violinistas pacifissstas de Europa para volver a ser un pueblo guerrero con territorio propio.
Mmm.
Mejor no.
El precio es demasiado alto.
No somos el pueblo judío.
No tenemos ese temple.
Somos criollos, católicos, somos disssstintos.
¿Me equivoco?
En lo que a nosotros respecta, hasta próximo aviso esta es nuestra normalidad.
No hay otro escenario posible.
Nos gusssta así.
Al que no le guste así, Ezeiza.


sábado, junio 28, 2014

Qué consecuencias políticas tiene el caso Boudou


La crisis causó dos nuevas muertes


1) El principal: en estos casos, mas cuando la causa se sostiene por los testimonios y filtraciones de funcionarios o ex funcionarios de Cristina; el primer efecto es el temor extendido, que lleva a los funcionarios y ex funcionarios a hacerse amigos del periodismo y deschavar cómo la vieja se roba hasta el agua de los floreros. Por su parte, en la cúpula de la banda se suele reaccionar como en los momentos difíciles de la etapa decisiva de sus vidas. En el caso de la vieja, antes de su ingreso al mercado laboral, en 2008 cuando era Directora de Ceremonial del estado nacional y gobernaba Kirchner. Lo cual, ante la muerte del mejor presidente desde el retorno democrático, nos deja en el sentido cupular en donde ya estábamos: en una especie de acefalía donde la Licenciada Eterna hace un programa de TV pero nunca se sienta a gobernar. Gobernar es firmar expedientes. Lo que implica levantarse antes del mediodía. Y nada de quejas: bastante bien le pagamos y encima no labura.

2) El peronismo ya tiene su María Julia. Pero, al igual que durante el menemismo, todo lo que sea cristinismo será culpabilizado en la nueva purga: yo que los nonos de La Cámpora que trabajan de jóvenes, dejaría de estudiar periodismo con los Olmos y empezaría a relojear lib4os de derecho penal.

3) La oposición le va a pedir a Lijo que saque una promo 2x1; porque multiplicar es la tarea.
En la fina diferencia entre un fin de ciclo y el fin de la sonrisa electoral de las familias de la oligarquía política, está el futuro.

4) Pierde más legitimitad, si tal cosa aún es posible, el Tribunal Ideológico contra Campagnoli.

5) La economía se complica más, porque al cuadro del viernes a la tarde, de por sí dramático, se suma que los funcionarios de Cristina, que llegaban al mediodía por solidaridad con la vieja, invertirán la mitad de sus días en ver cómo zafar de la cárcel. En este modelo, eso corroe a mediano plazo variables sensibles. Y ya no hay nadie en l gobierno que piense el mediano plazo. Si es que alguna vez lo hubo.

6) Falta el show de quién tuvo la culpa. No se si la colorada ya está garchando con Randazzo en la casa de Vandercoso, pero por la indagatoria a Boudou, va a culpar a Scioli, lo cual pinchará el último salvavidas del FPV.


7) Es tonto preguntarse si Boudou cantará. Es Walt Whitman, un canto a sí mismo. Cada vez que Boudou habló, el cristinismo le echó la culpa al kichnerismo.

8) Estos políticos sin muchas luces canonizan las tácticas -en economía y política- que le dieron éxito, por lo cual terminan haciendo el ridículo en cada uno de sus giros. Como al Presidente Vespertina no soporta no ser considerada una Jenia de Jarvar, se vienen escenas de megadramatismo que la hundirán más. ¿Se volverá a esconder bajo la cama, como cuando lo del chichón?

9) ¿Hay alguna posibilidad de que esto mejore?: no.

viernes, junio 27, 2014

Sobre lo fiestero que era Sarmiento

ANARCO-MENEMOIDE
Soliloquio & sexo




"Sin amor, sin querer, sin poder tenerlo, apenas movido por un débil interés carnal, ésa y la otra y todas eran lo mismo. Buscaba sólo en el favor de las mujeres, una tregua, siquiera fuese pasajera, al negro cortejo de sus ideas, al tormento de su obsesión moral".
Eugenio Cambaceres, Sin rumbo


1.

Nuestros grandes liberales del siglo XIX -Sarmiento, Mansilla, Cambaceres- fueron libertinos exentos de culpa y cargo. El XX nos trajo otras singularidades como el falso Vizconde de Lascano Tegui y Barón Biza. También dandis crueles y amadores de mujeres con cierta obsesión insana. Tradición opacada, pienso, a partir de los años treinta. Ese noble linaje literario se volvió ascético por culpa del borgismo: sólo recuperado por grandes plebeyos, cual Osvaldo Lamborghini -peronista-, aunque también susceptibles de ser leídos así por su anti-populismo literario más que explícito. Nada más marginal, solitario, insular e irreductible que el liberalismo hoy en la Argentina. Sea dicho: los liberales citados fueron eximios petimetres, rebeldes, cascarrabias, temperamentales, sensuales, liberados del nauseabundo nacionalismo católico que luego contaminó todo con su clericalismo rancio y contradictorio. Esa soledad no es nueva: es la de Sarmiento. Pocos más argentinos. Los años noventa, ridiculizados, pensados de modo vulgar y brutal, encarnados por Menem: peronista riojano quiroguista a quien le debo un ensayo. Fui feliz en ellos, era un joven que vestía poleras negras azabache y fumaba habanos caros por ser baratos en dólares. Éramos anarco-menemoides con plena inconsciencia: la forma posible del anarco-individualismo acá. En cenáculos de nobles amigos, a quienes hace años no veo, debo gran parte de mi formación cultural por su generosidad. Los noventas no fueron para mí esa pantomima de apatía: había pasión y fuego. Exploración en medio de ese infierno de una subjetividad innovadora y estimulante. Nada de tonterías supinas, no. Otra cosa. En mi cuarto de hotel hay solo pornografía y política. No pensar en la temperancia del presente. Quizá mi deriva hoy sea mayor. Tengo un tiempo de reflexión limitado, luego de sucesiones de carne. Siempre hay y habrá carne en el Río de la Plata. Sobra. Siempre habrá agujeros, aceite, leche, lubricantes. Pareciera que lo establecido reniega de pensar estas cuestiones: un anarco-liberal las piensa porque nada tiene que perder. Tiene una certeza: jamás tendrá poder. Por ende, no me interesa pensar hacia atrás, ese axioma tan reduccionista como pelotudo. A veces la soledad suele ser una gigantesca oportunidad para librarnos de lo pasado, así sea reciente y emputecido.

2.

Es a mí pesar: escribo de modo impúdico y con beligerancia pornográfica. Por ende, se pueden ir a la puta que los parió. La severidad se conquista y se gana, como toda figura romboide en el ápice de la pija en punta lista para entrar en la concha húmeda. "Yo, que era loco, homosexual, marxista, drogadicto y alcohólico" -dice O. Lamborghini-, escribo sobre pornografía y política. Eso me sale con cierta cosa arrebatada que de tan rioplatense me da miedo. Hubiese querido ser neoyorkino y libertarian. No pude, no quise, no me salió. Es irremediable: soy porteño, vivo en un hotel del bajo y espero que vengan por mí. Soy un anarco-menemoide. Lo importante pasa por los cuerpos: allí vienen, ellas. Mis bellezas nocturnas, protectoras frente a la fealdad rigurosa de la corporación estatal. Sabrán disculpar: debo coger. Hieren mi soliloquio, resuena cierta ira: sin dolor no hay belleza plausible ni fiable. La comodidad sólo produce estéticas tan miserables como las existencias que se recargan entre sí. Fútiles, van. Acá, rodeado de putas –salteñas, guaraníes, pampeanas, caribeñas, brasileñas, dominicanas, del NOA, travestis. Rey de la noche. Príncipe de la oscuridad. Los alambiques llegan. Ah, sí: "su whisky, señor". Había pedido con estricta precisión: dos medidas dobles -con dos cubos- de Famous Grouse. Un hilo de humo a lo lejos. Un puro: Avo Uvezian, cigarro de República Dominicana, suave, adquirido en la calle My pooh. La gente que usa corbatas es más respetable, también los de camiseta. ¡Pobres almas sin nada que cantar a excepción que sus nubes de pedos sordos! ¿Cuál es la intriga que se responde así misma de forma subrepticia con su lengua seca? ¿Alcohólica? Músculos y tetas. Un prepucio y un clítoris. Un pezón y una raya de culo finísima. Una fellatio y cunnilingus. Un beso negrísimo de tanta búsqueda non sancta. ¿Todo ello ocurría en mi mente febril mientras esperaba que los cobardes vengan por mí? Ellos, puras mentiras editables. Mi plan era claro: mientras aguardaba el combate final iba a dedicarme a la orgía. Primero, coger; luego, combatir. Primereaba la fiesta, seguía la política.

3.

Un amanecer ebrio es una experiencia numinosa: como un místico avant la lettre. Radiante lo pude hacer desde mi cuarto lumpen de la calle San Martín. A pocos pasos de las Galerías Pacífico circulé cual ratón en busca de su gato. Lo invariable iba hacia el sector improcedente. ¿Será que la derecha tiene esa facilidad para desarrollar más anticuerpos que la izquierda que niega la individualidad en pos de la corporación? Era hora: llegaron dos chicas más. Ya eran cinco o seis. No lo sé. ¡Sombra terrible del groncho, voy a esperarte con garras finas y falo erecto! ¿Por qué escribís así? Porqué no puedo hacerlo de otro modo, pelotudo. Quisiera escribir cual zombi acomodaticio pero no me sale. Salí o te verdugueo. Todos saben que el estertor tiene cierto color ambarino -como la veta del sorete. Acá, donde estoy, en el bajo porteño, todo se revuelve entre colores magníficos, de noche, cual cantos de sátiros con sus pijas paradas a punto de acabar. Mientras saxos de free jazz saltan por entre las conchas del territorio, del Río de la Plata, del barro, del limo y laputaqueteparió. Sé que estoy rodeado. Todo esto no será sino una larga diatriba sin detenerse hacia (la) nada. Porqué lo sé: estoy derrotado. Supe ser un gran pornógrafo, fino y sutil, a la vez que bestial y escatológico. En el fondo, estoy acá, sólo, con un cigarro humeante, una medida doble de whisky Old Parr, escuchando música vieja -un electro jazz lounge de fines de los noventa -, dos putas de fondo, el zaguán del hotel del bajo. A lo lejos se ve. Vienen por mí. Sólo me quedan horas. Muy pocas. No pasarán. Es altamente probable que todo termine en sangre. Mi traje está impecable. Mi chaleco huele bien. No tengo nombre. ¿Cuándo todo pase y sólo queden los rastros de mi figura seré recordado como un núbil pornógrafo que celebró el cuerpo femenino como nadie lo hizo antes en el Plata? ¡Qué triste será esa imagen barroca de un cuerpo doloroso de tanta belleza atravesado por la lacerante gronchada de los que vienen por mí! Ah, no será fácil. Mi andar es algo cansado pero firme y hercúleo - ¿o cerúleo?-: mis municiones son escasas. Yo siempre fui valiente y procaz. Las tetas semblanteaban de golpe -eran lambeteadas. Los pezones parados parecían havanettes. Todo se dio de modo inesperado. No podría decir que tomé notas. El culo se abrió como una orquídea: tal vez el sablazo no haya sido tan procedente. Pero gozó como pocas. Imposible no estancarse en el vientre de una rubia de ascendencia germana o quizá nórdica -de Misiones. Uno de los pezones tenía la redondez lunar de una almendra. Todo se cerró (como el culo) sin poder esperar nada más. De noche. Calor. El aire enviciado me daba en la nuca y no pretendía destacarme por mi habilidad para quitármelo. Camiseta blanca, reloj caro. Me veía como un libertino insólito, como dije, un anarco-menemoide consciente de su labilidad para poder enfrentar esos que venían por mí de un modo subrepticio. Facundo patético, sus ínfulas no podrán con mi valentía old fashioned. Amé a mujeres aristócratas, californianas, hippies y prostitutas. No sé qué significa la pasividad ni la tibieza: mi corazón late de modo muscular. Y los espero. Que vengan. No pasarán. Cual Nietzsche pacté una fórmula que sólo Edipo redimido por su madre pudo ver.

Palermo viejo, junio 2014.


jueves, junio 26, 2014

Odio los Mundiales. Odio profundamente la mentira, los engaños, la idiotez y la corrupción de los mundiales



A Andrés Calamaro. 

¿No te gustan los Mundiales? Dejá de pensar que estás falladito, es normal. A la mitad de los que están super híper mega y recontra interesados en el Mundial, en el fondo, les importa un carajo. Lloran, se ríen, alientan, aprenden cantos (por el placer de escuchar, con absoluta independencia de lo que pasa en la cancha, escuchar sus propias voces: por eso cantan las hinchadas; para escucharse a sí mismos, para sentirse lo que en sus cotidianas y miserables vidas no son, para sentirse a través de la imposición acústica con su carga de odio sutil y amenaza latente, sentirse PODER) y tácticas, se vuelven devotos de un club, patriotas de pacotilla durante el Ramadán de los occidentales alienados, no porque les interese la rabona de Rojo, los tatuajes de Lavezzi, los peinados grasas de nuestros boy scauts con tendencia efímera al metrosexualismo, nada de eso, no, es por una sola y sencilla razón: para pertenecer.
Nueve de cada diez odontólogos recomiendan sospechar del mundialismo, de las conversaciones de publicidades del Mundial, de las figuritas, de las prostitutas del balón y de la existencia de una narrativa de lo popular que hoy, entre la gente que está al pedo como yo, es decir, los periodistas, los sociólogos, los escritores, los poetas, los ministros del gobierno, los obispos, los publicistas, los antropólogos, los teóricos revolucionarios, los que dan charlas de psicoanálisis, los que nunca van a las reuniones de olllas Essen pero crean el sentido respetable, culturoso, debatible en torno al fútbol, esos botineros del lenguaje no creen en lo que dicen sobre el Mundial. Para nada. No creen una sola palabra de lo que dicen. Se ultracagan de risa de sus babels de 4-4-3; 5-3-2, 8-1-1.
Nada de eso viene con el álgebra de la ciencia. Ninguno de esos enunciados pasaría por la Dirección de Ceremonial y Protocolo de un epistemólogo sin que el detector de metales chille y encienda las luciérnagas rojas de los patrulleros y señor-puede-abrir-su-maleta-.
Lo dicen porque es una contraseña. Ritos de una logia que ellos, nosotros, comprendemos. Demasiado y lamentablemente bien.
Lo dicen para pertenecer. Para formar parte de la vanguardia poética del negocio de arrear el gentío , mientras los musculitos de pantorrillas ajenas obtienen a cambio un ingreso a la Alta Cultura. Total, no son peligrosos. Cualquier negro de la villa puede sentarse en el Teatro Colón mientras sea futbolista, banana de TV, milico o plebiscito de la esperanza a traicionar.
Es un intercambio:  ellos se barnizan de populares y los populares dejan de serlo. Pasan a integrarse a la cultura con mayúsculas y adjetivos pomposos. A cambio de prostitutas, payasos de la farándula, relatores analfabetos y viejos zorros del empresariado. Su fotolog se llena de presidentes, homenajes y autos caros. Lograron lo suyo: dejar de ser, meramente, popular. Y los que dirigen el sentido del mundo obtienen lo que buscan. Hacer de su sentido algo popular. Viralizar sus odios y amores. Ni más ni menos.
 Momento de acercarse al pueblo. De hablar su lenguaje. Y el pueblo, como todos sabemos, difícilmente responda pues difícilmente exista. No hay un Juan Pueblo, sino diversidades que por auopistas complejísimas articulan identidades precarias y fugaces, con ciertas continuidades que por comodidad llamamos Identidad. Y le encontramos identidad a 11 metrosexuales que ordenan su mundo simbólico en una pelota esférica y previsible. Y hay identidades de marcas corporativas, de escuelas secundarias, de asociaciones contra el cáncer, compañías de teatro, asociaciones ilícitas, de lo que pidas. Todo debe ser teorizable, reagrupable, entendible socialmente. ¿Por qué? Porque cada vez estamos más solos. Más insoportablemente solos.
Si hubiera un Juan Pueblo el pueblo empezaría a parecerse más a Juan que Juan al pueblo.
Hacemos un pacto, la mayoría lo respeta: dejar un poco de mi singularidad por una identidad colectiva. Pero como ya no creemos, en la física nuclear de nuestras sociedades, en grandes identidades como la Nación, la Religión, la Clase, lo que hacemos es mentirnos que no estamos solos, que somos algo juntos, en mundiales, funerales de alguien que en vida odiamos o algunos valores que aún compartimos: la educación, la necesidad de tener estado y policía, la prohibición del incesto y el respeto a las normas básicas de convivencia (y hasta por ahí nomás). Cosas que en cualquier otro animal vienen incorporadas, acá las hacemos un acto de valentía, heroicidad, alta traición o raiting, cotizaciones, pases, trapos, spots, toda esa grasada que rodea a los mundiales, todo eso que casi nadie toma muy en serio. Porque casi nadie se tomo a sí  mismo muy en serio. Bienvenidos a la posmodernidad, fanáticos de la fugacidad.
El Mundial es el momento y lugar donde el gerente de banco y el asaltante se encuentran. Tienen mucho en común pero las marginalidades que encierran a ambos los distancias. Jamás se encontrarán más que en un delito y aún así ambos delincuentes representarán intereses distintos. El cura y la travesti, el astronauta con el carcelero, el jubilado con el locatario de Puerto Madero. Todos necesitamos sentir que pertenecemos a algo que estaba antes que nazcamos y que estará cuando muramos. Es una pulsión humana ancestral, lo que nos permitió sobrevivir como especie. Por eso nos gustan los Mundiales: porque es fácil entender el fútbol, porque es primitivo los sentimientos que luego serán decorados con estadísticas, pizarrones, poetas, himnos, botineras, trofeos, llantos, sponsors. Pero no deja de evocar las mismas emociones, vacíos y ansiedades que una guerra. Pasa que ahora somos civilizados. Educamos, represivamente pero menos represivamente que cualquier estadio histórico de la humanidad anterior a este, a insertar dentro de la cultura esos instintos animales que nos hicieron llegar hasta acá. Y que nos pertenecerán por siempre.
Nadie puede abstraerse del Mundial. No se puede estar tres meses sin tomar un ascensor, sin levantarse minas por Facebook, sin ir a la panadería y encontrar un televisor. No se puede y no es psíquicamente aconsejable. Sin embargo, hay una manera de apartarse del Mundial. Una manera divertida, experimental y antropológica: en vez de aislarse, juntarse a cuanto grupo esté conectado a este Mundial inolvidable que el mes que viene olvidarán. Funciona así: uno tiene que acercarse a los bares repletos y gritar que hay que sacar a Messi y poner a Cruz, ir a la panadería a debatir contra quienes no consideren a Bochini mejor que Pelé, esgrimir la Teoría Conspirativa más delirante en los asados, explicarle a las minitas de la facultad que el orsai es cuando un jugador la toca con la mano en el área; preguntar siempre, durante los partidos, cómo se llamaba el 3 de Banfield en 1984.
Contarle al policía de la esquina que uno fue el que lo llevó a Ginóbili a probarse en Boca y sorprender al portero con un fixture de un Munidal que nunca haya sucedido.
Funciona. En dos o tres días nadie quiere hablar de fútbol con vos. No te invitan a ver los partidos y durante un mes no te atienden el teléfono, lo que equivale a decir que no te llaman ni te consideran raro.
Es tan simple participar del Ramadán occidental que solo será excluído aquel que sienta un verdadero y emotivo entusiasmo, hasta el punto que viva su propio Mundial. Hasta el punto de no necesitar saber si Messi ganó contra Irán, porque en realidad el mejor jugador fue Maxi Rodríguez.
¡Maxi Rodríguez!
-Sí, me cae bien.
-¿Y eso qué tiene que ver?
- Me gustan los Mundiales.
-Pero no entendés nada!!!
-Ah, el Mundial era un gran exámen...

No hay nada peor para los mundialistas que disfrutar el Mundial. Porque el Mundial es eso que nos hace acordar de la infancia, el abuelo muerto, los niños que fuimos, los niños que quisimos ser, los niños grandes que somos y disimulamos. Por eso me gustan los mundiales. El fútbol es el único espacio que nos quedó en nuestra cultura para soñar que el débil vence al poderoso y que a veces, encima, a veces, pase que el débil venza al poderoso.