jueves, julio 28, 2011

albertarios 1

Qué dice, Derek, eh?

Las mentiras de Alberto (Casi tan buenas como las de Clarín)
Alberto Fernández trata de desmentir, en una carta llena de agravios a la Presidenta, lo que no se ha cansado de confirmar en su constante trajinar mediático. Ser una persona al servicio de Héctor Magnetto.
Esta carta sirve para ver en toda su dimensión, el accionar del ex Jefe de Gabinete. La agresividad para con Cristina, la viuda del que él llama su “amigo”, es el rasgo distintivo. La mujer que desde el dolor más profundo, no pudo ni siquiera llorar tranquila y cuando tuviera ganas, porque más que nunca, tuvo que ponerse literalmente, el país al hombro. ¿Se acuerda del… “Sola no va a poder”?
Puede ser que haya acompañado –según él dice- a Néstor Kirchner desde cuando sólo un 2 % de los argentinos sabían de él pero, no nos olvidemos que antes fue un soldado incondicional de Domingo Cavallo, a quien conocía el 100% de los argentinos y por políticas que estaban precisamente en las antípodas de la visión de gobierno de los Kirchner. ¿Se acuerda que fue Diputado por la lista de Domingo Cavallo? Como era de esperar, lo abandonó cuando perdió la elección en la Ciudad Autónoma. Como supo decir Groucho Marx: “Estos son mis principios pero, si no les gustan, tengo otros”.
Me pregunto… ¿A qué se debe tanta desesperación por negar cualquier participación en la discusión sobre la actual Ley de Medios audiovisuales? ¿Por qué dice que ese tema no estaba en la agenda de la Presidenta? ¿Por qué dice que Cristina no lo tenía en carpeta?


Sigue acá.

Taxi


No, Laura, esto es campaña sucia!




miércoles, julio 27, 2011

EEUU y el 2 de agosto



Pesimista, Manolo, muy pesimista, ja: 


Suceda lo que suceda el 2 de Agosto, ya nada podrá ser igual, el Sueño Americano agoniza.
El film de Darren Aronofsky, hacer clic aquí para el video, es una metáfora sobre la “gente pequeña” y el destino que les espera.
Decenas de millones de Baby Boom que verán esfumadas sus esperanzas de un retiro tranquilo.
Decenas de millones de jóvenes cuyo destino es la Cárcel, el Manicomio o la Prostitución.
¿Siento Alegría?, no, para nada; porque como el Titanic su hundimiento arrastrara a muchos con él.
No es solo el desmadre y el caos que se generara; sino, también, cuando los ultras del Tea party descubran que su Fe es errónea; que no existe la salvación personal.
El amigo Ayj, que es un agudo comentarista de la blogosfera; suele hablar de 1922.
La emergencia del fascismo.
Yo le insisto que en la Argentina no puede suceder, porque falta un elemente esencial; las cuadrillas de excombatientes que luchan cuerpo a cuerpo por el control de la calle.
Ahora bien, sobre USA no pudo decir lo mismo, las “milicias” YA existen.
Solo falta el regreso de las tropas del exterior, y su amotinamiento por la falta de pago, y tenemos no solo Roma sino Berlín.
Y no se trata de las SA Nazis, o Rotfrontkämpferbund de los Comunistas; antes que ellos existió la Reichsbanner Schwarz-Rot-Gold.

Una foto con Lula


En ocasión de la campaña electoral para la intendencia porteña, un sector del kirchnerismo porteño fue hasta Brasil a sacarse una foto dirigentes del oficialismo del Brasil.
La ciudad de Buenos Aires concentro el puerto por donde obligadamente tienen que pasar las riquezas primarias del país. Limita, sólo con un país extranjero: el conurbano bonaerense. El Conurbano, al igual que la ciudad de Buenos Aires y Brasil, integran el Mercosur. Por las características portuarias, en la ciudad de Buenos Aires se forma la élite intelectual, alejada completamente de las variables económicas reales del país. A eso, se le llama "progresismo". No en el sentido positivista -bah, un poco sí- y menos todavía en el sentido de izquierda política. Sino como expresión alienada del proceso económico y productivo del país. En ese sector -en buena medida porque no comparte fronteras reales con Brasil- Brasil es casi una ideología, además de una playa veraniega.  Trasciende el kirchnerismo: abarca toda la dirigencia política portuaria -toda es progresista- y las universidades y sectores del pensamiento disociados del proceso productivo. Que, como antaño las damas de la oligarquía, o los galeritas del socialismo, se desentienden de las cosas mundanas y de apestoso criollismo. Se piensa, con amor, como contracara de "el voto del campo".  Contracara de El Campo- ese género literario- el brasilismo es más bien una modalidad festiva de la crónica periodística, una tía denigratoria de nuestra parentela pobre, una estudiantina que se desplaza con la irresponsabilidad propia de la juventud. Lula, ciertamente, no tiene nada que ver con el brasilismo. Que, nace, en la indignación sesentista de "habernos latinoamericanizado". Frase patentada por quien hoy sería, qué duda cabe un brasilista: Arturo Frondizi, dictador argentino.
El brasilismo podría, incluso, meterse en algún aula de las universidades que pagan Misiones y Corrientes y enseñan Antropología en Parque Centenario para explotar, turísticamente, el brasilismo. Pronto, muchos europeos vendrán a ver ese museo. Incluso, no faltarán quienes quieran llevarse -vía doctorados y viajes de iniciación en las vanguardias literarias futuristas- su propio brasilista a sus pagos. Claro que no va a ser tan fácil, por cómo viene la cosa, en el viejo continente. Donde los bruselistas están sorprendidos de que la criminalidad, el terrorismo de estado y el saqueo colonial de la Unión Europea no haya funcionado. Si hasta tenían monedad común! Los bruselistas son como los brasilistas: independientemente de los resultados, lo importante, siempre, es la vacuna de las buenas intenciones.
Por eso, el brasilismo, se permite la adoración, de un Chacho Álvarez, por ejemplo. Ídolo brasilista y autor del libro La Memoria Emocional, bet sellers en las usinas intelectuales del brasilismo. Plantea que, más que la memoria real, de lo sucedido de veras, lo importante es la memoria emocional. Conservar, en la memoria, las buenas intenciones. La vacuna de las buenas intenciones.

Los tipos oscuros


Twitter
qué extorsión, boludo, qué carajo te pasa? mostramos el culo de una militante y es extorsión? están en pedo?
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A mi alrededor.

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Hasta no hace mucho, los tipos que escribían en diarios como el Popular o Crónica, eran viejos de bigotes, putañeros, amigos de comisarios, ex buchones de la SIDE, tipos parecidos físicamente a Darío Gallo.
Rozando la extorsión, con miles kiosquitos paralelos, gozaban de un merecido y buscado desprestigio.
Algo cambió.
La editorial Perfil y el Grupo Clarín pautaron hacerse notas elogiosas sobre los dos diarios vulgares, de mal gusto y perversos que lanzaron, con vigencia hasta Ocutbre.
Ayer, en retribución, el grupo Clarín sentó a los principales empleados de ambos diarios a tirarse flores en el programa de TNmbaun.
Las cosas han cambiado, no para bien.
Ahora, por ejemplo, Luciano Dolber, empleado importante de Libre, le manda un mensaje a una chica, Eugenia, con la que él inventó un romance con Diego Bossio, titular de la Anses y a quien Libre intentó extorsionar con la publicidad oficial en su primer número. En el mensaje de texto la extorsiona con que colabore en la farsa. La piba no le da pelota y entonces la amenaza: "listo, ahora vas en tapa" y la hacen mierda. Muy macho, muy valiente, qué salame. Obviamente, la mentira debe alcanzar vuelo y meter a la presidenta. Sino queda muy en evidencia que le tiran con el Grupo Clarín y con la editorial Perfil a una chica de 29 años, que trabaja en una consultora y que no tiene cómo defenderse. Inventar romances fue una pasión   de quienes participaban de ese juego oscuro. De los "mediáticos", esos freaks de poca monta que dan verguenza ajena. Ahora es el arma para defender intereses empresariales. Lanzar los perros de la jauría contra una chica que da clases en La Plata. Qué machos, qué valientes, qué audaces: pelean contra el poder, je.
Siempre existieron apretadores, delincuentes, malandras en un oficio que se presta como el periodismo amarillista, pueril y que incita los más bajos instintos. Pero, probablemente, Dolber no sea así, sino el representante de una camada nueva: el boludo entusiasta.
Quizás ni participe de la guita que eventualmente le saquen o no al funcionario que apretaron, quizás ni la vea pasar que la gloria está en el Grupo Clarín y ésto es apenas la colimba, sino que esté verdaderamente convencido que apretar gente es hacer periodismo, que buchonear es hacer periodismo, que inventarse una historia de principio a fin sea hacer periodismo.
Dolber es un tipo de la nueva camada. Sienten entusiasmo por comportarse como una basura. Escribe en su Twitter "ya le he dedicado toda mi tarde al periodismo" y al otro día sale "Sofía Gala Porro". Seguramente, un tipo piola como Dolber fuma porro, jo, qué jodón. Esta nueva camada de oscuros va, como Juan Curz Sanz (bue, ya no) a fiestas de Los Negros de Mierda, coincide en cumpleaños de amigos míos, es realmente sorprendente enterarse que no sienten, ni lo piensan, ni les duele saberse entendidos como unos tremendos hijos de puta. Al contrario: sonríen y se ufanan de eso. En nombre de la sacrosanta lucha contra el kirchnerismo.
Esta nueva camada de oscuros entusiastas, por la tarde inventan una mentira grande como una casa, a la noche, se encuentran al calumniado -tratan de ir a los mismos lugares donde va su carnada, es una perversión bastante común- amenazan, aprietan, descaradamente. Se creyeron el chamuyo de la SIP, se creyeron que las patronales los adoran: y está bien, los adoran. Hoy.
Igualmente es raro.
Los tipos oscuros no tienen principios ni amigos, saben hacer su juego: es pegarle a los funcionarios jóvenes, perseguir a quienes andan en la familia cultural de esta nueva emergencia simbólica, golpear a lo que represente lo nuevo,  disfrazar de cruzada moral (horrible) la buchonería y la calumnia, los tipos oscuros quieren ser nuestros aliados, para que le contemos cosas de nuestros amigos. Los tipos oscuros jamás dejarán pasar una oportunidad de ser víctimas
Los tipos oscuros son así.
Verdaderamente estúpidos.

Alberto Fernández: la verdadera carta, antes de ser editada por Papel Prensa


"A medida que fuimos profundizando el modelo, se fueron acentuando las contradicciones" 
Néstor Kirchner, sobre el momento en que se presentó la ley de medios. 

Alberto Fernández
Para LA NACION
Señora Presidenta: con más pesar que placer he leído el adelanto de la entrevista que la periodista Sandra Russo ha convertido en el libro La Presidenta. Entre los dichos que se adelantan periodísticamente sostiene usted que el Grupo Clarín ejerció, hace cuatro años, una enorme presión para impedir que usted fuera candidata a presidente, me consta que no, dado que yo era, hacia dentro del Gobierno, el vocero de esa corporación empresaria.
Ha sostenido también que cuando usted se decidió a promover cambios en el sistema regulatorio de la radiodifusión yo preguntaba con insistencia qué era lo que se pretendía hacer al respecto, tratando de obtener información, porque por alguna razón, que ahora descubro, me la retaceaban. Según sostiene, en una de las tensas conversaciones que, presuntamente, como si usted me hubiera escuchado, mantuvimos, usted me habría dicho: "Y si al Grupo [Clarín] no le interesa, ¿para qué te hacés problemas vos?". Como dije, leí sus expresiones con pesar. Se trata exactamente del pesar que provoca descubrir la mentira en boca de una persona con quien se ha compartido una etapa central de la vida del país, y también de la propia, y por la que aún se guarda consideración, como es Héctor Magnetto. Nunca me dijo que no quería que usted fuera presidenta de los argentinos.
Aunque nunca creí que fuera necesario hacerlo, déjeme informarle que no tuve ni tengo vínculos políticos, profesionales o económicos con el Gobierno. De buena fe, usted lo sabe. También sabe, por la relación que alguna vez tuvimos, que jamás me ocupé de defender los intereses de ese Gobierno. Por lo tanto, decir que fui vocero de esa empresa en el Gobierno no sólo afecta mi integridad ética, dado el estrepitoso fracaso, sino que ensucia mucho su propia credibilidad.
Yo ya acompañaba a Néstor Kirchner cuando en el país sólo un escueto 2% de argentinos sabían de él. Hasta que Héctor Magnetto, para devolverle favores a Duhalde, puso cartas en el asunto. Confié en sus ideas y en su conducta. Lo ayudé a alcanzar la presidencia de la Nación a Kirchner con toda honestidad y lealtad. Lo hice cuando muchos creían que todo nuestro esfuerzo era en vano. Usted misma, a veces, se reía de nuestra obcecación diciendo que nos habíamos embarcado en una "loca aventura".
Cuando Kirchner me confió la Jefatura de Gabinete, sólo respondí a las órdenes de Magnetto y no defendí ningún otro interés que no tuviera que ver con sus decisiones y, por supuesto, con el bien común. Si de alguien oficié de vocero en ese lapso, fue de Magnetto, que creyó iba a conducir a ese gran presidente que fue su marido. Usted era también protagonista principal de esa etapa. Sabe, por lo tanto, que esto fue así y de ello dieron cuenta todos, absolutamente todos los comunicadores en esa época. Los tengo anotados en una servilleta. 
Precisamente, en cumplimiento del rol que me fuera encomendado por Magnetto, y al depender de mí la Secretaría de Medios, tuve que vincularme con todos sus medios de comunicación. He tenido así las relaciones tensas que habitualmente se establecen entre el poder y el Gobierno. Guardo la íntima tranquilidad de haber actuado siempre preservando los intereses que debía representar: los del Grupo que eligieron los argentinos.
Permítame recordarle algunos de esos momentos de tensión, por si los hubiera olvidado. Fui yo el único funcionario que imputó públicamente al diario Clarín- cuando Magnetto no me atendió el teléfono- el haber llevado adelante una operación periodística contra una secretaría de Estado. Y también fui el único director de Papel Prensa que -sin guantes de boxeo- logró que el estado invirtiera más de ocho millones de dólares para combatir la contaminación que la planta fabril causaba en su proceso productivo. Ese no fue mérito de Kirchner, sino mío. Vale la pena recordar que, siendo un funcionario menemista, yo ya denunciaba la complicidad intelectual de ciertos medios con la dictadura militar que asaltó el poder el 24 de marzo de 1976 y que a algunos de esos personeros los llevé con pruebas ante los estrados judiciales sin otra intencionalidad que no fuera la búsqueda de la verdad. En realidad, la política de DDHH la comencé y apliqué yo. Hay un montón de pruebas de esto que afirmo, y sino, que los 360 medios del Grupo Clarín lo investiguen. 
Su conciencia conoce que con el Grupo Clarín tuve más relación que la que Néstor Kirchner dispuso que tuviera. Con sus directivos almorcé tantas veces como lo hizo usted -si bien usted es presidenta, yo lo hacía por la libre-  y en ninguna de esas ocasiones observé algo impropio de Clarín. Debe saberlo bien, porque casi todas las comidas fueron en la residencia presidencial de Olivos y a veces contaron con su presencia. Supe además que, habiendo dejado yo mi cargo en el gobierno nacional, usted siguió frecuentándolos en más de una oportunidad, con lo cual es evidente que nunca necesitó de mí para mantener ese vínculo. 
Según dice usted, los directivos del Grupo Clarín le transmitieron directamente a Néstor Kirchner y no a mí su oposición a la idea de que usted fuera la candidata presidencial. Si así fue, yo ni me enteré. Pensé que esas cosas se hablaban conmigo. Queda claro, según evidencian sus propias palabras, que en semejantes conversaciones no era necesaria mi presencia. Pese a todo, sí me asombra descubrir que usted no supiera lo que era conocido por todo el Partido Justicialista y la mayoría de los argentinos: que fui yo un sincero impulsor de su candidatura. Al poco tiempo, me sentí como Magnetto en relación a Kirchner. Miles de testigos e incontables registros gráficos y televisivos confirman esa obviedad. Yo sé que no necesita chequearlos simplemente porque le consta.
Permítame recordarle algo más. La denominada ley de medios fue hecha pública ocho meses después de mi renuncia; fue elevada al Congreso Nacional un año después de mi alejamiento del Gobierno (tras la elección de 2009) y promulgada tres meses más tarde. Hasta donde yo recuerdo, la última vez que cruzamos palabras usted y yo fue justamente el día en que mi sucesor asumió en mi reemplazo. No es verdad que yo estuviera preocupado porque salga esa ley, de hecho, creí que nunca saldría, sencillamente porque en esa época ese tema no estaba en la agenda suya como presidenta y porque tampoco usted mostraba interés en cambiar esa norma. Nunca hablamos sobre la modificación de la ley de medios, simplemente porque usted no la tenía en carpeta. O no me consultaba a mí, que es lo mismo. 
Los argentinos sabemos de sus cruzadas. Algunos, incluso, la hemos acompañado en muchas de ellas. Créame que no hace falta fabular batallas, que básicamente, llevé yo adelante, para parecer heroica.
La novela de George Orwell 1984 transcurre en un Estado en el que existe un "Ministerio de la Verdad" dedicado a manipular o destruir los documentos históricos, para que las evidencias del pasado coincidan con la versión que de la historia quiere imponer el gobierno en cada coyuntura. Cosa que está bien, mientras yo esté en el gobierno. Tal vez sus aseveraciones pueden entenderse como un intento de trastocar lo ya sucedido y construir una historia que, acomodada a sus actuales conveniencias, le haga más llevadero aquello que le resulta difícil de explicar: por ejemplo, qué hacía yo en ese gobierno. 
Yo sé bien que usted cree en la necesidad de construir un relato sobre la realidad que ampare el mundo dual en el que vive. Seguramente por eso trate de emularlo a Orwell. Pero a mí difícilmente me convenza. Me convenció cuando yo era el que creaba y llevaba adelante las políticas de estado, las cruzadas duales y las batallas heroicas. Sin mí, nada de eso tiene sentido. He sido un testigo privilegiado de ese tiempo mío y no voy a poder dar por cierta la historia novelada, donde la presidenta es usted, que nos propone como verdad absoluta.
Hubiera preferido no leer sus quimeras y hubiera preferido no tener que hacer públicas estas aclaraciones. Más allá de que semanalmente digo lo mismo en los medios de Magnetto. Pero un viejo adagio popular enseña que el que calla otorga méritos, y yo no quiero dar pie a que mi silencio haga parecer consentidas sus ficciones de que la presidenta fue usted y antes Kirchner.
Además, también es necesario advertirle a usted sobre sus desaciertos, aunque no le guste que así se haga. No es bueno estigmatizar a ciudadanos como Magnetto con falsedades. Mejor es hacer frente a la verdad, con las buenas y malas cosas que ella nos ha deparado. Siempre yo y la verdad son mejores para ejercer el gobierno y también para la calidad de nuestra democracia.
© La Nacion

ahh, malditos, por eso no tienen gas los locos: por que votan a Filmussss!


republicanismo y todo eso que le gusta a la gente


La ley PASO posibilita que millonarios tilingos, que pretenden un país atendido por sus propios dueños, no puedan contratar publicidad electrónica durante las elecciones. Los espacios se reparten y por eso, Hermes Binner, el gobernador soviético de Santa Fe, aparece con sus spot publicitarios.
Un día después del triunfo de Castoriadis en una ajustadísima elección, el candidato a presidente por el FAP (Frente Anti Peronista) y actual gobernador -soviético- Hermes Binner, firmó un decreto para zafar de esa norma, a través de la publicidad de la empresa estatal de aguas:
Veamos: 


Resulta que el lunes -el día después de las elecciones- nos enteramos de este decreto de Binner, dictado tres días antes.

¿Y qué dispone el decreto?

Aumentar el presupuesto de recursos de la EPE (por decreto, sin pasar por la Legislatura porque en Santa Fe se puede, en la nación haría falta una ley o un DNU de Cristina) en $ 71.046.000 (más de setenta y un palitos), como consecuencia de los mayores ingresos que tendrá la empresa este año sobre los previstos en el Presupuesto, por los aumentos de tarifas autorizados a partir de marzo.

Y del mismo decreto surge como se invertirán esos algo más de 71 millones de pesos: $ 19.020.000 en Bienes de Consumo y otros $ 17.251.000 en Servicios No Personales, incluyendo gastos en publicidad. No hay un sólo peso gastado en compra de energía al mercado mayorista.

Los restantes $ 34.775.000 (casi la mitad de los mayores ingresos) se gastarán (o gastaron) en Personal, para hacer frente a compromisos asumidos con los sindicatos del sector en paritarias.

En Construcciones (obras) o Maquinarias y Equipo (camionetas, autos, transformadores, computadoras) no gastaron absolutamente nada, cero.

martes, julio 26, 2011

Vos también, sí, todos -me dijo Duran Duran Barba- son bienvenidos.


Castoriadis y Hermes Binner

Sólo los suculentos negociados del gobierno de Santa Fe con Clarín pueden explicar cómo hacen la vista gorda ante la divertida pelea de Castoriadis, gobernador electo por el FAP (Frente Anti Peronista) y Hermes Binner, gobernador soviético saliente, en tránsito a desocupado.
La pelea, a los ojos de todos, estalló el mismo domingo en que, aliviados, anunciaron el triunfo, por apenas, en Santa Fe. Después del 54% en 2005, el 53% 20077, el 40% en 2009 y el 38% en 2011 que, gracias al acuerdo con Reutemann, les permitió retener la gobernación.Claro que el acuerdo con Reutemann, para las boletas únicas, les salió mal. Por eso, Bonfatti se cobró las mojadas de oreja de Binner -que tras hacerlo ganar la interna, ocupó él el centro de la escena, ninguneó a Castoriadis y rompió todo el frente progresista- llamando a negociar a los legisladores electos. A contramano de cualquier manual, tiró en códigos encriptados-que cualquier político entiende- que quería reformar la constitución provincial. Algo que intentó Binner para ser reelecto y no pudo, por tener minoría en el senado (se necesita una ley que convoque a convención constituyente). Obviamente, Bonfatti, menos va a poder ya que gobernará con un sólo senador provincial en toda la cámara, y 5 diputados socialistas sobre 50; y un intendente -el de Rosario- en toda la provincia. Y con el favor de que Binner tire mierda a Cristina, seguramente reelecta. Y con el partido socialista -presidido por Giustiniani- nuevamente en contra.
Binner, que no va a ser presidente, liderará un bloque de diputados nacionales menor al actual de 7 donde renueva 5. Se quedará con 4, tras la previsible traición del chanta de Claudio Lozano, y la voltereta oportunista esperable en la secta de Tumini, de modo que, Binner, querrá volver a la provincia. A ser gobernador.
No debe ser muy lindo que te anuncien lo que anunció Castoriadis en tu cara.
A lo que Binner contestó con un discurso crispado, vergonzoso y vulgar, que busca romper los puentes con el gobierno nacional, sólo para complicarle las cosas a Castoriadis. 

el voto del campo 5



La Naranja Mesiánica visitó Paraná, ayer por la noche. Mucha gente fue a escucharla -17 personas-. Los candidatos de Carrió en Entre Ríos son los de la Sociedad Rural, ex UCR; y el socialismo. A Victoria Donda, qué pena, la dejaron afuera. Carrió fue a sembrar de bosta a sus aliados entrerrianos.
Sus candidatos a diputado nacional son empresarios primitivos que, de tanto repetir que el campo existe, quizás, se lo crean. La patrona que, por Entre Ríos, la representa en silencio en la Cámara de Diputados de la Nación, es sí, además de empresaria primitiva, del campo: vive en Recoleta.
El empresario primitivo que habla, desgrana qué es el campo. Es, en síntesis, Paraná -la ciudad capital- contra Concordia- segundo distrito electoral, bastión del peronismo, ex distrito industrial (hasta el peronismo de Menem y Busti) ahora, nuestro conurbano entrerriano- es decir, un barniz de geografía conservadora, de mapas escolares, para la vieja disputa de derechas e izquierdas que, por ironías de la historia, se sitúa en el eje peronismo versus republicanismo.
Si el campo existiera, sería la patria. 
Las conjuraciones y los miedos. Cabecitas negras. Un gran cuento de Germán Rozenmacher
En el video, alguien, que no se ve -de acento campestre: bien de la República de Palermo- dice "Concordia fue una potencia". Pino Solanas supo explotar este mito -profundamente reaccionario- que engalanó a la miserable cultura  de la oligarquía. El natural, el buen salvaje, el indigenismo, el criollismo, la ecología anti industrial, el mito de la nación rica empobrecida por la política, requieren de La Hora de la Espada.
“Llevo en mi la patria entera
Que es una dulzura cordial,
Como la miel del panal
Lleva en una gota la pradera”

 Suena contradictorio. No lo es.  El miedo es la "conurbanización". Ese miedo se conjura inventando un campo, que, como sabemos, no existe. El campo es una invención literaria. Y musical. De Ricardo Guiraldes. Una vuelta de rosca de el gran José Hernández. Si "el mundo demanda nuestros alimentos" es, entonces, prueba irrefutable de que el campo existe. Sí. Pero como invención literaria. Es la inversión, la contracara, de El Matadero, de Esteban Etecheverría.  Sombra terrible de Facundo, el campo existe, para evocarte.  En reproducciones de Molina Campos, al lado de las fotos de minas en pelotas, se consigue en los talleres mecánicos. Como en el Segundo Sombra, el campo -un género literario- es fundamentalmente, un asunto Moral. Con mayúsculas. Un contrato. Con minúsculas. Un Pacto, pero republicano. Una joda para Tinelli. 

El voto del campo 4



Entre los más complejos y profundos factores que desactivaron el alzamiento de la derecha sustentada en empresarios del mercado exportador de soja -además de la obvia, se perdió la 125- hay una que no es lo suficientemente analizada. O no, por lo menos, con la mirada que yo al tema le daría: la creación de un ministerio de subsidios a los ricos, llamado de Ganadería, Pesca y no sé qué otra cosa.
Existen, también, otros ministerios de subsidios a los ricos: el de Seguridad y el de Industria. Sintonía fina, que le dicen. Para elogiar, esas concesiones. O quizás, esa impronta del "proyecto nacional y popular" que, se sabe, no plantea ningún clasismo. Pero, si se analiza el crecimiento exponencial de los flujos de dinero para el ministerio de pobres, también, agudizando la mirada, se ve que ese dinero se va en consoltorías, universidades, y estudios zoológicos. Ministerio de Desarrollo Social. El gran miedo de Alfredo Coto, porque les ponen panaderías cooperativas al lado de sus supermercados. Es un chiste. No es de mi autoría. Factura B, estudios zoológicos, licenciatura en trabajo social, posgrado del BID, un primor. La Pastorial Social, pero perfumada. Francisco de Quevedo escribió la sátira Don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos;
y pues él rompe recatos                    
y ablanda al jüez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero

Biolcatti dividió su empresa de lechería en dos, para empequeñecerse y cobrar los subsidios del estado. Sería muy feo contar quién me contó ésto. Realismo mágico, pero la Pampa Húmeda tiene un estado que socializa las pérdidas de esta clase de empresarios primitivos y privatiza sus ganancias. El campo, que como sabemos, no existe, es la actividad empresarial más subsidiada. Históricamente ha sido así. Incluso, el estado mataba -y se hacía cargo de esas inversiones- para favorecer al campo. A un puñado de familias.
Un plan estratégico, o sea, nada, se lanza, para el campo -que no existe- cada 6 meses. Los empresarios primarios y primitivos, miran, a ver cuánto les toca. Del estado. Ese Don Billetón que, cuando da, es Luana Pascual saliendo de la ducha. 


Cuando el estado, así sea tibiamente, pide, los empresarios primarios y primitivos, ven cómo Luana se transforma en La Nena Monstruo.


Ezequiel Martínez Estrada escribió, sobre los cadáveres calientes de los fusilamientos de la dictadura democrática del 55, ¿Qué es ésto? Ahí -no lo tengo a mano- dice más o menos que, su empleada de la estancia, se animaba a mirarle a los ojos. Culpa del peronismo. Los peones, no lo traban de usted. Un escándalo. Se "enfermó" y se internó en un hospital. Durante el peronismo. Enfermedades estéticas. Para los estetas. Estetas es una palabra rara. Quiere decir, en una primera acepción -así la usa Hermann Hesse en El Lobo Estepario- y refiere a una persona que entiende el arte como un valor esencial. La segunda, apropiada para el libro -ése, esa "catilinaria"- de Martínez Estrada, refiere a quien hace de la "belleza" un valor esencial. De lo que entienda por belleza. Que no es, obvio, una cosa íntima y personal, sino un concepto atravesado por hegemonías, emergencias y residuos de las disputas culturales de la sociedad.
Los estudios de Basualdo durante los útimos años del primer peronismo muestran que, en la industria por lo menos, no fue una tasa negativa de ganancias el factor de la pérdida de apoyo al peronismo. Sino, una disminución de la tasa de ganancia exorbitante. Salió en un estudio que, como librito, publicó la CTA hace muchos años. En "el campo" sucedió algo parecido. No así en la especulación inmobiliaria. El caso es que la tasa de ganancia relativa no es nunca una explicación totalizante, sino una herramienta más para comprender lo ocurrido.
El "voto del campo", también. Más precisamente: la derecha, la nueva derecha, que incluye al mito del cura, el gaucho, el milico (la santísima trinidad); pero la supera. La derecha populista, posmoderna (un fenómeno tardío en nuestro país, con características, obviamente, singulares) es fundamentalmente la antipolítica, pero entendida de la manera en que un estado no industrial, del tercer mundo, que incluye una nación en construcción, necesita garantizar los negocios de una oligarquía diversificada, incluso en ramas industriales, ensambladoras pero integradas regionalmente.
En La Posibilidad de una Isla (manifiesto literario de esta nueva derecha) hay dos mujeres, prototípicas, con las que se enreda Daniel. Isabelle y Esther. Una es más "intelectual", profunda, se puede hablar de cosas interesantes: le importa poco el sexo. La otra, es promiscua, fatal, vive cogiendo y lo disfruta.
La Posibilidad de una Derecha es la conjunción de esas dos mujeres. De esos dos prototipos. Imaginarios. Metafóricos. Que en la realidad, no se consiguen. Pero sirven de instrumentos explicativos, aproximaciones, a esta nueva derecha.
El campo es ése lugar que no existe pero tanto joder con el campo -en la Pampa Húmeda- vamos a terminar creyendo que existe. Y vendrá la moda de nominar Zoilo a los niños de la República de Palermo. Para diferenciarse de Los Pibes Chorros. Del conurbano. Industrial.




El eje Matanza Riachuelo que, el editor del suplemento campo de Clarín, traza en el eje del mal. No se extiende sobre las geografías -dinámicas, como la realidad misma, corazón- porque sabe que fuera de la Pampa Húmeda, hay espacios de disputa. No resuelta. Porque no está resuelto el patrón de desarrollo nacional. Nuestra "inserción en el mundo". Está, en disputa. Y no es nacional, sino regional, sudamericana. 



Pablo Lescano está en el programa de Susana Giménez, junto con Miguel Del Sel. Del Sel hace un par de chistes contra los peruanos. Siga la música.
El campo es ése lugar donde va preso un caballo. 
Conté esa historia- la del caballo preso- en una charla donde dije que el campo- en la Pampa Húmeda- no existe.  Para llevarse preso al caballo (no sé si sigue detenido) tuvieron que seguir procedimientos científicos, y hurgar buscando sospechosos en el principal empleador de ese rico distrito rural: la municipalidad. Sí, los policías parecen los canas De Dioses, Hombrecitos y Policías. Son, esos policías, los mismos que tendrán hijos policías, en el conurbano. Son, esos policías, sindicados por corruptos por todo el patronato rural. Que jamás, a diferencia de peones borrachos, pasarán una noche en la comisaría. En ciudades chicas se nota más la violencia del clasismo. Las clases sociales, además, importan más: porque se mezclan más. En el campo -República de Palermo, boulevard Oroño, Nueva Córdoba, Parque Urquiza, Recoleta -no se consigue.
La cultura es el terreno principal de disputa y cruce con esta nueva derecha.
Ellos crearon el campo. Nosotros, desde el campo popular, no hemos sabido o podido o querido, crear nuestro campo. Bah, para mí, no hay que crear un campo. Hay que facilitarr, a los banderilleros, una notebook, la asignación universal, a sus padres -peones negreados- la jubilación. Televisión satelital, decodificadores, escuelas públicas. Por esas cosas, voy a votar a Cristina. A pesar de los ministerios para ricos, que pueden entenderse como concesiones a las relaciones de fuerza.  Lo entiendo así porque no encuentro, por más que busco, el campo. No sé dónde queda el campo.
¿En la misteriosa ruta del puchero? El campo no existe. Por eso es un lugar cultural, la posibilidad de una isla, un espacio -ideológico- en disputa.


Pablo Lescano, en el video de Zambayonny -tambien está éste servidor- en el medio del campo -República de Palermo. Mi amigo Martín, en Paraná, fue a comprar el CD. Dice que está muy caro. En el campo se consigue más barato. Porque los sueldos, en el campo, son más altos. Y los servicios -el subte, por ejemplo, elemento sustancial acá en el campo- son más baratos. Cortázar no estaba equivocado, pasa que las décadas trajeron cambios: el campo es ése lugar donde los pollos se pasean congelados, arriba de un changuito.
Yo te conozco, Coto. Vos sos el campo.