qué extorsión, boludo, qué carajo te pasa? mostramos el culo de una militante y es extorsión? están en pedo?
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Libre -el suplemento de calumnias e injurias de Perfil- está desesperado. Fue creado en concurso con Clarín para psicopatear kirchnerista y gente de izquierda de cara a las elecciones. Nunca pensó en vender semejante basura s "los sectores populares" que, de hecho, no lo compran.
Hay un periodismo amarillista, que expresan el diario Popular y Crónica, que a mí, simplemente, no me gusta. Pero también se pueden encontrar -en diario Popular- el sofisticado resentimiento traumático de un Pepe Eliaschev, o notas interesantes de las materias que, en mi caso, sí me gustan. Como trabajador, yo puede estar en cualquier medio donde no coincida con su línea editorial (lo he estado, lo seguiré estando: soy un trabajador, no un empresario) ahora, de ahí a festejar...
La desesperación de Libre -suplemento de calumnias e injurias de Perfil- es por su estrepitoso fracaso. Tiene que subir el tono de la basura que arroja contra los flancos señalados por Clarín. No tiene los escrúpulos de Clarín ni le interesa tenerlos, por que su lógica no es comercial. No es sustentada en el prestigio. Nunca se sabe de dónde vienen los fondos para financiar estas cloacas. Claramente, sin publicidad de ningún tipo, con la prohibición de hacer explícita la venta de putas y a un precio en tapa de dos pesos y algo y sin vender ejemplares -si su kiosquero amigo conoce ese suplemento, pregúntele si vende algo- con todas las páginas en colores (bueno, el papel no es un problema, je) evidentemente que es raro, por lo menos, saber quién pone la plata.
Cuando se tiene el suficiente estómago para ojear esa canallada -generalmente, lo hacemos quienes somos blancos de las calumnias e injurias- uno nota que no se busca la vieja pulsión de incentivar algunos miedos como suele hacer la prensa amarillista. Libre -suplemento de calumnias e injurias de Perfil- es directamente perverso. Berretamente perverso.
Como la ley de medios tiene que resolverla la Corte Suprema, que en un enorme favor a Clarín (así te lo pagana, Zaffaroni) la Corte Suprema dictamina de facto que la ley no es ley, que la legalidad no es legalidad y que el estado de derecho no es estado de derecho, el carpetazo opera, previo a las elecciones, como un "incentivo" para que el resto de los aristócratas que integran ese poder no se atrevan a intentar poner en vigencia la democratización y la legalidad. Que se sigan haciendo los boludos.
Acá lo que se disputa es con qué fuerza llegan las corporaciones tras la reelección -que dan por sentada- de Cristina.
Los
tipos oscuros, que salen y entran de las agencias de inteligencia, de la cana y los milicos, del obispado de Bergoglio, de las embajadas, de las multinacionales, los que venden carpetas, saben que cualquier cosa contra Zaffaroni, por sus posiciones políticas liberales y su vida privada alejada de la normalidad de la pequeña burguesía (de la que él es parte) es un flanco fácil. Que la carne podrida de la que se nutren los tipos oscuros, tiene ahí un bocadillo apetecible: odiado por Bergoglio, comprendido por la corporación judicial pero no tomado como miembro, respetado académicamente, con buenos operadores de prensa en medios serios y creadores de agenda, Zaffaroni es blanco de la infantería de Clarín.
Seprin, ahora se edita en papel, como suplemento de calumnias e injurias de Perfil.
Los carpetazos, disfrazados de "investigación", se entregan en mano, siempre hay algún boludito dispuesto a firmar, contienen miserias, escuchas telefónicas, mails pinchados, datos de catastros, espionaje, trabajos de campo. Van contra Zaffaroni. Que me cae muy mal. Pero tiene adversarios dignos de admirar. Y le pegan a Zaffaroni por las cosas buenas que tiene. Están preparado el terreno para que ciudadanos como yo no podamos reclamar el cumplimiento de la ley. Porque si Zaffaroni y la Corte Suprema, se vieran acorralados a cumplir su función de manera seria, el terreno está preparado para decir "la Corte hace su tarea seriamente por presiones K ante el descubrimiento de que Zaffaroni es gay" Algo así de berreta. Carpetazos. Basura.
Libre -el suplemento de calumnias e injurias de Perfil- necesita que nosotros estemos hablando de esa cloaca. No les importa el prestigio, la burla, el asombro ante lo que representan: la bajeza moral más deleznable, la pérdida de verguenza y honor, la sorpresa. No les importa: necesitan que hablemos de sus miserabilidades.
La contradicción es justamente hacer lo que
los tipos oscuros esperan que uno haga. A la vez que, psicopatean a gente honesta para que no se pronuncien, por miedo a las calumnias e injurias. Muchos trabajadores de Perfil, son honestos, nunca se dejarían arrastrar al peldaño inmoral de estas operaciones con carpetazos. Se entiende que están en una relación desigual contra empresarios como Jorge Fontevechia y Darío Gallo.
Pero también mucha dirigencia política y muchos periodistas tienen miedo a las calumnias e injurias.
Esas son las contradicciones.
Hay un problema cuando la extorsión se hace carne, hay un problema cuando los extorsionadores quieren publicidad. Hay un problema cuando éste es el terreno en el que Clarín nos quiere llevar. Hay un problema cuando están buscando defender negocios, al costo, si fuese necesario, de la institucionalidad.
Nada más.