martes, agosto 02, 2011

problemas de comunicación




Como El Campo, como el Antiperonismo, la comunicación es, ya, también, un género literario. El acierto estratégico que fue haber puesto a los monopolios comunicacionales en el centro de la escena política, con el bonus track de bajarles elprecio al coro partidario de acompañamiento corporativo, la partición de aguas, la disputa institucional, lo que falta, lo que resta, en un plano jurídico, más de tipo administrativo, no tiene el mismo correlato con los tiempos políticos. Pero ese es otro tema.
Me venís, corazón, vos, a la mente. Las parejas se rompen cuando, dice la vulgata, hay "problemas de comunicación". La verdad, es que no. Se puede hablar y hablar, mucho. Varias veces por día. Por teléfono, intercambiar información por mail, compartir anécdotas, cosas del día. Y que algo, además, del orden de lo no decible, "falle". La falla vaya uno a saber si es tal: en ningún lado estaba escrito que las cosas iban a funcionar, sino se cometían "fallas". Los problemas de comunicación están de moda. Es el desplazamiento del lugar que supo ocupar la literatura. Que estalló. Y las esquirlas de la sociedad exitista atrapan cada narrativa con las claves de un relato literario. La comunicación es un género literario, hoy en día.
La centralidad que tiene ese intelectual cuya racionalidad instrumental está tan potenciada que está marchita, Duran Duran Barba, es el síntoma del clima. Un triunfo de Macri, para los escépticos, no es sólo la prolongación de la ultraderecha en el distrito más rico del país, no es sólo la explicitación del voto horrible que nos esforzamos en justificar por miedo a comprender, a entender de veras, sino también, un triunfo de Macri son 3.000 reportajes a Duran Duran Barba, que es un verdadero maestro de la sutilidad a la hora de subestimar a Mauricio, que es Macri.
Tiene su contracara. Pierde el kirchnerismo por un problema de comunicación. Por un tipo de género literario. Permite, la categorización precaria, decir:
1) Somos buenos, pero no supimos demostrarlo.
2) Vos, votante horrible, sos bueno, pero no te supimos -autocrítica- explicar que nosotros también.
3) Necesitamos corregir el modo en que mostramos que somos buenos.

Las tres premisas hacen del problema de comunicación -ese género literario- una sobreinterpretación que, inevitablemente, retrotrae la problemática comunicacional a los inicios torpes de la disciplina. La separación entre fondo y forma. Y....no.

Amí me causan gracia los intelectuales

El machito arte de arrugar prepoteando



Tributarios de creerse los escenarios hiper histéricos, probablemente, Macri y Pino Solanas estén siendo presionados por sus entornos, porque le erraron, al bajarse, corriendo, de la candidatura de grande. De la política grande. Para, respetablemente, opinar sobre bicisendas. Con mayor éxito en el caso de Macri. Quedando afuera hasta de las bicisendas, Solanas. De la lista de arrugadores seriales, que integran, también, Felipe Solá, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Raúl Castell, Mario Das Neves, Alfredo De Angelli, Martín Redrado, sobresalen, lamentablemente, Macri y Solanas. Unidos en el destino efímero de disimular el arrugue. Hasta la semana que viene. Se hablará de Córdoba, luego, de las primarias. Donde Macri y Solanas volverán a coincidir: el 15 de agosto, al otro día, ninguno tendrá candidato a presidente. Ambos, porque arrugaron. Con ampulosos planes para el 2015. Muy creíbles. Y certeros. Eso sí: lo que puede modificar los planes de Macri y Solanas en 2015 es el plan de Jorge Altamira. Que anunció para el 2014 una revolución socialista. Ojo.

lunes, agosto 01, 2011

Para entender una mente perversa


el Antiperonismo

La Bella y la Bestia 1

Como El Campo, el Antiperonismo es un género literario. Típicamente nacional. Saussure, apuntaría: en su significante. En su huella psíquica. Fonética. Más, saliendo del terreno semiótico, en la antropología, el antiperonismo es -en su significado- el miedo a los bosques medievales. Aunque, cueste, también es válida la noción de que, más que el MIEDO consagratorio a la ilusión, es, también, los fantasmas que habitaron en los bosques medievales. Que habitan, aún hoy.
Saussure consagra también el principio de la arbitrariedad del signo linguístico. Tal arbitrariedad -antirepublicana, terciarían los Antiperonistas- nace de la convención que se establece entre un sonido y otro sonido. Por ejemplo: INDEC e INDEK, suenan igual, el fonema es "igual", denotan un significado diferente. En un contexto y en un lugar. Presumiblemente, en el imaginario Antiperonista. Que es, más que un imaginario, un género literario. Poniéndose rigurosos, sería un discurso, más que un género, literario. Pero eso sería, convengamos, subirle el precio. Arbitremos, más que convenir, que es subirle el precio. Y meterse en callejones de la precisión. Al pedo.
Más vale dejarlo, al antiperonismo, dentro del género literario del drama. Adentro del subconjunto de la "pieza". Se destaca, la pieza, por su realismo. Por sus personajes, que se acercan -ahí el drama- a situaciones "límites! y no por ello, se modifican, los personajes, internamente. Aunque comprendan la naturaleza dramática de su situación límite. Esta pieza literaria, el Antiperonismo, se encuentra al sur más austral de latinoamérica, en un país llamado Argentina. De relativamente reciente fundación. Que aún discute, más que los méritos de su fundación, discute si hubo alguno. Un sector, importante, de sus élites creen, fervorosamente, militantemente, que no.
El morfema Anti es el prefijo que delata -la delación es también una categoría pasada de moda en el psicoanálisis, pero no es culpa del bello y viejo arte de delatar en el lenguaje: la culpa es del psiconálisis, porque es él el que está pasado de moda- la asunción, como identidad, de la otredad.
INDEC e INDEK suenan parecidos, más no son lo mismo en su denotación. Antiperonismo y Gorila tienen la misma composición fonética, más no son, estrictamente, lo mismo. El Gorilismo es una actitud ante la vida, la asunción de la tesis 11 sobre Feuerbach. El Antiperonismo es, ya lo dijimos, un género literario. A menudo, por comodidad, confundido por un Sujeto Social. Mal. Es una pieza dramática. Con personajes realistas.
Si un signo es todos los signos que no es, el Antiperonismo es la negación de esa premisa filosófica. Es parte del mundo. Del mundo verdadero. Del mundo, ideológicamente hablando, auténtico. Desprecia, por tanto, lo real lo particular nacional, lo criollo.
El Antiperonismo nace como modalidad nacional a la reacción nazi-fascista. La conformación de alianzas -como en la segunda guerra "mundial"- entre liberales al estilo yanqui y comunistas al estilo soviético. Todos los galeritas y doctores, se encolumnaron ahí.  No faltaron los obreros sindicalizados ni las mujeres de avanzada. Que pedían  los derechos sociales y el voto femenino, respectivamente. La historia, en su tosquedad y torpeza, se empeña en no registrar estos decires y prefiere los trazos gruesos de "lo real". De ahí el enojo profundo del Antiperonista con "lo real". Y con el abandono de los detalles, de los matices, de las complejidades. Que deriva, a menudo, en la furia contra la jerarquía: es entonces cuando un detalle nimio pasa a ser el organizador de un relato social, político, económico e histórico; con tanta grandilocuencia que termina reducida, la furia, a un género literario. Del conjunto de los dramas. Subconjunto de las piezas.

Se esfuerza, el profesor, en sortear obviedades. El prefijo Anti, participio de præfigĕre (en latín), que "significa" "colocar delante", es un derivado. Crea una nueva palabra. Al oponerle el CONTRA -eso es Anti- a un signo linguístico ya existente, en este caso, el peronismo. Con minúsculas.  Si un prefijo derivado denomina un género literario, entonces, la conclusión,  lógica (inferencia válida) es que significa una contra a otro género literario.
El profesor, duda. Va por el costado. En estos últimos tiempos, las chicas más lindas de la clase, son kirchneristas. Se consideran, además, peronistas. En un país donde nadie regala el peronismo. Y donde se sospecha de las sobreactuaciones. Quizás, por esa compulsión al psicoanálisis y a los talleres de teatro. Producto típico de capitales de provincias. Acentuado en zonas portuarias. Hay mucho Antikirhcnerismo y queda poco, residualmente, Antiperonismo. Lo emergente, más no lo dominante, es el kirchnerismo. Escuela de vanguardia literaria. Futurista:
"un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia"
Se dirá que Marinetti, redactor de esa frase -síntesis- del Manifeste du Futurisme, derivó en el fascismo. O siempre fue fascista. 
Pero el futurismo proviene de la escuela patafísica, de ese gran humorista que fue Alfred Jarry. Proviene de ahí, aunque está en discusión, a partir del propósito de los futuristas, de no provenir de ningún lado. Quería, Marinetti, ese imposible de hacer tábula rasa. El futurismo es un anti pasadismo. Que, cobró, mayor relevancia -ciertamente, fugaz- que el pasadismo. Más que resignificarlo.
Esquiva, el profesor, el terreno resbaloso de la coyuntura política. Sin dejar de mirar a la chica de la primera fila. Presumiblemente de La Cámpora. Trata, el profesor, de congeniar. Antes de que se de cuenta. La chica. De adónde la está llevando. No es adonde, precisamente, quisiera. 

Cómo ganarse amigos




01.08.11
09:04
tiberio_graco
He tratado de seguir hasta el final el razonamiento de Lucas, y me he perdido, debo confesarlo. Hasta donde lo comprendí, habló de la autonomía porteña como un sinónimo de aislamiento insular en el pensamiento político de sus habitantes, y creo que se trata de dos cuestiones distintas: la autonomía ha implicado que las autoridades de la ciudad dejaran de ser designadas a dedo por el Presidente. El pensamiento insular, en tanto, suele situarnos en la vanguardia del "progresismo": la Capital Federal fue el primer distrito en derogar los edictos policiales, en admitir -vía Macri- el casamiento de personas del mismo sexo, aquí consiguen voto las más dispares opciones políticas, nuestra Constitución local consagra derechos de tercera (cuarta?) generación. La población porteña demuestra una tolerancia a la diversidad que difícilmente pueda hallarse en el interior del país. Denostarnos sugiriendo una mente conservadora, un espíritu autoritario, es una payasada.




iberio_graco
En lo restante, el análisis es menos complejo de lo que el autor busca que sea: somos el distrito más rico del país, nuestros recursos son casi ilimitados y nos permiten un gran margen de maniobra, que incluye la posibilidad de equivocarnos sin tener que pedir ayuda a nadie. Cuando el país se hundió en una de sus peores crisis financiera y las provincias emitían cuasi-monedas, sólo la Ciudad evitó esa práctica inverosímil de imprimir papel pintado sin autorización del Banco Central. Nuestras instituciones médicas públicas reciben, con toda generosidad, a habitantes de otras provincias e incluso de países limítrofes. No comprendo que exista razón para que habitantes de otros distritos se escandalicen por nuestras decisiones soberanas. Esa autonomía e independencia de criterio la costeamos con nuestro trabajo, volcado en impuestos locales. No hay mayor misterio.
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Muy lindo, me encanta que la gente me quiera y coincida, porque con diálogo y consenso, y globos, podemos llegar a grandes acuerdos en torno a la paz mundial, la ternura con los koalas, la apropiación ilegal de empresas, la supresión del adulterio, la defensa del cuerno de los rinocerontes y el amor, corazón, qué lindo y qué importante es el amor y querernos entre todos porque todos somos hijos de la misma Obra, no, eh, sí, bueno, más o menos. Me calenté, al pedo, con La Nación, porque me pidieron una columna y después, escondida por ahí, estaba. Pero primero la busqué y no, no estaba (creía yo), entre Luis Majul -que solicita dadores de sintaxis- y Rosendo Fraga y esa gente mala y fea, a diferencia de mí, que soy un assessino pero buena gente (triste, solitario y final: el mito del buen provinciano es, aunque antisarmientino, deleznable) pero me equivoqué y mandé un poco de fruta por twitter. Acá está. Olvidemos viejos rencores, miremos al futuro, basta de revolver las heridas del pasado! Eso fue a la madrugada! Miremos el horizonte, tenemos que hacer un progresismo en serio. Dialogar. Consensuar. Basta de crispación y divisiones inútiles. Tenemos que sentarnos a conversar. Dijo Macri, yo, no sé, qué onda, pero le creo. O sea. Tipo que te vendiste al sistema.
Y yo te escuchaba cuando no iba nadie a tus recitales.
Pero en serio...¿no es injusto discriminar a alguien por antisemita, contrabandista, delincuente, xenófobo y violento, cuando está lleno de globos que festejan el amor y la concordia? Para pensar, eh.






domingo, julio 31, 2011

Pino es Rock

Escribe El Coronel:  
Acaba de salir Pino de votar. Encara las cámaras cual estrella de rock and roll, gorrita progre de coté y todo. Ante la pregunta sobre qué pensaba de la campaña sucia denunciada por Filmus de parte de Macri, el otrora exitoso co-director de Cine sólo atinó a responder que si de campaña sucia hablamos, el Gobierno Nacional es el principal promotor desde la TV Pública que él paga y de 678.
Discusión vieja si las hay, todavía es argumento de muchos antikirchneristas e incluso de muchos "ni", el uso de la pantalla de la TV. Y cuando se refieren a la TV pública se refieren a toda la programación, no a la hora y media que dura el programa en cuestión. Pero como no tienen ni idea de lo que es la Tv Pública hoy, la asumen como mejor les conviene.
¿Es que no es justo acaso que parte de ese 45% que le dio (y que no también) el mandato a Cristina no pueda tener una hora y media por día de un programa con contenido que no puede ver en otro lado?
¿No es plural eso? ¿Cómo es que ahora se preocupan tanto por un canal que nunca miraron? Es evidente la censura. Acá no se pretenden programas antikirchneristas en Canal 7, se pretende la anulación de los que defienden explícitamente el proyecto de manera efectiva.
Pino termina su argumentación, como bien eurocéntrico que es (uno supone que siempre lo ha sido y que Gettino no le ha permitdo expresarlo) diciendo esto de que en los países serios las televisoras públicas son críticas y plurales. Sanata para la tribuna. Habrá que ver cuánto aportan a la democracia esas televisoras "plurales". Bueno, capaz que habría más racismo en Europa. Racismo reglamentado por leyes, digo, por si a alguien se le pasa eso. Pino es incapaz de pensar la construcción de un proyecto de país de visión latinoamericana, independiente de los poderes económicos. La TV Pública es una herramienta legítima que se usa de manera legítima, incluso uno podría reclamarle más defensa. Pero a Pino le molesta esa hora y media. No la utilización de su plata (también) para operetas telefónicas y de difamación.
Y le dice amigo a Luis Novaresio al terminar la nota. Un tierno.
Más, acá.  

sábado, julio 30, 2011

Silvia Suller, por dios!



En los galpones de la escuela Don Bosco -adonde yo iba- se hacía una feria del niño, en Paraná. Tenía 10 años y antes de entrar le pedí a un amigo, que vivía en la esquina de casa, que me atara los cordones. Antes de pagar la entrada, yo quería estar presentable. Era un gurisito chiquitito y bien educado. No sé cómo fue que terminé así, pero a mí me educaron bien. No entraba a ningún lugar con los cordones desatados. Claro que no sabía atarmelos. Aprendí, recién, a los 12 años. En Carlos Paz, en el viaje de estudios. No me quedaba otra. Ir al boliche (de 20 a 24 hs) a escuchar Lambada con los cordones desatados no daba. Pedirle, ya no a mi hermano o algún amigo del barrio, con plena conciencia de cuán pelotudo era yo, es una cosa, pero pedirle a cualquier de los pendejitos de mi curso, no señor, jamás. Aprendí. Entré, a la feria, erguido. Compré una torta frita. Saqué mi Yo-Yo (había un campeonato de Yo-Yo, mi tierno juego de una infancia ególatra, y una vida ególatra) y esperé mi turno. Subí al escenario, previsiblemente, gané. Un juguete grande, tosco y feo. De colores brillantes, un cachivache. Después, sorpresivamente, pidieron desde el micrófono, chicos para un concurso de baile. Yo, en esas mariconadas de chicas, no me metía. Pero, de pronto, al cosa se puso heavy, más metal, digamos: no era bailar cualquier cosa, como hacían las chicas, esas criaturas bíblicas tan lejanas y sensibleras (yo tenía 5 hermanos varones e iba a una escuela religiosa donde sólo se aceptaban varones), sino que, atención punkitos, había que bailar al Gran Majestuoso Yonny Tolengo. Me subí al escenario. Gané. Mi vida de niño fue un certero dardo al triunfo. Después, por esos raros destinos de las cosas, me transformé, kafkianamente, en esta piltrafa. Derrotada. Amargado. Resentido. Lamentable. Pero bueno, el caso es que recién hoy me doy cuenta que en este video, de una leyenda del rock nacional combativo, está Silvia Suller.
Fue un golpe. 
Yo estaba mirando, lo más pancho,el video, mientras me tomaba un recreo para las notas que tengo que escribir para mi trabajo, un recreo de unos 4 días, comía galletitas del año pasado que encontré abajo de la cama, tomaba coca cola, la meada del imperio, me rascaba la panza, con los pies sobre el escritorio, tiré el celular al tacho de la ropa sucia para poder concentrarme mejor, vi esa rubia, dije, me dije: "mirá qué linda" Y agrandé a pantalla completa. Y escupí. Las vueltas de la vida. 
Por eso te digo, no somos nada. 

el padre Farinello recibe los primeros bocas de urna


Carpetazos contra Zaffaroni


Twitter
qué extorsión, boludo, qué carajo te pasa? mostramos el culo de una militante y es extorsión? están en pedo?
Direct message sent by | luchio | (@luchio) to you (@carrascolucas) on May 11, 3:04 PM.
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| luchio |
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Libre -el suplemento de calumnias e injurias de Perfil- está desesperado. Fue creado en concurso con Clarín para psicopatear kirchnerista y gente de izquierda de cara a las elecciones. Nunca pensó en vender semejante basura s "los sectores populares" que, de hecho, no lo compran.
Hay un periodismo amarillista, que expresan el diario Popular y Crónica, que a mí, simplemente, no me gusta. Pero también se pueden encontrar -en diario Popular- el sofisticado resentimiento traumático de un Pepe Eliaschev, o notas interesantes de las materias que, en mi caso, sí me gustan. Como trabajador, yo puede estar en cualquier medio donde no coincida con su línea editorial (lo he estado, lo seguiré estando: soy un trabajador, no un empresario) ahora, de ahí a festejar...
La desesperación de Libre -suplemento de calumnias e injurias de Perfil- es por su estrepitoso fracaso. Tiene que subir el tono de la basura que arroja contra los flancos señalados por Clarín. No tiene los escrúpulos de Clarín ni le interesa tenerlos, por que su lógica no es comercial. No es sustentada en el prestigio. Nunca se sabe de dónde vienen los fondos para financiar estas cloacas. Claramente, sin publicidad de ningún tipo, con la prohibición de hacer explícita la venta de putas y a un precio en tapa de dos pesos y algo y sin vender ejemplares -si su kiosquero amigo conoce ese suplemento, pregúntele si vende algo- con todas las páginas en colores (bueno, el papel no es un problema, je) evidentemente que es raro, por lo menos, saber quién pone la plata.
Cuando se tiene el suficiente estómago para ojear esa canallada -generalmente, lo hacemos quienes somos blancos de las calumnias e injurias- uno nota que no se busca la vieja pulsión de incentivar algunos miedos como suele hacer la prensa amarillista. Libre -suplemento de calumnias e injurias de Perfil- es directamente perverso. Berretamente perverso.
Como la ley de medios tiene que resolverla la Corte Suprema, que en un enorme favor a Clarín (así te lo pagana, Zaffaroni) la Corte Suprema dictamina de facto que la ley no es ley, que la legalidad no es legalidad y que el estado de derecho no es estado de derecho, el carpetazo opera, previo a las elecciones, como un "incentivo" para que el resto de los aristócratas que integran ese poder no se atrevan a intentar poner en vigencia la democratización y la legalidad. Que se sigan haciendo los boludos.
Acá lo que se disputa es con qué fuerza llegan las corporaciones tras la reelección -que dan por sentada- de Cristina.
Los tipos oscuros, que salen y entran de las agencias de inteligencia, de la cana y los milicos, del obispado de Bergoglio, de las embajadas, de las multinacionales, los que venden carpetas, saben que cualquier cosa contra Zaffaroni, por sus posiciones políticas liberales y su vida privada alejada de la normalidad de la pequeña burguesía (de la que él es parte) es un flanco fácil. Que la carne podrida de la que se nutren los tipos oscuros, tiene ahí un bocadillo apetecible: odiado por Bergoglio, comprendido por la corporación judicial pero no tomado como miembro, respetado académicamente, con buenos operadores de prensa en medios serios y creadores de agenda, Zaffaroni es blanco de la infantería de Clarín.
Seprin, ahora se edita en papel, como suplemento de calumnias e injurias de Perfil.
Los carpetazos, disfrazados de "investigación", se entregan en mano, siempre hay algún boludito dispuesto a firmar, contienen miserias, escuchas telefónicas, mails pinchados, datos de catastros, espionaje, trabajos de campo. Van contra Zaffaroni. Que me cae muy mal. Pero tiene adversarios dignos de admirar. Y le pegan a Zaffaroni por las cosas buenas que tiene. Están preparado el terreno para que ciudadanos como yo no podamos reclamar el cumplimiento de la ley. Porque si Zaffaroni y la Corte Suprema, se vieran acorralados a cumplir su función de manera seria, el terreno está preparado para decir "la Corte hace su tarea seriamente por presiones K ante el descubrimiento de que Zaffaroni es gay" Algo así de berreta. Carpetazos. Basura.
Libre -el suplemento de calumnias e injurias de Perfil- necesita que nosotros estemos hablando de esa cloaca. No les importa el prestigio, la burla, el asombro ante lo que representan: la bajeza moral más deleznable, la pérdida de verguenza y honor, la sorpresa. No les importa: necesitan que hablemos de sus miserabilidades.
La contradicción es justamente hacer lo que los tipos oscuros esperan que uno haga. A la vez que, psicopatean a gente honesta para que no se pronuncien, por miedo a las calumnias e injurias. Muchos trabajadores de Perfil, son honestos, nunca se dejarían arrastrar al peldaño inmoral de estas operaciones con carpetazos. Se entiende que están en una relación desigual contra empresarios como Jorge Fontevechia y Darío Gallo.
Pero también mucha dirigencia política y muchos periodistas tienen miedo a las calumnias e injurias.
Esas son las contradicciones.
Hay un problema cuando la extorsión se hace carne, hay un problema cuando los extorsionadores quieren publicidad. Hay un problema cuando éste es el terreno en el que Clarín nos quiere llevar. Hay un problema cuando están buscando defender negocios, al costo, si fuese necesario, de la institucionalidad.
Nada más.


tropezó



Se nos va La Farolera, la más linda de los analistas políticos. La vamos a extrañar, pero bue, así son las cosas. Acá el texto de la despedida.



    Hasta aquí llegó La Farolera. Seguramente nos encontraremos muchas veces más, en otros soportes o vueltas de la vida... personalmente, siento que cumplí una etapa.
    Hoy abandono el blog, pues, pero no mis convicciones, ni mis preguntas, ni la pasión que siento por esta Argentina nacional y popular, por el sueño que nos une, por las calles recorridas, por los bombos y los silencios.
   La Farolera ha sido celebración del texto, en su doble cariz de formulación de ideas e intercambio social. Compartir con ustedes mis dudas, mis convicciones y mis “descubrimientos” (que son tales para mí, no necesariamente para todomundo) fue ma-ra-vi-llo-so. Si este espacio les aportó la mitad de lo que ustedes me aportaron a mí, me doy por satisfecha.
   Muchas gracias a todos. Nos estamos viendo.  

frente de izquierda Y (y...ya que estamos) los trabajadores



Vienen tres que vienen a ser algo así como "deben ser" los obreros, preguntándose "quién va a decir" algo que, al parecer, es de interés de los obreros: "que dejamos la vida por un sueldo que no nos alcanza". Parece de prioritaria importancia que alguien lo diga, eh. Bueno, entonces, están con eso de quién lo va a decir (no a pedir, no. Bueno, tampoco sería de mucho pedir "dejar la vida" por un sueldo que sí alcance porque, fijate, no tendrías en qué gastar lo que falta para que alcance: se te iría la vida por el sueldo) y entonces, prepotente, mira (el actor que hace de "obrero") a cámara y pregunta, ¿quién?
Sale el plano de la puerta de la fábrica. Viene la cámara a unas oficinas -dónde suele estar la burocracia, pero bue- y dos gerentes de sectas trotskistas, dicen: "nosotros". Tipo Chapulín Colorado con el ¿y ahora quién podrá defendernos? pero con cero onda. Atrás, unas mujeres secretarias -las secretarias son mujeres- de la oficina, siguen con sus tareas.
Ergo: tenemos a los trabajadores de la fábrica que no saben quién va a decir lo que ellos quieren que diga (metáfora de la representación con absoluta impotencia política) y están las compañeras trabajadoras secretarias, que mientras la vanguardia se propone como representación, siguen en lo suyo, trabajando. Sin darles bola. La vanguardia le habla -desde sus oficinas- a los trabajadores de las fábricas. Y les dicen que no los vota nadie, que necesitan el 1,5% de los votos para presentarse en octubre con la finalidad de decir lo que ellos se supone -no tanto, porque no los votan- quieren que digan. En realidad, para cobrar la guita que da el Ministerio del Interior, pero eso no se lo podés explicar a pendejitos de la UBA que están haciendo su año sabático de trotskismo, queda feo.
El remate: "para que no nos silencien, danos tu voto" es algo contradictorio, pero efectivo. El mensaje es: para que no me silencies, dame tu voto. Pero como se nota mucho, el "no nos silencien" queda ambiguo, dando a entender que hay una especie de conjura mística que intenta silenciarlos. Conjura que sólo entienden los que, en el corto, llevan saco y camisa. Los trabajadores, las secretarias, directamente, están en otra cosa.
Una pura confesión de cómo sobrevivir engañando chicos que, luego de un par de años, a lo sumo, se darán cuenta y huirán de esas sectas. Pero vendrán nuevos chicos.