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lunes, enero 18, 2016

Modelo Tamagotchi




La insustancialidad pretendidamente ahistórica de Macri –la prensa militante, Clarín, hace notas hasta del perro del presidente, ni Dante Palma llegó a ser tan arrastrado- que lleva a anunciar billetes con caramelos palitos de la selva mientras detiene a una diputada opositora con argumentos aún más frágiles que los de Nicolás Maduro denunciados por el propio Macri en la cumbrecita paraguaya del Mercosur, desplazará el foco de atención hacia las internas opositoras.
Porque en la debilidad congénita del PRO radica la extinción irremediable de este cuadro de situación donde la oposición es un sermón de Kicillof en medio del picnic hippie de gente que lo detesta o Martín Sabatella pasando la gorra como artista callejero.  Es cuestión de tiempo que las patrullas perdidas de la religión K pierdan relevancia, por más esfuerzos que ponga y ponga -en ambas acepciones del término- el principal intelectual actual del kirchnerismo hoy, Hernán Lombardi, que inteligentemente mantiene con vida ese festilindo camporista que impide el despliegue de los peronistas de alquiler. Los que hacen cola para venderse a un Macri desinteresado en comprar sin antes hacer la prueba de la blancura a través de los delirios puritanos –en el sentido de puros tanos- de un gobierno que nombra jueces supremos por decreto y CEOs en los cargos de gobierno. Si esa no es una estrategia para ponerse el país de sombrero, que se complementa con el mismo autoritarismo idiota en el plano comunicacional de Cristina Fernández aunque con otros actores, entonces existen los Reyes Magos y la filantropía de la Responsabilidad Social Empresaria y toda la vida, nosotros, hemos sido unos boludos que creíamos en la complejidad que entrampa lo social.
El foco de atención se pondrá sobre la oposición igualmente porque es la garante de ese deseo tan lacaniano de la derecha culposa, la gobernabilidad. Los neoliberales que no se atreven a llamarse neoliberales, sino socialdemocracia moderna, saben por experiencia histórica que la continuidad del modelo Kicillof es inviable, pero a la vez saben que girar hacia la derecha puede ser suicida y que girar a la izquierda no está en sus planes. Así que dibujan animalitos en los billetes. Porque los regalos fiscales combinados a la Sociedad Rural, quita de retenciones y devaluación, no conmovieron los silobolsas, el Banco Central ahora entra en la Etapa Tamagotchi. Los billetes con palitos de la selva no son más que eso. Emisión descontrolada -la Doctrina Kicillof decía que no generaba inflación, porque tampoco reconocía que exista la inflación- para la gilada y dólares físicos para los colchones de la oligarquía.
Los primeros en entener el modelo económico de Macri hacia los trabajadores fueron los empresarios kirchneristas de los medios. Por una razón simple, es el mismo modelo de hace 3 años.
Aunque hoy sea poco simpático anunciar que la grietita entre Puerto Madero y Barrio Parque tiene el síndrome del Oso Panda - hay que cuidarlos muuuucho y aislarlos para que no se extingan- es en las góndolas de los supermercados, en las pizarras de Chicago y en la posibilidad de acuerdos por debajo de los pupitres de los encendidos legisladores donde se tejerá la trama del nuevo porvenir, que no es más que la petrificacion de lo existente sin que explote, como principal mérito. Conservadores lúcidos, diría Salvador Ferla.
El autoritarismo del PRO es inversamente proporcional a su miedo a la ingobernabilidad. Y si bien cierta enfermedad nacional acepta altos niveles de autoritaritarismo a cambio de mayor distribución progresiva del ingreso, así como en otras sociedades aceptan perder libertades individuales a cambio de menor criminalidad, en nuestra sociedad la criminalidad que sufren los sectores populares baja y sube de acuerdo al grado de distribución del ingreso, pero así como esta enfermedad ideológica atraviesa los sectores populares es a la vez leída como revanchismo por la base dura del PRO y aleja de a poquito a los sectores medios democráticos. Esos que le completaron el 24 por ciento de Macri en un 51 y chirolas.
Macri está gobernando para su patiecito con palmeras y pendejos millonarios que gritan por la liberación. En vez de camporistas tiene perritos, pero en el fondo es lo mismo. Ni los camporistas ni el perro Balcarce son de contradecir al Jefe. Ambos gobernaron para su cuarto de padrón.
 Macri lo hace sin cadenas nacionales y a lo Carlitos Balá, a puro gestitos de idea, sin que aparezcan ideas en serio.
Peeeero....
Los sectores populares reciben autoritarismo a cambio de nada. La base PRO recibe venganza a cambio de perder sus republicanísimos preceptos y los sectores medios democráticos empiezan a sospechar que esto no va a ningún lado.
Si los pobres, con Cristina, sabían que podían mejorar alguito su exclusión crónica a cambio de adherir a la religión presidencial, hoy los pobres no ven en el telepredicador Macri ningún camino de ascenso social, ninguna esperanza, ninguna ilusión. Ni siquiera un interlocutor.
Argentina se salvó de fraticidas guerras étnicas cuando construyó la ilusión de la escuela pública como integradora del crisol de razas, narrativa por cierto algo sesgada.
Luego fue el trabajo el camino al ascenso, legado del primer peronismo.
Ya, en cambio, hace 40 años que Argentina no encuentra un relato unificador.
La base social dura del PRO- el 24 por ciento que lo votó- cree en la teoría del economista Bernardo Stamateas que se puede resumir en TÚ PUEDES y así cantan idioteces de Gilda junto a la desafinada vicepresidenta.
Ese país, ese cuarto de país, vive del derrame, a través de los servicios agroindustriales. La otra mitad que votó a Macri hoy se siente ajena, paso previo a la orfandad política que en el fondo desea desde que la UCR se alquiló como salón de fiestas del PRO.
Después está la otra mitad, que difícilmente logre que se reunifiquen las fuerzas que otrora, para mal o para bien, se propusieron representarlos. Y tantas veces los estafaron.
No es una crisis de representación distinta a la que atraviesa occidente, pero la especificidad nacional es justamente esa, hay una crisis de la idea de Nación y nacionalidad. Hay un vacío donde antes supo haber un relato que aunque en cierto modo era falaz proponía un horizonte conjunto de reglas y procedimientos razonablemente igualitarios.
 Ese vacío lleva 40 años.
Por eso la UCR  y el PJ perdieron su razón de ser y hoy son apenas sellos de goma. O Tamagotchi que no seducen a nadie.

jueves, diciembre 11, 2014

Szpolski compró FM Identidad

POR LUIS GASULLA



Otra vez sopa. El gobierno nacional, a través del empresario paraestatal Sergio Spolski se quedó con FM Identidad, una pequeña radio crítica del oficialismo. Nadie nos informó nada. El director de Contenidos, José Luis Zorzi, fue despedido en el día de ayer (miércoles 10/12) y la emisora está siendo vaciada, desde su página web hasta las cuestiones técnicas.

Hoy por la noche (Jueves 11/12) haré como hace 4 años nuestro programa "Ahora es Nuestra la Ciudad" en el que pasaron políticos, funcionarios, dirigentes, víctimas y victimarios. Como en el 2011, cuando nos echaron a comienzos de ese año electoral, de Radio Cooperativa, otra vez la censura tocó a nuestra puerta. En aquella oportunidad decían que era "un año para hacer negocios" y que "al gobierno le molestaba lo que decíamos". Adrián Amodio nos reemplazó por los muchachos de La Cámpora que tenían "ganas de hacer radio". El ex simpatizante de la Triple A había coqueteado con Eduardo Duhalde para quedarse con la emisora de forma ilegal y después se había abrazado al "progresismo" K para afianzarse en el mapa mediático.

El periodismo crítico no les sirve. Les molesta. A comienzos de año, en FM Identidad, hicimos una llamada al 0-800 de Precios Cuidados con Lucas Carrasco. A Jorge Milton Capitanich le molestó e intentó sacarnos del aire a través de su equipo de asesores. La radio nos sostuvo como pudo. Llega fin de año y el gobierno decidió no evidenciar la censura levantando un programa sino quedándose con una emisora entera. Chau FM Identidad. Adiós a un espacio que albergó a periodistas de la talla de Pepe Eliaschev cuando lo dejaron fuera de Radio Nacional o a Jorge Jacobson quien hoy se debe estar masticando bronca en algún lugar del más allá.

FM Identidad no tenía pauta publicitaria del gobierno. Cero. Nuestro espacio, mucho menos. Un solo mes tuvimos pauta de AYSAA pero sacamos al aire a Fernando Braga Menéndez que confesó que elaboraba, el mismo, una "lista de los 40 periodistas que hablan mal del gobierno, de Cristina y del país todos los días" y nos cortaron el chorro de agua. Eran 2000 pesos que sumaban. El gobierno fue por más. Empresarios inescrupulosos que vacían medios de comunicación, críticos editorialistas que hablan de ética y le venden la radio a Szpolski a escondidas, complicidad de opositores que se solidarizan cuando el hecho está consumado, colegas que miran para otro lado porque aún no golpearon a sus puertas, estúpidos que repiten el "por algo será", más voces a los amigos y bronca, mucha bronca.

No se cómo seguirá la historia inmediata de este programa, tampoco sé cómo comenzaremos el 2015 ni donde. El periodismo es la profesión maldita de este país gobernado por el kirchnerismo como si fuese el patio trasero de alguna de las casitas que tiene la señora Presidenta. Se viene otro año electoral, otro año en que "es bueno para hacer negocios" y nosotros no tenemos lugar entre mafiosos. Ni tampoco los queremos tener

domingo, noviembre 16, 2014

Ay, ay, ay, qué risa me da

El medio es el mensaje

Carrasco, el traidor serial de la Web


En sus buenas épocas de bloguero estrella del ultrakirchnerismo, Lucas Carrasco gozaba del pluriempleo bien remunerado: escribía en el periódico dominical Miradas al Sur y en Crónica, aparecía en Duro de Domar y en 6,7,8; su voz de rallador estridente asomaba por Radio Nacional Rock y el diario gratuito El Argentino publicaba sus columnas irreverentes. Como Valeria Mazza, Carrasco, que no es modelo de nada, nació en Rosario, pero vivió muchos años en Paraná, aunque está afincado en Buenos Aires desde 2010.
Hubo una época en que desde las filas oficiales celebraban su prosa afilada y demoledora, delirante e insaciable, que a toda hora sacudía a díscolos y contreras, con su "metralleta" cargada de chistecitos lapidarios.
Carrasco resultó el más aventajado de los blogueros sueltos que de a poco se fueron relacionando por afinidades hacia el final del gobierno de Néstor Kirchner. Cuando, en 2008, estalló el conflicto con el campo fundaron la iglesia de los cruzados virtuales y fanatizados de Cristina Kirchner.
Pero comparado con el impacto de los medios masivos, la influencia de las redes sociales es más bien acotada, aunque alcanza para agitar fervores juveniles y fastidiar al periodismo tradicional.
El Gobierno vio en ellos un filón y los incentivó. Carrasco era, sin duda, el abanderado por su impronta desfachatada y su tendencia natural a la teatralidad performática sobrecargada de humor cáustico y locura.
Sin embargo, un día, el bloguero que se ufanaba de tener línea directa con Máximo Kirchner, se asqueó de tantos ostensibles casos de corrupción en la cúpula del poder y se dio vuelta sin aviso. Toda su prosa revulsiva en 140 electrizantes caracteres empezó a dispararse con el mismo afán destructivo, pero hacia la Casa Rosada.
El inesperado volantazo no le salió gratis. De aquel conglomerado de sueldos mencionado hoy sólo le queda el de El Argentino, pero sus escritos no son subidos a la Web para limar su repercusión. También sigue contratado en Tiempo Argentino, aunque nunca le piden notas. O sea que es un "ñoqui" o, dicho de manera más piadosa, goza de una "licencia ideológica".
¿Por qué tanta paciencia hacia quien ha cometido el peor de los pecados para un kirchnerista de pura cepa, que es cruzar de vereda, en vez de ser arrojado sin contemplaciones a los fuegos de los traidores?
Porque en el kirchnerismo saben que abandonar a Carrasco a su suerte equivale a dejarlo envuelto en papel de regalo y con moño a las puertas de "la Corpo" (como le gusta llamar 6,7,8 a los medios de comunicación predilectos del público).
El chico no tan chico (ya tiene 36 años) cuenta con una pluma atractiva, vehemente y veleidosa que a cualquiera podría venirle bien, aunque con el riesgo previsible de que en algún momento se le venga en contra.
Pero los K nunca pierden las esperanzas y se ilusionan con que, como el hijo pródigo, algún día vuelva a revistar en las filas nac&pop. Es que en comparación con la ruidosa jauría de cuzquitos virtuales del oficialismo que mordisquean los tobillos de aquellos que se atrevan a criticar al Gobierno en las redes sociales, Carrasco sabía brillar por encima de todos sin esfuerzo, gracias a sus agrestes y variados talentos.
Con tantos robots de lata y de carne replicando consignas bobas con cero argumentación y exceso de insultos, su batería de mensajes ácidos eran como oro en polvo en medio de la arena del desierto K.
Pero más que oficialista antes y opositor ahora, Carrasco siempre ha sido y es un desaforado anarquista de la palabra que se divierte y se infatúa con sus incorrecciones lúdicas y contrafácticas. Un producto típico del cambio de paradigma en la comunicación. Un analista cínico que no conoce de lealtades y que le encanta transfigurarse en un fabulador que combina realidades y ficciones con desprolija plasticidad y sin hacerse nunca cargo de nada.
Sus ex compañeros de militancia virtual fluctúan entre la ira, el temor y la compasión. Atribuyen su transformación a que es un "adicto que no sabe lo que hace" o a puro despecho porque en Radio Nacional no duró nada.
En www.pajarorojo.com.ar, Juan Salinas afirma muy campante que la mente de Carrasco "fue abducida por la receta lanatesca" y le cuestiona que ventile "los trapos sucios afuera". En los comentarios de los usuarios de ese sitio se lo retrata como un "divo maleducado y misógino" que busca lucirse para "levantarse minitas". "Un Pity Álvarez del periodismo bloguero", resume otro.
El grafitero virtual que se atrevió a llamar "payaso liberal" a Amado Boudou cuando nadie todavía hablaba mal de él, nada menos que en la tribuna hiperoficialista de Duro de domar, cierto que entonado con unas copitas de más, ha puesto en estado de deliberación a sus ex amigos de la Red. En esta etapa de desencanto y fatiga, ellos saben que han perdido potencia y mística. Ahora esperan que otra epopeya, como la del conflicto con el campo, les dé nuevo sentido a sus batallitas virales de bytes.
Carrasco, el Luzbelito caído en desgracia, no se lo toma tan a la tremenda y ya trama nuevas maldades.

viernes, octubre 31, 2014

No le expliquen ésto a la vieja porque se borra por 3 meses

1) La usurpación de títulos está probada, no es Doctora, como firma los decretos y se hace llamar por Cadena Nacional. ¿Es abogada? Quién sabe, sino lo es, es doble usurpación de títulos. Pero la usurpación del título de Doctora en Leyes, está probada. Los que salieron a incendiarse diciendo que era abogada lo corroboraron.

2) Todo verso lo que contó en la película de Néstor, que pasó durante la dictadura. No fue exiliada interna ni se refugió en Santa Cruz. Al contrario, estaba en el principal lugar de represión del país rindiendo materias como si nada.

3) Nadie la vio ejercer como abogada. Lo cual, desmiente la afirmación de que se enriqueció fabulosamente gracias a ser,  como dijo en esa tilinguería de Nueva York donde fue a hacer papelones, "abogada exitosa".


lunes, octubre 27, 2014

El homenaje de Lisandro Varela a Néstor Kirchner

Néstor Kirchner tenía un Kung Fu mucho más rápido que el de los normales. Por eso los normales parecíamos todos fronterizos.

Néstor Kirchner hacía que este planeta girara alrededor de su imán de bronca y bilis. La mayor parte del tiempo todo era un asco, pero era un asco ordenado, en calma, lento hacia otra victoria de Néstor y después de nuevo el orden y el asco.

Néstor Kirchner era un villano con tanto rock que a nadie le dio el coraje para ser el superhéroe que le pateara el culo.

Ahora hay chotos que bailan alrededor del tigre muerto, como en una novela de Salgari leída por un chico con fiebre.

Néstor Kirchner era horrible de una manera hermosa, verdadera, anclada en la perversión pero lejos de la hipocresía. No haber sido un hipócrita hace un epitafio de buen mármol.

Néstor Kirchner era el mejor de todos al servicio de la nada. En cinco días no hay más proyecto cultural Kirchnerismo Futbol Club. Lo que viene es el alivio de muchos de no sentir más una mano en la garganta.

Néstor Kirchner pudo ser más que Perón pero ser fue de rosca en el operativo de juntarla. Tenerla es tener poder, tenerla toda es tener todo el poder, debe haber pensado.

Néstor Kirchner era un Darth Vader pesadilla para el guionista que no lo podía hacer perder. Ahora ese sable láser no prende más. Pero ese sable laser era todo un sable láser.

martes, octubre 07, 2014

El ácido y genial texto de Bruno Bauer

GENTE QUE NO

boton
Por Bruno Bauer :: @bauerbrun
I.
A la Argentina le sobra gente. Unos veinte millones, más o menos. Al mundo también le sobra gente, pero ese no es el tema hoy aquí. A la Argentina le sobra esa gente que creció a la sombra de nuestras dos últimas décadas ganadas, y de las varias décadas perdidas, en donde el abandono les entumeció todas esas capacidades y voluntades que hacen que el mercado se interese por un individuo. Millones de individuos racionales que cada día miden la utilidad marginal de las opciones que les da la escasez: ser repositores en el supermercado chino, cortar el pasto para la municipalidad, pedir un plan o delinquir. Personas que cuentan cada hora del día en monedas y cada día de la semana en billetes que serán gastados inmediatamente. Sin ahorro no hay acumulación, sin acumulación no hay tiempo, sin tiempo no hay progreso, sin progreso no hay Historia ni Nación. A la Argentina le sobra gente sin Historia.
No hay nada en esa gente para el mercado, ni hay nada en el mercado para esa gente, salvo ese borde de consumo de terceras marcas y productos pirateados. Pero no es sólo esa gente la que le sobra a la Argentina. También lo eres tú, oh lector, que leés este post, miembro supernumerario de las obesas plantillas de la administración pública, el sistema de becas y subsidios, o el capitalismo subvencionado. Y también lo eres tú, oh autor, que tecleas este post, monotributista de la inexplicable industria cultural.
Es la pesadilla posindustrial de una sociedad en donde casi nadie es necesario y donde casi toda actividad es inútil. Es la pesadilla que sueña el país sojero, competitivo y pujante cada vez que paga impuestos, si es que lo hace. Siempre que puedo, me gusta hablar con algún vocero de esa otra Argentina que sí vale. Me gustan sus gemelos de plata mejicana, su corte de pelo perfecto, la voz nasal y canchera con la que me describen el gran friso de la Argentina potencia, la Argentina potencial.
Un mapa poblado de ciudades modernísimas de creciente valoración inmobiliaria, rodeadas por un espeso cinturón sojero cuya frontera se expande hasta chocar con las plantas de shale gas del califato de Vaca Muerta o con las minas a cielo abierto que pulverizan la precordillera en busca de oro, descentralizan el capitalismo argentino y reactivan el FC del Oeste. Y, de postre, premio superestructural de una base económica que hizo los deberes, el sueño liberal: un gobierno no peronista.

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jueves, septiembre 25, 2014

DEBATE: ¿La vieja se fue de boca o le moña el chifle?




Cristina Fernández de Milagroso ha dicho, a lo largo de su semana de vacaciones, que los yanquis la quieren "esmerilar" y el Estado Islámico la quiere matar.
Naturalmente, nuestra habitual solidaridad nos pega en decirle: "dele, doña, empobrézcanos pero cuídese usted, a nosotros nos importa muchísimo". Pero nos ahorraremos el chupamedismo por que total Hernán Reibel no está en el país. Está de compras en New York. Por eso los beliebers K se dejaron de joder esta semana con que Máximo Kirchner es Brad Pitt mezclado con Fidel Castro.
Por otra parte, el propio Máximo, agotado por su tremendo esfuerzo (hablar: al parecer hablar es un hecho extraordinario. Hace llorar, incluso, a poetas sensibles como el Cuervo Larroque) tuvo que quedarse tirado en la cama, al pedo como siempre.
Y anticipamos, en exclusiva: Larry de Play no va a ser candidato a nada.

Mortadela explicado a los norcoreanos

  


El máximo héroe de este blog, Mortadela -hijo de dos presidentes y megamillonario sin haber trabajado en su vida, que ahora,je, dicen, vive una vida "no individual"- se bajó de las elecciones presidenciales a cuatro semanas casi de su lanzamiento, para postularse, gracias a la ley de lemas, a la intendencia de Río Gallegos. Elecciones para las que falta más de un año. Lo más probable es que finalmente no sea candidato a nada, pero le deseamos la mejor de las suertes.
La Morza Fernández (Gerardo para los enemigos) a publicado este texto, que seguramente por orden de la secretaria de Hernán Reibel será puesto en cadena. Nosotros, como somos solidarios con la causa maximalista devaluada, lo reproducimos


Ni que la vieja está presidiendo el mundo. Ya cuando vuelva Reibel -si es que no lo pescan robando en alguna tienda- volveremos a decir que la vieja es culta, sofisticada, linda, flaca, agradable, inteligente, sutil, amorosa...etcétera. Ideal para usted, General Milani. Es más, hay que abolir el calendario gregoriano y comenzar el mundo en el 2007, o 2003, como le gusta a la vieja. Heredando los logros políticos de su marido.
Estábamos en que el ISIS quería matar a la vieja. Pará, Larroque, no llores, no es en serio. Es otro bolazo de la vieja. Calmate.
Bueno resulta que un comisario bonaerense le avisó a la vieja que los terroristas la querían matar por su posición 2014; a favor de dos estados judíos y palestinos y po que se hizo amiga de Susanti Pancho. Razones de sobra. Por muchísimo menos nos quieren matar a todos los occidentales estos muchachos del ISIS. Aunque es más probable que el milico bonaerense le haya dicho que la quiere matar Ishi, la vieja matonea a Obama desde Argentina y viaja allá y se arrodilla a chuparle la pija. Todo muy serio, más vale.
Total, a quién mierda le importa.
Después de LOS CINCO PUNTOS SINIESTROS (el punto 6 es la cara de boludo que tiene Dante Palma) que buscan joderle el empleo público a la vieja, viene esta truchada de que la quieren decapitar los del Estado Islámico. Señora, vuelva a vender licuadoras.



Ciertamente, hemos subido el nivel de Culpables para los fracasos de la vieja. Esta semana, el listado se completa con:

1) Estados Unidos
2) Estado Islámico
3) Las multinacionales automotrices

APLAUSOS Y OVACIÓN. Llorá, Cuervo, a la cuenta de tres.
La teología no ha sabido, no ha querido o no ha podido responder el profundo interrogante que corroe el alma de la especie humana: ¿Es Cristina una creación de Dios, o acaso Cristina creó a Dios?
Que Cristina es perfecta nadie lo discute. (Llorá, Larroque, en esta parte tenés que llorar)
Y por ende, todo lo que rodee a Cristina goza de esa perfección tan propia de los elegidos de la raza.  Más aún: Flor Keey consiguió novio.
¡Llore, Cuervo, llore!
Ok.
Gracias.
Ya está.
No llorés más, Cuervo.
Aflojá.
No llores taaaanto, que se nota. Pará. La concha de la lora, dice Reibel que pares.

Volvamos al debate candente: ¿Califica el motochorro de La Boca para reemplazar a Boudou? ¿El militar que le lleva los diarios en avión a la vieja, tendría que hacerse una pasadita por Siria y bombardearlos? ¿La semana pasada no estábamos con Rusia y China? ¿Cómo mierda es que ahora apoyamos los bombardeos en Siria? ¿No está vigente el memorándum con Irán? ¿Los beliebers que andaban estirándose con alfileres los ojos para parecerse chinos, ahora se van a pintar con corcho quemado como Obama? ¿No es genial todo esto? Yo creo que sí, chicas. Buenas noches.

sábado, septiembre 20, 2014

¿Quién maneja las cuevas y el dolar blue?

Transcribimos a continuación -para que nadie se crea los versos del oligopolio de Cristina diciendo que Estados Unidos y el ISIS conspiran contra ella, haciendo subir el dolar en las cuevas- el capítulo referido a las casas de cambio del libro que mejor ha investigado la corrupción de Cristina Kirchner: El Negocio de la Impunidad, de Luis Gasulla


“Greppi es el mayorista de las cuevas donde se descarga el grueso del dinero de la obra pública en la Argentina y maneja el dinero de De Vido y de sus hijos”

Pablo Schoklender en una entrevista exclusiva con el autor. Febrero del 2014.

“Lo llamé a Carlos Liuzzi porque lo conozco hace 30 años pero no tiene nada que ver con mi empresa ni soy socio de Julio De Vido ni conozco a Zannini ni nada”

Guillermo Alejandro Greppi, financista de Propyme, refiriéndose al llamado que realizó al segundo funcionario más importante de la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia para evitar el allanamiento ordenado por el juez Norberto Oyarbide ante todos los medios.13 demarzo del 2014





Fernando Caparrós Gómez quedó maravillado con los contactos políticos y la soltura con la que se manejaba Manuel Camet. El joven descendiente del fundador del parque Camet, inaugurado el 30 de julio de 1931 a siete kilómetros del centro de la ciudad de Mar del Plata, se había cruzado casualmente con él en una fiesta en esa ciudad a fines del 2009. Los dos compartían su pasión por los autos de lujo, las mujeres y los placeres de la vida. A la primera charla se le sucederían muchas más. En una oportunidad, el joven Camet le contaría a “Capa” sobre los nuevos negocios en los que estaba trabajando junto con los hermanos Schoklender en la Fundación Madres de Plaza de Mayo realizando construcciones de viviendas por todo el país. “Necesitábamos los aviones” recuerda uno de los protagonistas y “Hebe de Bonafini estuvo de acuerdo en comprarlos. Se subió cientos de veces a ellos con gobernadores, intendentes, sindicalistas y gente del gobierno”. Meldorek S.A., una firma creada en junio del 2003 por dos desconocidas ancianas que prestaban sus nombres por unos pocos pesos ante la escribana Marta Cascales, actual mujer del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, sería la excusa perfecta. Daniel Laurenti, el empleado del ascendente financista, Caparrós Gómez, figuraba como el presidente formal de la empresa. Es una costumbre nombrar a empleados o cadetes al frente de estas sociedades anónimas. “Construcciones Calificadas S.A.” era una empresa que investigó Oyarbide en medio del escándalo de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Constuida el 21 de febrero del 2008, la integraban Camet con Enrique Osvaldo Rodríguez, Hugo Omar Gallardo –abogado y ex apoderado de la Fundación- y Patricia Alonso –mano derecha de Sergio Schoklender-. Rodríguez había sido ministro de producción del gobierno de Carlos Saúl Menem, se desempeñaba en el gobierno de la ciudad de Jorge Telerman y había formado parte de las primeras reuniones entre la “Corporación Buenos Aires” y la Fundación para la construcción de viviendas en el barrio de Los Piletones y Villa 15 como la venta de la fábrica de paneles en Barracas a Bonafini y Schoklender. Las relaciones comerciales, más allá de las políticas, entre Rodríguez y el círculo de amigos de confianza de Sergio y Pablo Schoklender, comenzó en su cumpleaños del año 2007 cuando entabló relación con Manuel Camet a quien raudamente llevó a trabajar a un área de Industrias Culturales en el gobierno de Telerman. “Manuel sacaba al viejo a bailar, le presentaba minas y Enrique estaba encantado” recuerda la ex socia de un restaurante en San Telmo, Alejandra Artacho. El histórico funcionario y el joven emprendedor compartieron vacaciones en Pinamar. Allí nació la propuesta de Rodríguez: “Armemos una empresita, te doy el 5% pero vos la presidis”. A la presidencia, Camet, sólo la ejerció en los papeles. Juntos compraron unos terrenos en El Remanso, en el partido de Exaltación de la Cruz, en el que levantaron unos chalets con materiales desviados de Sueños Compartidos como me confesó uno de los implicados. “Sólo hicimos tres casas y el proyecto quedó en la nada”, recuerda la fuente, pero cuando Oyarbide los citó a declarar, Rodríguez le echó la culpa de todo a su ex compañero de rutas. Mientras que Camet aún hoy no se puede ni casar ni abrir una cuenta bancaria, Enrique Rodríguez continúa al frente de la obra social del personal de organismos de control del Estado –OSPOCE- en la que firma cheques sin que nadie le diga nada.

Años después, tras la escandalosa salida de Sergio Schoklender como apoderado de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, Camet y Caparrós Gómez se cruzaron en los tribunales de Comodoro Py. Eran otros tiempos. El juez federal Norberto Oyarbide había procesado a Camet por lavado de dinero y malversación de fondos públicos mientras que al dueño de la financiera, Monetización, también vinculado con “Trade Travel”, donde se descargaban cheques de la Fundación, le declaraba la falta de mérito. Igual decisión tomaba Oyarbide con Alejandra Bonafini, la hija de Hebe. La justicia no pudo probar que parte del dinero destinado a construir viviendas sociales terminó en las cuentas bancarias de los hermanos Schoklender pero sí que, a través de Meldorek, se adquirió un departamento en la ciudad de La Plata donde actualmente vive Alejandra Bonafini. El hombre que llevó el dinero en efectivo para la compra de ese departamento aún recuerda los ojos encolerizados de la Madre cuando le gritó a Pablo Schoklender: “Pablo, ¡te vas ya a llevarle la plata para Alejandra! No te tardes más”. Tampoco investigó sobre el rol de los intocables financistas vinculados a la obra pública. De los 1260 millones de pesos que recibió el programa “Sueños Compartidos” de construcción de viviendas, casi el 10% del total -$100.565.644,76 a través de 427 cheques- terminó en cuentas bancarias de empresas agropecuarias y/o mutuales que no tenían relación con los implicados. La explicación está en “las cuevas”.



viernes, septiembre 12, 2014

Jorge Asís y el antimperialismo bipolar de CFK

Cartas al Tío Plinio

Jorge Asis para JorgeAsisDigital.com. Viernes, 12 septiembre , 2014. / A- A+

El antimperialismo bipolar

Con la sensatez marginal de Fábrega y el aire espiritual del Papa Francisco.

El antimperialismo bipolarTío Plinio querido,
La estrategia dual es bastante inteligente y nada improvisada.
A La Doctora le permite mantener la iniciativa. La tensión de la centralidad.
La táctica es contradictoria. Dos vertientes signadas por el antagonismo.
Una manera, casi obvia, de la bipolaridad.
Según nuestras fuentes, La Doctora no come vidrio y está decidida a arreglar. Desesperada por acordar. tío Plinio querido, con los “holdouts”.
Los tenedores de bonos que se prefieren llamar buitres. Como si fuéramos carroña, confirma López Murphy, El Gato (que se hace el bulldog).
Para que la realidad no se la lleve puesta, La Doctora quiere cerrar el acuerdo durante el primer trimestre de 2015. Sin los riesgos, candorosamente sobrevalorados, de la cláusula RUFO.
Aparte del aire espiritual que suele aportar el Papa Francisco, para llegar a 2015 La Doctora necesita sobrevivir al fatídico diciembre anunciado.
Diciembre se le viene encima a la sociedad. La Doctora lo advierte, asusta con la matiné de Luisito Barrionuevo, Harry (como lo llamaba Triaca).
La pobre teme las conspiraciones que le armen desde “arriba”. Pero por no comer vidrio sabe que debe fortalecerse ante los riesgos del “abajo”.
En simultáneo, La Doctora estimula la explotación del beneficio adolescente de pelearse, tío Plinio querido, con los Estados Unidos. El sueño postergado de Zannini, El Cenador.
Una actitud que despierta adhesiones fáciles. Apoyos retóricos entre los nacionalistas desconcertados del “adentro”. Y de los abundantes antimperialistas sueltos del “afuera”. Ambos están a la pesca inocente de las causas perdidas que aporten la reconfortante chapa de la rebeldía. Arrebatos orales que cesan en cuanto se pronuncian.
El antimperialismo bipolarEl sentimiento antinorteamericano es intenso y efectivo. Nutre. ¿A quién no le gusta pelearse, tío Plinio querido, con los norteamericanos solitarios?
Combinan la máxima potencia militar con la llamativa incapacidad política.
Para simplificar: a La Doctora le fascina pelearse con quien quiere que la acepte.
Anhela ser recibida en la Casa Blanca. Con la pompa que se lo recibió a Carlos Menem. Cuando al argentino le bastaba, para ingresar a Miami o Nueva York, con un registro vencido de conductor.
Pero como también se lo recibió a Kirchner, El Furia, sin pompa. Cuando le puso la manito en la rodilla a Bush. Antes de organizarle la antológica contra-cumbre de Mar del Plata. Con D’Elía, Chavez y Maradona.
O como Obama, El Keniano, lo recibió a Mujica, El Minguito Oriental. O a cualquier presidente del vecindario.
La invitación a la Casa Blanca fue la instrucción prioritaria que se les bajó al menos a dos embajadores. Conseguir la básica visita de estado. Pese a los tijeretazos del canciller Timerman, el funcionario que dio más por La Doctora. Ofrendó, incluso, hasta su identidad.

Méritos

Mire que ella, antes de ponerse el casco oral, se esmeró en la etapa de los méritos. Entre los billetazos limpios para el CIADI. Con los billetazos humillantes por la catástrofe de Repsol.
Con decirle que Kicillof, El Gótico, es un ponedor compulsivo. Puso dos mil novecientos palos de más para el Club de París. Le puso el pecho y las nalgas a todos los punitorios. Es el negociador ideal para tenerlo de contraparte.
De no haber querido hacer tantos méritos para congraciarse con los mercados, antes de lanzarse a la rareza del antimperialismo bipolar, nadie puede explicarse, tío Plinio querido, que se haya contratado al lawyer Paul Clement. Por indicación de otro revolucionario como George Soros.
El antimperialismo bipolarClement de Soros vendría a ser algo así como el Cinosi de Zannini. Traficaba influencias entre los miembros republicanos de la Corte. La Doctora ponía para seducir a los republicanos. Descontaba que la Corte de los Estados Unidos debía aceptar el “caso argentino”. Para pedalear a los malditos buitres durante algún año más.
La alucinación permitió que La Doctora, El Cenador, Máximo, En el Nombre del Hijo, El Gótico y El Wado durmieran un año de siesta irresponsable.
Un infantilismo inspirado en la sublime pasión por la incompetencia. En la rutina de la mala praxis que genera buracos sólo solucionables con la improvisación. Con la búsqueda de culpables fáciles para salir del paso. Sea Clarín, Duhalde o Barrionuevo, los culpables siempre se consiguen en la feria. Cuando se porta el virus de sentirse víctima.

Banda de banqueros

Tampoco se explica que Zannini, El Cenador, cordobés que se anota solo para ganador, haya enviado a Nueva York, para la rosca con “los buitres”, al legítimo Cinosi.
Conste que El Cenador envió al Cinosi auténtico, ninguna imitación. Para incorporarlo a la banda de banqueros que reclutaba Fábrega, El Sensato Marginal. Por pedido de La Doctora.
Y cuando el litigio de cartón estaba a punto de resolverse brotó el amateurismo demoledor de El Gótico.
“¿Por qué tiraste abajo todo?”, le preguntó El Sensato Marginal.
“Si total el acuerdo está firmado”, respondió El Gótico.
“No está firmado un c… recién giré los 200 palos de la garantía”.
El antimperialismo bipolarEl Gótico había salido de la oficina de Pollack con los pulgares eufóricos hacia arriba. Con el aval de La Doctora pretendía embocar justamente a los banqueros. A los “que fuman adentro de una garrafa”.
Consta que hoy, hasta Oviedo, el analista bien informado de La Nación, trata de explicarse por qué demonios Kicillof y La Doctora hicieron explotar el acuerdo que generaron.
La respuesta hay que buscarla entre los cruces telefónicos que jamás va a divulgarlos el general Milani, Irresistible Seductor de Sexagenarias.
¿Acaso fue la precipitación de Cinosi para contar, desde el aeropuerto de Nueva York, y por celular, al Cenador, que ya estaba todo listo?
¿Precipitación que El Cenador le trasladó a La Doctora. Y ella a El Gótico?
Podían garcar tranquilos a la banda de banqueros que pretendían aparecer, en la estampita, como Castelli, French y Berutti, o San Martín.
Entonces El Gótico soltó la lengua en la Sierra Maestra del consulado. Un bochorno universitario de ciudad pobre que permitió desembocar en la valentía del malentendido. En el antimperialismo bipolar.
Ya sin contar, para la cruzada, con el contratado Clement de Soros. Ni siquiera con el Cinosi de Zannini.

La manuela del antimperialismo

Por una vertiente, La Doctora busca la manera de arreglar con los mercados europeos, tío Plinio querido, y con los chinos, a través de El Sensato Marginal.
Desde Basilea, donde arregló con los chinos por el swap para las reservas, Fábrega tuvo que irse a la China, por orden de La Doctora, para salvar la ropa del viaje inútil que hicieron a China De Vido, El Ex Superministro, El Gótico y Gallucio, El Mejor Sobrino de la Tía Doris.
Mangar fondos chinos para los trenes de Randazzo, El Loco de la Florería. Reclamar los fondos chinos para las represas anunciadas de Santa Cruz (La Doctora sólo podrá irse cuando las obras estén comenzadas y se cumpla el sueño de los socios. El Furia y Lázaro, El Resucitado).
El antimperialismo bipolarAhora cambiar a los americanos o europeos por los chinos, tío Plinio querido, no es ningún salto al vacío. Es apenas un error.
Pese a tantos restaurantes, aquí ni se tiene idea del sabor del dominio chino.
Indagar en el continente que se adueñaron. África.
Por la otra vertiente, se prepara la cruzada que sepulta a la Argentina en el grotesco.
La epopeya de trasladar el “marco legal”, del personal drama “buitres”, hacia el universo. En la OEA, la FIFA, ahora en la plenaria de la Asamblea de Naciones Unidas.
Cualquier burócrata, avivado a fuerza de “proyectos de resolución”, sabe pedalear el tratamiento, en el foro de la ONU, durante años. Enfriarlo hasta la extinción.
Para reconocer la importancia del planteo y remitirlo a las cancillerías. Para ser discutido en la reunión del próximo año, mientras se da conocimiento de la iniciativa al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional. Escenarios exclusivos de la batalla real.
Por el momento, la manuela del antimperialismo bipolar sirve. El fracaso, tío Plinio querido, garpa. Es una virtud. En la antesala del papelón.
Se cuenta con el aire espiritual del Papa. Con una ley soberanamente absurda, pero que mantiene indemne el costado ilusorio, combativo e idealista.
Garantiza algunos días próximos de formidable vulgaridad institucional. Con la captación de las solidaridades inútiles en los lugares equivocados.
El antimperialismo bipolarDígale a tía Edelma que Francisco es también Rata de Fuego. De 1936.
Como es Rata de Fuego también la Argentina, de 1816.
Dígale a tía Edelma que no olvide que, en astrología china, las identidades se repiten cada 60 años.
Cuéntele que el Año del Caballo es antagónico para las Ratas.
Hay que cuidar mucho a las Ratas Viejas. Alertarlas para que hagan menos macanas.
Y por último dígale algo que la va a alegrar. Estamos en negociaciones con Medea. Va a encargarse de un blog, separado del portal, pero unido por un link.

jueves, septiembre 11, 2014

Cómo será la suba de la electricidad

-Reparadora, concialiadora, democratizadora y abarcadora
-Por supuesto. Igual, a los negros hay que matarlos.
-.Un poco, sí
-Gracias señor Secretario de Coordinación Estratégica del Pensamiento Nacional
-Adios, Víctor Hugo
-Ahora tenemos en comunicación al Ministro de Economía de la Nación, Monseñor Paganini. Todos de pie, por favor.




-Cabral...soldado heroicooooo
-¿Brancatelli, estás? Hola hola
-Víctor Hugo soy, distinguidísimo rey de la historia, Ministrísimo, cosita linda, prócer del planeta, aluvión de cualidades, manjar de dios, castillo de certezas, honorable hasta la queja
-Llamo para elogiarme porque hoy decidí prohibir la existencia de los lunes.
-¡Bravo! ¡Bravo!
-Los lunes están siempre conspirando con los diarios
-Malditos buitres antipatria, lo felicito, señor Ministro, ha tomado la decisión más sabia que solo un emperador de la intelectualidad, navegante de los mares certeros, centinela de la sabiduría
-Espere, Brancatelli, déjeme elogiarme a mí.
-Ok, usted hable  nomás, yo me voy a tirar un rato.
-Duerma tranquilo, Brancatelli
-Me llamo Víctor Hugo, soberano aquellarre de la magnificencia ecuménica que hace suspirar señoritas como quien enciende un candelabro
-Hola, gente, ¿qué onda? Quiero anunciar un paquete de medidas históricas, vanguardistas, audaces, sofisticadas y verdaderamente geniales, como yo. A partir de mañana, habrá un nuevo billete de diez pesos
-Un dólar
-Buitre. cipayo. Gorila. Además, bruto. Son 0,80ctvs de dolar. Bah, más o menos. Hay que ver cuándo publica este post Carrasco,
-¿Tiene pensado festejrles los 15 al dolar?
-Estás en vivo, Brancatelli
-Me llamo Víctor Hugo
-ah. Los mismos que nos decían que un dolar valía un peso, hoy nos quieren convencer que el dolar está 13
-¿Y cuánto está el dolar?
-Y está lejos, tomate un taxi.
- Me manejo en tren. En París.
-¿Es verdad que hay pobres en Francia? Tengo ganas de conocer a un pobre
-¿No se cruzó ninguno cuando fue a pelear por intereses argentinos ante el Club de París?
-No me hagás acordar, esos imperialistas hijos de puta. Querían que les paguemos 5.000 millones de dólares. Tuve que plantarme. ¡O ACEPTAN 8.000 O NO LES PAGAMOS NADA!
-Notable, excelentísimo amo alado del universo, ahora, usted nos dijo que les pagó 10.000
-Pasa que están caros los pasajes.
-A Seychelles
-No te hagás el boludo que vos la estás levantando con pala, Víctor Hugo
-Llámeme Brancatelli, destacadísimo estratega de las finanzas públicas, corsario de la prosperidad, usted, Monseñor Paganini, es el mástil más alto del mundo en hecho en honor a la humildad, usted es un hallazgo de la naturaleza, un archipiélago de luz, usted hasta podría ser candidato a concejal en Coronel Dorrego, apenas le salga una bien láncese


-Mi único defecto es la modestia
-Por cierto, Ministro, ¿cómo piensa bajar la inflación?
-Criticando a los diarios
-¿Cree que funcionará?
-Obvio que no, boludo. Pero a la vieja le molestan los resultados. Por eso me ama.
-¿Qué tal anda, la fantástica, excepcional, brillante, genia errante de un mundo que no la merece?
-La vieja? Bien, ahí, boludeando con el estudio de cine que le quiere hacer a Flor Key en la Isla de Marchi
-Puedo preguntar, excelentísimo ministrísimo...
-Pregunte, Brancatelli
-¿Quién está al mando, entonces?
-El hijo, Larry de Play.
-¿Y entiende algo?
-Menos que la vieja
-Los pagos están atrasados
-Nadie labura acá, Si Larry de Play se despierta al mediodía, los viceministros no firman pero manejan los ministerios, todos se están matando entre sí, qué se yo. Además ya nos patinamos la guita.
-Adefesio maldito, crápula invertebrado, discípulo del costado Magneto de la vida, aborrecible chamuyero, devaluaste nos trajiste una híper inflación, bajaste los salarios, hiciste mierda los planes sociales, empobreciste el país y nos llevaste al defaultl, bestia inmunda de la peor cloaca existencial
-Ya está lo tuyo. Pasa el lunes.
-Oh, semi dios que elevas la cultura existencia de una especie en decadencia, salvador de la humanidad,  la reputa que te parió petiso charlatán si acabás de abolir el lunes!!!
-...
-KICILLOF
-....
-EXCELENCIA, forro, ey, ministrísimo. Cabral, soldado heroico, su vida rinde, haciéndose inmortal. Andate a la concha de la lora
-...
-Puto
-Brancatelli, me olvidaba, tengo que explicar cómo será este reacomodamiento del numeral encendido
-El tarifazo recesivo en la luz
-En los 90 eran empresas privadas
-¿Y hoy qué son?
-Testaferros
-Pero son los mismos, su excelencia
-Bueno, vamos al grano: los documentos terminados en 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8 tendrán un 700% de aumento, en cambio los terminados en 9 tendrán un 800%. O al revés, veremos.
-Y eso por qué su enminencia?
-Porque se me cantan las pelotas, Brancatelli

miércoles, septiembre 10, 2014

Kicillof y las cifras de pobreza

Después de explicar quién es el culpable de sus fracasos seriales, en uno de sus habituales pedidos de adulación, Kicillof no pudo explicar cómo, aún en el marco de las pavadas atómicas que publica el INDEC, aún así, no hay estadísticas sobre pobreza. O sea, es tan brutal este neoliberalismo pobre que el Ministro de Economía habla sobre sociología, análisis de medios, teoría jurídica, biyutería, bicarbonato, logaritmos metalúrgicos, sobre cualquier cosa menos de economía.
Cuando se hace adular por Víctor Hugo o el otro de los Midachi, es porque el ministro de economía le tiene que decir algo a la vieja. Es graciosísimo cómo la psicopatea, hablando de giladas pero en el lenguaje básico que entiende la vieja, el de ATC. A la vieja siempre le hablan como si fuera una boluda mundial. Pero jamás le hablan a la gente. Menos al periodista, al que habitualmente desprecian. Le hablan a la vieja. Por eso Capitanich parece un marciano. Y Kicillof está impedido de explicar absolutamente nada de sus habituales fracasos. No puede ni comentarlos. Tiene que hablar como en ATC. Buscar culpables. Conspiraciones. Megacomplots. Híperceladas contra la abogada exitosa.
-Buen día, Monseñor Paganini
-Buen día, Brancatelli con secundaria completa
-Víctor Hugo es mi nombre. Soy exiliado
-ah
-¿Quiere que lo elogie yo o se elogia usted mismo?
-No, Brancatelli
-Víctor Hugo
-Como sea, voy a elogiarme yo porque tengo que psicopatear un poco a la vieja.
-Ok, ¿ya tenemos culpable por sus últimos fracasos?
-Los diarios, Brancatelli, los diarios.
-Víctor Hugo.
-Bueno, estábamos en que los diarios nos quieren sacar este empleo público exitoso porque me envidian...
-CLARO QUE SÍ, BUITRES HIJOS DE PUTA
-No me interrumpa, Brancatelli
-Víctor Hugo
-Ah. Bueno, La vieja tiene que saber que fue medio idiota al ponerlo a Lorenzino
-ahhhh, sí, ese hijo de puta buitre, yo siempre lo dije
-Y antes a Boudou
-otro hijo de puta, sí, sí, Ese Boudou, bue, yo siempre lo digo: los sin techo, como Amado, que vive en un médano, en realidad no son pobres, vaya mi humillante aplauso para usted, sublime genio de la especie humana. Siga, siga Monseñor Paganini
-¿En qué estaba?
-En que la vieja tendría que nombrar un ministro de economía
-Gracias, Brancatelli
-Víctor Hugo
-Ah. Bueno, la conspiración que la vieja tiene que entender, es ésta: los diarios, al publicar que hay pobres, fabrican los pobres.
-Bravo, bravo, Monseñor Paganini! Qué Mascherano, qué angelito del universo sobre el polen de una flor galáctica!
-Dejá de decir boludeces, Víctor Hugo
-Brancatelli, para los amigos
-También hay crisis en Marruecos
-Ohhhh, sí, aplausos, pero es cierto, además. La crisis en la euro zona. Mi tía Eulogia anda preocupada
-Ah.
-Pero siga adulándose, Monseñor Paganini. ¿Me decía, quién estaba siendo el culpable de este modelo africano con inclusión satelital?
-Los diarios, Víctor Hugo, los diarios son los culpables.
-Dígame Branc...bueno, no importa. Me estoy poniendo de pie, mis tímpalos lo aplauden, Monseñor Paganini, qué alma concuspicente, qué ternura me da escucharlo, casi lloro, mire, ay qué emoción, qué emoción macrocefálica.,.
-¿Vos diste clases de declamación con el gendarme carancho?
-No, a ése hay que mandarlo a estudiar con el hijo de Aliverti. Pero me estaba diciendo, Monseñor Paganini, quién era el culpable de su plan ambiental
-Los diarios, Brancatelli, los diari...¿PLAN AMBIENTAL?
-Llenar el conurbano de cartoneros y el microcentro de arbolitos
-Pasa que los diarios se me ríen, señor periodista
-No te pongas mal, Paganini
-Es que me dicen que las cosas no están bien!
-Qué malos que son
-Putos
-Oh, sí, todos putos! ¡Qué Mascherano!
-¿Quién es Mascherano?
-Uno que juega al fútbol
-¿Es beliebers K o nos quiere destituir?
- Creo que es neutral, cobra en euros.
-Bueno, si llega a hablar mal de la vieja, avisame, así lo botoneo. Necesito llevarle alguna paranoia porque me anda corriendo por la Rosada preguntándome las cifras de pobreza.
-Vieja destituyente, hija de putaaaaa
-No, Brancatelli, con la vieja no.
-La vieja más hermosa de toda la historia de la humanidad. No es Miss Universo porque ahí siempre eligen del mismo planeta. Conspiran, también,
-Como el imperialismo con los Óscar. Nos quieren joder.
-Esa no la entendí. En fin. Disculpe, Monseñor Paganini, lleva 4 horas adulándose y me avisan desde la gerencia que si quiere seguir con sus autoelogios, apure los pagos
-Buitre hijos de mil putas!
-Y bue, pero esto es así, Monseñor Paganini, si usted quiere psicopatear a su jefa y elogiarse, tiene que pagar.
-Es que me patiné las reservas
-Jodete, pelotudo.
-Déjeme, por favor, elogiarme un minutito más...
-Chau
-Por favoooorrrr
-Adiós

¿Cuál es el sujeto político? Es la única pregunta válida en un discurso político. Como Kicillof tiene como sujeto político la sarasa antipolítica de patrullar los diarios, un poco para contentar a la vieja, que está completamente desorientada, y otro poco para no tener que explicar el paisaje social desastroso; es inevitable que genere crisis al interior del peronismo. Después de todo, nadie votó a este boludo.
Ayer reprimieron en Chubut, le echaron la culpa a los narcos. En vísperas de un nuevo estallido social, Kicillof sale a hacer un ataque preventivo. Y poner la pobreza como tema de debate. Es decir, someterse al escarnio de que la gente de a pie le exija resultados. Genios de la Comunicación, ja. Pedirle resultados, qué falta de respeto!
A este consorcio de Puerto Madero que usufructuó el estado para beneficio personal en nombre de resultados que ahora ya ni pueden inventarse. Ni inventarse.
Por eso, patrullan periodistas.
Y a la vieja le encanta.

lunes, septiembre 01, 2014

El día que mi perro mató a un pájaro

Esto fue publicado en el 2008. Polémico, se llamaba mi perro de entonces, murió. Yo vivía en Santa Fe. La historia del Pajarraco es verdad. La nena es conocida en Santa Fe, porque vende -es vendedora ambulante, bah, no sé ahora, pasó mucho tiempo: los pobres no viven mucho- o vendía, porquerías, con una convicción de mercader, para alimentar a los adultos de su familia. Como si un vendedor de autos usados te estuviera ofreciendo su libro de poesía para colaborar en una causa honorífica.
Polémico era un perro grandote. Yo volvía de Paraná, en micro, lo chocó en la ruta. Bajamos. No tenía heridas externas muy graves. Pero se arrastró, rodando, como haciendo cuerpo a tierra, hasta la canaleta, a tomar agua. Subieron todos los pasajeros. Yo me quedé. Lo cargué y lo llevé caminando por la ruta. Lo entablillé. Mi mujer me mandó a la mierda. Se lo di a una amiga, paseábamos a la tarde con Polémico. Mi mujer al tiempo se fue de casa. Volví a traerlo. Y un día cruzó la plaza inexplicablemente, con su renguera. Un camión lo mató. Así es la vida. Ja. No, no, así es la muerte
Lloré mucho cuando murió Polémico. 






Desde hace un tiempo que el colectivo al cruzar el túnel ha cambiado algo: hay pibes pidiendo. Van con los padres. Me acuerdo (y creo que lo conté, quizás alguno se acuerde, o tal vez no lo conté, no sé) que había una pelea a través de los diarios entre las policías de Entre Ríos y de Santa Fe sobre la procedencia de los mendigos, claro que asociados al delito. Porque todos sabemos, como me dijo un periodista enojado porque a la novia le robaron la moto, esos pendejos que hacen malabares en el semáforo son, vamos, todos chorros. Y la policía no hace nada. Ese conocido es curioso porque es de derecha pero no culposo. Casi todos los periodistas que conozco son gente de derecha, pero de la derecha progresista. O sea, de izquierda, como Carrió. Esa clase de progresistas. La que hace de la equidad un caso, pero eso sí, el deporte de la diferenciación social, ese deporte progresista, lo tienen bien clarito. Para graficarlo: que la empleada doméstica, al terminar de cocinar, se siente en la misma mesa que La Familia, les resulta tan escandaloso como un aumento de sueldo de los diputados. Ustedes saben, obvio, que el sueldo de los diputados es el problema nacional. Además de la Ley de Glaciares y el TEMA de la lechería.
Así era en la facultad. La mayoría de los que estudiaban conmigo (ellos estudiaban, yo buscaba chicas y peleas) ahora se dedican al periodismo. La necesidad de la diferenciación social, ese pilar de la derecha cultural, la tenían clarita. Pero en su variante progresista: la diferenciación debe no sustentarse en términos económicos, sino educativos. Por cierto, pasar por alto que la educación es un privilegio estrechamente asociado a las variables económicas es, cuándo no, un carnet de afiliación al progresismo. A la mayoría, ya no los veo. Pero también sé que, bueno, están con el TEMA de la lechería, la minería en San Juan y la Ley de Glaciares que son, qué duda cabe, los culpables del atraso provincial, de que no seamos parecidos a los porteños o, para que quede claro, a los franceses. Y hay que dejar en paz al campo, también.
Una flor, una postal, una oración al Gauchito Gil, una oración a alguna ignota virgen. Dejo las monedas. Colecciono estampitas. Cuando volví ayer a casa, iba parando en distintos lugares. Mesas en las veredas. (Cómo me divertía ayer: antes miraba Gran Hermano para saber de qué hablan los jóvenes, ahora paro la oreja y tuerzo el cogote. Durante una hora, lo juro por mi honor y por el carácter revolucionario de Binner, durante una hora que los escuché la conversación se centró en: cuál es el mejor proveedor de Internet, cuáles los mejores teléfonos, punto. Solamente de eso, una hora hablando, tres chicos y una chica. Mi dios, qué pelotudos). Bordeando el mediodía, tomando un té, escribiendo esto, miro el aparato que compré ayer. No tengo una cámara y es una lástima, porque no sé cómo describirlo.
La nena me vendió una postal.
Le pregunté qué era eso. Una deformidad de plástico y luces cursis. Un pájaro, me dijo, sale doce pesos. Los compró mi papá, tengo tres distintos, pero la gente no quiere comprarlos. Pero mirá que tienen doce luces. A ver. Me lo compra señor. Doce pesos, y qué hago con este pajarraco. Le sirve para jugar. Pero es feo, nena. No, señor, mirelo bien, es lindo. Bueno, tomá. Juro por mi santa madre que tuvo la desgracia de encontrarse conmigo cuando en verdad siempre me soñó arquitecto y bueno, por eso lo juro: es el artefacto más feo que haya visto en mi vida. Tiene un penacho rojo fosforescente, una cabeza de un plástico amarillo transparente y un cuerpo redondo y azul con franjas verdes como un cinturón. Y abajo, sobre la plataforma que lo sostiene parado, lo apretás y prende una luz por vez, de doce colores distintos. Horrible. Y encima mide como cincuenta centímetros. Y hay más: me gustó el pajarraco. Ay, doctora, sálveme.
Sé que en un par de días lo tiro por la ventana, se lo sirvo en la comida a Polémico o lo meto dentro del horno y le mando fuego. Es una cosa espantosa. Me divierte imaginar quién pudo haberlo diseñado, armado, fabricado. Quién fue el hijo de puta que se lo vendió a la nena. Por dios, es completamente feo, ni siquiera tiene algún error, alguna deformidad, algo distinto. No, ni una parte linda. Doncella, qué hacemos ahora. Es uniformemente feo, ortodoxamente feo, coherentemente feo: sí, es como el CEMA. Mi dios, si existieras tendrías que dar explicaciones por crear esta basura. En la cárcel. Pobre pajarraco, vino inútilmente a este mundo. Que mi madre me perdone, pero yo tengo un propósito en esta vida. No sé bien cuál es, pero eso es lo de menos. Los cantineros me palmean la espalda, las colegialas me tiran besos desde la ventana de la escuela, las señoras me hablan sobre el estado del tiempo, los muchachos me cargan porque perdió ñuls, no sé, este Pajarraco, en cambio, ahí, fierito, espantoso, sin funcionalidad, sin amigos, sin enemigos, sin un propósito por el cual existir. ¿Tiene sentido vivir sin conocer el amor, o una venganza consumada, la desgracia de tus adversarios no sé, los sentimientos sublimes, tiene sentido sin eso? Pajarraco, te vamos a tener que dar una función. Mirala a Braden, la planta que lucha contra un cáncer terminal (no es que, por ejemplo, haya ido a parar como herencia del último divorcio a las manos de un loquito que se va un par de días de vez en cuando y no la riega ni por asomo, no, ¿porqué esa tendencia a los argumentos banales? No te das cuenta que en realidad estamos pensando en el largo plazo, para no volver a cometer los mismos errores, en un acuerdo programático que siente las bases para una república con distribución del ingreso y contrato moral, Pajarraco, grabate eso, porque lo repito siempre) mirá ese foco de bajo consumo para colaborar con la Patria, mirá ese calzoncillo, bueno, no tendría que estar ahí, mirá esos vasos sucios: son la promesa del mañana, entendés, un vaso sucio es un acto en potencia, vos tenés que cumplir una función. Ya sé. Musa inspiradora. Con vos podría ganarme una moneda. Mirarte y, no sé, escribir canciones para Los Auténticos Decadentes, o ya sé. Puedo destrozarte cada vez que me enojo. No llegás ni al día siguiente, no. Bueno, ya veremos, por lo pronto, Pajarraco horrible, salí de mi vista.
Me hacés acordar a una chica. Cuando yo tenía quince años no tenía principios, con tal de mordisquear unos labios frugales era capaz de, puaj, tengo una rata en el estómago, te juro Pajarraco que solamente acordarme de esa chica, no sé si era una chica, no sé, para que te la imagines, era como ALF con guardapolvo, un espanto. Y me la agarro con vos, que no tenés nada que ver. Pasa que a los quince años uno es una hormona con patas, entendes. Pido perdón a Carver, a Renoir, a Vivaldi, por los pecados de juventud. Pido perdón, de frente y arrodillado, a la belleza. Todos nos hemos comido un bagayo o militado en el PC, son cosas de juventud.
-Doctora, hay un monstruo que me persigue por las noches. Mire, es una chica que conocí cuando tenía quince años y se parece a un Pajarraco que le traigo acá de regalo como atención porque yo no puedo amar a nadie. Y quería pedirle si no podría colaborar con la Campaña Financiera porque mire no no me veo diciendo eso.
Todo por un Pajarraco. Por la indigencia, la injusticia. Ahí está el origen de mis males. Mañana salgo con un FAL y me voy a la sierra, carajo. Mañana, hoy no, tengo que recuperarme. Me duele la espalda, estoy pensando seriamente en ponerme a trabajar, y para colmo, como si todo eso no fuese ya suficiente para abrumarle la vida a cualquier cristiano, para colmo, necesito perejil fresco para los ravioles de ricota y nueves que voy a comer con una salsita con jamón. No sé cómo no me han internado todavía. Necesito unos días en Puigarri, descansar. Esas cosas. Llegar a la clínica, estresado, con Polémico, con Braden y bueno, te llevo a vos Pajarraco, también. Capaz. No lo decidí todavía, así que no me mires con esa nariz deforme que tenés. Sos la peor cosa que he visto en mi vida, te pondría delante de un juez de la corporación y le diría: mire, mirelo bien, ¿y usted está en contra del aborto? Canalla. Todos canallas. Sabés qué, Pajarraco? Mirame cuando te hablo. Pajarraco, dónde te metiste. La puta madre, dónde puse al Pajarraco. Poléeeeeeeeeeeeeemico dejá eso!
Lo destrozaste, hijo de puta, empezaba a quererlo. Pobre. En el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo bergoglio conseguile una habitación allá en el cielo. Yo la pago. Y tomá, si podés, dale esta botella. Vamos, Polémico, hay que conseguir perejil.

domingo, agosto 31, 2014

Lo más certero que leí en mucho tiempo

Noticias de abajo


  Por Carlos Ares

Perdón, señora, desde arriba, desde el avión, el helicóptero, ¿se ve lo que pasa abajo? Usted no es de salir a comer algo cerca de la oficina –como hacen a veces el negro Obama o el Pepe Mujica–, por eso la pregunta. Supongo que no lee los medios “enemigos”, pero tampoco creo que se trague enteros los que su gobierno paga. ¿Le cuentan? ¿Quién? ¿Parrilli? ¿Zannini? ¿Aníbal? Los alcahuetes le dirán siempre lo que quiere oír. ¿Entonces?

Abajo, señora, la situación está muy jodida, al borde de la ira, y parece que ahí, arriba, nadie se entera. Usted me dirá, no te equivoques, yo sé todo, por eso “estoy un poquito nerviosa”, casi lloro. Pasa, señora, que con llorar solamente no hacemos nada. Hasta el Papa llora, por mail. ¿Se lo leyeron? Dice que lloró por los desalojados de Lugano. El asunto es hacer algo para que las cosas cambien de verdad.

Tal vez con un ejemplo alcance para que se entienda lo que le quiero decir. ¿Se acuerda de la película El exilio de Gardel, dirigida por Pino Solanas? A propósito, a modo de anécdota, podría contarle sobre las deudas que le dejó Pino a quien fue el productor, Envar “Cacho” El Kadri, –JP, FAP– exiliado en los 70, amenazado por la Triple A, organización paramilitar también peronista. Pero, pobre Pino, dejemos que los peronistas se hagan cargo de su historia y salden sus cuentas.

Vamos a lo que importa. La película se cerraba con la entonces muy joven actriz Gabriela Toscano, cantando un tanguito esperanzador que decía: “Un país que me ayude a vivir/ y ante todo que respete/ aunque lleves un chupete.../ Un país donde pueda elegir/ que valga tu opinión/ aunque seas un ratón.../ Un país donde pueda ser yo/ sin sentirse cucaracha/ ni bajarte la bombacha/ Qué país será ese país/donde puedas trabajar/ sin tener que mendigar...

Hace casi treinta años ya, señora. Usted podría decirme, con sus ochenta millones en la cuenta, sus hoteles y sus casas –acumuladas apretando gente y cobrando de la plata de todos–, que ese país le cumplió todos los sueños. Pero, señora, aunque “Yo” es su pronombre personal favorito en cada discurso, y nos cuente su vida y lo que sufre por nosotros y demás, se trata de la responsabilidad que le cabe a usted en la construcción de un país donde “todos” los pibes puedan definir su propio “yo” sin sentirse cucarachas sostenidas a plan social o subsidio. Entre usted y Néstor son 12 años ya, ahí, arriba, sin contar todos los cargos anteriores.

Un país, señora, “que ayude a vivir”. No a morir. ¿Lleva la cuenta, señora? ¿Hace falta que se los recuerde? Muertos en Cromañón, por viajar en tren, por obras que no se hicieron para contener las inundaciones, por la “sensación de inseguridad”, por desnutrición, por el narcotráfico, entre barras del fútbol, entre barras de los sindicatos, por violencia de género, por un celular, por una bicicleta, por el “gatillo fácil”, en “defensa propia”. ¿Tiene idea de la edad promedio de la mayoría? Menos de treinta. ¿Le parece casual?

Póngase por un momento en el lugar de los familiares y amigos de las víctimas. ¿Qué queda de ellos si logran superar el dolor, la bronca, la terrible sensación de que nunca pagarán todos los culpables, de que no habrá justicia? ¿De qué país posible se les puede hablar? En ese caldo espeso, hirviente, violento, revuelven el odio los tipos como Berni, con sus mensajes xenófobos. Otra vez sopa, de represión. ¿Le suena Berni, el teniente coronel? Es el “secretario de Seguridad” de su gobierno.

Haga algo, señora, el riesgo de un brote de ira es inminente. Incuba en el subconsciente de una sociedad que se siente desamparada. Son cuarenta años ya de ver morir las ilusiones de una generación tras otra. Desarme la lengua. Admita que necesitan ayuda para terminar. Pida colaboración a los líderes sociales y técnicos que les parezcan más sensatos. Usted tiene olfato, señora, lleva veinte años comiendo del poder. ¿No huele el humito de la olla popular ahora? ¿No ve arremolinarse el aire y alzarse los tornados de la furia?

jueves, agosto 28, 2014

Un poste de luz hecho de madera vieja


(Escrito en la navidad del 2008, quedó en el blog República Unida de la Soja que tuve que cerrar por amenazas y presiones políticas. Agradezco a Carolina haberlo guardado.  Y habermelo mandado. Nada más)





El personaje de Julio Cortázar (¿era Rocamadeur? ¿Se escribía así? ¿era Oliveira?) salía por las calles de París, lo mismo hacía La Maga y en algún punto, nunca fijo ni acordado, debían encontrarse. Todas las ciudades son chicas, bien miradas.
Mi hermano me busca en la Casa de Gobierno y tenemos que ir hasta la otra punta de la ciudad, a firmar unos papeles. No agarra por la costanera, y yo voy leyendo el diario, no me doy cuenta. Al tomar por el centro, vamos a paso de hombre, una hilera de autos que parecen hormigas y me dan ganas de bajarme y caminar, siempre es mejor caminar. Pero por la ventanilla, está la gente caminando con bolsas, con paquetes, nadie está solo, todos se acompañan con alguien: pero los acompañantes no acompañan sino que van, también, acompañados. Entran y salen de los negocios llenos. Cruzan la calle por cualquier lado. Les cuelgan de los brazos paquetes. Hay un arpa, un violín en el cielo, una guitarra eléctrica y una batería enloquecida. Nada combina. Y las caras son serias, como concentrados en algo, para mí, indescifrable, y están ansiosos. Y aquella, mirá, tiene novio. Este otro, hace rato que no lo veo. Las caras conocidas, las de siempre. Algún amigo, que no es momento de saludar. Debe andar entre el hormiguero algún pariente. Las mismas calles, ahora distintas: los agentes de tránsito enloquecen, los colectivos se cocinan, los autos gritan con la bocina, todos histéricos, decididos, enfocados en las vidrieras como si estuviese por venir, esta vez sí, el fin del mundo o algo peor: el fin de los aires acondicionados. En los ojos se ve: a todos les aguarda algo importante, una misión urgente, algo impostergable.
Y salimos de la selva, y las calles nuevas, las avenidas lejanas de Paraná están vacías. En el estudio de abogados nos esperan. Llegamos tarde. Los empleados tienen ganas de irse. No encajamos. ¿Desde cuando esta gente siente esa felicidad, qué les pasa, acaso no son abogados?
Sin volver al centro de la ciudad, bordeándola, salimos a Santa Fe. Por la costanera de Santa Fe no hay nadie. En el centro de la ciudad, otra vez lo mismo. Caras suaves, conocidas, vestidos y corbatas, paquetes y bolsas. Los colectivos se cocinan, los autos se sienten viejos. Hay algo distinto, en el aire, y no se qué puede ser.
Toda esa gente, es la que se queja, apunta mi hermano. Tiene razón. Y ahí están, viviendo su pequeño día, su pequeña fiesta, agolpados y con esas ganas inmensas de hacer cola, de desfilar, de vestir uniforme, de seguir la corriente. El edificio donde vivo está vacío. Deben andar, allá en la marea, tratando de conseguir lugar en la fila: los productos de consumo, esa pequeña alegría en cuotas, no se van a acabar. Pero hay gente que cree que sí. Sueña con eso: no llegar tarde. Los empleados de los negocios entran en esa fiebre, se sienten parte, trabajan a destajo y se van, la noche larga, con algo del local: dejan su plusvalía y parten a casa con el trofeo. Una familia los espera para mirarlos orgullosos. Lo han conseguido. Ellos también tienen lo que tiene toda esa gente.
Vamos a dar una vuelta, esquivando el gentío, los barrios que cercan la ciudad pequeña, están desiertos. Pero cuando la ciudad va cambiando de color, en las zonas inundables, hay gente en las veredas. En las esquinas. Pibes sin remera con zapatillas brillantes.El barrio Yapeyú tiene una avenida colorida, con luces de los negocios, sin luces en la calle. Y todos venden toallas. De Spiderman, de los Simpson, Los Palmeras, Batman, Che Guevara, inmensos toallones cuelgan de todos lados, y celulares y chips y CD con películas truchas. La cárcel sigue imponente y quieta. Ahí no hay fiesta, o sí.
Atrás hay una zona sin asentamientos, pasando el Mercado de Abasto y las quintas. Se inunda mucho. Han hecho canales, para que el agua circule. Entre las quintas hay mansiones inmensas: son los dueños de las quintas. Los bolivianos, encerrados en paredes pequeñas, mugrientas, juntan por quince pesos al día los tomatitos que combinados con finas hierbas agridulces mañana serán un bocado en las bocas mojadas de Palermo. Y los tomates más ordinarios que yo compro, también, salen de ahí: a quince pesos el día. Mañana, el 24, a la tarde, correrán a los locutorios, hablarán a Bolivia, a Escobar, a Jujuy, enviarán plata, preguntarán por los hijos, los padres, los nietos nuevos. La parte pequeña de Bolivia, la parte pequeña de Escobar, la parte pequeña de Jujuy.
Hay otra avenida oscura al medio y a los costados las luces de los negocios, en las puertas de las casas hay mesas de saldo. Celulares, cervezas, play station, toallas, chips, CD, cumbia en todos lados. Todos viven su fiesta del consumo. No conozco a nadie, en la acería. En estas calles, no hay caras suaves ni conocidas.
Y después hay que volver, se termina el asfalto. El barrio de los Tobas. Mi hermano daba computación ahí. Hablaban en su idioma. ¿Tendrá su pequeña ciudad, su fiesta del consumo? Seguramente.
Las pintadas hablan de la interna de la UOM, de la CGT. ¿Dónde está la Brigada Marulanda que pinta 80 años sin parar de nacer?
Después volvemos, por la costanera, mientras la gente corre y respira el aire que le dará más años de vida. Se sienten libres, al viento, decididos. Tal vez.
Me deja en la puerta del edificio. Bajo un paquete. Lo subo, nadie en los pasillos, ni una luz en las ventanas. En mi casa prendo las luces, abro el paquete. No tiene ningún MP6, no tengo una nueva camisa, no tengo un toallón con Spiderman ni Angeles y Demonios en un CD trucho. Saco los diarios, la novela de Pablo De Santis, la cerveza de la heladera, un bife a la marinera congelado que sabe como una piedra. Ni un extra de perejil le da vida. Pero es lo que hay. Como en la oscuridad, bocado a bocado, con precisión. Después miro la versión yanque de Nueves Reinas. Mmm. Y después me voy a dormir. Suenan los cuetes de los pibes de la esquina. Es temprano, todavía. La calle está insoportable con los bares en la vereda, las adolescentes rabiosas, la alegría de todos. Pero si me duermo tan temprano me levanto temprano y a la mañana nunca sé que hacer hasta que empiece el día normal. Hasta el mediodía, ese prólogo de la noche que, en estas fechas, se torna insoportable. Me gustaría escribir un buen relato. Pensar que hay algo que nos une, las pequeñas ciudades metidas dentro de cada división geográfica, creer que son lo mismo, que hay algo de verdad en todo esto. Sentirme parte. En todos lados. Sentir alegría, una chispa en los ojos, sentirme un paquete envuelto para regalo. Tener algo nuevo que no deseaba, que me distinga, que me realze. Pensar un año conmigo y eso: verme, al lado de un MP6, una camisa, una tabla de surf, una promesa de playa. Y, bueno, no, no puedo.
Me amargan estas fiestas.
Debe ser alguna neurosis.
Siempre pienso que hay, al costado de la ruta, una estación de servicio tranquila adonde sentarse y esperar. Y siempre hago, igual, lo mismo. Brindar, saludar, decir igualmente. Decidir que ojalá sea verdad ese minuto de felicidad, que lo merecen. Que no puedo arruinarlo. Es algo bueno, que tiene sentido, que puedo hacer: nada. Quedarme sentado, como si fuese uno más. Esperando. Ningún día puede ser tan largo, tan desabrido, tan cierto. Baudrillard consideraría que esto no es una simulación, una falta de respeto a la realidad y la verdad, sino un simulacro, donde todo se disuelve, se funde otra realidad, segura, confiable, un cobijo. Mañana, el 25, el 26, cuando sea, como siempre, será otro día. Igual a todos los otros, por suerte. Volverán los miedos, las desdichas, la frustración, las sonrisas más módicas, los pequeños secretos, la parte que vale, todo eso que somos. Volverán las promesas y las postergaciones, los triunfos y el vacío. La fragilidad de las fiestas nunca se nota, todos los años se reincide. De todos modos, quizás, está bien que sea así.
Hay gente que lo merece, lo sé. Habrá gente que no. Pero ¿qué importancia tiene?