domingo, diciembre 02, 2012

La interpretación y el peronismo

El peronismo ha sabido interpretar, a lo largo de su historia, las migraciones internas en torno a la pequeña y mediana industria liviana a mediados del siglo pasado. Como sujeto central de una alianza en los términos de lo necesario para encarar un capitalismo "más justo" en un mundo de posguerra. 
Incorporó luego a las mujeres pobres y obreras y a segmentos de una clase obrera de cuello blanco que derivó en la incorporación, décadas más tarde y con el peronismo proscripto, de los jóvenes de clase media, hijos de esa clase obrera de cuello blanco. 
El peronismo de entonces, como el de ahora liderado por CFK, supo, además, interpretar las geografías.  De distinto plano, que guían el sueño no concretado de unir bajo el mapa escolar las distintas argentinas. Meta que está aún, lejos de alcanzar. Pero meta que el kirchnerismo, como único movimiento estrictamente político de alcance nacional, no renuncia. Y aportó como nadie en décadas.  
Secularismo, diversidad religiosa. Son también componentes que habían aparecido, con la fuerza de lo coyuntural, en el primer peronismo, que también supo ser su contracara. Es con esa riqueza histórica que hoy ocupan un lugar primordial en la relevancia del actual peronismo. 
Tanto como las corrientes de la diversidad sexual, los extranjeros -en particular los que conviven con los sectores populares, que son la inmigración de países cercanos- y los jóvenes. 
En esas claves interpretativas radica, no toda pero sí buena parte, de la dinámica cultural arrolladora del kirchnerismo que tanto irrita a las élites desvanecidas entre el odio y la impotencia, lo indecible. 

jueves, noviembre 29, 2012

Volvió nuestro boludo favorito: Luis Majul





Apuestas y miserias en torno al 7-D

Por Luis Majul | LA NACION
Twitter: @majulluis    |   Ver perfil











Orlando Barone, Sandra Russo y Javier Vicente dicen y escriben barbaridades. Sin embargo, jamás les haría juicio (y no, qué sos, ¿la conciencia moral de la verdad?) por eso (Vicente es un caso singular, porque seaprovecha de la masividad del Fútbol para Todos para bajar línea política de contrabando, en una clara falta ética que hace recordar las prácticas fascistas de la Italia de Mussolini) (NO ME DIGÁS QUE MUSSOLINI LE SACÓ EL FÚTBOL A CLARÍN!). Se supone que lo hacen en carácter de periodistas militantes y que eso no constituye ningún delito (digamos que lo suponés vos, que sos periodista independiente, aunque tu esposa sea la secretaria de Macri). Qué será de sus trayectorias y sus conciencias el día en que Cristina Fernández entregue la banda presidencial es algo que deberán escribir otros colegas, aunque no sería raro que los coloquen en la línea sucesoria de José Gómez Fuentes, Bernardo Neustadt o José María Muñoz, para citar a periodistas que se hicieron de un nombre al calor del poder de turno (si no fueras bruto, para la enormidad de lo que decís, deberías haber agregado no sólo los periodistas de Videla -mientras Clarín se enriquecía y Macri contrabandeaba- sino de Mussolini. Yo te ayudo, por que sos, Majul, muy boludo) . Tampoco sería extraño que volvieran al mismo lugar donde estaban antes de subirse a la ola del oportunismo nestorcristinista. Es decir: la intrascendencia (éste es el problema de los ignorantes como vos, Majul, que tratan de hacer chicanas duras: BOLUDO, CÓMO DE HOMOLOGARLOS A COLABORADORES DE MUSSOLINI Y VIDELA DESPUÉS LOS MANDÁS A LA INTRASCENDIENCIA! No cierra, bobo).
Los abogados del Grupo Clarín cometieron dos graves errores al acusarlos de instigar a la violencia. El primero y el más obvio es que demostraron que no toleran la libertad de expresión (con lo cual, los intrascendentes tenían razón, boludo. Y no hay rastros de que vos te hayas avivado ANTES. No dijiste, sencillamente, nada. Y ahora explicás periodismo, idiota) . El segundo es imperdonable: transformaron en mártires a periodistas que no son respetados ni siquiera por colegas que adhieren a la causa del Gobierno (a la mierda! De colaboradores de Mussolini y Videla a "mártires". Majul, no seas boludo, tratá de hilvanar los razonamientos).
Este triste y vergonzoso episodio es sólo uno más en la guerra sucia y abierta entre la administración nacional y el Grupo Clarín (no, vos escribiste un libelo con plagios y nadie te denunció penalmente), que ya agota a una buena parte de la sociedad argentina y que genera graves consecuencias para el país (ok, estás perdiendo). Desde que la Presidenta ganó con el 54% de los votos, no hace otra cosa que poner toda la energía en ganar la batalla final. Su gestión se ha empobrecido de manera acelerada y muy evidente. La protección incondicional a su vicepresidente, la decisión de instaurar el cepo cambiario, la catástrofe de Once, la negación de la inflación y de los casos de inseguridad, el embargo de la Fragata Libertad en Ghana y el pésimo manejo de la estrategia judicial contra la voracidad de los fondos buitre están alejando a la jefa del Estado no sólo de quienes la votaron, sino de algo más serio todavía: la pura realidad (¿te acordás la nota que escribiste sobre Macri, como el candidato que ganaba las presidenciales el año pasado?).
Tampoco Clarín ni el resto del periodismo crítico (¿pero no es que NO TOLERABAN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN? Boludo, ahora son "críticos". Pibe, nada) se encuentran en el mejor de los mundos. La batalla cultural que inició Kirchner y profundizó Cristina Fernández ha dañado la credibilidad de los medios en general y de algunos periodistas en particular, porque el Gobierno los obligó a jugar en la cancha embarrada de la política y la mayoría cayó en la trampa tendida por quienes no tienen ningún prestigio que defender (como tu esposa, o vos, delincuente, que te diste vuelta cuando te sacaron la pauta multimillonaria del gobierno) .
Los que miran desde la platea de sus negocios empresarios y políticos el superclásico cuyo resultado debería conocerse el viernes 7-D no esperan una victoria o una derrota contundente ni de uno ni de otro lado. Se trata de una enorme franja de personas y organizaciones entre las que se encuentran dirigentes con ambiciones presidenciales como Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa, Hermes Binner, José Manuel de la Sota, sindicalistas como Hugo Moyano, accionistas de multimedios más pequeños que el Grupo Clarín, los dueños de los grupos económicos más grandes de la Argentina y los banqueros que más ganancias han obtenido durante los últimos diez años. Cada uno de ellos tiene una mirada propia sobre lo que puede llegar a pasar, pero la mayoría supone que, al final del camino, si algún juez no dispone lo contrario antes del 7 de diciembre, el Gobierno logrará desguazar Cablevisión y llamará a licitación para distribuir la empresa entre decenas de oferentes que ya se anotaron para quedarse con una parte de la gallina de los huevos de oro.
(¿Puedo preguntar qué carajo tiene que ver todo eso? Vos, Majul, tenés evidentes problemas para organizar racionalmente un razonamiento, incluso, pavote. No lográs conectar una cosa con otra. Es muy de analfabeto funcional. No sólo por lo acotado del lenguaje, ni la precariedad de la sintaxis, sino por la completa laguna mental para articular un párrafo con otro. Ay, Majul, qué verguenza sos... )



Scioli, por ejemplo, preferiría que esto no sucediera, porque para cumplir con su sueño de llegar a presidente necesita que las cosas se mantengan más o menos como ahora. Es decir que la intención de voto de la Presidenta siga cayendo, pero no tanto como para arrastrarlo también a él; que la tensión entre el Gobierno y Clarín se mantenga, pero que ni uno ni otro aparezca como el gran triunfador, porque tanto uno como el otro podrían condicionar su carrera hasta la primera magistratura.
(¿Eh?)
Macri igual que Francisco de Narváez tienen una lectura un poco más pesimista. Ellos creen que si el Gobierno consigue doblegar, por encima de lo que decidan los jueces, al Grupo Clarín, a partir de 2013 no habrá contrapeso en la información que reciban la mayoría de los argentinos. Para ponerlo en términos comprensibles para todos: que ya no habrá más 8-N, ni 20-N, ni nada que se le parezca, porque ningún otro medio audiovisual será capaz de mostrar, en vivo y en directo, una manifestación de descontento social tal y como puede suceder, sin la presentación maniquea de6,7,8 o el ninguneo informativo de Página 12 y Tiempo Argentino, que redujeron las movilizaciones a un recuadrito de tapa, como si fuera una noticia más (que incluía la única cobertura de lo que dicen los manifestantes. Pero bue, los canales ilegales de Clarín como Volver, Metro, etc, NO MOSTRARON NADA, salame).
Macri y De Narváez, aunque no terminan de amigarse, piensan exactamente lo mismo. Están muy preocupados por el avance del Gobierno sobre la vida pública y privada de los jueces (claro, pero uno está procesado por 3 cámaras y el otro está en el ostracismo, aunque es el que te paga el sueldo). No son defensores a ultranza del Grupo Clarín, pero sospechan que si el Gobierno doblega a Héctor Magnetto será capaz de cualquier cosa, dentro o fuera de la ley (la diferencia de fuera o dentro de la ley es menor: hay que defender a Magnetto para la ecuación electoral de Macri y De Narváez. Majul, Majul...), para lograr que Cristina Fernández pueda ser candidata a presidenta, otra vez, en el año 2015.


Un párrafo aparte (como si los otros párrafos conectaran entre sí, ay...) merecen los dirigentes nucleados en el Frente Amplio Progresista (FAP), que lidera Binner, y la Unión Cívica Radical, cuya conducción no parece tan clara. En estas organizaciones, las opiniones aparecen divididas en dos grandes mitades. Están quienes piensan muy parecido a Macri y a De Narváez. Binner no pertenecía a ese grupo hasta que Andrés Larroque habló de la supuesta existencia de un narcosocialismo (ambos partidos NACIONALES llevaron candidatos a presidente, pero resulta que se subordinan a dos partidos distritales: Majul, excepto para bolsillear políticos chantas, vos de esto no entendés un carajo). El candidato a presidente no solo se sorprendió por la acusación. También quedó estupefacto cuando le alcanzaron los recortes de prensa de los medios oficiales y paraoficiales (y el procesado Macri pasó a ser su ídolo, naaaa, Majul...En el Congreso se dicen cosas peores, y no habló de Binner, sino del socialismo) . Ese día tuvo una idea clara del poder de daño que tiene el sistema de prensa alimentado por la publicidad oficial y el dinero del Estado. Otros, como Claudio Lozano, tienen una mirada ligeramente distinta (o sea que Binner no existe pero Lozano, que entró colgado de Binner, sí). Está en contra de la aplicación discrecional y arbitraria de la de ley de medios que está haciendo la Afsca, pero está a favor de poner límites a la posición dominante de Clarín, aunque pide que no sea de prepo ni a través del apriete de los jueces.
Lo mismo piensa, aunque no lo dice en voz alta, un numeroso y silencioso grupo en el que se podría ubicar a Ricardo Alfonsín, decenas de hombres de negocios y dueños de medios que están a la expectativa del resultado de la batalla final. Me lo dijo uno de ellos, en el crudo lenguaje del poder: "Para nosotros, lo ideal sería que la justicia fallara a favor de la adecuación no compulsiva de Clarín a la ley de medios. De Clarín, de Telefé y de cualquiera que la estuviera incumpliendo. De esa manera, limitaría la capacidad de presión del Grupo sin vulnerar la libertad de expresión y de que todos seamos informados. El desmesurado poder del gobierno es real, pero tiene fecha de vencimiento, porque Cristina no puede ser reelegida, a menos que den por derogada la Constitución Nacional. En cambio, si Clarín gana la pelea por goleada, ¿qué gobierno se va a atrever a ponerle límites?"
Le recordé que fue Kirchner quien aprobó la fusión entre Cablevisión y Multicanal en diciembre de 2007. Pero no me prestó atención. (A ver, boludón, vos inventás una fuente anónima-con la misma sintaxis, ideología y liviandad teórica- y después te ponés como que sabés más y sos aún "más crudo en el lenguaje del poder".  ¿Siempre escribís para niños de 13 años con tu mismo nivel intelectual? Igual, gracias, Majul, ya te extrañaba)


LA VIDA EN BREVE - Lucas Carrasco & Diego Savoretti.


martes, noviembre 27, 2012

La inmobiliaria de Clarín.

Fui a un "debate" -esos griteríos televisivos donde los que representan ideas marginales o castigadas electoralmente, son Gardel- y Fernando Iglesias, le pedía a la moderadora, que no lo presentara como parte de la Coalición Cínica. Una verdadera basura. Naturalmente, al comenzar el debate yo lo trataba como de la Coalición Cínica. 
Una persona de mierda, Fernando Iglesias. Mal tipo. Y un sorete. Pero después de apretar a Carrió con irse de su empresa si no lo ponían en las listas, finalmente lo pusieron debajo de otra basura mundial como patricia Bullrrich,  que fue reelegida diputada en la lista sábana, por la empresa de Carrió. Ahora, la saltimbanqui, que festeja en su cumpleaños el Día de la Deslealtad, está en el partido de Macri. E Iglesias está en el Partido Clarín, esperando, en alquiler, que le ofrezcan una candidatura. Por que fue castigado electoralmente. Se lo conocía demasiado. Como a Silvana Giúdice. Eduardo Amadeo. No muchos más.  
Pero días atrás estaba tomando un café en Palermo. Pasó Estenssoro, la senadora que fue escondida en la lista sábana con el otro, no me acuerdo el nombre, que se alquiló al kirchnerismo ahora. Un tipo, no me sale el nombre, con un pasado nefasto en la Facultad de Filosofía y Letras. Una joyita, de esas que compra el gobierno y los blanquea éticamente. Ja. Bueno, Estenssoro, se pasó al rejunte freaks de Binner, después de las elecciones. Una basura de persona. Iba con Norma Morandini, senadora nacional de Clarín, que fue candidata a vicepresidente de Binner. Es, en general, gente sin ética, que ni siquiera creen que deben explicar la violación de los contratos electorales, por favor. Qué chantas. Y cuando se alquilan a otro partido por el que no fueron votados, se van solos. Con sus contratados. No tienen militantes ni lealtades ni compromisos, la juegan de librepensadores pero son un asco antirepublicano, una máquina compulsiva de violar los contratos electorales y usar las instituciones para beneficio familiar. 
Bueno, el asunto es que Norma Morandini y Estenssoro salían...de la casa de Elisa Carrió. 
Mamita, qué mersa más rara. 
Cabanchik, me acordé.
Bueno, ese ahora es nuestro. Hasta que se le venza el contrato. 

La histeria del Partido Clarín

Han sido muchos años de microclima. De impunidad. De mandar. Ahora, cuando se les viene la noche, sienten el frío de la soledad política. Es, solamente, la ley, muchachos. No es para tanto. Han quebrado las reglas mínimas de verosimilitud de ese género literario en crisis, el periodismo; pero a nadie escapa que eso les chupa un huevo. La jugada hiriente es la que les jode los negocios. El oligopolio y monopolio de varias empresas integrantes del Grupo Clarín. Las que estructuraron y dotaron de sentido (y recursos simbólicos y monetarios) al resto de las empresas. Las menores. Las encargadas del producto esencial, el sentido. El insumo indispensable en los bolsones posmodernos de esta tierna argentina. Contenida en el mapa militar. Pero que incluye una diversidad de países informales. Dato solvente que omitieron. Lamentablemente.
Los monopolios comunicacionales no narran lo social, sino que lo quieren uniformizar. Y les salió mal.  

Cabandié y la denuncia del Grupo Clarín.





lunes, noviembre 26, 2012

el muerto de Morales Solá resultó ser la última credibilidad del Grupo Clarín


Al kirchnerismo le falta un relato.




La moratoria previsional -la universalización, en concreto, de las (bajísimas) jubilaciones- fue decodificada popularmente de una manera hartamente distinta entre "la sociedad" y el gobierno. Fue, no una moratoria producto del "esfuerzo fiscal" como narra el gobierno, sino una demoratoria saldada, en los tiempos en que no creíamos en nada, por el kirchnerismo.
Pocos gobiernos han hecho tanto por la infancia como el kirchnerismo. Sin embargo, nadie le debe nada a este gobierno. ¿Para qué, sino, sirven los gobiernos? ¿Para qué, sino, quisieron ser gobierno?
Calma.
Estas preguntas recorren el drama íntimo de la política, son inevitables. Y poco ayudan las prenociones reconfortantes en la esfera turbia del acontecimiento social.

En Argentina, es más caro morir que nacer. Pero muerto, qué te importa.
En la Argentina K nacés y antes, desde tu gestación, tenés derechos. Incluso, los eventuales padres, tienen derecho a decidir cuándo tener un hijo. Se reparten forros gratis. Y otros métodos anticonceptivos. Con menos euforia desde que no está el gran Ginés González García.
Luego vino la narcohonesta Graciela Ocaña, hoy diputada por Colombia.
Y luego, la nada.

Claro que en la narrativa kirchnerista, donde la demoratoria y sus sujetos reales es poco familiar y frecuente - la constante recurrencia a las estadísticas narra esta laguna: funcionarios ricos, ciudadanos pobres. Funcionarios incluso con discurso y accionar progresista (el más progresista, en el sentido peronista del término, de la historia. O si se prefiere, de los últimos 60 años) pero con escasísimo sino nulo contacto familiar, de amistad o pareja con trabajadores, jubilados, desocupados, jóvenes pobres. Ese bache epistemológico se cubre con la magia errante de las estadísticas (y no es lo único elemento del pequeño burgués que leyó en los 60 la revolución cubana: las cadenas nacionales, que en paz descansen, y la ex negativa de los funcionarios a hablar con la prensa, tenía su raíz ahí. Pero esto es kirchnerismo, aprende y corrige sobre la marcha pero jamás lo va a decir. Y lo bien que hace). Para fascinación de un público propio. Por eso, la estatización de la ANSES, que sí es conceptualmente más importante, ocupa un lugar primordial, por encima de la tangente demoratoria de saldar la deuda concreta de los viejos sin jubilación. Los pesitos todos los meses, señora. En un país donde se declaraba el default social como si nada.
Hoy tenemos una de las coberturas jubilatorias más grandes del continente, pero eso interesa a los que son Miami o sus adyacencias, a la gente de paso, le importa, y paga con votos, la plata que se cobra en bienes materiales y simbólicos mes a mes. Lo que es conceptualmente más importante no es necesariamente literatura, relato. Al kirchnerismo, digamos, le falta un relato. Y menos estadísticas. Menos "realidad", menos comunicación, menos marketing, más de la cosa simple y sencilla de sacar un expediente. Cosas que se hacen cuando hay un relato. Como bien sabe el peronismo. Una narrativa de la responsabilidad, no una épica de me deben algo.
Seguramente esto dicho será pasado por alto si  ooooooooooootra vez uno no dice algo sobre la prensa,  reconfigurado desde la óptica machacona de la ley de medios....que está bien, que hay que hacer cumplir, que estaremos cuando nos necesiten, ponele. Pero eso no es un programa político. Pero eso no es un análisis de situación. Pero eso no es una hoja de ruta estructural. Pero y pero. Sigamos discutiendo. Viene bien. Pero no jodamos con que la secretaría de medios es más importante que la secretaría de transporte por que entonces, paremos el tren, algo anda mal.
Buenas noches, añolottis trolos.

domingo, noviembre 25, 2012

qué tanto.

Estoy volviendo a tocar los récord de visitas en este blog. Es todo muy divertido. Y arrancando nuevos trabajos, una nueva etapa. He cumplido todos los contratos y requisitos. La argentina es una hermosa pero más loca que yo. Se inclina a una locura. Ya estoy, en las habituales y permanentes dicotomías que ahora han vuelto a ser visibles, de un lado. Hay que seguir ahí. Pero romper más las pelotas. Ni sé de qué estoy escribiendo, pero bue. Es domingo. Me voy para Lanús. En un centro cultural, que inauguramos hoy. Conurbano Mundial. Vamos a hacer un programa en vivo,  incorporando gente al equipo. Para las radios, no me acuerdo el dial, pero la AM es 1140 y la FM ya la busco. Retransmitido online desde la página del centro cultural: www.casasururbana.com.ar Voy a estar todo el año descubriendo esos lugares, el Conurbano. Me aburrí profundamente de la mersa de Palermo. Terminamos ya en radio América. Veremos el año que viene. No soporto los domingos. A la tarde. Me entra una tristeza. Más si tengo, como hoy a la tarde, que quedarme solo. Estoy hasta con ganas de lavar los platos. Por que no estoy en casa. No sé qué días voy a ir a Paraná, ahora que los fines de semana arrancamos esto. Emilia se fue a trabajar. Los platos del asado, se fueron mis amigos. Antes solía, los domingos, dar un paseo. Qué lindo suena pensar así, dar un paseo. Es linda frase. Tiene consistencia fonética, si es que tal cosa existe. Y sino existe se la inventa. Qué tanto.  También es lindo escribir qué tanto. Voy a preparar el mate. Bajar la persiana. Leer el diario que siempre leo, el mejor, Página 12, aunque no lo soporto, últimamente. No sé por qué. Bah, sí, ya no soporto a nadie. Ni a mí mismo. Tengo un infierno, a veces, en la cabeza. Otras veces tengo ganas de dormir la siesta. No es, tampoco, mal plan. 
Quería contártelo. 
No, a mí tampoco me importa mucho. Ni tampoco debería importarme. Qué tanto.

Pablo Llonto y el 7D




Las vísperas tienen  es qué se yo..., ja. Salís de tu casa por Arenales, cambió de mano, ahora solamente puede girar a la derecha, lo de siempre, en las vísperas y en vos. 

viernes, noviembre 23, 2012

somos funcionarios, queremos sobreactuar










Lo accesorio, lo irrelevante.
Chúpenme la pija todos.


La complejidad, los procesos políticos, la sinceridad, el individualismo feroz pero real y no escondido, simplemente, vivir. Vivir y luchar. A veces, pregunto, hola, para ver si me cortaron. Sucede, a veces. Voy caminando. Pensar la sociedad desde la perspectiva feroz de la imposibilidad de la justicia social. Apuntar a eso. Tenerse respeto.
Suelo atender, caminando y como puedo en esta nota (si contara...) por que son pibes que creen, destacar esto, qué se yo.
Me estoy haciendo viejo.
Creer o reventar.
El dilema desde que nací.
Siempre preferí creer. Pero no firmo cheques en blanco. Por que, además, tampoco, firmo cheques.
"Te agradecemos mucho".
Lamento no reafirmarles sus contratos morales.
Y a continuación, todas las calumnias morales en los comentarios...:

jueves, noviembre 22, 2012

Solano Lima y la banda de los chetos




La viuda de Solano Lima se reunió con Cristina, la presidenta. Los símbolos, en la política, dicen tanto por ausencia como por presencia. El compadrito Cristian Ritondo, encargado en La Banda de los Chetos de hacer el trabajo sucio de tener un amigo pobre, armó una empresa, le puso La Solano Lima: son un conjunto de pibes contratados para poner la cara en una serie de calumnias publicitarias que apuntan, en general, contra La Cámpora. Trabajan con Federico Kirchbaum, el hijo del editor de Clarín, hacker -es decir, delincuente- de profesión. Y operan cuentas truchas en redes sociales, blogs con pocas visitas y cloacas de los servicios de inteligencia paralelos, esos que le gustan a Macri. Los que le hacen hacer papelones a Piumato. 
Los que se dedican, sistemáticamente, a pegarme. 
Entre otras cosas, por que el boludo prestigioso dirigente que pusieron a decir que hace los videos ofensivos contra la presidenta y Máximo Kirchner, en un debate, no supo explicarme quién le hacía los videos. Y me dijo que sí, que los hacen, cuando le sugerí un programa de edición, con ese. Con Paint. Es un programa tan viejo que las nuevas PC ya ni lo traen. Es para copiar y pegar imágenes. No podés ni hacer un afiche con eso, vas a hacer un video. Trabajado en islas de edición. Y replicado en las cuentas truchas que alaban a Ritondo. Un puntero de alquiler. Todo muy poco serio, convengamos. 

Ya mi amigo Valdéz, conductor de Café las Palabras, había formado la agrupación Solano Lima. Apuntando a resguardar la memoria de un dirigente que fue, y cuánta vigencia tiene la categoría, un conservador lúcido. Un conservador popular, categoría precisa de corte un poco paranoico, pero que observa cierta corriente existente y muy fuerte culturalmente al interior del peronismo. 

La trayectoria de Solano Lima no será, jamás, defendida en este blog. Fue lo que fue y el olvido de la historia lo juzgó, de esa manera, con amabilidad. La viuda no es la dueña de su marca registrada. Ni tiene más derecho que la banda de los chetos a usar su nombre, como contracara de Cámpora (lo que, de paso, habla muy bien de La Cámpora). 
Pero queda feo quedar descolocado de esa manera. 
Haciendo, Ritondo, el ridículo. 
No hay necesidad. 
O sí. 
Pero uno quisiera disputar, en el terreno simbólico de lo cultural donde las palabras son guerrillas, con alguien que esté a la altura de la circunstancias. 
Y Ritondo es un mamarracho. 
Si yo fuera Macri navegaría por Mercado Libre o los símiles del conglomerado Clarín. Venden, de paso la comprás en vez de alquilarlas, servilletas de mayor calidad. De nada. 

Una cruz de metal


Después del piquetazo, el feriado obligatorio en conmemoración a San Magnetto, después del cacerolindo, no quedó nada. Más que cierto robustecimiento del desconcierto opositor, las relaciones de fuerza previa no se conmovieron. Vuelve el rico a su riqueza y vuelve el pobre a su pobreza. Mientras tanto, se duplicó la clase media. A fuerza de subsidios y patadas. Por que el kirchnerismo te lleva de la clase trabajadora a la clase media a las patadas.
Y queda un núcleo de riqueza estructural que es el principal obstáculo para el desarrollo nacional y regional. Por que las políticas de estado en Brasil para sostener la peor distribución del ingreso del mundo (Lula y Dilma, por eso la derecha los ama) inciden, también, en la ya de por sí tibia estrategia argentina para atenuar apenas y no en su cúpula la desigualdad social. Ahora, en estos días, en que se debate, con ceremonial y protocolo, la desigualdad cultural. La regresiva distribución de los prestigios. Que tiene, como homenaje a Marx, una raíz nuclear en la propiedad. Y parte de eso se discute en la ley de medios audiovisuales.

miércoles, noviembre 21, 2012

Piumato y Moyano desbarrancando!




Feinmann: Dígale a Hugo que decir que nuestro periodista Néstor Dib se autogolpeó, es terrorífico.  Porque la imagen es muy clara. Cómo se autogolpeó. En serio. Eso es justificar violencia.
Julio Piumato: No, no es justificar violencia, hoy también se quiere hacer, vos te habrás enterado nosotros   no hicimos (¿) porque no sabemos si es así o no es así. Digo es una operación pero por internet circula una foto de un acto de La Cámpora  Avellaneda donde estaría la persona esta que fue la agresora estría ahí, no sé si es fabricado, si es la persona, pero por internet, por tweeter…


En los anales de la verguenza lo de Julio Piumato ayer. Todo arrancó cuando Hugo Moyano, titubeando y consciente de que decía una mentira, adjudicó la agresión al movilero de C5N a un "militante de La Cámpora".
Piumato, después, remató, en otro reportaje, identificándolo.
De manera absolutamente equivocada.
Arriba, la foto del agresor, acá, el militante al que con mala leche Piumato adjudica haber golpeado a un movilero de C5N durante el cacerolazo, dando a entender que estuvo armado. Y luego, el descargo de Maximiliano Galluci


Yo soy militante del proyecto que encabeza nuestra presidenta, lo hago por convicción y con amor, tomando como ejemplo a Néstor, que dio la vida por los argentinos y nos permitió soñar con un pueblo justo, libre, y con la inclusión de millones de compatriotas abandonados y dejados a la deriva por décadas y a Cristina, que con sus medidas dignifico, incluyo, y nos permitió cumplir, con todo aquello que pensábamos que iba a seguir siendo una utopía.
 El que marcan en la foto como el agresor del cronista de C5N, en una actividad de La Campora, no es Nicolás Ayuso como dicen, sino que soy yo, Maximiliano Gallucci, militante de de la organización, regional Dock sud-Sarandí, politólogo, padre de familia. 
Muchos con sus mentiras, quieren desprestigiar tanto a la presidenta como a la agrupación, es por eso que me veo en la obligación de desmentir esta foto que circula. Yo no conozco a agresor no sé quién es, ni tampoco me interesa, solo quiero de aclarar que quien aparece en esa foto soy yo.

Maximiliano Gallucci.

martes, noviembre 20, 2012

Hoy es feriado. Hoy es San Magnetto




Hoy es San Magnetto

el paro de los chetos
Con oportunidad cortada a bisturí, el paro de las centralitas marginales del movimiento obrero; La Familia moyano, Barrionuevo y Buzzi; deben apelar a las patotas sindicales para cortar la calle  e impedir que los trabajadores vayan a trabajar.
Aprovechando que "la diktadura" no reprime. Claro que tampoco indulta a esclavistas del campo, adulteradores de medicamentos y ladrones consuetudinarios. La impunidad corporativa, para las mafias de la salud que posan de sindicalistas, no corre durante este gobierno. Prima la división de poderes. Lo que desagrada a la mafia de la salud.
La única relevancia política de este feriado obligatorio, San Magnetto, instigado por patotas y por la ultraizquierda ultraportuaria y ultraliberal, siempre, como en todo momento importante de la historia argentina que no comprenden, del bando reaccionario, para, esta vez, no ser menos, también; la única relevancia política de este paro detestado hasta por las clases medias altas los empresarios sindicales de la salud quieren representar, la única relevancia es a favor de Héctor Magnetto; enfrentado al poder tribunal, al poder legislativo y al poder ejecutivo. Enfrentado al estado de derecho.
Todos sabemos que el feriado obligatorio es una devolución de gentilezas por el blanqueo a la cal de reputados delincuentes como Barrionuevo, Buzzi y La Familia moyano y que de cara al 7D todo quilombo contra democracia es funcional a esas corporaciones. Tanto todos lo sabemos que ni falta hace decirlo.

La inseguridad


lunes, noviembre 19, 2012

Los nazis en la argentina, un gran programa de Eduardo Anguita


La película sobre Kirchner

La película de Néstor



Edición impresa"Con aire a Hollywood, se presentó el filme de Kirchner",. tituló el diario La Nación. Sin embargo, con la silenciosa construcción política de Máximo y la fortaleza presidencial del liderazgo de Cristina, se puede decir, qué importa cuánto difamen, que hayNéstor para rato.
Por Lucas Carrasco
El comienzo del preestreno de la película de Paula de Luque fue con un mensaje grabado, desde El Calafate, en el escritorio de Néstor Kirchner que está como quedó desde su muerte, por parte de su viuda y actual presidenta de la Nación. Contó que a Kirchner no le gustaba Olivos. Un gesto visceral de federalismo y de raíces, que suele estar ausente, por lo menos en el discurso público, en la mayoría de los dirigentes políticos. Contó, entonces, que a su marido no le gustaba que le escribieran los discursos, pero hubo uno emblemático, que además revela el vínculo y la confianza que los unió durante un largo matrimonio, que sí escribió la entonces senadora nacional. Fue durante la frustrada segunda vuelta, cuando Carlos Menem, primera minoría hasta entonces, se bajó de la candidatura abrumado por las encuestas y esperando desestabilizar el naciente gobierno. El diario La Nación, en sintonía con su candidato, le auguró poco después “un año de gobierno”: van casi 10, tres mandatos por primera vez en toda la historia nacional democrática y aun en la golpista que una misma corriente política obtiene tres mandatos. Y en crecimiento de votos: en 2003 fue el 22%, en 2007 el 45 y en las últimas elecciones un apabullante 54%.
Volvamos a ese discurso: fue inaugural en muchos sentidos. Probablemente cueste que los más jóvenes, incluso los que abrazan la militancia kirchnerista, comprendan la profundidad de ese discurso, que el sábado a la noche en el Luna Park, la Presidenta reveló por primera vez que fue escrito por ella. Se trató de uno de los pocos discursos leídos por el ex presidente. Y sin dudas, la primera vez que el gran público lo veía leer un discurso. Fue de manera desordenada, rodeado de micrófonos, en los pasillos de un hotel.
El clima político de esos días era de preeminencia del marketing político, el discurso hueco y las consignas voluntaristas y engañosas. Nadie escuchaba con mucha atención los discursos, porque hasta la irrupción de ese viento patagónico arrollador y envolvente, casi nadie en el gobierno hacía lo que decía que iba a hacer. Era, en términos informales, el discurso de asunción, pues Menem, horas atrás y después de hacer campaña, había anunciado, rodeado de sus partidarios en La Rioja, que abandonaba la segunda vuelta.
Los manuales de los publicistas de campaña aconsejaban entonces, en esa situación delicada, un discurso superficial, que bajara los decibeles; que abarcara, incluso, el programa del candidato desestabilizador, o de sus principales sostenes, como el diario La Nación. Kirchner hizo todo lo contrario.
Permítaseme una digresión. Fue ahí cuando a mí se me prendieron todas las alarmas. De esperanzas. Había votado en 2003 por Patricia Walsh, la hija del escritor Rodolfo Walsh asesinado durante la última dictadura militar (y autora de la finalmente ley por impulso del kirchnerismo: la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida, que dieron inicio a los juicios por los crímenes de lesa humanidad). Días antes, conversando con mi mamá, hoy jubilada entrerriana y fervorosa kirchnerista, le contaba mis dudas sobre a quién votar: la Izquierda Unida, de Walsh, Alfredo Bravo, del Partido Socialista o Néstor Kirchner. Mi mamá, como yo, criada en un contexto antiperonista, se sorprendió cuando pronuncié, mal además, el raro apellido del gobernador patagónico. Porque, para entonces, iba a ser apenas, “el chirolita de Duhalde”. Le mencioné algunas cosas que sabía de Kirchner: la formación de La Corriente, que aglutinaba a lo largo del país a la entonces marginal izquierda peronista, pero no me dio bola. “Es el esposo de Cristina Kirchner”, le comenté. Y ahí sí, entendió. Finalmente no voté por Kirchner porque lo acompañaba Scioli en la fórmula y porque había anunciado la continuidad de Lavagna. A casi una década de esos recuerdos, debo admitir con alegría que me equivoqué.
Pero fue en ese discurso, evocado por la Presidenta, donde comencé a darme cuenta. Y a entusiasmarme. Porque quemaba los manuales bobos del marketing, porque no resignaba banderas, porque levantaba esperanzas y porque, el tono y el contenido, denotaba que no iba a ser un presidente débil, de esos que gobernaron hasta entonces y les encantaban a las grandes corporaciones. Hay otra cosa que dijo la Presidenta, sobre Máximo, redondeando la ya conocida anécdota retratada en el filme de que Néstor le desarmaba las formaciones de soldaditos de juguetes. Fue en el sur y en los años de la infancia del hijo de Cristina, donde el papel de los militares era infinitamente más importante para la vida civil que en las grandes ciudades: no omitió que fue en plena dictadura. Justamente, cuando habló Máximo, los militantes de La Cámpora, cuya gran mayoría lo escuchaban por primera vez, lo ovacionaron. Esa agrupación fue fundada por él. La mayoría de los militantes tienen, en promedio, más de 10 años de diferencia con Máximo, que si se me permite otra referencia personal (de manera que quede claro, además, que estoy hablando por mí y no por ningún dirigente de La Cámpora) tiene mi misma edad. Yo sí recuerdo cuando los hijos de los presidentes consideraban el rol republicano de sus padres una especie de bien ganancial. Y posaban para las revistas cool, y se juntaban con la farándula y eran exaltados por la plana mayor de la banalidad. “Militancia y glamour en la noche del estreno de la película sobre Kirchner”, titula el diario Clarín la crónica del evento, como si volviéramos a los escándalos familiares de Menem y De la Rúa, cuyos hijos eran la antipolítica descarnada, salvaje y ofensiva.
Máximo tuvo un rol distinto. No ha aparecido en los medios -lo que quizá no entiendan, justamente, los militantes de La Cámpora, muy jóvenes en su mayoría- diciendo giladas como la parentela tonta (y reaccionaria) de De la Rúa y de Menem porque justamente es ese contramodelo su opuesto. El espejo de lo que nunca será, no sólo por él, sino porque la sociedad requería otro mensaje. Es quien vive aún en su mismo barrio, en su misma provincia. Y es quien, también como antítesis de esa mersa que los argentinos tuvimos que soportar en la larga reedición de la década infame, se dedicó a la política. A construir con paciencia la única agrupación real que tiene presencia territorial en todo este ancho país. Recuperando de la historia la figura del Tío Cámpora, reconstituyendo el ala izquierda del peronismo, aguantándose las diatribas y difamaciones cotidianas, el precio que se paga por el perfil bajo, de una prensa canalla que se movía a gusto en la tilinguería fashion del pasado neoliberal. Y si hay alguien que no tiene “glamour” es justamente ese ala jacobina y joven del peronismo que es La Cámpora.
El precio que se paga por ese perfil bajo y la construcción paciente de una organización de cuadros y militancia que apuesta por la profundización y sostén del modelo, es alto. Pero también el ejemplo es valioso: en La Cámpora no prima la falta de diferenciación -recordemos, de nuevo, a los parientes de Menem y de De la Rúa- entre lo público y lo privado ni el enriquecimiento fácil y veloz. Ya le gustaría a Clarín y La Nación encontrar de verdad dirigentes de La Cámpora que vivan en Puerto Madero, tendrían guardia pretoriana periodística y fotos de sus casas las 24 horas del día. Tal cosa no existe. Por eso, la difamación.
Se ha decretado tantas veces la muerte inminente del kirchnerismo que ni la muerte física de Néstor Kirchner alcanzó para revisar esas profecías erradas. En cada militante de esa juventud, que tiene otras valoraciones emocionales y políticas que nosotros los de treinta y tantos, y en la paciente y silenciosa construcción política de Máximo y la fortaleza presidencial del liderazgo de Cristina, se puede decir, qué importa cuánto difamen, que hay Néstor para rato.

domingo, noviembre 18, 2012

Hablando con Ignacio Copani




Este es el programa que faltaba en las grabaciones, por que esa noche hubo cortes de luz, baura en las calles, etc. Cortes, también, contó Copani, en las calles, piquetes contra Cristina. Una noche de mierda. La radio estuvo cortada, no se emitió la programación. Los principales premios a la música, el Gardel, se suspendió por corte de luz y por ende se extendió y Zambayonny no pudo llegar al programa: estaba ternado al disco revelación del año, que finalmente ganó León Gieco.
Nosotros hicimos igual el programa pero la grabación se perdió por que por la tormenta se cortó el servidor. Finalmente, como es retransmitido por otras radios, un oyente la grabó. Y acá estamos. Amorcetes.


Un comentario en un post:


Lucas, es que vos entendés: son gente ajena a procesos políticos y económicos... sus progresos son solamente fruto de ellos mismos. Son el sueño liberal hecho carne. Son el producto de su propio esperma. No necesitan al Estado; es mas: lo odian ya que frena su propios logros. Son el apocalipsis que se cierne sobre las ideologías, porque eso de analizar la sociedad es para vagos. Son los que piden administradores y no políticos en el Gobierno: es mas... administrar un país correctamente depende solamente de que no exista corrupción (y se pague menos impuestos). Son a los que no le importa lo que no pueden cambiar. Son los que están bien, pero están mal. Son los que nunca son influenciados por nadie. Son los autoconvocados. El resto somos fanáticos.
Son los que confunden: la pobre derecha tiene la ilusión de que los que la apoyan hoy, los seguirán apoyando si llegan a ser Gobierno... pobre derecha.
Muchachos... no confundan mas.
Estan desesperados porque saben que son una minoría. No pueden ganar con las reglas democráticas hoy planteadas. Están frustrados. Y está bien. Pero entiendan esto: los punteros políticos van a seguir existiendo por mas que gane Binner, Macri o José María Listorti. Pero sobre todo mientras el Estado esté ausente en muchos lugares.
La corrupción va a seguir existiendo. Durante muchos años. Sobre todo mientras las opciones a políticos sean empresarios. No jodamos.
Y lo peor de todo es que no pueden ganar el país por un hecho insoslayable: ningún político pondría en carpeta oficial sus pedidos. Porque mete 1.000.000 de votos, pero aleja al resto del padrón.
Así que... se entiende la bronca. Pero empiecen a tomarse en serio. Porfa. Gracias.
Ah, y perdón por el comentario largo y sin relación con el post. Pero es que... me sale. Perdón.