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domingo, septiembre 26, 2010

Asesinar





El asesino, la bella y el mártir
Por Orlando Barone Bloguerías | Miedosos | Sacerdocio





No la conozco; apenas la entreveo en una imagen fotográfica de grupo ya vastamente difundida. Seguramente a esta altura de la crónica su visualización se habrá ido propagando como un caramelo derretido sobre un plano inclinado. Agustina está en boca de todos. Y es probable que le sobren ofrecimientos literarios, teatrales y botineros. 
Agustina no debió imaginar este súbito protagonismo mediático. No sé tampoco si le gusta o la abruma. Pero ya ha sido lanzada: al principio gracias a la desbordada libido de un bloguero enamorado; al rato, empujada por la ansiedad de martirologio de un periodista obviamente necesitado de terapia. Ocurrió lo siguiente: el incorregible Lucas Carrasco, periodista y bloguero cerril y no de rebaño, corroído por la pasión y los celos escribió en su blog este mensaje entre desopilante, descalificatorio, críptico y desmesurado: 
“Frank escribe en la fiesta de los Negros de Mierda, que hay algo más bajo que ser Alfredo Leuco, y es trabajar para Alfredo Leuco. Me hace reír, es obvio. Hasta que supe, y esto es imperdonable, que Agustina que está en el rincón hablando con un gil, sí que trabaja para Leuco. Ése, un gil. Voy a juntar gente, irme a la puerta de canal 26, hacerle un escrache. Si me la enamorás a Agustina, ay, Dios. Voy a matar a todos. No va a quedar ninguno vivo. Este post servirá de prueba. Voy a entrar con una metralleta a ese programa. Voy a matar a todos. Agustina por Dios, sos la mina más linda del mundo, no podés, ok, te entiendo que no me dés bola, por eso, porque sos la más linda del mundo, en ésa te banco, ahora bien, convengamos; con ese gil, no. No y no. Necesito ayuda. Solidaridad. Ay, Agustina, querida. Si lo ven en la calle, es ese nabo que señala una pantalla gigante, y Leuco lo mira desconcertado, debe ser el hijo del gerente del canal, no sé, no importa, pero Agustinita, dejate de joder. Por Dios. Voy a matarlos a todos, lo juro”. ¡Ay, Lucas Carrasco, qué travesura cometes! Por tu culpa editores de rango del diario Clarín como Kirschbaum y Roa, dedicaron sendas editoriales para acusarte de amenaza “kirchnerista” letal y atacante de la libertad de prensa. Pablo Sirvén no debe ni salir de la casa, aterrado. Como tocados por esa baba de miedo que el asustado Leuco propagó desde su tribuna de doctrina, colegas igualmente notorios e igualmente hegemónicos e igualmente opositores al Gobierno, se pusieron de su lado, advirtiendo a los Tribunales de la Tierra y de Dios del peligro bloguero que los acechaba. Con “ése” sí. Porque los acecha la muerte. 
Y el peligro sos vos, Lucas Carrasco, que munido de una metralleta ibas a hacer tronar el escarmiento a esos colegas desprotegidos. Salvo por la SIP, por los foros patronales de prensa, por los mejores auspiciantes y por sus millones de admiradores. Y, para no ser menos -faltaba más-, desde los bandos legislativos opositores también se solidarizaron con la presunta víctima del inminente magnicidio: Leuco. Y todo por esa Agustina tan bella y casquivana que incendia el corazón de paja de un bloguero rendido y sin esperanzas. 
En tanto, todos quienes se enteraban del blog se mataban -cagaban- de risa, y se desternillaban hasta las lágrimas sin comprender cómo un modesto periodista periférico lograba con esa metralleta metafórica tanto amedrentamiento. Cómo es posible que colegas tan corajudos que cada día se enfrentan a un gobierno totalitario y represor lean en tu mensaje de amor hacia Agustina una amenaza a la libertad de prensa. La sátira, la ironía ni el humor negro conjugan con su razonamiento. Es tal su patología antikirchnerista que si, en una rueda de prensa, el perro de Cristina muerde a un periodista van a presentar la denuncia a Robert Cox, a Norma Morandini y a Mirtha Legrand, ésta ya advirtió que tiene miedo de que los mozos de los bares sean espías kirchneristas. 
Respecto de Robert Cox hay que decir que va a depender qué día hagan la denuncia. Porque a veces dice que la Argentina corre riesgos de amordazamiento y, al rato, dice que hay mucha libertad y, enseguida, que hay periodistas perseguidos y, al rato, que no es cierto: que la felicidad brota en la Argentina. Es un liberal de pensamiento múltiple. Para mí que Robert Cox no sólo tiene un doble sino un triple. Y es tan simpático. 
También lo es Leuco. Les cuento algo y tengo testigos: el juez Baltasar Garzón es uno de ellos, estaba en la cabecera de la mesa. En una comida organizada por la Universidad de Quilmes, en vísperas de las elecciones de 2003, a los postres se jugó a votar entre los pocos periodistas invitados: Leuco votó a Kirchner; Magdalena Ruiz Guiñazú, también. 
Lo que es la vida. Es un sueño, una ficción, qué sé yo. Para no ser menos yo voté por Elisa Carrió. Somos imperdonables. Por  eso tenemos que ser más modestos. Escuchen esto que dijo Leuco con voz tocada por el laúd de los funerales. No lean, escuchen:
“Lamento tener que dar esta noticia el día de la primavera. Pero es muy grave y no la puedo dejar pasar. Lucas Carrasco, integrante del aparato de comunicación kirchnerista me amenazó de muerte y prometió ir con una metralleta al Canal 26 para matarnos a todos. No lo dijo en un instante de calentura en una discusión callejera. Lo escribió en su blog que tiene 787 seguidores (…) Hago responsable por mi integridad, la de mi familia y la de mis colaboradores al jefe de gabinete Aníbal Fernández. Quien quiera oír que oiga”. Solo falta que Pino Solanas salga gritando “¡Qué escándalo!”.Magdalena Ruiz Guiñazú en dupla fraterna con el inminente mártir cordobés decía atribulada: “A todos nos sorprende además, que una persona como este… así llamado periodista Lucas Carrasco en su blog personal prometa ir con una ametralladora al canal  donde vos trabajás, a matarte”. Magdalena, más ponderación. Matar es un verbo que exige evaluar el tono de voz. 
Cuando era chico mi madre, cuando me veía llegar todo sucio de jugar a la pelota, me decía: “Te voy a matar”. Y estoy vivo. Ningún vecino la denunció en la comisaría. ¿Y Agustina? Vaya a saberse. La bella más bella va a encontrar su lugar. Pero Lucas Carrasco la perdió definitivamente. No se juega con el amor en un blog. Lucas, lo único que puede redimirte es que cumplas tu promesa.


viernes, septiembre 24, 2010

Bloguero K





 Me resulta tan incómodo ser oficialista. Lo juro. Incluso, sabiendo las limitaciones, los caraduras, los chantas, los negociados, aún así, la Presidenta no para de sorprenderme, de llevar "mi" agenda. Cuánta soberbia hay en decir que lleva mi, mi agenda, ja, pero en la intimidad, cuando me ducho y pienso, lo razono así. Es la agenda que quise durante muchos años. Cuando los carros de asalto rompieron la puerta de Sociales y le di, después, un beso a Laura en La Giralda. Cuando volví a la UNER para hablar sobre los asesinatos del gobierno radical. Estaba con Paola, a la izquierda y con Malala, a la derecha. Mi mamá cobraba 500 federales por su trabajo de docente. Cada provincia tenía su moneda. Mi vieja cobraba con cuatro meses de atraso. Los republicanos, los institucionalistas, los señoritos ingleses. La historia que nos atraviesa tiene también la óptica gigante de lo pequeño que somos. De los miedos y las pasiones, las tontas y las otras, las nobles; nos dan una manera de ver el mundo.
Supongo que este malestar psíquico es lo que me lleva de renuncia en renuncia. No importa, eso es cosa mía. Yo no pedí nacer así.
Pero, una mirada histórica, y sí, me ha interesado y he leído muchas corrientes históricas, me hace situar, quedarme acá. Ser ésto. Aún con las demasías, o sobretodo por las demasías; los exabruptos, las querellas que vienen, sí, también, de lejos. Hay algo, además, insondable: comprender -racionalmente apenas- que los procesos históricos son contradictorios, complejos, grises, con alguna opacidad, pero también que no te dan tiempo, que la vertiginosidad te lleva aunque no quieras, y yo sí quiero, a estar parado en alguna vereda. Las cosas no son exactamente, nunca. Pero, aún así: a veces la eficacia política cotidiana lleva a esas dicotomías. Al título Gato blanco, Gato negro, de una película difícil y compleja. Yo he criticado eso. Que padezco. Cotidianamente. En la cola del supermercado, adónde no voy, nunca, pero queda bien, todo boludo dice que escucha sus saberes sobre el INDEC o el monetarismo, sobre el posmodernismo o la estrategia en defensa; esas erudiciones contundentes se adquieren, dicen, en la cola del supermercado adónde además, va, también dicen, la gente común. Me apena no ser parte de la gente común, pero prefiero los pequeños almacenes de barrio. Debe ser por eso que soy un loquito. Disperso. Ahora, por ejemplo, no recuerdo a qué iba. A qué iba todo esto?
 A veces voy por la costanera, caminando, tarareando una canción. Hago una especie de paso de baile. Me rasco la nuca, fumo un cigarrillo. En estos años, hay amigos que dejaron de ser amigos, o no, más bien, se acabaron los temas para conversar, evitamos la pelea, qué se yo. El caso es que el kirchnerismo nos partió al medio.  Desnudó abismos culturales de una epistemología berreta, cotidiana, pero atravesada por tradiciones narrativas que vienen del fondo de la historia, que ya han sucedido, que traen su novedad melancólica. A viejos adversarios los saludo con un abrazo. Me meto en internas, puteo bajito. No conviene, los domingos en Paraná, hablar de política.
Aunque, por ejemplo, mi hermano votó en el 2007 a Pino Solanas. Y yo lo gastaba. Hoy está afiliado al partido justicialista. Cuánto, por nosotros, por mí, hizo la asonada rural. Visto, claro, desde ahora. Esa madrugada que volví a casa, Maia me vio llorando, Cobos nos cagó. El país retrocedía 100 años. La prédica conservadora y reaccionaria se vestía de novia del diálogo y el consenso, aunque hay que matarlos a todos, negros de mierda, estéticamente estatistas, una grasada, bah. Señoras gordas sin conciencia del yo, a puro plan social y gaseosas de segundas marcas. Y del segundo cordón del conurbano. Enfrentados a Palermo y al zoológico; pibes faloperos, loquitos, que llevan un acompañante en la moto.
Puse en esos días todo el empeño que podía; mi abuela, semanas atrás, se había largado a llorar, por primera vez en mis 30 años la veía así, ni cuando murió -junto a la primavera democrática- mi abuelo  la vi llorar, para decirme, entre abrumada y sorprendida, que no podía estar "en contra del campo, el campo nos dio todo, te dio todo". Y era cierto. Del modo en que mi abuela razona, era cierto.
Un amigo casi me tira la mesa del bar en Paraná por la cabeza. No me asustan las peleas, al contrario, sino las tengo las busco, pero eso me dolió. Era un buen amigo. De años.
Y sin embargo, andando, las cosas se clarificaron, se hicieron visibles, incomodaron a todos, o a casi todos, pero más que nada a los que importan. Me causa gracia invertir los argumentos de "a vos por que te pagan" que me achacan, me achacaban más antes, cuando estaba sólo, y sin trabajo, en los días turbios. Pero sé que no es así ni en los que me acusan,  también tienen sus razones ideológicas, lo entiendo. Aunque nunca reconozcan mis razones. Y hay malestares psíquicos que entiendo. Viejos zorros del peronismo y viejos zorros del antiperonismo en el mismo gallinero.
No sé adónde va todo esto. Capaz que a decir, y no es que ahora se me ocurra, pero hay días sensibles donde pensar ésto me agrada, decir: loco, esta mina, la Presidenta, va a pasar a la historia, con faldas y huevos, va a triturar historias personales; cuántos, (incluso notables periodistas que hacen de su indignación de concheta salteña una bomba de minuto a minuto en el republicanismo marciano) darán vuelta las cosas de acá a algunas décadas, mentirán sus biografías, chamuyarán, sin pedir disculpas ni autocríticas, y está bien, todos lo hacemos, pero esta densidad, esta carga, esta mochila histórica, que vamos a cargar con alegría, que vas a cargar con desazón, esta mochila de haber sido y tener que seguir siendo. La que llevamos todos.
  Las 6 de la mañana. Me quedé dormido y me levanté.  En las páginas de la historia se va a hablar, en un apartado, si querés minúsculo, de varios amigos míos: de esos con los que nos juntamos a la vera del río de la plata, a comer choripanes, cuando estábamos derrotados. Ahí hay un pedacito de la historia, de la resistencia. Un germen, un semillero, una infección cultural, ese pus que de cuando en cuándo le sale a la clase media e interpela. Y cómo interpela. Cuánta alegría siento al ser parte de eso, en serio. Alguno quedará, como Pato, trabajando en una carnicería, otros serán escritores, poetas, periodistas dignos, humoristas, artistas, hombres de la calle con una mueca de sonrisa. Nos han humillado, nos han dicho barbaridades, carecemos de prestigio, los nuestros nos denostaban, y aún así.  Van a pasar a la historia, ya lo hicieron desde el día en que la oligarquía cortó los puentes, los rabiosos blogueros K, alguien escribirá más adelante la verdad de las cosas. De los blogueros K, no de episodios menores, ridículos, farandulistas, vulgares. Yo cuento la mía. Bah, ya está escrita. Le ha importado a un puñado de personas durante algunos años. La saben mis amigos, mi familia, mis ex novias. Va a ser una partecita, creo, del pedacito de historia que hemos hecho. Sin que ninguna ventanilla expida cheques, sin que ningún comisariado señale el blanco, sin que nos hayamos propuesto, tiernamente, incendiar con desmesura el alma voluptuosa de la libertad de expresión. La voluntad, las ganas, los momentos en que se angostaron y cerraron los espacios. La inconmensurable tontería de decir que esta boca es mía.
Van muriendo las computadoras en las que fui escribiendo, hay algunos cuadernos, las cosas que borré, las que no publiqué, las que exageré, las que mentí, las que inventé. Volverán los amigos, se casarán las ex novias, vendrán otros dolores y otras ilusiones. Ahora que volvieron los optimismos históricos. Ahora que una pandilla de borrachos irrumpe en el velorio de las ideologías. Nos criticarán con cariño las futuras generaciones, con ese cariño que tienen las ganas de inventar, pero, ya lo hicimos. Los blogueros K. Hasta fonéticamente suena horrible.
Sin musicalidad.

Fui, en algún tiempo, en el primer peldaño de esa escalera de la banalidad cultural, una promesa de cosas más prestigiosas y después de todo, andá a saber porqué, hoy me levanté y me preparé el mate y dije que sí, me gusta la identidad más denostada, la más dura, rajá, turrito, rajá que tira a menos, para colmo sin música y esa G y esa O y la K y el BL que siempre queda mal, generito inclasificable en el corán de los géneros, que la historia,  estoy convencido, consagrará en una nota a pie de página, mientras vos, largo idiota, vas a querer siempre cambiar tu biografía.  A mí no me pasa.
Y es que recién empiezo.
Porque esto, fijate, recién empieza. La historia que el futuro escribirá. La que hoy es otra historia, porque la historia la escriben los que ganan.
Y cómo renegar, je, de ser un bloguero K si gracias a eso, esta noche, salgo con Agustina.
Bien vale una denuncia penal. Y soportar a la comisión de libertad de expresión.

viernes, diciembre 31, 2010

República Unida de la Soja



Hola, amiguitos, vieron que, cuando termina el año, todos hacen balances y se alejan de las balanzas, buenísimo el chiste, no? ¿no, no qué, no lo entendiste o no te pareció bueno? Balances, balanzas. Porque en fin de año, viste, bueno, claro, eso, epa! más boludo serás vos, gil.
Decía. Cumpliendo este blog cuatro años el balance es bueno. Ok, ya sé, como dijo Úrsula Vargués: "Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir" y probablemente sea el caso.
Cuatro años atrás yo abría el mail y tenía un largo y sofisticado reclamo de esa ex, que tenía la manía de mandarme mails (cariñosos, tiernos, pero abusivos y celosos, tremendamente, violentamente celosos) nunca supe porqué me mandaba tantos mails, pero también, en esa oficina sin ventanas de Paraná, escribía cosas muy aburridas. Así que bue, empecé a escribir acá. Tenía la friolera de 40 visitantes, o 41, con Mendieta. 42 con Artemio. Estaba por elegirse, por primera vez de manera desdoblada, gobernador, ganó finalmente el Pato Urribarri, mi amigo. Que sería mucho pero mucho más amigo si me sacase las publicidades que están trabadas por cuestiones impositivas, pero bue.  Como dijo Úrsula Vargués: "Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo; simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima".
Era divertido escribir desde otro lugar, sin editor, sin filtros, sin intereses materiales y simbólicos más que las limitaciones propias de la vida cotidiana (y a veces ni eso). Al poco tiempo, cortan el túnel, con mi señora vivíamos en Santa Fe, yo trabajaba en Paraná, la puta madre.
Formarse (es un decir) como periodista en una provincia de la pampa húmeda requiere conocer el poder agropecuario, y también sentir el impacto de la valorización financiera del negocio del campo. Mi inclinación (seguramente falsa o, de mínima, sospechosa) a la izquierda te da cierta sensibilidad para con la super explotación que es moneda corriente en "el campo".  El homogéneo cierre de los medios de comunicación dominantes con las patronales agrícolas financieras trajo a estas pampas virtuales muchos lectores. Muchos lectores necesitados, también de una orientación política, de un relato, una clave de interpretación. Por supuesto, se sintieron defraudados porque acá no encontraron eso, pero siguieron leyendo, seguramente por esta simpatía que porto, por la inteligencia y la lucidez, por mi sensibilidad exquisita, por esta humildad, porque descubrieron a un ser, verdaderamente superior, que vengo a ser yo. Gracias. Me hacen poner colorado. Pero ya sabemos -lo dijo Úrsula Vargués- que "La mentira forma parte del arte de la diplomacia" y a mí se me hace que la caída del relato totalizante, la fragmentación de la verdad y la cultura digital (que sobreinterpreta una falsa conciencia de horizontalidad pero a la vez trastoca la linealidad; mierda, señora, con este chico tan culto sale su hija) tienen mucho que ver con esta novedad -tan vieja como las ganas de comunicarse- de los blogs; y en esa dirección es que los lectores sienten que "conocen" a quien escribe, a diferencia de esa cosa solemne, y careta, del periodismo analógico (hoy en crisis existencial y con una relación histérica con esta novedad tan vieja). Entonces, de pronto, hay un puñado de miles de personas que leen un análisis político (equivocado) en este blog, pero más se lee cuando cuento algo, generalmente vinculado a mis madrugadas féminas. Ojo, es todo mentira. Lamento tener que dar esta noticia justo en el día de la primavera, pero estoy felízmente casado desde hace 8 años, tengo cuatro hijos, me levanto para trabajar a las 7 de la mañana y no tomo alcohol desde hace unos 10 años, cuando junto a mi pastor comprendimos que en la vida todos tenemos una misión.
"Sin mentiras, la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento" escribió Úrsula Vargués y cuánta razón tenía. En el año 2008, por las cosas escritas en este blogs, me empezaron a llamar de muchas radios (ninguna, que curiosidad, de Paraná) de las zonas más alejadas del país, que miraban con estupor lo que pasaba en la Pampa Húmeda y en los barrios del norte en capital federal. Los escraches de la oligarquía existieron en todo el país, la ampliación de la frontera sojera era ya un hecho, pero nunca fueron masivas las marchas fuera de la capital (no, en Entre Ríos, tampoco). Por eso, justamente, apelaban a estrategias televisivas de alta violencia, como escraches a gobernantes democráticos, golpizas, cortes de rutas, etc.  Úrsula Vargués estudió este fenómeno llegando a la conclusión que "La avaricia es un pozo sin fondo que agota a la persona en un esfuerzo interminable por satisfacer sus necesidades, sin llegar nunca a conseguirlo". Pasaron los meses, los lectores aumentaban, también, por supuesto, los que me detestan (que no son pocos, señora) pero tampoco se trata de una cantidad significativa.
Hice muchos, pero muchos amigos a lo largo de todo el país por República Unida de la Soja.
Conocí a gente verdaderamente brillante, un semillero -cuando esto se armó como una comunidad virtual- de donde van a surgir grandes periodistas, escritores, dirigentes políticos, novias de Lucas Carrasco, economistas, poetas, salieris de Artemio.
Se hicieron, en el 2009, algunos encuentros, pequeños primero, multitudinarios luego, impulsados por Eva Row  (que es la mejor, humanamente, de todos nosotros) de escritores de blogs políticos de afinidad con el kirchnerismo. Ahí,algunos planteaban crear una especie de organización. Yo era de los que me oponía, en fin, discusiones ya agotadas (unos optaron por crear el Movimiento Peronista Bloguero, otros, no, pero respetuosamente y con buena onda) pero sigo sosteniendo que la política se define en otra dimensión, y en cambio un blog, que requiere escritura (o diseño o fotografías o edición) y creatividad, necesariamente se hace de manera solitaria. Y con un concepto de sí mismo, digamos, bastante grande. Sino, en nuestro tiempo libre, en vez de escribir en un blog haríamos algo en la pastoral social. Se pueden, obviamente, hacer las dos cosas, pero potenciando en el acto dimensiones diferentes de la personalidad. Bah, no sé si me explico. Pero las estrategias comunicacionales a utilizar en cada dimensión de la vida son distintas: para hablar con Malena soy la humildad -ya rozando la humillación- en persona, pero luego para escribir sobre cómo hacer un huevo frito uno debe creérsela, sólo un pelotudo importante puede suponer que a alguien le interesa porqué no
sabés hacer un huevo frito. ¿Se entiende?
En el 2010 se sumaron nuevos lectores, en buena medida por mis mamarrachos (el de Duro de Domar fue lo sublime del mamarracho, y mirá que tengo varios, pero esa parte no se la cuentes a tu mamá, flaca) y por la operación que me hicieron con Clarín y Leuco. Gvirtz me enseñó, desde la primera vez que me invitó a 678 que podés escribir diecisiete volúmenes de lo que quieras, pero para que una gitana te pare en un entre baño de un bar de Rafaela para meterte la lengua hasta la garganta necesitás 5 minutos de televisión. Ya lo dijo Úrsula Vargués: "Solo existen dos cosas importantes en la vida. La primera es el sexo y la segunda.. no me acuerdo" Se está haciendo largo el balance.
Ludmila, en esa foto, estás preciosa.  Hoy es Un Día Peronista. Franco, te lo dije: hoy no puedo, pero después voy a la fiesta en el Gardel de Medellín, eh, pasa que Ludmila ha cocinado, con sus manos que tan bien (y a tantos, hija de puta) acarician...quereme, guacha, no soy sólo un asesino bonito.
Muchos de los lectores -los que no andan, digamos, buscando carroña- no sé cómo son pero me los imagino (en bikini): están en familia, son jubilados,estudiantes, trabajadores, haraganes, dirigentes políticos, profesionales, artistas, buscavidas, pibes de barrio, señoritas tímidas, adolescentes barderos, adultos de gafas, enfermos de diabetes, de duelo, enamorados, malhumorados, tramposos, locos, irreverentes, santos de mi devoción, fracasados, merqueros, putísimas, soñadores, de traje y corbata, pagando el alquiler, viajando en trenes, volviendo a ninguna parte. Como somos todos. Complejos, tarados, buena gente, resignados, trepadores, alcahuetes, solidarios, mentirosos, compadritos, papanatas, inteligentes, cultos, sensibles, hijos de puta. Todos somos un poco de eso. En eso nos parecemos. Pero la relación es desigual: ustedes me han dado algo, ojalá pueda retribuírlo.
Yo estoy agradecido, de verdad, a todos, los pocos o muchos, eso es lo menos, porque es cada uno, por robarle unos minutos de su vida y usufructuar de su lectura. Porque sí, hay que admitirla, a la verdad, y la verdad es que este blog garpa. Aunque no en el sentido monetario que fabulan desde la comunicación concentrada. Ya voy para allá, Ludmila. Sos la mina más linda del mundo.
Feliz 2011, para todos. Bah, no, para todos no. Para nosotros, sea lo que sea ese nosotros, hay un nosotros y a ese nosotros feliz 2011.
Ojalá en el 2011 pueda matarlos a todos, porque mejor que prometer es realizar.

viernes, octubre 28, 2011

Un hombre afortunado.




Sobre un mueble que tenía una pata media rota -en ese entonces tenía 19 o 20 años- guardaba un montón de diarios viejos, suplementos de economía. En aquellos años yo no sabía usar una computadora. Guardaba, así, datos, cifras, análisis. Revistas -las pocas que conseguía- especializadas. Y en el piso, tirado ahí nomás, los libros de historia. La historia de la revolución rusa, de la francesa, la norteamericana, la descolonización del África, Sandino, San Martín, Sucre, la batalla de Caseros, discusiones sobre Artigas, La Delfina. Apuntes sobre geografía. Un tratado de geografía radical. Las teorías, ya viejas, para las ciencias sociales. Después compraba en la librería de calle Buenos Aires, esquina Urquiza, la liturgia posmoderna. Postestructuralista. Leía esas cosas, porque todos las leían. Me aburrían un poco. Menos Deleuze. Mil Mesestas. Con Guattari. Ese libro me gustaba. Lacan, anterior a esas cosas, pero Lacan, ja. Y un montón de novelas editadas en los años cuarenta y cincuenta, tapas blandas, páginas amarillas, que sacaba de la Biblioteca o robaba de algunas casas. O compraba de saldos, avenida Santa Fe, frente a la Rural, cuando iba a Buenos Aires. O parque Rivadavia. James Hadley Chase, me acuerdo que en la primera página, donde Borges y Bioy Casares ponían una pequeña reseña del autor, ahí habían puesto algo así como "el autor que siempre sabe responder la pregunta sobre qué sucederá luego". Colección Séptimo Círculo. Ahora, las reeditan. Después, iba a la facultad. Me acuerdo que sacaba algunos apuntes y los leía, pero a veces no tenían nada que ver con la materia. Una vez, con Julián Stoppello y el Pájaro Ramos, nos propusimos beber cerveza durante medio día entero. Doce horas. Arrancamos a las 6 de la tarde. Cuando terminamos, rengueando, volviendo por Pascual Palma, entre los paraísos, los gorriones y el amanecer, juramos que íbamos a ir a clase. A las ocho de la mañana. Nunca fuimos. La facultad me aburría. Me gustaban las chicas. Me enamoraba de todas. Y las discusiones, los debates. Pero eran años duros, de recesión, de menemismo, de una chatura cultural tan transparente y orgullosa. Yo era un muchacho de izquierda. Pretencioso. Muy pagado de sí mismo. Medio boludo. Bastante audaz. Más normal de lo que entonces me parecía. Me gustaban las clases de Yulita. Aunque me echó. La primera clase. O me fui solo. No me acuerdo bien. Él era menemista. Y daba clases de un modo divertido. Pero peleador. Y me peleó. Y lo mandé a la mierda. Un tiempo después, me amigué. Volví a sus clases de psicología. Y le pudría las cosas citando -sin citar- a Lacan. Y después le preguntaba por los años sesenta, por Pichón Riviere. Cuando llegó el exámen final, de verdad, sabía una bocha, pero una rubia, preciosa, con la que alguna vez, un año atrás, había salido, se había peleado con el novio y lloraba en el pasillo. Salí a consolarla. Nos fuimos por ahí. Entregué la hoja en blanco. A la semana fui a preguntar por el recuperatorio. Pero en Alumnado me dijeron que no tenía: yo tenía, según decía ahí, un ocho. Me había puesto un ocho a pesar de haber entregado la hoja en blanco. Me había visto irme con Sol, la más linda, de lejos, de la facultad. Después de vos, eh. No te pongas así, si por desventura leés esto. Hablo de vos, sí.
Ahora que las exnovias son una foto en facebook. Y los mejores besos una arruga alrededor del labio.


 Discutíamos el peronismo. Tenía una visión bastante inteligente sobre el menemismo, Pablo. Pero era más revoltoso, disruptivo y entretenido hablando de psicología. Refutándome lo que yo creía saber. La soberbia de un pendejo. Yo le evitaba la política, él también, tomábamos cafe en algunos bares, contadas veces.Yo tomaba cerveza. Nunca tomé café. Varios años después llegó el kirchnerismo. Una vez fue a mi programa, en canal 11, grabábamos a la mañana. Yo siempre tenía resaca. Ya me aburría el periodismo. La esposa había muerto el día anterior. Con la producción, que habíamos arreglado la entrevista varios días antes, buscamos un reemplazante. Pero, sorpresivamente, Pablo apareció. Con entereza. Me contó que 20 años atrás le habían diagnosticado un año de vida a su mujer. Vivió dos décadas más. Tuvo varios hijos. El misterio, cercano, de la vida. Que te aprieta un poco cuando alguien muere. Como acaba de morir Pablo Yulita.


“La muerte es una mentira” 






Entrevista a Pablo Yulita 
Por Julián Stoppello

Es psicólogo, docente en tres carreras universitarias, jurado de la UBA y aficionado al canto. Pablo Yulita sostiene que el miedo “es un error epistemológico” y la muerte “una mentira”. Dice que la democracia no tiene nada para festejar en su 25 aniversario, habla de la educación como una necesidad más que un derecho e insiste en que los chicos repiten ejemplos de una sociedad que exhibe y habla de “sexo violento”. 

Pablo Yulita calcula que todos los años invierte el valor de un cero kilómetro en libros, estudio y capacitación para él, su familia y también algunos alumnos y ayudantes. En su consultorio de calle Corrientes hay una aproximación a esa apuesta: dos bibliotecas atiborradas de libros cercan la habitación adonde recibe a sus pacientes; hay además dos computadoras y una mesa en el centro, cubierta de papeles y más libros. 
“Acá hay sólo una cuarta parte, me ufano de tener la biblioteca más completa en lingüística, en semiología y en comunicación”, dice mientras repasa los estantes e insiste “mirá, fijate, sacalos, hay muchos libros espirituales también: Buda, Gandi, la Madre Teresa”. 
“A veces digo qué estúpido soy, podría cambiar mi Falcon 72 por un cero kilómetro. Pero no me arrepiento, porque es una herramienta tu capacitación, por algo los judíos le dan tanto valor a la inteligencia, la profesión, el estudio, porque junto con el oro o el dinero, son las dos cosas que te podés llevar a todos lados”, analiza. 
Yulita es docente en las carreras de Trabajo Social y Comunicación Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos y también en Psicología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Además atiende a sus pacientes, hace algunas consultorías y canta en el coro de Agmer. 
“Estoy de tenor en un coro muy interesante, es algo que me debía”, dice y revela que no se trata de una cuenta pendiente con origen en una pasión nunca antes desarrollada, más bien lo contrario: “Yo había actuado en radio de chico, había grabado discos, con dúos de acordeón. Si bien tuve un período que vivía de eso, porque teníamos una pequeña orquestita que iba a casamientos, cumpleaños de 15 o actuaba en el carnaval de Rosario, nunca pensé en vivir de la música”. 

EN PARANÁ. En el año 70 comenzó a viajar a Paraná por razones de trabajo. “Estuve en la subsecretaría de Educación de la provincia en la reforma educativa de Entre Ríos. Es una de las reformas más grandes que hubo, con muy buen nivel, estaba Pedrazoli como subsecretario de Educación, Fabre en el gobierno y Marciano Martínez como Ministro de Gobierno”. Yulita califica la acción de Fabre como “muy progresista” y se queja de la Argentina ”estúpida y ambigua”, que no reconoce los logros de esa gestión. 
“El gobierno de (Alejandro) Lanusse fue progresista, daba aumento con retroactividad de tres meses a los obreros y empleados. Lanusse te digo, no por supuesto (Jorge) Videla o (Emilio) Massera que fue gente cruel y enferma. Pero Lanusse fue un gran presidente y Fabre un gran gobernador. Fue una época de mucho progreso de todo tipo”, subraya y enseguida critica a “la gente que divide entre blanco y negro y hace estupideces, que habla de Cuba como liberación y en Cuba tenemos niñas de 12 años que se prostituyen por una bombacha o una birome. Cuba tiene enfermedades productos de la miseria que hay, tienen analfabetismo informático, la educación es la educación de los 60”. 

En el aula. 
—¿Qué le importa que le llegue a sus alumnos? 
—Una vez vino un chico y me dijo que a raíz de algunas cosas que yo decía en clases, palabrotas y demás, fue y le comentó a su madre. Ella había sido alumna mía y le dijo: “Sabés que pasa, Yulita te vacuna contra la realidad”. 
A mí cuando me hablan de 25 años de democracia, yo qué voy a festejar, la democracia de Alfonsín, cuando tuve que vender el auto y otras cosas porque me dijo que el costo de un crédito iba a ser de 12 % mensual y de golpe se fue a 57 %. Qué voy a festejar, los pollos de Mazorín, la ética de De La Rúa, la distribución de dinero en negro en la época de Menem, los Federales de Montiel. Por supuesto que no festejo el proceso militar, pero yo, con mi edad, a los alumnos les largo todo. 
Yulita defiende una “moral biológica y estética, una moral biológica te tiene que respetar a vos como ser humano, tenés que vivir, comer, sos un trabajador, un laburante. No te pueden vender un medicamento trucho, que no tenga la monodroga”. 

SEXUALIDAD VIOLENTA. El psicólogo encadena temas, uno atrás de otro, con sentido de la prioridad. “La educación no es un derecho, es una necesidad”, subraya y sentencia: “El ser humano si no se educa se muere. Muchas enfermedades provienen de ahí. El problema de las madres menores multiembarazadas viene por la educación, todavía estamos discutiendo si va a haber educación sexual, educación sexual hay, lo que no hay es enseñanza y por ahí los padres no pueden hablar porque no saben qué hablar”, reflexiona. 
Yulita dice que todo aquello que se exhibe, se habla, se muestra pertenece al campo de la “sexualidad violenta”. “Es la que te muestra Playboy, Private, la del abuso, ahora, la sexualidad amorosa no se puede enseñar, pero hay que mostrar que está, la sexualidad amorosa es creativa, es algo que vas a desarrollar con tu pareja, tu novia, tu esposa”. 
—¿Cuál es el origen entonces de las prácticas que se han registrado en adolescentes, sobre filmaciones al momento de tener un contacto sexual por ejemplo? 
—Es lo que hacen los adultos, sexualidad violenta. Lacan dice: sobre sexualidad no hay nada escrito, ahora con respecto a qué se refiere, a la sexualidad amorosa. Todo lo que tenés es sexualidad violenta. El sexo amoroso te cura, te hace bien, te revive. Los chicos ni saben, están diciendo que ese sexo oral no es sexo. Es copia de los adultos y hay muchos quebrados, que perdieron todo ideal. 

CONTACTO. Yulita cita al biólogo chileno Humberto Maturana y dice que “toda imposición de manos que sea amorosa entre gente que tiene pasión por convivir es curativa”. El amor sana, sostiene. 
“Es constitutivo a nosotros el ser felices, alegres, sanos y productivos. Esta es una sociedad que ¿adónde te muestra lo amoroso? Si te prohíben acariciar a la otra persona. Llegamos a estar como los Estados Unidos, donde hay una ley que prohíbe tocar a los chicos, pero ¿qué pasa en las escuelas?, se pegan tiros, se matan. Hoy los docentes no pueden tocar a nadie, el tema del abuso y todo eso, es la sexualidad violenta”, insiste. 
—¿Cuál es su idea sobre la muerte? 
—La muerte es una mentira, hay un componente de la muerte que es la ausencia, la no presencia, pero nosotros estamos en la unidad, lo que se llama relación. Estamos en un plano cuántico, la muerte es un pliegue de la realidad, cuando funciona el ventilador a determinada velocidad desaparecen las aspas. Con la muerte es parecido, al transformarnos cuánticamente en energía, desaparecemos, pero no desaparecemos en la unidad. Si vos tenés un ser querido que haya fallecido y tenés un problema y necesitas resolverlo, orá, pedile que te resuelva tal problema. Es matemático, que va a aparecer una solución, no lo pensés de otro mundo, está acá, en un plano cuántico energético no particularizado. 
Yulita cuenta ahora que su esposa murió en el paso de un día 19 a un día 20. Dice entonces que todos los 19 y 20 de cada mes en su casa ocurren cosas muy especiales. “Lo entendemos como mensajes”, confiesa. 


El miedo 

“Yo he hecho un descubrimiento y he dado clases planteando que el miedo es un error epistemológico”, dispara Yulita y explica: “La psicología te dice que porque tenés miedo luego disocias. Yo digo que porque disocias, tenés miedo. Todo lo que veas separado de vos, vas a terminar por tenerle miedo”. 
El psicólogo ejemplifica: “En un barrio me paran tres gurises, che tío dame la campera que tenés puesta. Y yo: no, vos sabés que es la única campera que tengo, yo vengo a atender a una persona. Cuál es el criterio general: mas van a atacar, me van a robar, les tengo miedo, eso es una proyección del odio. Los tipos me pueden robar, pero yo tengo que reconocer que podría matarlos también. No están separados de mí, ellos tienen más miedo que yo. Creo que a lo único que le tenemos miedo es al amor”. 
Yulita piensa ahora en sus miedos, dice primero que teme “que la sociedad no se dé cuenta que hay sociedad porque hay amor, y digo amor con minúsculas, no amor trascendental, ni digo relaciones genitales, digo las formas del amor: la amabilidad, la amistad, el asociarse, ayudarse, el saludarse, el colaborar”. 
El psicólogo va un poco más adentro ahora, confiesa que lo angustia lo que piensa, le interrumpe la voz, hasta que por fin lo escribe en un cuaderno con letra clara: “Miedo a morir antes de haber prestado la ayuda suficiente”, dice la hoja que antes estaba en blanco.

miércoles, septiembre 21, 2011

Mandando fruta




Hoy al mediodía fui a una verdulería. Lugar extraño, si los hay. Como los cementerios. Parecen todos iguales, pero desde afuera. Cuando entrás -digamos, para quedarte- notás, creo, la diferencia. Así pasa con las verdulerías. Aunque capaz que como hace mucho que no entraba a una verdulería (unos 25 años, digamos... sí, de cuando era gurisito y le hacía los mandados a mi abuela. No, una vez, me acuerdo, tenía una novia, en Paraná, y una noche quería hacer daiquiris y esas cosas extrañas que toman las minas: fui a una verdulería, haciéndole caso, seguro porque alguna cagada me había mandado, en fin, eso.) Y en la verdulería estaban escuchando la Metro, Basta de Todo. Hablaban de Leuco, y de mí. En la provincia de Chacarita, el verdulero -qué ser extraño, no jodamos. ¿O acaso no odiamos todos las frutas y verduras que nos obligaban a comer en la infancia? Por favor, dejémonos de joder!- se cagaba de risa. No me gustó, eso. Se cagaba de risa de Leuco, de Clarín, etc, pero no me gustó, igual. Está mal ser tan irrespetuoso.
 -Yo no me reiría así.
 El verdulero, que estaba contaminando con sus sucias manos unas horripilantes frutillas, se dio vuelta.
 -¿Cómo dijo, señor?
 -Si a mí me hubieran amenazado de muerte, no me reiría.
 -Pero si fue todo una joda! Resulta que a un bloguero K le gustaba una mina y....

 Bueno, me contó una historia. Mientras pesaba unas frutas para mí. Más o menos, yo la conocía, a la historia, las frutas, no tanto. Pero seguí en la mía, discutiéndole. A los cinco minutos, el verdulero, estaba atacando a Clarín. Yo defendía a Clarín (sé que suena medio raro esto que cuento, pero fue así: he hecho cosas peores. Una vez, con Sofía, íbamos en un taxi, yo salía de 678, hasta el búnker de cristina. El taxista, radical, pero que había votado a Duhalde, era demasiado reaccionario. Recontra. Yo tenía las pelotas hinchadas.Pero lo corría por derecha. Creo que terminamos concordando en que hay que matarlos a todos. Hasta que vio adónde nos llevaba, quiénes festejaban y eso. Ja) y decía que en argentina no hay libertad de prensa.
 -Pero si en todos los monopolios están diciendo todo el tiempo que no hay libertad de prensa! Es un contrasentido!
 -Para mí tiene sentido.Y encima, quieren asesinar a los que piensan distinto.Usted debe ser de La Cámpora, por eso. .
-Noooooo, ya estoy viejo. Yo fui de la Juventud Peronista, pero en mis épocas. Ahora, trato de informarme, cuando tengo tiempo. Porque acá nos mintieron siempre. Mi hijo está en La Cámpora.
 -Los de La Cámpora...Debería leer a ese Lucas Carrasco, las barbaridades que dice....
 -Pero si se quería levantar una mina!
 -Lo dudo. Por algo vino acá la SIP.
 -¿La SIP?
 -Sociedad Interamericana de Prensa (lo dije con voz engolonada).
 -No sé quiénes son, yo lo que sé es que...

 Entraron tres pibes. Uno era el hijo. me sonrieron. Me dieron la mano. El verdulero -qué ser extraño- no entendía nada.
 -¿Lo conocés a éste?
 -Sí, papá, es Lucas Carrasco.

Hubo un momento de silencio. El verdulero estaba por ofenderse. Se terminó riendo. Se sacó una foto conmigo. No me quería cobrar las frutas. No me las cobró. Pero porque no las llevé.
 -Odio las frutas, le dije. Y me fui. Esa idea tonta de hacer una dieta con vitaminas, proteínas, alimentarme mejor, esas pavadas.
 En la provincia de Chacarita, en la esquina del cementerio, hay un bar, lindo. Estaba cerrado. Me senté enfrente, en la plaza, a comer un pancho. Después me fui a tomar una cerveza, por ahí. Me compré un gorro por el sol. Pero me lo olvidé en la mesa.
Y encima cuando llegué a casa tenía, otra vez, el aviso de corte de la luz. Me olvidé de pagarla. Pero no entiendo porqué la empresa de electricidad se obstina con abrir heridas del pasado. Ya fue, ya está, no pagué,se me olvidó. Pero basta de revanchismo. Miremos el futuro. Construyamos juntos el futuro. En serio, putos. 

lunes, mayo 04, 2009

Entre Ríos, ex patria de la soja

La Alianza de nombre incierto entre radicales y la colación cívica en Entre Ríos, vuelve a tambalear. No sólo porque el ex presidente de la Bolsa de Cereales tenga que enfrentarse quizás contra quien perdió las elecciones en Larroque, su actual intendente (distrito de donde también es empresario De Angelli, arrendando las tierras de Yabrán) sino porque la segunda candidata, a esta altura con muy pocas chances de ingresar, nunca queda definida.

Primero fue una candidata del ARI que como convencional constituyente de la provincia presentó un proyecto (que fue aprobado) con pretensiones ambientales que, en todo el mundo menos en Gualeguaychú y en el Uruguay, choca contra la fumigación masiva del gauchaje chacarero, que como todos sabemos es bueno, decente, trabajador, madrugador, y dicen que ni siquiera tiene que pasar por el Juicio Final: derecho viejo al cielo.

Adiós a la candidata del ARI, para reemplazarla por la Presidenta de la Sociedad Rural de Diamante, que como todos sabemos, se trata de una organización que ya no es lo que era, muy lejos de aquella extinguida oligarquía, hoy constituyen un sujeto social complejísimo de abordar por las nuevas transformaciones que operan en el intrincado mundo rural donde los pajaritos cantan y todo eso, en síntesis, viene a ser progresista. Enterensén, gilunes, que se quedaron en el 45 y ahora todos somos progresistas. Bien, bien.

Resulta que el GEN (sello partidario) y el ARI (otro sello partidario) y Unión Por Todos (otro sello partidario) no quieren que la chica de diamante esté en la lista. Todo mal. Así que, los radicales, para hacerla corta, tienen definido su primer candidato: un empresario impresentable, y su tercer candidato, un garca explotador de pequeños productores que, por obra y gracia de las nuevas tecnologías en el campo de las ciencias sociales y sarasa, resulta que es un entendido del crucial TEMA de la lechería y está ahí puesto por la Mesa de Enlace.

Mientras tambalea ese frentecito, a último momento, los socialistas se abrieron, acostumbrados a subir y bajar de la gloria gracias a las listas sábanas -que, por cierto, desprecian- deambulan peregrinando las virtudes del consenso y palazo a la chilena, donde el mundoe s perfecto y la vida emociona. Ay, chicas, qué bien se vive en Chile. Por supuesto, tamaña estrategia electoral, parecida a Roy Cortina, de postular a Binner para lo que sea, contestar reportajes generosos con el chamuyo de que "hay que hacer como en Chile" no logra imaginar mayor objetivo que joderle la vida a los radicales, dividiendo las posturas progresistas y de la Sociedad Rural (valga la redundancia).

Por si esto fuera poco, en tercer sector, naciendo (y muriendo) en Gualeguaychú, con Atilio el mellizo De Angelli en tercer lugar en la nómina (Larroque, pueblo de traficantes como Yabrán, escritores como María Ester de Miguel, chantas progresistas como De Angelli..., creo que tiene más candidatos que habitantes) para también morder el voto sojero y progresista. Pero no termina ahí la cosa, también el ex Cenador (sic) Héctor Maya, también de Gualeguaychú, busca morder su tajada de votos sojeros y, en este caso no, progresistas.

Es tremendo lo que está pasando, con la Gripe Porcina y la falta de unidad de los dirigentes sojeros, progresistas, libertarios y conservadores porque, convengamos, los actuales dilemas morales que ensombrecen a la Patria (del tipo, aunque lo merezcan...¿está bien matarlos a todos?) gritan histéricos por un clamor de unidad, y nadie hace nada.

Después no quieren que recordemos las negras jornadas de santificación popular del yuyito progresista, bonachón, madrugador, cumbianchero y síntesis de todas las virtudes humanas. Tremendo.

Mientras tanto, el justicialismo, camina despreocupado, olvidando viejas novias (menemistas y duhaldistas) y mirando el futuro con optimismo, buena onda, canciones de Iliana Calabró y, cuando el público se aburre, alguna que otra estatización que sirve para agrandar la caja, confiscando y todo eso, como pagar sueldos de 60.000 trabajadores de empresas privadas que ahora, por supuesto, son estatistas, socializantes, nacionales y populares y apostando a fortalecer el mercado interno. Qué linda es la coherencia ideológica, no, Susana?

martes, agosto 11, 2009

El único celular que se pierde es el que se abandona.


He perdido, otra vez, el celular, en un colectivo. Se han ido, con él, un pedazo de mi vida. El teléfono del Ingeniero, por ejemplo.
El amoroso mensaje de texto de mi pequeña que, a las tres de la mañana, me dice “vos pensás que sos soltero? Está entre tus planes volver a casa?”. La última clave de la tarjeta de débito (que perdí hace un mes); el despertador con el recordatorio “los mejores hombres trabajan. Seguilo intentando”. La salud y la calidad de vida que proporciona la tecla rápida de llamado a la rotisería. El último trabajo que perdí porque se me salió la cadena. El conversor de divisas y el ring tone de Los Tres Chiflados.
Perder un celular es perder un trozo de la vida, algo que uno no recuperá, jamás, mi pequeña; algo que se esfuma como arena entre los dedos. Soy un tipo original. Pongo: se esfuma como arena entre los dedos. ¿Cómo es que, a semejante talento metafórico, mi pequeña no considere poco menos que un genio? Y le otorgue cierta licencia creativa, poética. No, pequeña, no es que anduve de bar en bar hasta la madrugada con mi hermano; es que me fui de licencia poética. El lenguaje, señorita, nos configura. Y yo soy un hombre sensible, más sensible que hombre, y estas cosas me afectan sobremanera. Somos lo que queda tras batallar con las heridas. El súbito instante donde nos damos cuenta que es el primero del resto de nuestras vidas. No somos nada.
He perdido un celular. Vaya uno a saber en qué sucias manos se encuentra, quién lo tiene, contra su voluntad, secuestrado, y borra impunemente un pedazo de mi vida para escribir: mamá, papi, farmacia (que debe ser tu amante, turro de mierda, ladrón de celulares, blasfemo impío), cachito, cachito casa, cachito trabajo, cachito campeón de corrientes;Partido Socialista (porque fueron ellos, lo sé: no me preguntes cómo lo sé, pero vos, Binner, me las vas a pagar: he perdido mi celular!!!); cosas así. Huevadas. Que en su agenda reemplazan mis sutiles contactos; mi vida, forro, ladrón, mi vida está en ese teléfono!
Que hará, este secuestrador de celulares, que entra por una puerta y sale por la otra, que merece 50 años de cárcel (o pena de muerte, más allá de que yo soy católico), que hará con MI teléfono; con MIS direcciones, con MI agenda. ¿Verá el mensaje que dice: “mirá la cara de yo no fui que pone De Angelli”. Verá, la respuesta, de mi amigo José Cáceres que dice: “no me hagás reír, que después de Busti hablo yo” qué pensará, el ladrón, el chorro, el chómpiras que me afanó el celular, por más que lo haya encontrado en el colectivo de Santa Fe, qué hará? Borrará todo? Me dejará sin rastros, sin pasado de un lunes inconmensurable, con un solo clic de martes, se borra todo y no queda nada y nadie hace nada?. “Lucasio, el Pato está almorzando con Chávez y yo estoy en la Cámara de Diputados sentado en la primera fila. ¿Sabés quién está enfrente? Jorge Chemez, el que nos va a fusilar! Y encima Chávez anda diciendo que soplan vientos de guerra. No, loco, esto no es vida”. “Gurdu; dejá de hacerte el sufrido laburante y volvé a tu casaaaaaaaa. Son las 2 de la mañana, hijo de puta. Besos; tu pequeña”. ¿Qué será de mis recuerdos del lúnes, qué, eh, qué? ¿Adónde van las palabras que no se quedaron, adonde van ahora mismo, los mensajes de texto que me afanaron? Acaso nunca; acaso se va…¿y dónde van, adónde van? Como un perro ladrando a la luna, como esa figura, que recuerda a mí. Pero entonces lloraba por mí, y ahora lloro por verlo partir. Mi celular. Mi mejor amigo. Porque cada vez que conozco más a las personas, más quiero mi celular. Hay que matarlos a todos, convengamos. Se han perdido los valores. Intervienen el Indec, me afanan el celular, y nadie hace nada. Nadie. Todo mal. ¿Dónde están los de los derechos humanos, eh, y los garantistas, todos putos, todo mal.
Octavio, vos que defendés a los delincuentes, no te hagás el distraído, los guerrilleros del Frepaso como vos, me tienen, mirá, hacete cargo. Todo mal. Y la pobreza, escandalosa, señor cura. Los delincuentes, eh?, señor juez. Y las retrenciones, señor patriota. No te digo; si no nos unimos los argentinos, detrás de tres o cuatro puntos en los que nos pongamos de acuerdo, y echamos a la conchuda montonera, esto no se arregla más. Esto es como en la guerra, hay que ir matando primero a los de la primera fila, y después a los otros. Viva la patria, carajo. ¿Y la mansa vaca que se deja ordeñar celulares para cubrir la ineficiencia del estado? ¿Y mi celular? No te digo: nadie hace nada, y así estamos.En el nombre del padre, del hijo y del espíritu movistar; me despido, hasta la victoria siempre, celular

miércoles, septiembre 22, 2010

Más ataques a la libertad de paranoia!




Eduardo Fabregat en la radio hoy (acá el audio imprdible; me hizo matar, ups, perdón, llorar de risa!).


Dos cositas y la corto porque esto ya no da para más, tiene razón Artemio (el jueves voy, eh).


1) A la fiesta de Los Negros de Mierda fue este muchacho -no sé el nombre- que trabaja con Leuco, que ayer se quedó callado tras la "editorial" de su jefe. Cuando fue él el protagonista de este chiste. Fue a la fiesta invitado por Agustina, que es mi amiga y objeto del deseo (pibe, con esta pavada tus acciones están en baja en la verdadera competencia, eh). Había una pantalla gigante, donde se reían de él, pero estuvo todo bien (es más, pibe, te divertiste, al igual que yo: lo tuyo es muuuuy bajo, vistas hoy las cosas)

2) Como Leuco escribe esta inverosímil pavada donde dice (todavía me estoy riendo)

"Esta es la primera vez que lo cuento en público: yo estuve a punto de matar al general Luciano Benjamín Menéndez. Lo tenía ahí, a tres metros, y su cabeza estaba en el medio de la mira de mi FAL. Sólo tenía que sacar el seguro y apretar el gatillo. Le hubiera metido en su cuerpo un cargador entero de balas porque el fusil estaba en automático. Les aseguro que todavía recuerdo aquel cielo negro sobre el barrio militar que queda en el camino a La Calera, en Córdoba."


Yo, tras citarlo, escribí ésto.


3) En este pequeño blog hace por lo menos tres años que escribo (parodiando a la derecha sacada, que tan contenta se pone con tu ego, Leuco) muuuchas veces frases como "hay que matarlos a todos"  o bien "nadie hace nada" o más delirantes como "el tema de la lechería". Obvio, voy a incorporar tu frase "el tema del día"

4) Yo no escribo este blog para ofender la elevadísima consideración  que vos tenés de vos mismo, Leuco. Escribo para levantarme minas.

5) En Clarín, en tapa, yo resignaría la publicidad gratuita de "blogger K amenaza de muerte a un periodista" (dios, cómo remonta ésto la revista Barcelona?) por "recuperaron otro nieto las Abuelas de Plaza de Mayo". La semana pasada, porque le convenía a Clarín, salí como "periodista", hoy ya volví a ser "blogger K". De todos modos, son las reglas del juego. Todo bien.

6) Si vos, Leuco, te manejás con autonomía, supongamos, no creo, además me parecés bastante mediocre como analista (y se ve que en análisis de textos tenés menos experiencia que manejando FAL) pero ponele que sí, te autodenominás "periodista independiente"; si yo  me manejo con autonomía en cambio soy "un loquito suelto". Ay, Leuco.

7) Es obvio que un tipo con tu ego no puede hacer el papelón de pelearse conmigo (a todo ésto, la cosa no es con vos, sino con el pibe que me chamuyaba y disputaba a Agustina; aunque ahora, tras el papelón de ustedes, ya no tiene chances el pibe) y por eso inventaste una falacia más grande aún que tu ego. Pasa que ibas por el Canciller Timerman y terminaste peleándote con un bloguero que vive en Santa Fe y trabaja en Entre Ríos. Que, encima, se te caga de risa.

8) Como necesitás fabular y calumniar lo metiste a Aníbal Fernández (que dijo que vos sos un irrespetuoso y Clarín y La Nación dicen que dijo que yo soy un irrespetuoso: en todo caso, Aníbal, sabelo: soy mucho más irrespetuoso aún). Aníbal, como corresponde, se desmarca (como yo me desmarcaría de algo que escriba él en su blog personal), y entonces resulta que "el gobierno me soltó la mano".  Ja. No integro el gobierno nacional y nunca lo integré. La realidad le soltó la mano a tu fábula, Leuco. Lo apoyo, con un grado de autonomía que tu tosquedad jamás te permitiría comprender.

9) Porqué será que Menéndez, y mirá que hablamos de un reverendo hijo de puta, no te inició acciones penales por contar (contar en serio, no en tren literario, en el marco de una bizarra declaración de amor y con un video de Zambayony vestido con una capucha a lo ETA, vos lo escribiste en Página 12, luego lo seguiste contando por primera vez en radios, canales, entrevistas, blogs, etc) que lo quisiste asesinar?

10) Mirá, no lo llamo a Aníbal Fernández ni a Máximo Kirchner ni a Juan Cabandié ni Mariano Recalde porque no tengo sus teléfonos y tampoco me veo preguntándoles si puedo escribir algo para levantarme a una mina. Desde que me dejó mi mujer (te lo cuento porque sé que sos un tipo sensible) hay algunas minas que, por culpa de este blog, me quieren matar. Nunca las denunciaría penalmente. Y eso que no soy un tipo con altura. Mido 1,60.

11) En Miradas al Sur escribí una sola nota (no trabajo ahí) y fue la de la relación entre Souto y Clarín. No creo que me la perdonen nunca. Igual, queda feo meterse con mi metro sesenta, por eso lo de la Conspiración para asesinar el Ego de Leuco. No, Leuco, bajate del caballo pinto.

12) Todo lo que te acabo de contar, Alfredo, no tenías porqué saberlo. Supongamos. Y nadie te puede pedir un esfuerzo de lectura, un nivel medio nomás de comprensión de textos, sentido del humor, ni nada. Si de verdad te sentís amenazado, te pido disculpas.
Pasaron 10 días desde que escribí ese post irrelevante, pero el pibe éste le contaba a Agustina que vos estabas preparando algo de lo que montaste ayer. Como ayer, el pibe nos confirmó (sí, así de bizarra es la cosa) que vos ibas a dedicar el día de ayer al tema, lo republiqué porque sabía que ibas a sacar frases de contexto.  Si se lee entero, es obvio, se nota que es una joda.

13) Me da un poco de cosa, Leuco, la verdad. Que vos pienses que yo te quiero coartar tu libertad de expresión. Que estoy bien pago y que hay un gobierno detrás mío que me manda a amenazarte. Mirá: para que te des una idea, no tengo casa ni auto y pago 1000 pesos de alquiler en Santa Fe. No vivo en una mansión, como verás. Pero, además, vamos, Leuco, estás en Canal 26, en Perfil, en Continental, y yo en LT14 de Entre Ríos, en fin.

14) Yo también, mirá que coincidencia, te noto a vos como raro, perdido...agresivo. Pero no una noche, sino desde hace un par de años. Timermann tiene una teoría para explicar lo que te pasó, pero, andá a saber.



lunes, enero 10, 2011

Aguante Barone.




Después de juntarme con unos amigos, vuelvo a casa, algo preocupado. Por lo siguiente. Hoy fui a 678. Tuve una discusión de matices con, fundamentalmente, Orlando Barone. Me acordé de una vez anterior que fui, y tuve otra discusión. Salió, al otro día, en Clarín: yo era un "periodista" que discutía con el "militante" Barone. Pensé, la puta madre, mis amigos, mi familia, mis ex novias, yo mismo, mis enemigos, mis adversarios, mi  mundito me va a considerar vendido. No es para tanto el micro mundo, pero es lo que tengo. Estoy, desde esta pequeñísima irrelevancia que, sin embargo, no deja de ser una vida y, para colmo, la mía, preocupándome por cosas que me exceden, que no puedo controlar, donde ni siquiera puedo opinar. Suerte que, en Clarín, a la semana, ya volvía a ser el bloguero K, ahora en version terrorista que iba, y bien cierto que es, a matarlos a todos. Calculo que no fui muy eficaz.
Quizás, quién sabe, si yo dijera los argumentos de Barone y él los que yo dije, al otro día, hablaban bien de mí gente que me resulta poca, imbécil, gente del diario Clarín que presupone que yo quiero ser como ellos -aunque sea yo el que gane las minas y ellos el monetario vacío ridículo- en fin, no sé.
La cosa es así: para mí, el periodista del año es Orlando Barone. Al igual que Sandra Russo, se las aguantó todas: las calumnias, las crueldades, las bajezas. Las grandes coincidencias jamás deben opacar el enriquecimiento que genera un debate, y yo creo en eso, desde esta ausencia tan estruendosa de humildad. Nada más, nada más.
Vengo de la casa de Lorena, estaban otros amigos, saben que yo discuto como un león con la gente que aprecio, y, en cambio, a la que me chupa un huevo, por lo general, mando un latiguillo ebrio, casi de cassette: callate, pelotudo. Me gusta decir: callate, pelotudo.
La barbarie, es así.
Las sutilezas, los matices, la ética puesta en acto, las dudas, la instropección, enriquecen, engrandecen, dan la medida de la valentía de vivir, Orlando, es tu enseñanza, invalorable. Que por el resto, las interpretaciones, el pasto para las fieras, nada más, nada más. Yo hago lo que puedo.
Dijo Sartre: "desconfío de la incomunicabilidad; es la fuente de toda violencia".
Llegué cansado. Un día largo. Nada más: aguante Orlando Barone y aguanten los debates. Pero nada, nada eh! de mariconeadas-como tomar parte por X o por H- en los debates. A pensar, carajo. Que el que calle lo que piensa no merece ser tomado en serio. Piense lo que piense.  Y el que diga lo que piensa merece ser escuchado. Me parece que estas líneas vienen muy solemnes, casi sin nombrar a Anabel Cherubito, debe ser eso. Hoy me acordaba del prólogo de Sartre a Los Condenados de la tierra, de Franz Fanon.
Que al fin y al cabo venimos peleando por escucharnos todos. Y, repito, aguante Orlando Barone y sobre todo su inteligencia, su capacidad literaria, la modalidad de andar, como engrupiendo, contra el sentido común.
Yo he aprendido -sé que me van a buscar contradicciones, no hay que gastarse, las tengo a millones- que ser sincero es casi, casi nomás, sinónimo de ser valientes.
Aunque hoy la valentía pareciera ser atributo de los poderosos y, curiosa y triunfalmente, la sinceridad, un mérito que hemos logrado, pequeños (como yo) y grandes trabajadores de la prensa, un mérito que hemos logrado conquistar. Una verdadera conquista amorosa.
Yo me siento orgulloso de esas pequeñas cosas de las que, pequeñamente, soy parte. O partecita. Esas barricadas conceptuales. Las soñaba, quería que se dieran. Que la santísima trinidad del Gaucho, el Milico y el Cura fuera puesta en duda. Se llegó lejos, creo que sí.
Como sea. Dicen que la sociedad está dividida. Puede ser. De este lado hay candombe. Del otro lado hay agentes de tránsito.
Nada más, nada más.

lunes, octubre 15, 2012

Sos Miami, pendeja




En vísperas del próximo heidimo neonazi nos cuentan desde sus páginas oficiales el sublime grado de estupidez política que los aglutina. Dan conmovedoramente risa. Pero requieren, como carne de cañón arriada para fines que aceptan con candidez y simpleza beligerante, una conducción política más seria. Hasta ahora, con el mamarracho desvariado de Lanata, no van ni a la esquina. Puro circo. Playito. Sin densidad. De una torpeza cachivachezca.
Pueden llenar un montón de plazas contra la negrada y el pobrerío pero en la medida en que no jueguen a mayor amplitud de clase -lo cual implica democratizarse, cosa imposible por ahora, dadas sus limitaciones cívicas e intelectuales- quedarán acotados a ser los amanuenses de una bufonería que no comprenden.

-Hacemos este cacerolazo por que no queremos a Moreno! Pero no somos golpistas- me dijo, tierna, una señorita exuberantemente cheta, por Twitter. Con evidentes problemas para la comprensión de textos.
-Sos Miami, pendeja.
Le respondí. Y me autocito. Gozoso.
Ególatra.
Pero la cosa quedó ahí. Con tan poco.
No, no creo que se pueda establecer un diálogo con los cánditos heidistas que marchan con svásticas. Váyanse a la mierda. Háganse cargo, la derecha hipócrita, se lo que desatan.


La representación, como idealización práctica del institucionalismo, tiene, muestran los portadores sanos de anti institucionalismo, los cacerolos, sus limitaciones.
Habrá que aprender a convivir con los neonazis de una derecha dura que no encuentran contención en el sistema democrático. Que les queda grande. Que buscan elaborar, de sus postulados guerreros y crueles, un nuevo sentido común. De ultraderecha. Pero con la sonrisa cómplice de quien es ultrabanana. Que, aclara, "yo de esto no entiendo nada pero hay que matarlos a todos".
El heidismo.
El residual y el emergente.
Quizás se amplíen y en el camino vayan encontrando carriles de menor violencia simbólica, de menor idiotismo; por ahora, tal cosa no ocurre.

Ernestina Herrera de Noble es La Cautiva.
Hay un malón de indios que la toma prisionera.
Brian, a los efectos narrativos, puede hacer de Héctor Magnetto. Y entrecruzar la cuestión, en La Cautiva, de los hijos. Y las infinitas superposiciones de miradas civilizatorias. Miradas de peluquería, con pretensiones de totalidad. Sentidos comunes en ciertos y privilegiados círculos sociales. Con sus infaltables merodeadores, alrededor de la jaula, buscando eso tan grato que es pertenecer. A la jaula. Mendigando en las puertas del Club Social.
El Indio, llamado, asquerosamente, con distancia racial, El Indio, bien cabe para CFK. Porque el Indio es odioso cuando se sale de su casillero y se empodera. Cuando hace lo impensable: se transforma, del otro, de ese infierno que son los otros, en uno.
La Cautiva no es lo más conocido de Estéban Echeverría (un partido del conurbano, de las tolderías, paradojalmente, aloja su nombre). Y menos aún estudiado es el Dogma Socialista, del mismo autor.  Una tradición elitista, vanguardista, alejada de cualquier encarnación real (perdón por el uso marxista del término) es un sujeto popular. Representante de la brillante Generación del 37, Echeverría trascendió por su fina escritura y sus ideas raciales. Enfrentada a la potencia bárbara de Rosas, la Generación Literaria del 37 se desperdició en el exilio de los antipopulares, en Montevideo. La ciudad que expulsó a sus mejores exponentes. Y lo sigue haciendo.
El Matadero.
Eso es lo más conocido y estudiado de Echeverría. Juan María Gutierrez lo incorpora, más tarde, a las obras completas de Echeverría. Paladín del romanticismo -como escuela estética- argentino. Aunque entonces, Argentina, no había sido fundada. Aunque ya sí fundida. Obra fundante, El Matadero -en ésta página de Clarín se puede leer- junto con Facundo, la novela de Sarmiento; del criterio, de persistente validez para una mirada crítica, del eje civilización y barbarie. De esa excursión a los indios ranqueles, la fascinante novela de Lucio V Mansilla. Se puede leer en PDF acá, un formato, además, de fácil impresión.
En la Biblioteca Virtual de Clarín  se puede leer el Facundo (Horacio González, director de la Biblioteca Nacional, tiene el buen gusto de no leer mi blog, como la mayoría de los seres humanos que habitan esta tierra, esta patria y este barrio. Sino sería lindo decirle que hay que avanzar en las plataformas digitales para la literatura argentina. Alguien podría sugerirle eso. Voy a contar algo: Horacio González me ha felicitado, cuestión que para un vanidoso irremediable como yo es perfectamente natural excepto que siempre es poco,  por cosas que he dicho en la TV. Cosa que me sorprendió. No lo hacía a González viendo TV, sino más bien, leyendo. Y mi blog, modestias aparte que me hacen estornudar, es muy leído. Pero en general, en el gobierno, solamente por los funcionarios más jóvenes. Hay una cuestión generacional, cierto. Pero también, hay una cosa insidiosa, abusiva, con la prensa tradicional. Una obsesión poco correspondida. Y ni que hablar, pero no es el caso de González, con la TV. Es una lectura correcta del mapa de medios predominante. De cómo se genera influencia. De cómo se organizan los conceptos que luego hacen al debate político. Pero es una mirada pequeña, que contrasta, con los funcionarios más jóvenes o el periodismo, hoy encumbrados, que tienen, sí, un panorama más amplio y sofisticado; razón por la cual disfruto psicopateándolos, je. Bueno, todo este comentario iba a que Clarín, como burguesía nacional, concentrada y rentista, avanzó, antes que el monopolio mundial de Google, en la digitalización de clásicos de la literatura nacional: el estado, la Biblioteca Nacional, nada ha hecho y está en mora en este aspecto. He dicho)  

Los expertos estatales y privados, que portan la legitimidad estatal del monopolio de la violencia, de Inteligencia están de punta contra el gobierno y se sienten amenazados.  Las fuerzas armadas, ni más ni menos. Trajes de fajina. Discursos brutales. Amenazas apenas veladas.
Las pancartas neonazis se permiten humoradas que descalifican la gravedad de la situación.
Los estudios jurídicos que las defienden, los estudios jurídicos y contables que hacen cursos de elusión impositiva y tribunalicia para la oligarquía. El entramado de la oligarquía que está espontáneamente inclinada a la desestabilización, parafraseando a Rodolfo Walsh.
Se conjugan demasiados elementos, coincidentes,  articuladores, condensados.
No es joda.

Las autopistas virtuales del Cacerolindo, como la autopista de Cortázar, está estancada. En un atolladero. Largas filas. Muchedumbres que opacan ese dato inútil, para nosotros tan de cabotaje, del pronóstico del tiempo: la visibilidad. Y conviven, se pelean, en la autopista que no avanza. Van creando su propia realidad fantasmagórica, atrapante, paranoica. Cierta psicosis de urgencia les patea el culo. Tienen sus códigos salvajes de convivencia. Sus capillas. Su relato. Y, naturalmente, sus maneras de alimentar y retroalimentar su relato.

No es mirando únicamente a Clarín, sino al Banco Central, como se sale de éste atolladero.
Fin del comentario.

Las redes sociales se autopresentan, en la épica ultramontana, como su teatro de operaciones. Es el reverso, desgastado, del Teatro de la Crueldad. No sorprende. No toca ninguna fibra íntima. No llega ni a la esquina.  En El Teatro y su Doble, Antonin Artaud, se quedó, quién lo diría, corto en sus postulados. Quizás una versión más radicalizada del Teatro de la Crueldad, la de Martin McDonagh, sí remita a los Cacerolindos; a escenas de violencia física y simbólica de las cavernas donde los neonazis miran sus sombras, creyendo, platónicos, mirar y temer el mundo entero.
In-Yer-Face podrían decirle a los cronistas de 678 golpeados. O cuando cantaban a la presidenta "andá con Néstor, la puta que te parió". O con sus svásticas. Soslayadas.
La marcha de las svásticas tiene ecos del Corpus Cristi. De antesala.

Probablemente, la crisis militar occidental, con los empantanamientos de Irak y Afganistán, con la Libia masacrada por el Premio Nobel de la Paz, la Unión Europea, la crisis militar que derivó sin conexión aparente en crisis financiera, continúe un par de años. Hasta que la junten en pala y se vuelva socialmente intolerable. Y aflojen. En el "primer mundo". En los estados industrialmente criminales.
Y Sudamérica, sin revertir con contundencia los factores productivos estructurales, tenga, siga teniendo, un intercambio favorable. Altos precios de materias primas. Y se vaya, lentamente, consolidando, como en Argentina, una industria liviana, mano de obra intensiva.
El eje, entonces, en la dinámica nacional, no pasará por la desigualdad, lamentablemente. Aunque ha sido acortada. Pasará, de acuerdo al cuadro de relaciones de fuerza, por un esquema sindical escueto y la voracidad rapaz de una clase dominante que es incapaz de ejercer como clase dirigente. Burguesía nacional, contate otra.
Los paradigmas económicos imperantes tienen alto consenso y por ahora, aunque todo parece indicar que se extenderá al mediano plazo dada la brutalidad con que el sector más retrógrado de la derecha se posicionó como conducción de la oposición al gobierno, los conduce el kirchnerismo.
No hay riesgos, hoy, en las urnas para las políticas sociales. Ni los mecanismos -poco audaces- de distribución del ingreso, no de la riqueza.
Los riesgos están en las svásticas, en la ultraderecha, ultramontana y ultrabanana que golpea sobre la línea de flotación de la democracia y el estado de derecho.









jueves, mayo 28, 2009

Hay que matarlos a todos

“Como en la guerra hay que ir matando a los de la primera fila; hay que barrer a la mayoría, a la mugre, para después sí empezar a remar”, explicó Jorge Chemes, ex titular de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer) y candidato en tercer término del Acuerdo Cívico y Social.

“Es como estar en la guerra, hay que ir matando a los de la primera fila y seguir”, graficó Chemes que aseguró que “hay que cortarles la mano a los Kirchner porque vienen por más. Se quieren quedar con todo, con lo nuestro, o qué se piensan que quiere decir que (Guillermo) Moreno diga que la propiedad privada es un papelito… Se quieren quedar con todo, quieren terminar con la clase media, con sus valores”, enfatizó Chemes que, nuevamente, hizo notar que “lo primero es el enemigo al que hay que matar”, dijo. “No soy golpista”, aclaró

miércoles, abril 22, 2009

Ajá



Más allá de los necesarios matices (entre eventuales adversarios) que enriquecen la democracia hay algo en lo que todos los argentinos, sin distinciones de banderías políticas, vamos a estar de acuerdo: está todo mal y hay que matarlos a todos.






Esta clamor ciudadano de Lagente (y del campo) evidentemente no está siendo escuchado por los políticos -de todos los partidos, eh!-y por eso estamos como estamos y todos los días pasa algo y nadie hace nada.

Posta.


Ya entrando en materia, y teniendo en cuenta que los políticos se dedican a pelear entre ellos, con sus internas por las listas sábanas, es importante consensuar a través del diálogo respuestas que solucionen los problemas de Lagente (y del campo, del que ya no se habla más como si se hubiese solucionado el TEMA de la lechería: sabés qué pasa; tiran cortinas de humo para tapar todo: ponele, sin ir más lejos, la crisis internacional, ¿qué crisis? ¿cuál crisis? vamos, si van por la caja) porque lo importante siempre se lo olvidan: las políticas de estado y el largo plazo, bue, en fin, soy Lucas, del Barrio Candiotti, y quería felicitarlos por el programa y decirles que a mí, el Cholo Simeone me cae bien, y además, por la consigna del día, yo digo que yo la apoyo a Marixa porque me parece que ella no filmó ningún video, siempre cuidó mucho su privacidad: le están armando una campaña en contra, hay que ver qué intereses se ocultan detrás, eh: bueno, besos a todos, muy bueno el programa!

martes, septiembre 08, 2009

Frases de la semana y nadie hace nada.


Otro post del compañero Raúl Degrossi:




1. “De ninguna manera nosotros tenemos la intención de dilatar la discusión por el proyecto de ley de medios, y no creo se pueda interpretar en ese sentido nuestra propuesta de realizar audiencias públicas en todas las embajadas del país en el mundo, y sesiones de espiritismo para conocer la opinión sobre el tema de personalidades vinculadas al tema, como don Roberto Noble.” (Silvana Giúdici, diputada nacional elegida La Empleada de la Década por el Grupo Clarín)

2. “La propuesta de esta señora de conformar un nuevo gobierno integrado por seis diputados -entre los que me incluyó- para que se haga cargo del país en reemplazo de la presidenta es un delirio. Cualquiera sabe que para eso yo me basto solo, sin necesidad de la ayuda de nadie.” (Claudio Lozano, diputado nacional del Frente Político Autoreferencial, línea interna de Proyecto Sur, en referencia a las declaraciones de Cristina Boubeé)

3. “Para que la gente entienda de que se trata este proyecto de ley, es como si le diéramos todos los controles remotos de la tele a Néstor Kirchner, ¿se imaginan ustedes todo el día obligados a mirar los partidos de Rácing? Por eso la solución es que le dejemos el control a Magnetto, que cuando se cansa y se duerme me lo pasa un rato a mí y yo lo comparto con Vila.” (Francisco De Narváez, ¿diputado nacional?, ¿dueño de América TV?, explicando los riesgos de la nueva ley de servicios de comunicación audiovisual)

4. “Si mi propuesta de formar un gobierno de salvación nacional a cargo de una comisión de seis diputados parece inviable o burocrática, podemos volver a las formas tradicionales, es decir un general, un almirante y un brigadier con un hombre del campo a cargo del Ministerio de Economía.” (Cristina Boubeé, dirigente ruralista autoconvocada y profesora de Teoría del Golpe en la escuela de formación política de la Sociedad Rural)

5. “Este proyecto de ley es lo peor que le ha ocurrido al país desde el golpe de Estado del 76’. Es más, el golpe fue lo único bueno que le ocurrió al país desde entonces.” (Daniel Vila, propietario de multimedios comentando la iniciativa que discute el Congreso mientras hacía profesión de fe en la democracia)

6. “Puede ser Hermes Binner, Margarita Stolbizer e inclusive Francisco De Narváez, todos son dirigentes calificados pero no es cuestión de apresurarse en elegir un vicepresidente, hay que hacerlo con cuidado para evitar sorpresas en el futuro.” (Julio Cobos, precandidato presidencial explicando sus contactos con diferentes fuerzas de cara al 2011)

7. “Nosotros no tenemos problemas en subordinar expectativas personales a la construcción política en común, y aceptar la vicepresidencia en una fórmula encabezada por Cobos. Ahora, la situación inversa habría que pensarla muy cuidadosamente.” (Hermes Binner, gobernador de Santa Fe, evaluando la conformación de la fórmula para las próximas elecciones presidenciales)

8. “Mis dichos sobre quemar todas las villas miseria no deben ser tomados al pie de la letra, fueron solo una metáfora. Lo que pasa es que estaba alterado porque me habían robado mis dos escopetas favoritas, con las que pensaba salir a matarlos a tiros a todos esos negros de mierda.” (Julio Fornari, candidato a concejal del PRO en Gálvez, Santa Fe, autor de una original propuesta para combatir la inseguridad)

9. “¡Vos a mí no me engañás más con ese cuento de que “nos obligan a volver a las rutas”, te creés que soy boluda y no me doy cuenta que estás buscando engancharte una pendeja como el De Angeli ese!” (la esposa de Hugo Biolcatti, presidente de la Sociedad Rural, en discusión matrimonial que explicaría las razones de las diferentes posturas en la Mesa de Enlace sobre la prolongación del lock out)

10. “Yo me pregunto porque razón la CGT no puede tener una radio o un canal propios, si Lilita Carrió se internó en un spa por stress, todo es posible en este país.” (Hugo Moyano, secretario general de la CGT en relación a la discusión en el Congreso por el proyecto de ley de medios)

11. “La derecha en vez de oponerse a una ley de radiodifusión podría organizarse para aprovechar la apertura del espacio radioeléctrico y tener sus propios programas, que se yo, la Pando podría tener uno que se llame Jurassic Park o algo por el estilo.” (Luis D’elía, en referencia a la oposición de diferentes sectores al proyecto kirchnerista para los medios)

12. “Lo que pretende el gobierno con este proyecto es entregarle los medios a sus amigos como Moyano, D’elía, Bonafini y demás, y amordazar a las voces opositoras. Tenemos información que estaría tratando de censurar el programa de predicciones astrológicas que va a lanzar Lilita desde la señal Infinito y el Disney Channel.” (María Eugenia Estenssoro, senadora nacional por la Coalición Cívica)

13. ¿Pero cómo que De Narváez no es el dueño del canal, me quieren decir para qué lo invité dieciséis veces a almorzar en la campaña con la esperanza de que me renueve el contrato hasta que me muera?” (Mirtha Legrand, conductora del programa “Gorileando con…” que se emite por el canal ¿de Francisco De Narváez?)

14. “Si la máquina de impedir sigue poniendo obstáculos a nuestra políticas de seguridad, los vecinos de Buenos Aires nunca podrán vivir tranquilos y sin miedo. Primero objetaron al “Fino” Palacios, después se quejaron porque la policía va a tener autos sin identificación; lo único que falta ahora es que nos pidan que devolvamos las diez mil picanas que compramos para equipar a la policía metropolitana, y rescindamos el contrato que le hicimos a Patti para dictar cursos de capacitación.” (Mauricio Macri, jefe de gobierno porteño, comentando los tropiezos que sufren sus planes de seguridad).

15. ¡Pero por favor señores!, ¿cómo no va a ser trucho este Congreso si me dejó ser diputado varias veces a mí, que me cansé de sacarme fotos con Menéndez?” (Oscar Aguad, diputado nacional por la UCR: Unos Caras Rotas)

16. “Nosotros vamos a ser inflexibles en nuestros principios y en la búsqueda de los mejores hombres del radicalismo de la resistencia, no sea cosa que por traicionar nuestra convicciones ganemos las elecciones y no nos quede más remedio que asumir el gobierno.” (Gerardo Morales, dirigente del radicalismo, en el lanzamiento del programa “Yo quiero tener mi propia línea interna, ¿y vos?”)

17. “Muchos se preguntan por qué nosotros no apoyamos abiertamente el proyecto oficialista de ley de medios y yo les digo: la ley regula entre otras cosas la televisión por cable, ¿y qué tiene adentro el cable por el que llega la señal?: ¡cobre!, ¿ven como el kirchnerismo aprovecha todas las circunstancias para seguir con los negociados de la minería a cielo abierto?” (Pino Solanas, explicando un probable voto negativo en el Congreso del monobloque de Proyecto Sur)

18. “Primero borocotizaron a Latorre, después compraron con un cargo a María del Carmen Alarcón, ahora lo único que falta que, para seguir socavando las bases santafesinas de la Mesa de Enlace y la candidatura de Reutemann, le ofrezcan a Mirtha Legrand hacer sus almuerzos por canal 7.” (Eduardo Buzzi, dirigente de Federación Agraria, analizando las últimas movidas políticas del kirchnerismo)

19. “Lo más terrible del kirchnerismo no es que pretenda amordazarnos la boca a los periodistas independientes, sino que se quedan en eso y ni siquiera se animan a ponerse ropa de cuero y darnos unos buenos latigazos.” (Joaquín Morales Solá, columnista de La Nazi ón, explicando las contradicciones del gobierno en su relación con la prensa)

martes, diciembre 08, 2009

Malo, malo eres tú










Anoche presencié un fenómeno paranormal, onda Graciela Alfano con Jorge Rial. Pero lo mío es de verdad. El fenómeno paranormal es que no me podía dormir.
Habrán sido las cuatro cuando me acosté. Y a los diez minutos, esa canción, pero recontra fuerte y durante nomás de cuatro segundos, entró por la ventana. Como si fuera una ráfaga de volúmen, efímera pero contundente (mirá las pelotudeces que escribo, je: "efímera pero contundente" querido, ponete a escribir algo para el laburo y dejá de joder! No, pero esto es cierto. Traumático. Posta) . Me levanté, abrí la ventana, busqué el orígen de la música, su punto de arranque, busqué al pelotudo, no lo encontré. Pero ya me había despertado. Y no me pude dormir, me puse a leer una novela ambientada en Irlanda. La terminé. Prendí la tele. Morales Solá, repetido. Con Graciela Camaño, reencarnada en una republicana consensual y moderada. Me causó gracia: se había maquillado y lampareado para la ocasión: bienvenida al mundo de Joaquín! Estaba fea porque es fea, porque es la esposa de Barrionuevo y porque decía una sarta de pelotudeces sobre la reina de Inglaterra y los reyes franceses del 18, por favor, cualquiera. Lo bueno es que me estaba durmiendo ya. Y llega Pinky al estudio. Que está gagá. Y ahí sí parecía Graciela Alfano contándole a Rial los entretelones de cómo lo cagó al malo de Pachano. Sólo que Morales Solá era Rial y Pachano era Kirchner. Pinky, lo sospechamos hace rato, está gagá. Los buenos tiempos republicanos y consensuales, ponele. O no. Estaban eufóricos. Habían tomado la Bastilla, y ahora, con Miguel Bonasso en la presidencia de Comunicación (reelegido) y Silvina Giúdice en Libertad de Expresión (reelegida) le arrebataban no sé qué al malo de Pachano. Estaba divertido. Me despabilé. Después la Mesa de Enlace entrevistaba a Morales Solá que convocaba a la marcha en el rosedal del jueves, o al revés.  Ahí ya me estaba durmiendo. Y de nuevo, tres o cuatro segundos, a todo volúmen, de esta canción. Me despabilé, saqué la metralleta del armario y abrí la ventana. Tengo una mira láser.  Ustedes consensúen, por mí hay que matarlos a todos. Quién era el pelotudo que estaba haciendo sonar durante un toquecito esa música, el bajo y la batería como golpes de karate. Misterio. Clima de misterio. Dónde estará ese vecino de mierda que jode la paz social, piquetero musical. O quizás, no lo descartes, los parlantes se encendían solos. O quizás, peor aún, el sonido llegaba nomás del viento. Por las dudas dejé la metralleta y saqué un crucifijo. Y agua bendita. Me tomé un trago. Con limón, unas gotitas y un poco de soda. Le agregás fernet y ay, una maravilla. Pero el fenómeno paranormal no volvió a aparecer. Se acobardó, creo.
Para mí que hay mucha crispación entre los fantasmas, aparecidos y seres de ultratumba. Deberían sentarse a dialogar y consensuar tres o cuatro cosas en las que todos estemos de acuerdo para el largo plazo y no perder otra gran oportunidad histórica de esas que se presentan una vez cada 54 años. Pachano y Alfano. Me pude dormir recién a las siete de la mañana. Y a las diez, una cuadrilla municipal rompiendo las pelotas en la esquina con el taladro. Me hago liberal, la puta que los parió, anarquista, antiestatista, anarquista del siglo 19 decía Borges para definirse como liberal y conservador, todo junto, pero que callen los taladros. ¿Son los municipales, los de los taladros, o hay una conjura para joder a la gente a las diez de la mañana?Mucha crispación y falta de diálogo. Y para colmo, se pelean en el Grupo A. El de Alfano. Sin ir más lejos, Gabriela Michetti salió de nuevo a diferenciarse de Mauricio Macri. Dijo: "yo voy a veces a trabajar los sábados". Mauricio se enojó, obvio. Por lo bajo le contesto: "vos porque no heredaste nada, zaparrastrosa". Igual, ya está todo bien. En el Twiter, Gabriela explicó: "lo importante es que se sepa que todo lo lindo que hemos hecho no tiene que empañarse por lo feo porque lo feo es feo cuando deja de ser lindo, políticas de estado y consenso".